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Capítulo 17 - Mira como brillan por ti


https://youtu.be/Vte_kf5CSSM


Vivian había olvidado hasta ese entonces que tenía el teléfono de Jonathan en su poder desde el día del accidente, en que Pepe se lo había entregado, explicándoles que Johnny lo había dejado olvidado encima de una mesa. Ahora, imbuidos con el entusiasmo de seguir la iniciativa del doctor que había revisado a Jonathan esa mañana tras aquel movimiento involuntario, se disponían a preparar una larga selección de canciones:

_ Saben que no pueden faltar ni Ed Sheeran, ni Sam Smith, ni Adele, ni Sia._ recordó Devon abriendo su laptop.

_ Ah, y podríamos incluir a Taylor Swift y a Katy Perry. A Johnny le gustan también._ señaló Calvin._ ¡Y Madonna! ¡No podemos dejar fuera a Madonna!

_ ¿Ponemos algo de Cher?_ preguntó Vivian hurgando en el teléfono de Jonathan.

_ ¡Obvio sí!_ respondieron Devon y Calvin al unísono.

Vivian entornó los ojos:

_ Dios Santo, ¿qué tienen los gais con Cher?

_ Y tenemos que incluir la canción que David le puso... ¿Alguien sabe cómo se llama y quién la canta?_ preguntó Calvin.

_ Veamos,_ dijo Devon haciendo memoria._ tampoco podemos dejar fuera a Beyoncé y a Jennifer Hudson. Y últimamente también le estaba tomando el gusto a John Legend, a Lana del Rey, y a Duncan Laurence. De hecho, me contó que la primera vez que David y él tuvieron sexo fue con una canción de Duncan Laurence de fondo.

_ ¿Por qué esa perra nunca me cuenta esas cosas interesantes?

_ Porque tú eres una zorra deslenguada que no sabe guardar secretos.

Calvin hizo un gesto de insulto:

_ ¡Sí sé guardar secretos! ¡Puedes preguntarle a cualquiera, incluyendo a Vivian! ¿No es cierto Vivi?

Pero Vivian no los escuchaba. Estaba viendo algo en el teléfono de Jonathan que había robado toda su atención, y para sorpresa de los dos muchachos, la joven tenía grandes lagrimones mojándole el rostro:

_ ¿Vivian qué tienes?_ se preocupó Devon haciendo a un lado la laptop.

_ ¿Ya vieron este video? ¿Sabían que Johnny había grabado esto?_ les preguntó mostrándole la pantalla del teléfono en el que había un video de Jonathan en pausa.

_ ¿Qué es?_ preguntó Calvin con curiosidad.

_ Véanlo ustedes mismos._ dijo Vivian y reinició la grabación.

Cuando la terminaron, los tres estaban llorando, emocionados:

_ Si sigo llorando de esta manera me voy a deshidratar._ se quejó Calvin.

_ Quiero un amor así._ suspiró Vivian._ Siempre he fingido que no me importa nada estar sola. Pero después de ver esto, quiero tener algo así, un amor lindo, alguien especial con quien compartir la vida.

Devon se quitó los espejuelos para secarse los ojos:

_ El mundo tiene que ver esto._ dijo finalmente mientras volvía a tomar la laptop.

******************

David suspiró con aburrimiento. La paranoia de los socios de la empresa seguía prendida. En todas las juntas últimamente era la misma histeria colectiva, el pánico a que los medios y sus escandalosas noticias fueran a afectar a la compañía. De buena gana los mandaría a volar a todos, o mejor aún, les cedería su parte de la empresa. Así ya no tendría que preocuparse por nada más que no fuera tomar las riendas de su propia vida. Pero recordó la conversación sostenida con Alan días atrás. Hacer eso sería como una huida fácil y cobarde. Renunciar al patrimonio construido por su familia desde hacía más de un siglo, y que él había mantenido a flote durante cinco años, posicionándola entre las más prestigiosas y rentables en el mundo empresarial.

Se reclinó en su silla giratoria y acarició su mano, la misma mano que hacía pocas horas Jonathan había apretado con la suya. Había llamado a la señora Davis en la mansión para informarle de aquel avance, y percibió la alegría de todos los empleados del otro lado de la línea. Todos deseaban una rápida recuperación para el muchacho.

Una llamada de Kayla lo sacó de sus pensamientos:

_ ¿Qué sucede?_ preguntó con voz cansada.

_ ¿Ya viste el video?

_ Sabes que no veo esos estúpidos videos de internet, y menos si están hablando sandeces y mentiras acerca de Johnny y yo.

_ Oh no, no se trata de ninguno de esos. Es precisamente un video de tu adorado Jonathan. Espera, te lo mando enseguida. Y créeme, está haciendo explotar las redes. Devon y los otros lo subieron hace unas horas y ya se ha vuelto viral. Te recomiendo que uses pañuelo cuando lo veas.

David dudó un instante antes de reproducir el video. Jonathan estaba en la pantalla, encima de una cama, con una playera que reconoció era de las suyas. Lucía hermoso, aunque parecía acabado de despertar, con los negros cabellos revueltos y esa actitud de niño travieso que adoraba en él:

_ Hola mi bestia... Verás... Desde que descubrí que era gay, solo soñaba en encontrar a mi otra mitad. Esa persona que supuestamente me estaba predestinada. Realmente ha sido un largo camino, lleno de frustración la mayoría de las veces... Pero ¿quién no ha sufrido por amor? Todos queremos vivir la experiencia hermosa y terrorífica de enamorarnos, aún sabiendo que puede resultar fatal, que podemos salir lastimados o desilusionados. Pero en el fondo, todos queremos enamorarnos de alguien. Y vamos por la vida, buscando y buscando, y a veces, por más empeño que ponemos, no encontramos nada. Por un momento llegué a pensar que no estaba hecho para el amor. Que ese ser supremo y poderoso llamado dios, simplemente se había olvidado de mí, o me castigaba por ser gay, negándome lo que más deseaba experimentar: el amor de pareja. Y un día, así sin esperarlo, cuando menos lo imaginaba, apareciste tú. Y debo decir que realmente creí que era una broma de mal gusto de ese ser llamado dios, porque para nada eras la imagen ideal con la que siempre había soñado. Pero lo mejor de todo, es que eres la única persona a la que he considerado realmente mía, y que me considero totalmente tuyo. Eres la primera persona que quiero ver en las mañanas, al despertar, y la última que quiero ver al acostarme en las noches.

Sé que hay gente que no entiende un amor como el nuestro. Gente que asegura que dos hombres o dos mujeres no pueden enamorarse, que es algo antinatural, y como te dije antes, durante mucho tiempo llegué a pensar que el amor no era algo para mí, que estaba maldito por Dios por ir en contra de la naturaleza, como le dicen los fanáticos religiosos. Pero he decidido que ya no más. No pienso seguir escuchando esas voces en mi cabeza que solo me limitan. He decidido que desde hoy me importa un soberano cacahuete lo que piensen los demás sobre mis sentimientos. Tú me has mostrado que sí es posible que dos hombres vivan una historia de amor hermosa. Y lo que algunos estrechos de mente puedan catalogar como ir en contra del diseño divino original, yo le llamo más bien, ir a favor del diseño original de lo que es el amor. Porque no podemos engañarnos. Es algo que todos deseamos: enamorarnos, sin importar cuáles sean nuestras preferencias: gais, heterosexuales, bisexuales, trans, queers. No importa. Solo queremos hallar a esa persona especial que nos abrace al final del día, y nos haga creer que, sin importar lo difícil que haya sido, todo pierde sentido ante ese abrazo.

Llevamos vidas agitadas, carentes de rumbo y sentido. Estamos más enfocados en promover odios, normas y rechazos, que amor, libertad y acogida. La vida es demasiado corta para vivirla de una manera tan triste. Si nos tomáramos un minuto para pensar en las personas que queremos, y valoráramos a quienes están a nuestro lado, creo que la cantidad de divorcios y las peleas, disminuirían en un buen número.

Tú y yo nos amamos, eso es lo más importante de todo. Sé que llevas tiempo esperando que te diga las palabras que tú siempre me repites, y que yo aún no he tenido el valor de pronunciar, tal vez por miedo, o porque soy un idiota. Tropecé tantas veces y di mi corazón a gente que no lo cuidó, que me volví desconfiado, y aunque sintiera lo mismo que tú por mí, me era difícil decírtelo a la cara. Por eso hago ahora este video, y me gustaría subirlo para que pudieras verlo, al igual que las muchas fotos que tengo de los dos, pero sé que lo nuestro aún es un secreto que debemos guardar. Por tanto te lo mostraré cuando regreses de tu viaje y estemos juntos, y así te diré lo que tanto has esperado escucharme decir: TE AMO, DAVID MACMILLAN. Te amo mi bestia, mi príncipe. Mi Dave.

Esta es nuestra historia de amor, y estoy feliz de vivirla y compartirla contigo. Alguna vez el mundo sabrá de ella. Alguna vez, seremos la inspiración de otros que anhelan encontrar a la persona ideal que esperan. Que anhelan vivir su propia historia de amor. Pero por ahora, esta es la nuestra. TE AMO, DAVID. Perdón por haber demorado tanto en decírtelo.

Y de inmediato se inició un desfile de imágenes de ellos dos. Selfies en las que aparecían besándose, riendo, abrazados, tendidos en la cama, en la cocina, con los gemelos, en reuniones con Will, Anne y los chicos. Fotos de ellos en el SEXYDANCE la noche de Halloween, vestidos de príncipes. Fotos que demostraban la hermosa historia de amor que habían compartido en tan pocos meses, y de fondo, Coldplay matizando aquel instante mágico con un tema musical como hecho a la medida:

♪...And your skin
Oh, yeah, your skin and bones
Turn into something beautiful
Do you know
For you, I'd bleed myself dry?
For you, I'd bleed myself dry...♫

♪...It's true
Look how they shine for...♫

David reprodujo el video cinco veces seguidas. En las cinco ocasiones acabó llorando como un niño:

_ Yo también te amo, bebé._ susurró al final de la última vez y besó la imagen sonriente de Jonathan que cerraba el video antes de disolverse en negro.

******************

Esa tarde, al llegar a la mansión, recibió una grata sorpresa. Alan y Amanda habían llegado desde Londres y se habían instalado en la residencia:

_ ¿Por qué nadie me avisó?_ peleó David mientras abrazaba a sus amigos.

_ Porque era una sorpresa, cariño._ sonrió Amanda._ ¡Sorpresa!

_ Estoy tan feliz de que estén aquí._ suspiró David atrayéndolos en un abrazo._ No se imaginan lo solo que me he sentido últimamente.

_ Por eso hemos venido._ dijo Alan._ En cuanto supimos lo del accidente de Jonathan, nos dimos cuenta de que lo del escándalo de las fotos era nada para ti comparado con esto otro.

_ ¿Cómo está Jonathan?_ preguntó Amanda.

_ En coma. Pero tenemos esperanza de que despierte pronto.

Y los puso al tanto de lo sucedido en la mañana. También les mostró el video de Jonathan confesándole su amor. Amanda terminó llorando luego de verlo:

_ No sé si te has percatado de que esto echa por tierra todas las declaraciones anteriores y tu supuesto noviazgo y futura boda con Kayla._ señaló Alan cuidadosamente.

David cayó entonces en la cuenta. Con razón la entrada del MACMILLAN CENTER y la entrada de las afueras de la mansión estaban abarrotadas de reporteros. Creía que era que estaban todavía a la caza de noticias de su relación con Jonathan, pero ahora veía el verdadero motivo. Era aquel nuevo video que ofrecía la certeza total de la mayoría de las especulaciones. Tan emocionado estaba por el video de Jonathan, que no se había puesto a pensar que ya medio mundo parecía haber visto el material, y que sí, ya todos sabían, con pruebas concretas además, del amor entre ambos. Pero no le importó en lo absoluto:

_ Ya no hay vuelta atrás, David._ insistió Alan._ Lo sabes.

_ Lo sé, y estoy dispuesto a afrontar lo que venga, siempre y cuando Johnny esté a mi lado.

_ ¿Puedes dejar de decir esas cosas y de hacerme llorar? Me has echado a perder el maquillaje, y llorar provoca arrugas en la piel._ protestó Amanda.

_ ¿Podremos ir a verlo?_ quiso saber Alan.

_ Si, claro, pero ¿No prefieren descansar del viaje?

_ Por favor. Vinimos en un avión privado con excesos de comodidad y confort. Quién te diga que está cansado luego de un vuelo así, está mintiendo. Tal vez un poco de desfase por el horario, pero nada que no se resuelva en unos días.

_ ¿Unos días? ¿Cuánto piensan quedarse?

_ Pues el tiempo que sea necesario y que tú nos necesites a tu lado. Amanda le avisó a su familia que es posible que no estemos para Fin de Año, y yo también se lo informé a los mío, aunque cuando supieron que era para apoyarte a ti, no les importó. De hecho, te mandan muchos besos y abrazos.

Y David volvió a abrazarlos a ambos. Todo parecía mucho más tolerable. No se sentía tan solo y abandonado como antes. La señora Davis apareció en el salón y Alan se deshizo en halagos y elogios, además de felicitarla una vez más por haber apodado a David con un mote tan apropiado como lo era La Bestia.

******************

Devon y Calvin a duras penas pudieron contener la emoción cuando vieron entrar a Amanda Bourne en la habitación del hospital. Devon guardaba como un valioso tesoro el autógrafo que la mujer le había dedicado a través de Jonathan, meses atrás. Pero ver a la supermodelo en vivo y directo, era algo a otro nivel. David presentó a Alan y a Amanda con William. Anne se había ido a casa con los gemelos. Al poco rato, llegó Kayla acompañada de Vivian. Parecían algo emocionadas. Amanda se puso algo tensa en cuanto la rubia apareció en la estancia, frunció el ceño cuando esta saludó coquetamente a su novio, y apenas respondió cuando le dirigió un cortés aunque algo provocativo saludo a ella:

_ Tienen que salir a ver algo._ ordenó Vivian.

_ ¿Qué sucede?_ preguntó Devon.

_ Vengan con nosotras y lo verán._ insistió Vivian.

_ Tú no._ señaló Kayla a David.

_ ¿Y por qué yo no?

_ Porque si la prensa te descubre allá afuera, te hará trizas, y bastante tenemos ya con la que se ha armado con el video de Jonathan. Tú mejor quédate con él. Te haré una video-llamada y verás de qué se trata.

******************

William aún no entendía hacia dónde se dirigían. Habían salido del hospital y se dirigían a la zona de estacionamiento. Y entonces se dio cuenta de todo. Ya había anochecido, y hacía frío. Pero a pesar de eso, cientos de personas estaban congregadas, con velas encendidas o las linternas de sus teléfonos prendidas, ante lo que parecía ser un homenaje en el que habían colgado una gran fotografía de Jonathan, y en el suelo habían puesto flores, velas, peluches, dibujos y mensajes en el que expresaban agradecimientos, o le deseaban a Jonathan una rápida recuperación, valor, suerte y toda clase de buenos deseos. Había pancartas con frases al estilo: JOHNNY, LA COMUNIDAD LGBTQ+ ESTÁ CONTIGO, o TE AMAMOS JONATHAN, o TÚ Y DAVID SON UNA INSPIRACIÓN, o GRACIAS POR RECORDARNOS QUE PODEMOS VIVIR NUESTRAS HISTORIAS DE AMOR.

Amanda, emocionada en gran manera, comenzó a grabar con su teléfono. Había muchas parejas gais, lesbianas, trans. Había hombres, mujeres, jóvenes y hasta ancianos. Pepe estaba allí, en compañía de toda su familia, especialmente de su hijo Luis.

William, inmensamente conmovido, tuvo que apoyarse en Devon y Calvin para no perder la fortaleza. Kayla, filmando todo, se dirigió al David de la pantalla:

_ ¿Lo ves? Johnny y tú no están solos.

******************

En la habitación, tendido en la cama junto a Jonathan, estrechando su mano entre las suyas, David controló las lágrimas y dijo al oído de Jonathan:

_ ¿Has oído eso, bebé? ¿Ves todas esas lucecitas que brillan como estrellas en la tierra? Están brillando por ti, bebé... Brillan por los dos.

Y lo besó en la mejilla con mucho cariño. A lo lejos le pareció escuchar a Coldplay cantando:

♪...Look at the stars
Look how they shine for you
And all the things that you do...♫

******************

Brian Spencer no podía reprimir la ira que lo colmaba hasta hacerlo enrojecer y maldecir mientras observaba las imágenes que ofrecían en el noticiario. Las vigilias por la recuperación de Jonathan Doyle, el joven de veintidós años que en pocas horas había colapsado las redes con un video en el que confirmaba su relación con el multimillonario empresarial David Alexander MacMillan, se estaban llevando a cabo a lo largo y ancho del país, con una masiva participación de la comunidad LGBTQ+, y de simpatizantes de estos grupos. No paraban de entrevistar a civiles y de captar las muestras de solidaridad para con la pareja. El tema musical Yellow, de Coldplay, se había convertido prácticamente en un himno de amor en tan solo unas horas:

_ Tenía miedo declararme a una chica que me gustaba. Me aterraba la idea de que me fuera a rechazar. Pero luego de ver a Johnny y escuchar sus palabras, me llené de valor y lo hice. Le declaré mis sentimientos, y aquí estamos las dos esta noche para desearle a Johnny lo mejor.

Así decía una joven en pantalla, abrazada a otra chica, ambas con veladoras prendidas. A continuación, aparecieron imágenes de David y Jonathan juntos, extraídas seguramente del estúpido video que el putito había hecho y que algún imbécil descerebrado había subido a internet provocando un caos espantoso.

No quedaba nada que hacer. La esperanza de calmar a la prensa y hacerlos olvidar el incidente, ahora estaba por los suelos. A partir de ese momento ya nada que se hiciera arreglaría el desastre que se le venía encima a la compañía MacMillan con aquella declaración. Maldito Jonathan Doyle que echaba por tierra sus planes. Ni aún medio muerto lograba deshacerse de él.

Desde la cama, Glenda se masajeaba las piernas con crema y miraba de vez en vez a su esposo. Finalmente, y con un tono muy casual, preguntó:

_ ¿Por qué estás tan furioso, Brian?

_ ¿Es que no te das cuenta? ¡Esto es un desastre! ¡Con ese video que publicaron ahora sí será el fin de la empresa! ¡Es una ruina segura!

Glenda miró a la pantalla del televisor, donde seguían apareciendo imágenes muy románticas de Jonathan y David:

_ Pues a mí me parece todo muy lindo y romántico. Me alegro por ellos dos y espero que ese muchacho se recupere pronto.

Brian la miró como si quisiera hacerla estallar en pedazos:

_ ¿Acaso te volviste loca? ¿Cómo puedes decir semejante disparate? ¿No entiendes todo lo que está en juego?

_ Yo lo único que entiendo es que ellos dos se aman y si quieren estar juntos nadie tiene porqué entrometerse ni emitir criterios al respecto. Cada oveja con su pareja, y ellos dos forman una pareja encantadora.

Esta vez Brian soltó una carcajada chirriante a modo de burla:

_ ¡Por favor! ¿Cómo pueden resultarte encantadoras esas mariconerías? ¿Qué puede haber de encantador en dos hombres besuqueándose?

Los ojos azules de Glenda chispearon al clavarse en la figura de Brian:

_ No lo sé... ¿Por qué no me lo explicas tú?

No supo si fue el tono que empleó, o las palabras en sí, pero Brian Spencer se quedó rígido y pálido en medio de la habitación. Miraba a su esposa y solo atinó a desviar la vista ante la frialdad con la que ella lo observaba. No quería hacerse ideas extrañas, pero tenía la sensación de que Glenda escondía algo en su contra. Ya no lo trataba con el mismo cariño de antes. No le llamaba cariño, o amor. Ahora era simplemente Brian. Y todo desde esa noche. La noche en que ella lo descubrió forcejeando con Jonathan Doyle, casi a punto de besarlo a la fuerza. Pero su esposa era demasiado tonta, demasiado ingenua, y lo amaba, y estaban esperando su primer hijo. No. Glenda no sabía nada. Solo eran imaginaciones suyas. Pero entonces... ¿Por qué había hecho aquel comentario? Como si insinuara que él sabía lo que sentían dos hombres cuando compartían un beso apasionado. El sonido de su teléfono lo sacó de su monólogo interior y de aquella incómoda plática con su esposa:

_ Papá... Si, acabo de verlo en las noticias... No hablan de otra cosa... Esto es un desastre... Creo que tendrás que reunirte con los demás socios y poner en marcha el plan B... Muy bien... Nos vemos mañana en la oficina y hablamos con más calma.

Cuando colgó vio a su esposa mirándolo fijamente:

_ ¿Qué significa eso de plan B?

_ Nada. Son solo negocios.

_ ¿Y es tan importante y tan secreto que no me puedes decir?

Brian lanzó un suspiro desesperado, pero luego de dudarlo unos segundos se sentó al borde del lecho, junto a su esposa. Mejor mantenerla feliz, para no darle motivos de pensar cosas raras. Además, no era nada que no pudiera comentarle a ella:

_ Los socios le propondrán a David que venda todas sus acciones para de esa forma salvar la empresa de la ruina producto a este escándalo.

_ O sea ¿Qué quieren privarlo de lo que es suyo por derecho?

_ Cuando lo dices de esa forma suena mucho peor.

_ Es que es mucho peor. Quieren quitarle a un hombre bueno el fruto de su trabajo solo porque no les gusta con quien se acuesta. Eso es cruel, es injusto.

_ Yo no hago las reglas, Glenda. Me da igual con quien se revuelca David. Pero si ello será un problema para la compañía, perdóname, pero más de uno solo quiere salvar su inversión.

_ Oh si, claro. Salvemos nuestro dinero y destruyamos a otro ser humano en el proceso.

_ No sé ni para qué pierdo mi tiempo explicándote. No entiendes de negocios ni de nada.

Furiosa, Glenda tomó una almohada y comenzó a golpearlo mientras le gritaba:

_ ¡Sal de aquí! ¡Vete a dormir a otra habitación! ¡No quiero tenerte cerca! ¡Lárgate! ¡Fuera!

Sorprendido ante aquel ataque, Brian se limitó a tomar una almohada que ella le había arrojado y salió de la recámara, sin dejar de observar el semblante convulso y enrojecido de su esposa.

Al quedar sola, Glenda rompió a llorar amargamente. Miró su anillo de casada brillando en su dedo. Se lo quitó. Lo observó detenidamente unos minutos. Luego, abriendo un cajón de la mesilla de noche, lo dejó dentro. Abrazó una almohada y hundida en el colchón, sollozando en silencio, se quedó mirando la sucesión de imágenes de Jonathan y David que aún seguían proyectando en televisión. Al menos ellos dos lucían felices. Inmensamente felices y enamorados.

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