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Incendio

-Bueno, si necesitáis algo más llamadme. -Enji camina con gestos serios e intimidantes. Todoroki y Midoriya van camino a la puerta. El último va con una sonrisa boba en la cara.

-S-si, señor. -susurra. Abre la puerta y sale del despacho.

-Si. -murmura de manera desganada Todoroki. Tampoco es como si fuera a ponerse a dar botes de alegría...

-Hijo. -el hombre alto le mira, tal vez con arrepentimiento. -No dudes en llamarme. -el chico de cabello bicolor le mira detenidamente.

-Vale. -dice sin mucha emoción. -Gracias. -y junto a Midoriya, desaparece en ese ascensor donde su amante había subido horas antes.
Cuando ya no hay ni rastro de ambos jóvenes, cierra la puerta del despacho y mira su mesa.

Y ahora viene la avalancha.
Sólo puede pensar en como se vería desde otra perspectiva, desde ojos ajenos. Estaría ahí, sentado en su silla acolchada, con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás. Sus labios estarían abiertos, y tal vez su lengua tocaría con la punta su labio superior.
Una mano estaría agarrando con fuerza el reposabrazos de la silla. La otra mano se sumergiría en la mata de cabello dorado que es el pelo de Hawks. Sólo con pensar en sus ronroneos y su lengua se le pone la piel de gallina.
A quien engañar, lleva sin una mamada años, tal vez 1 quizá 2... y esa mamada le ha hecho tocar el paraiso con la punta de los dedos. Le habría encantado haber forzado un poquito más a esa boquita suya, haberle acercado con algo de fuerza contra su sexo. Escucharle atragantarse se le antoja muy erótico, más sabiendo quien se atraganta.
Le gustaría también sacarsela de la boca, y cogerle el mentón. Sus labios se separarian poco a poco, y los uniría varios hilos de saliva y fluidos. Sus mejillas rojas y su mirada furiosa pero ansiosa son el foco de atención. Le encantaría que sacara la lengua y...

Pestañea y niega de forma rápida con la cabeza. Estaba ensimismado, mirando un punto fijo.
Ya vale, se dice a sí mismo. Pensar con ese crío, con ese imbécil bocazas...
Que es un crío de 22 años... y un tío. Que es un tío. Que su boca de tío le ha hecho una mamada que repetiría sin dudarlo. Que sus manos de tío le han desvestido y le han agarrado del cuello de la camisa, buscando algo más.

Gilipollas, murmura en voz alta Enji.

Coge sus cosas y sale del despacho una vez cierra la puerta con llave.

Hawks llega a casa.
Suspira y tira sus cosas sobre la mesa.
Joder... lleva todo el camino pensando en esos últimos segundos de cercanía. Joder, podrían haber follado. ¡Otro polvo de Endeavor, ojalá! No tiene muy claro todo lo que ocurrió, pero está seguro de que lo disfrutó. Esas manos grandes y ese pecho duro y trabajado deben funcionar aún.
También piensa en algo.
En comer.
No ha comido y su estómago va a dejar de hacerse el loco.
Estira su cuerpo una vez se deshace de su chaqueta y se acerca a la nevera.
A ver que come...

Comienza a tener sueño.
Comer tarde es lo que tiene. Aún siente como le pican los dedos de sus alitas de pollo picantes. Irónico ¿eh? Comiendo pollo siendo... bueno... un chico alado. Los pollos serían como sus primos lejanos.
En fin, ahora está cansado.
Tirarse 3 horas frente al televisor no es buena idea.
Y menos cuando en la mesa tienes contratos y miles de peticiones para entrevistas.
Es que pasa. Ese no es su rollo. ¿Para que quiere entrar en el mundo del capitalismo cuando puede estar en el mundo de la libertad? ¿Por que iba a venderse a las cámaras o a las empresas: para salir en tres camisetas cutres con cara de imbécil y un bocadillo saliendo de su boca con una frase que ni él diría? Nada. Nada de eso. No piensa firmar nada, a no ser que alguna de esas cosas vaya junto a Enji. Son un buen equipo, y tampoco va a dejarle a él en un marrón.

Vibra el móvil.

<< -Donde estás. >>

<< - y a ti q te importa >>

<< -Hawks tenemos que hablar. >>

<< - pues llámame >>

<< -No. En persona. >>

<< - q te urge? tan pronto me echas de menos?? ;) >>

<< -No, para. Necesito hablar contigo. >>

<< - trabajo?? >>

<< - No. ¿Dónde estás? >>

El rubio bufa y niega mientras ríe en voz alta.

<< - en un club de noche, tomando algo con unas amigas. >>

<< -¿Qué? Hawks si te ven te van a sacar en todos los telediarios. >>

<< - Keigo respóndeme. >>

<< - enji estoy en mi casa deja de marear >>

<< -Voy para allá. >>

<< - haz lo q quieras >>

Casi tiene la inercia de mandar una flama, está acostumbrado a hacerlo cuando usa el teléfono. Pero no, ha frenado a tiempo. Podría haberla mandado, le encantaría ver la cara de confusión de Enji. Debe verse como un puto imbécil, piensa mientras sonríe.
No quiere que vaya a su casa, la verdad. Los papeles y los contratos están en todas partes, y conociendo a Enji los descubrirá, dándole una tremenda charla de por que no debe ignorarlos y leerlos todos.
No los va a leer.
Ni en broma.

Guarda las últimas hojas en un cajón y tira el aire.
Cuando quiere darse cuenta, el timbre está sonando.

-¿Quien? -murmura.

-Yo. -dice Enji.

-¿Yo? ¿Quien es yo? -le está vacilando.

-Yo. Endeavor. Vamos. Ábreme.

-Así si. -ríe. Y le abre.
Espera a que suene el timbre de su puerta y la abre.

-Hola grandullón. -murmura el rubio sonriendo.
A Endeavor se le hizo difícil mirar a Hawks. Llevaba una camiseta de tirantes que alguna vez me había visto al salir de forma casual. Sus brazos, en posición de jarra, marca sus jóvenes músculos, y sus pulseras resbalan por sus finas muñecas. No hablemos de que siente la necesidad de mirarle el culo.
-Que te pasa, que vaya cara llevas. - murmura.

-Nada... la reunión de mi hijo. -miente. Abre la boca para decir algo. Da igual, simplemente pasa al interior del piso de Hawks. Es limpio. Es irónico, no lo esperaba de un niñato como él. Es blanco y con colores tierra. La tele permanece entendida y sobre el sofá una manta revuelta.

-¿Y tenías que ser tan pesado por el móvil? - murmura. Cierra la puerta y suspira. -Eres increíble. -ríe mientras se acerca a la nevera. -¿Una cerveza?

-No. -Enji termina por sentarse en el sofá y apoya sus codos en sus rodillas.

-¿Nada?

-Agua.

-¿Con hielo?

- Si... -le da igual en realidad. Le da bastante igual.
Hawks vuelve al sofá con dos vasos. Los planta en la mesa y se sienta junto a Endeavor.

-No soy imbécil. -susurra. -Tendré 22 años pero no nací ayer. -entre risas suaves ladea su cara y apoya esta en la palma de su mano. -Es por lo de esta mañana. -Enji tira el aire.

-Pues si. -sentencia.

-¿Sabes que no pasa nada?

-Si pasa Hawks, si pasa. Si llega a vernos mi hijo...

-Enji por Dios no nos habría visto de ninguna forma. ¿Acaso ve a través de cortinas opacas? - murmura. -Tu ya sabes cual es el problema de todo esto.

-Cuál. -mira a los ojos al rubio. Su mirada declara la guerra.

-Que te jode que un niñato que encima es un tío te haya hecho correrte. -Endeavor traga en seco. -Y no pasa nada. -susurra.

-Si pasa.

-Pasa que te avergüenzas.

- Si Hawks, si. Tengo ya una edad para tonterias.

-Te parece una tontería.

-Si.

-A mi me pareció un polvazo. - murmura. El pelirrojo se queda mirándole.

-Te quedas en lo superficial...

-Me quedo en lo que me aporta. ¿A ti te aporta o te quita? -el rubio le mira de forma seria. -Esta mañana, en el despacho, querías más. ¿Acaso pensabas en lo malo de la situación? Porque yo creo que no... -su voz suena suave y a la vez amenazante. Enji vuelve a tragar saliva.

-¿Por qué te da igual este... tipo de cosas?

-No me dan igual. Son cosas irrelevantes en cierto a aspectos. A mi me da igual quien vaya a estar en mi cama, siempre que queramos ambos y cumpla. -el rubio sigue mirándole. Frunce el ceño. -Y a ti parece que en el fondo también te da igual.

- No. No me da igual. -el pelirrojo bufa y mira hacia su vaso de agua. -Soy más mayor que tú. A mi edad las cosas tienen que estar claras.

-¿Necesitas tener las cosas claras? -el pelirrojo no le mira.

-Deberían estarlo. -el rubio asiente lentamente. Con lentitud, calma y poca vergüenza, despega la mano de su cara. Estira sus brazos, dirige sus manos a sus mejillas. Gira la cara de Endeavor y cerrando los ojos, planta otro beso en su boca. No es corto, tampoco eterno. Simplemente quiere dejarle las cosas claras.
Repasa sus labios con su lengua. El pelirrojo se queda mirándole.
No, así no. Las cosas no funcionan así
-Te lo aclaro otra vez. -susurra. Sin quitar sus manos de su cara, ladea su cara y planta otro buen beso en su boca. Endeavor cierra los ojos y ladea suavemente su cara. Nota su lengua entrar en su boca y la suya le da la bienvenida, con calma y paciencia. El rubio vuelve a separarse al sentir al pelirrojo acercarse hacía él con la cara.
-¿Te lo aclaro más? -el rubio sonríe, mostrándole sus dientes perfectos. El pelirrojo tiene el ceño fruncido y sus ojos clavados en su boca.
La mano de Hawks se ha colado con mucha lentitud por la curva de su muslo, igual que en el bar: desde arriba hacía dentro, recorriendo esa curva. Le fascinan esos muslos... los morderia toda la noche.
Y en movimiento muy tranquilo, el rubio se sienta sobre ellos. Tiene sus manos sobre sus hombros, y suben desde el cuello hasta sus mejillas. Sonríe y acerca su cara a la ajena.
-¿Se te despejan las dudas? -el pelirrojo sólo frunce el ceño. Se come sus palabras. -Porque yo diría que llevas encima las ganas de follarme de esta mañana... -Enji sólo puede gruñir y mover sus manos a su cintura.

-No vas a repetir lo de esta mañana.

-¿Ah no? -el rubio ríe. Con sus manos acunando su mandíbula, ladea su cara. Está a centímetros de besarle. -¿No me lo vas a permitir... daddy? -cada vocal y consonante chocan contra los labios de Enji.

-No. -sentencia.

-Ya veo. -sonríe. Y con esa sonrisa en los labios, los pega en los de Endeavor.
Ambos pasan de ser cuidadosos a comerse los morros. Los labios de Hawks se deslizan rápido sobre los de Enji, tan rápido que el juego de lenguas termina al sentir como los dientes de Endeavor muerden su labio inferior. Eso roba un suave suspiro al rubio. Y contra esa jugada, pega su culo a su paquete. Y allí mismo de remueve.
Enji ha bajado sus manos a los bolsillos de su pantalón, y allí mismo está clavando sus dedos. El rubio se pega aún más si cabe a él. Es difícil, su pecho es un obstáculo.
-Ven. Vamos. -jadea el rubio, levantándose de allí. El pelirrojo camina detrás suya.
Ah no, de eso nada, piensa. Tira de su brazo y me gira hacia él. Hawks podría haber jurado ver un león tirarse sobre él. La mirada hambrienta de Enji se zafa sobre él, y con ello sus labios y su cuerpo. Le hace chocar contra una pared, pegándole a él. El rubio, que se las sabe todas, sube su rodilla, y allí mismo comienza a masajear sobre las telas. Enji está más que reaccionando. Y él también, a quien vamos a engañar.

Entre golpes y besos con magreo, llegan al cuarto de Hawks.
Ya que van a hacer algo, que sea en su cuarto, que tiene todo lo que necesite.
La camisa de Enji ya ha volado y los pantalones van en camino.
Se le eriza el vello al sentir como si espalda golpea el colchón. Enji continúa sobre él, y no tiene pinta de que vaya a cambiar la situación.
Hawks, con sus manos en su bragueta, busca de forma desesperada deshacerse de sus pantalones.
Cuando quiere darse cuenta, las manos de Enji son más rápidas.

-Que haces... -bufa el rubio, más que rojo y ansioso. Sigue sonriendo. -¿Te da miedo que te la vea otra vez? -el pelirrojo de deshace de su cinturón con una mano. Sigue mirando a Hawks a los ojos, con una mano agarrando sus muñecas. Esa mirada y el sonido metálico del cinturón hacen que se le ponga aún más dura.
Mira de reojo al cinturón: se desliza con rapidez y desaparece de su vista.
-Uy Enji... -bufa mordiendo su labio.

-Más te vale callarte... -el rubio relame sus labios. Su pierna de levanta y roza lenta pero con fuerza su entrepierna. Enji trata de aguantar. Aprieta el agarre de las muñecas.
Y el rostro de Hawks se acerca al suyo.

-¿Es que me vas a castigar?... - murmura.

-Si hace falta, si. -sentencia como si fuera a ocurrir. Y a Hawks se le cae el mundo encima con esa afirmación.

-¿Ah si, daddy? -su rodilla de sigue moviendo. -¿Que vas a hacer? -el rubio sonríe y muerde su labio con tanta fuerza como para dejarlo pálido unos segundos.
Endeavor sólo acerca su cara a ellos y los besa de nuevo. Ahora su mano estira de los vaqueros de Hawks pegándole a él todo lo posible.
Se aleja de sus labios una vez gana la batalla de lenguas. Sus labios ahora están en su oído.

-Quítate la camiseta. -susurra con rabia.
¿Qué siente Hawks? El mundo arder, mira, nunca mejor dicho.
Se sienta de rodillas, con su bragueta desabrochada y el pantalón a medio bajar. Se quita la camiseta delante suya y la tira contra la pared. Sigue mirándole a los ojos. Y a pasos con las rodillas se acerca a el para besar su boca con rabia.
Tanto como para tumbar a Endeavor.
Se encarga de su bragueta. En seguida salen cosas a la luz. Ya me entendéis
El rubio ríe en voz baja, con el rostro cerca de su oído.

-Mírate... estás durísimo Enji. -y sobre él se mueven sus caderas. Sus manos están sobre ese pecho duro, esculpido por los mismos dioses.-¿Quieres que me arrodille otra vez? -besa su mandíbula y pasa su lengua por allí mismo. El pelirrojo sólo agarra su cabello y estira de él. La cara de Hawks está alzada y sus ojos cerrados. Tiene en la cara una nueva entre chula y ligeramente molesta.

-Te vas a dar la vuelta.

-¿Es mi castigo? -susurra. El aliento del mayor se cuela en su cuello.

-Es lo que buscas. -traga saliva. Su nuez Se desliza poco a poco.
Se da la vuelta una vez los dedos de Endeavor aflojan el agarre en sus cabellos. No duda en pegar su trasero a su entrepierna.
Enji termina de deshacerse de sus pantalones. El mismo rubio ayuda a quitárselos y acabar en interior. El rubio sigue sonriendo. Ha terminado apoyado en sus manos y sus rodillas.

-Disfruta, grandullón. Esto es zona VIP... - susurra. El pelirrojo consigue que el rubio suelte un jadeo involuntario al sentir su pecho chocar contra el colchón. Las muñecas le fallan ante la fuerza del mayor.

-Cállate.

-Oblígame. -el culo de Hawks choca contra su entrepierna. Es demasiado arriesgado.
Y Enji está demasiado caliente. No... no consigue pensar bien. Es que... es que le... de ser él le...
Y lo hace.
Agarra con fuerza su cadera y con una mano, golpea con fuerza su culo.
Eso roba al rubio un gemido que no había escuchado antes.
Ahora sabe de que se las gasta.
-Ahora vas a callarte.

-Si... -susurra sonriendo, poniendo carita de niño bueno, mirandole desde aquella posición.
La ropa interior empieza a sobrar.
Empieza a hacer más calor allí.

Y hace aún más.
Hawks ha conseguir sacar de un cajón condones y lubricante. No va a negar que le ha puesto cachondo tener a Enji pegándole en la mano, no dejándole sacar sus cosas. Y más le ha gustado tener su pecho sobre su espalda, y su aliento sobre su nuca murmurando algo como no te muevas. Claro, no va a permitir que le destroce el culo sin un mínimo de cuidado.

Tampoco va a negar que tenerle encima, allí mismo, sobre sus alas, moviéndose contra él, le está haciendo ser un puto capullo.
No está soltando un sólo gemido, simplemente aprieta sus labios y sus ojos.
Claro que se los está aguantando, todos y cada uno de ellos. Le ha dicho que se calle ¿no? Ahora le tiene que obligar a gemir.

El pelirrojo se da cuenta en cuanto se desliza de forma más brusca y le roba un suspiro de placer. Eso y un sonido gutural. Sus manos están a los lados de su cuerpo.

-Gime... Hawks gime... -gruñe mientras se mueve.

-Oblígame. -y no lo pidas dos veces. El pelirrojo aumenta y pasa una mano a su boca. Y dos de sus dedos separan sus labios. Y Hawks los lame. Y Enji pega su frente en su nuca. Y el rubio no se calla nada. Comienza siendo suave, jadeando, con la cabeza agachada y el pelo cayendo sobre su rostro.

El cuerpo de Endeavor se despega del rubio y sin dejar de moverse, coge su pelo y le pega al colchón. El rubio gruñe y gime. Su cara está pegada al mismo que su cuerpo.

-Enji... -suspira al sentir como se mueve. Y el mencionado se fija en algo: sus alas.
Y ahí va una mano.
Y se da cuenta de su sensibilidad. No le ha dado tiempo a cogerla cuando el rubio suelta un jadeo suave y ligeramente agudo.
Y coge sus alas
Y Hawks gime.

-Enji... -los dedos se desplazan por las plumas. Eso hace que Hawks cierra los ojos y abra la boca, soltando lo que no ha estado soltando. -Pa... -gemido - ...ra... -no, no va a hacerlo.
Agarra sus alas e inclina su cuerpo hacia delante.

La voz de Hawks sale a chorros.
Los gemidos del rubio son los más excitantes que ha escuchado nunca.
Tiene la frente pegada al colchón. Le encantaría cogerle el pelo pero sólo tiene 2 manos.
Su voz pide más y más, mientras sus alas tiemblan entre los dedos de su mano. Su cuerpo de remueve de placer. Observa sus manos agarrar las sábanas con sus dedos, apretarlas y soltarlas cuando sus alas se estimulan.
La otra de Endeavor se mantiene firme en su coxis, marcando la posición.

-Enji... Enji si si ahí... -gime con la boca seca. -...no pares... ¡joder... si!
En alguna de aquellas en rubio pretende pasar una mano a su propia entrepierna" y el pelirrojo se encarga de inmovilizarla en su espalda.
Y Hawks comienza a gemir más fuerte. Los dedos del pelirrojo se remueven entre las plumas y eso es una corriente eléctrica por el cuerpo de Hawks.

Y de eso a correrse son minutos.

Enji termina sobre él, tirando el aire.
Se ha corrido por segunda, tal vez tercera, por culpa de el niñato de Keigo.
Sin duda algo ha aclarado: hace lo que quiere con él.
El rubio tiene la respiración descoordinada. Siempre trata de tener cuidado con sus alas, y llega él y le empotra mientras se las coge... fantasía sexual completada.

Terminan tumbados en la cama del rubio, con una sabana fina sobre sus piernas. El rubio está mirando a los ojos a Enji, quien le devuelve la mirada con las mejillas rojas. Ambos están sudando.
Y ambos se dan un beso antes de estar abrazados un rato antes de caer rendidos.

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