Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tus ojos...

Leonor

Blair me pidió que la acompañara a un viaje de negocios a Colorado. Planeaba negarme, pero al final me terminó convenciendo. La idea de quedarme sola en la casa no me agradaba en lo absoluto.

—Estoy segura de que no le avisaste a los Preston.

—¿Y desde cuándo debo darles explicaciones a ellos o pedirles permiso de las cosas que hago?

—Ellos nos están ayudando. Lo mínimo que podemos hacer es avisarles de que estaremos fuera por un tiempo indefinido.

—Nuestro día de regreso depende de ti.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Porque eres tú quien no soporta mi presencia — me señaló las escaleras para abordar el avión.

Son casi cinco horas de viaje solo de ida. ¿Qué tanto hará por allá? 

Abordé el avión, apreciando el interior y sus detalles. Fuimos casi al fondo, no sé por qué, si había asientos mucho más cómodos al frente y hasta mesa. Las azafatas se nos quedaron viendo, es más que comprensible, ellas deben vernos como unos monstruos. Blair corrió la cortina del pasillo, ahora solo éramos nosotras dos. Probablemente tiene planes de pegarse a mí como una garrapata. Desde ese beso que nos dimos, creo que he bajado demasiado la guardia con ella. Lo peor de todo es que no he podido olvidarlo, por más que lo trato.

El avión alzó vuelo y estaba mirando por la ventana desde mi asiento, cuando Blair se detuvo al lado mío.

—¿Ya bajaste revoluciones? Estabas muy tensa. ¿No me digas que le tienes miedo a los aviones?

—No le tengo miedo a nada ni a nadie.

—Entonces ven.

La acompañé por el pasillo, cruzando la cortina y notando el cambio radical que hubo en esa sesión del avión. La mesa estaba bien organizada, como si se tratara de una escena romántica sacada de una telenovela. Había un jarrón lleno de más de diez orquídeas blancas, una botella de champaña y dos copas.

—¿Esto a qué viene?

—¿No te gusta? Esta noche es muy especial.

—Ah, ¿sí? ¿No me digas?

—Un día como hoy nos conocimos.

—Eres una maldita cínica. ¿Cómo te atreves a mencionarlo tan tranquilamente? Cuando creo que no puedes cagarla más, resulta que sí puedes hacerlo mejor.

—En la casa tiendes a evadirme, te encierras en tu cuarto y no me dejas hablar, así que aquí no tendrás un lugar a donde huir sin que antes me escuches. Toma asiento.

—Lo planificaste todo muy bien.

—Ay, corderito, de verdad que se necesita tener mucha paciencia para lidiar contigo.

Tomé asiento con las manos temblando de la rabia. Había querido olvidarlo, que pasara este día como cualquier otro, para simplemente dejarlos descansar en paz, pero duele ese recuerdo como un puñal.

—Hay otro motivo por el cual te traje— sirvió champaña en ambas copas y solo la observé en silencio—. De hecho, hay más de uno. El primero es que quiero anunciarte oficialmente mi retiro del negocio.

—¿Qué hago? ¿Te aplaudo?

—Podrías sustituir ese «te aplaudo» por un «te beso», pero supongo que cada quien tiene una forma de expresar su felicidad o descontento a su manera. He culminado con el penúltimo objetivo de mi lista. Pensé que ya era hora de ajustar cuentas tú y yo.

—¿Piensas entregarte y confesarlo todo?

—¿Eso realmente te haría feliz?

No podía encontrar en mi cabeza la respuesta a su pregunta. ¿Realmente me haría feliz? Debe ser así, ¿no? Pero ¿por qué me cuesta tanto decirlo?

—Una vez te lo dije y, aunque suene cruel y sea difícil para ti escucharlo, no me arrepiento de lo que hice. Ser hipócrita o mentirosa no es lo mío. Considero que está de más contarte lo que me hicieron, pues creo que estás al tanto de ello. Ahora bien, considero que es importante que leas esto — colocó sobre la mesa un cartapacio de color crema, el cual me extendió a mi lugar.

Lo abrí para leer su contenido con más detenimiento. En el había un listado de más de doscientos nombres de personas que supuestamente trabajaban en conjunto con el Dr. Preston en el laboratorio. Entre ellos detalla la ocupación y puesto que cubría cada uno, con el número de identificación, entre otros datos personales. Había ciertos nombres que sin necesidad de estar marcados, pude reconocerlos, principalmente por mi apellido. Mi mamá, mi padre y mi tío estaban en esa lista. Llevaban muchos años trabajando juntos, todos habían comenzado a trabajar durante el mismo año.

—Esta información puedes corroborarla con tus compañeros. Ahí encontrarás una copia del perfil de cada uno, identificación con foto, escolaridad, ocupación, en fin, todo.

Quise creer hasta el último momento que ella estaba mintiendo, que mi familia no hacía estas cosas, que eran buenas personas, que así como me trataban a mí, trataban a todo el mundo. En el fondo, sí guardé una esperanza de que todo lo que había dicho esa mujer no era verdad, que ellos no tenían nada que ver con lo que le pasó. ¿Por qué? ¿Por qué lo ocultaron tan bien de mí? ¿Por qué hacían esto? Son preguntas que por más que desee, no tendré una respuesta a ellas, y ese hecho me lástima, me quema, me duele más de lo que pueda describirlo.

—Quiero que te quede claro que no hago esto para ganar puntos contigo, tampoco para que los bajes de ese pedestal de cristal donde los tienes. Nada de esto cambia que era tu familia y que los querías, probablemente de la misma manera que te querían a ti. No puedo decirte que sé lo que se siente perder a alguien querido, porque para ser honesta, no lo sé. Lo único que odio y me da tanta rabia, es que de tantas personas que hay en el mundo, tuviste que ser tú quién estuviera en medio de esto. Supongo que la vida me está pasando factura todavía, como si para ella no hubiera sido suficiente con todo lo que ha caído sobre mí.

Se tomó la copa de champaña de golpe, dejando escapar un fuerte suspiro.

—Hoy pienso brindarte dos soluciones a nuestros problemas, para que terminemos con esto de una vez. Esta es la primera— sacó un control remoto de su bolso, el cual tenía un botón rojo y otro negro.

—¿E-eso para qué es?

—Esta es la segunda opción — colocó una caja pequeña y verde oscuro sobre la mesa, justo al lado del control—. Deberás tomar una decisión a ciegas, o más bien, dejando tu mente en blanco y haciendo una elección en base a lo que sientes. 

—No estoy para juegos. ¿De qué demonios es ese control, Blair?

—Eres una mujer astuta, Leonor. Mira a tu alrededor, no hay mucho que observar, ¿no?

—¡¿Estás demente?! ¡¿Piensas tirar abajo este avión?!

—Esa es tu decisión, no la mía.

—¿Qué piensas ganar de todo esto? Si tu propósito era matarte, hubieras venido sola.

—Cuando lleguemos a Colorado tendrás la opción de darle a este botón y acabar con tus problemas de raíz sin ensuciarte las manos. Nadie podrá achacarte mi muerte, porque al final, estarás acabando con todos los testigos.

—¡Estás loca!

—¿Y ahora es que te das cuenta? Otra en tu lugar no lo pensaría dos veces. ¿A poco no es una oferta bastante tentadora? Piénsalo. Estarías haciendo justicia por todos, no solo por lo que le hice a tu familia, sino también por todo lo que he hecho durante toda mi vida, incluso me estarías haciendo un gran favor.

—¡Yo no pienso presionar ese botón!

—¿Qué sucede? ¿No dijiste que me odias? Admítelo, corderito. Tú me amas de la misma manera que yo lo hago, y eso es lo que tanto te mortifica. Entonces, ¿por qué no tomar esta decisión juntas? — tomó el control en sus manos, y me levanté de la silla.

—¡Suelta eso, Blair!

—Tal vez la única manera de romper por fin con esas cadenas que nos atan al pasado y no nos permiten avanzar, sea esta. Tal vez la paz y nuestra felicidad depende de esto.

—¡Blair, no!

Antes de que pudiera terminar de decirlo, presionó el botón rojo sin siquiera pensarlo dos veces. Todo mi cuerpo se tensó esperando lo peor, pero para mi sorpresa, el control se abrió, creando en mí un total desconcierto, al ver un anillo con un diamante en corte de corazón halo de color esmeralda.

—En este anillo veo reflejados tus ojos. Tan pronto lo vi, supe que debía ser para ti. No nos hagamos más daño, no reprimas más lo que sientes y cásate conmigo, corderito.

Mi corazón saltó un latido al escuchar sus palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro