22 La Encontré.
NARRADOR OMNISCIENTE.
En el galpón todos creían que iba a ser un día como cualquier otro, bebiendo, fumando, una que otras mujeres de la mala vida dando brincos por todos lados haciendo feliz a esos mafiosos.
Lo que no contaban era que todo iba a ser diferente.
Un fuerte estruendo se encucho en la entrada del galpón, Bob Marshall estaba alterado y muy molesto, ¿la razón? Le habían interrumpido su último intento de follar con su amada Katerin pero esta se resistía fieramente, Y ¿Porque la última? Bueno se había prometido a si mismo que si no llegaba a follarla simplemente la mataría a ella y a la bastarda criatura como el le decia, claro estaba que si ella cedía pues amaría a ese niño como si fuera suyo.
Bueno lo que está a la vista no necesita anteojos pero para el que no a entendido pues... Bob Marshall está mal de la cabeza es un Psicópata, con una mente un tanto retorcida pero Nadia puede negar que ama a Katerin pero no de una manera sana.
Bob salió echo una furia a ver qué era todo ese alboroto. Y no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Todo era un caos, habían cuerpos sin vida por todas partes, cabe destacar que eran los de su equipo y claro paso putas que estaban acompañándolos, los observó con indiferencia y sigui su camino, ya sabía que. Ese momento llegaría pero no pensó que tan pronto, el quería esperar un tiempo ya que tenía dos opciones:
1 que Katerin fuese su mujer y se olvidaría de todo y desaparecería juntos el su mujer y "su hijo".
2 matarla (en caso de que se resistiera) y mandarla como regalo a el imbesil de Max Parker.
Pero por los vientos que soplan no iba a poder llevar a cabo ninguno de sus dos planes, bueno, ya vería que otra cosa se le ocurría.
Por otro lado Max estaba eufórico la adrenalina que sentía en ese momento era excitante, todo iba saliendo conforme al plan que él y El Gato habían planeado.
-Ben -llamo Max a su suegro que estaba a unos pocos metros de el- la encontré.
- Ey, mi imagen hijo- exclamó Ben con una sonrisa de lado.
- Oh, cierto, Gato- los dos rieron
Pero esos dos hombres no pudieron dar crédito a lo que estaban viendo, una furia incontrolable apoderó a Max y fue en rescate de Katerin que estaba en una esquina semi desnuda y con una herida bajo su pómulo derecho.
El muy desgraciado la había golpeado.
- Hermosa- susurro, acariciando su mejilla no magullada - estoy aquí, todo estará bien te lo prometo.
Katerin abrió los ojos como plato al escuchar la voz de Max, simplemente no lo creía, no creía que la hubieran encontrado, lágrimas salieron de sus ojos sin ningún permiso, y sin pensarlo dos veces lo abrazo como si no hubiera un mañana, ignoramos los disparos a su alrededor.
Pero algo llamo la atención de Max al momento de estrechar la en sus brazos.
...
La sintió más delgada, la vio más pálida y ojerosa, pero lo que más llamó la atención de Max fue el pequeño bulto en su vientre, la estrecho en sus brazos con ternura y delicadeza, sentía que si la presionaba un poco más la podía quebrar como una figurilla de porcelana.
Posó sus manos es sus mejillas y al momento se humedecieron con las lágrimas de Katerin, pudo ver en sus ojos el brillo de muchas emociones y comprendió que a pesar de todo lo que ella pudo haber vivido y sufrido todos esos meses encerrada ella era de él y él de ella y nadie lo iba a cambiar, era un pacto silencioso que ellos sellaron ese día en la oficina de Katerin.
— Te encontré Hermosa, te encontré.
—Te amo —fueron las únicas palabras que dijo Katerin cuando el nudo que sentía desapareció. Aunque algo en ella se revolvía al pensar que el no sintiera lo mismo.
Él sin embargo estaba en un pequeño shock, nunca ninguna mujer le había dicho esa palabra, y no sabía lo bien que se sentía que se lo dijeran, sino hasta ese momento y en esas circunstancias y no le importó, de hecho le gustó.
— Yo más, hermosa, te amo mucho más.
Eso basto para que ella rompiera en llanto y se aferra a el como su único salvavidas.
En ese momento entro su padre y los vio abrazados y no pudo más y corrió hacia ellos y la abrazo también llorando junto a ella.
— Mi niña, mi niña— era lo único que podía gesticular en ese momento, simplemente no podía.
Duraron así un rato más hasta que ella dejó de sollozar y la ayudaron a reincorporarse pero estaba débil aún.
Los disparos estaban cesando y eso los alertó o por lo menos a ella, ya que ellos estaban de lo más relajados, se percató de que tenían chalecos anti balas, y estaban dotados de armas de alto calibre.
Pero la pesadilla aún no había terminado.
Ni bien salieron de las instalaciones Bob le apuntaba con su arma a la chica.
Está pesadilla nunca terminará, pensaba ella.
— Así que lo prefieres a él después de todo, estás mal de aqui— se señaló con el índice su cabeza— pudimos ser felices los tres.
La chica se tenso y Max se dio cuenta de eso ya que la tenía abrazada de sus hombros y ella de la cintura de él.
—Bueno—dijo, con una sonrisa retorcida— te lo dije, si no eres para mí no serás para nadie.
—¿Que es lo que quieres muchacho, que pretendes con todo esto? Tú no eras así— dijo Ben con una postura dominante, ella nunca había visto a su padre así, y la hizo sentir un poco nerviosa pero segura a la vez.
Se sentía un poco mareada y le dolía la cabeza.
—Era, usted lo ha dicho bien, ya no soy el jovencito que conoció, yo quería ser aceptado en su círculo, y tomar venganza por haber rechazado a mi madre, yo sería su hijo y no ella— dijo apuntando con el arma.
Todo pasó en cámara lenta. No supo cuando empezó ni cuando terminó, solo escucho un disparo y un empujón que la dejo un poco desorientada. Max la tenía sujeta para amortiguar la caída.
Se reincorporo lo más rápido que pudo y su alma cayó al suelo cuando vio a su padre tendido en el piso con una herida en la pierna.
— papá— sollozo junto a el— eres un imbécil Bob — se giró para encararlo, estaba más que molesta y esto la rebasó, y la sonrisa de enfermo mental la motivo a tomar el arma a su padre tenía a un lado ya que la había soltado para hacerce presión en la pierna que le sangraba mucho.
No lo pensó dos veces y halo el gatillo, siempre tuvo buena puntería y está vez no iba a ser diferente, le disparó en el hombro, el quedó como petrificado no podía creer que su bonita le haya disparado y no sólo eso que no lo haya matado a la primera, el sabía de primera que ella no fallaba, Katerin se puso de pie y lo sigui apuntando.
— ¿Kat... Katerin que has hecho?— le pregunto entre sorprendido y nervioso.
— Cállate enfermo de mierda— le hablo entre dientes por la rabia y la adrenalina que sentia, tanto que el dolor de cabeza paso a un segundo plano. se giro y vio a su padre pálido como un papel, vio Max y sus miradas se unieron, pudo ver que el la miraba con admiración, y ¿Deseo? ¿En serio, en esa situación? Lo dedujo por como mordía su labio inferior y la miraba de esa manera tan rara pero le gustaba.— encárgate de mi padre yo lo haré de este enfermo.
— Esa es mi chica. — fue lo que dijo Max y Katerin se dio la vuelta para terminar lo que había empezado.
Sin pensarlo más, le disparó en la pierna derecha haciendo que cayera de rodilla la miro de manera suplicante y se dio cuenta que ese era su fin, Katerin le disparó en medio de la frente terminando con su mísera existencia.
Ya todo había terminado para el, no merecía seguir con vida después de todo lo que hizo, a ella podía hacerle lo que quisiera pero a su padre no.
Eso fue lo que detonó su instinto asesino. No sabía que matar a alguien le podía dar esa satisfacción tan grande, pero seguro fue por el hecho de que se vengo por todo lo que vivió y lo que le hizo a su padre, si, tal vez es eso.
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Tres años después.
Luego del rescate de Katerin Ben Nara fue llevado a la quirófano había perdido mucha sangre y necesito de transfusiones y tambien sacarle la bala que quedó incrustada en el fémur.
A pesar de todo su recuperación fue rápida. Katerin no pudo ser donante para su padre ya que estaba anémica y con su embarazo era imposible que pudiera.
También necesito atención médica, curarle algunas heridas, tratamiento endovenoso y muchas vitaminas.
Max no cabía de la emoción, se sentía pleno, realizado estaba donde quería y con quién quería.
Katerin asimiló la noticia de que su padre era en sus tiempos moso un mafioso peligroso, pero dejo todo atrás para formar una familia con la mujer que amaba.
Si estaba un poco temerosa por Max, porque era un mafioso también, pero luego no le importó, recordó que una vez le dijo que le gustaba el trabajo de campo, y cayó en cuenta cuál era su trabajo de campo.
Pero le restó importancia, porque la adrenalina del momento, terminar con la vida de alguien tan miserable como Bob le gustó, se sintió bien. Y no quería que por culpa de ella Max dejará de hacer lo que siempre le a gustado, pero lo que ella no sabía que desde el momento que ella le dijo TE AMO su mundo cambio por completo.
El no quería para su hija (porque si, tuvieron una niña hermosa) la vida que el llevo, escondido de la sociedad para que los enemigos de su padre no arremetieron contra él.
Así que hizo lo mismo que su suegro, dejo todo para tener una familia.
Luego de la muerte de Ben que fue un año después de que naciera la pequeña Kiara, Katerin decidió cambiar de aires, vendió las acciones y todo el conglomerado que su padre tenía, fue una opción que su padre le dio mucho antes de morir el sabía que ese no era el mundo de ella, ella era más un alma libre y no quería que estuviera atada a algo que la hiciera infeliz.
Así que dejo todo para que llegado el momento vendiera a
Las acciones y con el dinero pudiera hacer lo que ella quisiera.
Y así fue, se mudaron de país, lejos de todo lo que les recuerde del pasado de Max, ahora trabaja en un pequeño consultorio pediatrico en una isla caribeña, Katerin lo ayuda en el en todo lo que pueda y su amiga Samanta pues ella se fue con ellos, para suerte de todos la herencia de sus padres les a beneficiado ella es quien les dota de medicamentos para las comunidades más necesitadas.
Y así están viviendo, un día a la vez. La pequeña Kiara tiene tres años es una niña muy inteligente, es el orgullo de sus padres, y de su tía Samanta.
Quien sabe que podría ocurrir más adelante, ya que la pequeña a su corta edad es muy atenta a todo y se a dado cuenta de que sus padres han estado hablando de una boda, no sabe que es eso pero los ve muy contentos, a acompañado a su mami a probarse varios vestidos blancos, pero uno en particular le gustó más a todos porque le resaltaba la panza, donde tenía a sus hermanitos allí dentro.
Kiara Se preguntaba si no estarían incómodos, Máximo y Maximiliano ya estaban por conocer este nuevo mundo solo dos meses para eso. Por eso en un mes sería la boda de Max y Katerin.
Son felices a pesar de las cosas que tuvieron que pase años atrás.
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Fin.
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