Especial 2JAE
Narra Youngjae
Me encuentro cerca del lugar donde será la ceremonia, mis manos están sudando y temblando, al igual que todo mi cuerpo; nunca pensé que después de haber hecho ese viaje tan lejos de mi país, me traería hasta aquí: a conocer al amor de mi vida, a quien estuve a punto de perder, solo por el miedo a lo que los demás pudieran pensar de mí.
Jaebeom, siempre estuvo ahí, esperándome en aquel lugar que prometimos encontrarnos cuando fuera el momento perfecto.
Recuperarlo fue lo mejor que me pudo suceder, porque ahora estoy a punto de unir mi vida a la de el para la eternidad.
—¿Jae?— escucho la voz de mi madre a través de la puerta— hijo, es momento de que salgas, todos los invitados ya están esperando afuera.
Me levanto rápidamente del asiento y abro la puerta para ver a mi madre frente a mí, ella está regalándome una muy bella sonrisa, la cual hace que mis lágrimas comiencen a salir.
—Oh, hijo no llores por favor, es el día de tu boda, no está permitido derramar lágrimas en un evento tan importante, además, arruinaras tu maquillaje.
—Lo siento mamá, pero esto me hace tan feliz, el hecho de que mi familia este conmigo, que no me juzguen porque uniere mi vida a la de otro hombre, es de las mejores cosas que me pueden pasar.
—Hijo, por favor recuerda, somos tu familia, una familia no juzga, solo ama a quien la conforma, la sociedad está llena de prejuicios basura, que solo propagan odio hacia los demás. Siéntete orgulloso de ser quien eres, nadie debe de juzgar a los demás porque amen a alguien, debemos entender que esto no se basa en un género, sino más bien, en el sentimiento que cada uno de nosotros profesamos a quien está a nuestro lado, Beomi, es una excelente persona y ¿qué más puedo pedir para su matrimonio? el amor que se profesan se nota en cómo se ven y como lucharon para estar juntos nuevamente.
Al terminar de escuchar las palabras de mi madre, solo puedo abrazarla con fuerza, ella es quien estuvo conmigo cuando más lo necesité y ahora está aquí, en uno de los días más importantes de mi vida.
—Siento interrumpir tan bello momento, pero, en el altar esta un novio ansioso por ver al amor de su vida, que por lo que veo, ya lleva más de cinco minutos de retraso— dice entre risas mi padre, el cual me abraza por los hombros, dirigiéndome hasta la entrada del jardín.
Cuando estoy en la entrada del camino que me lleva hacia él, comienza una bella melodía de guitarra, él está ahí, de pie, vistiendo un bello traje color marfil, adornado en la solapa del saco con unas flores color vino, su cabello negro recién teñido brilla bajo la luz del sol, reflejando en cada rizo hermosos destellos que me hacer sonreír.
No sé en qué momento fue que llegue frente a él y mis padres regresaron a su asiento, solo atino a sonreírle de la manera más sincera y enamorada que nunca antes había hecho.
—¿Estás listo? — me pregunta tomando mi mano cariñosamente.
—Si es contigo, claro que lo estoy.
Beom solo me regala un pequeño beso en la frente y da por comenzada la ceremonia.
[...]
La ceremonia transcurrió de manera rápida, hasta el momento de los votos, no puedo dejar de sentirme nervioso cuando el hombre frente a nosotros indica que es lo que debemos hacer, y cuando menos lo pienso, Beom comienza a hablar.
—Jae, mi querido sol, las palabras se quedan cortas cuando se trata de ti, tú me haces diferente, simplemente con existir. Cambiaría lo que fuera si hace falta solamente por verte feliz. Tanto tiempo esperando una promesa, una caricia, una señal, formas parte de este sueño y yo contigo llegaría hasta el final. Te juro que, nada puede ir mejor, solo si es contigo, porque esta vida me lo enseñó. Ya ves, te necesito como al aire que respiro, y con estas palabras me uno a ti para siempre, mi gran amor y mi querido esposo.
Lagrimas comienzan a salir de mis ojos, formando pequeños caudales de alegría, ese hombre es aquel que me hizo sentir el significado del verdadero amor, el besa mis manos y coloca en el dedo correspondiente aquel anillo que representaba nuestro amor.
—Beomi, mi más grande amor, el dueño de mis pensamientos, solo me queda decir que tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos, te quiero porque tus manos trabajan por la justicia. Si te quiero, es por quien eres, mi amor, mi cómplice y todo, en la calle codo a codo somos mucho más que dos. Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada, te quiero por tu mirada que mira y siembra futura. Tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca, te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía. - y con esas palabras coloque el anillo que cerraba la alianza que nos uniría eternamente.
Las lágrimas de mis ojos no dejan de salir, después de que Jaebeom me toma entre sus brazos y besa mis labios de la manera más pura y tierna que puede alguien hacerlo, solo él puede curar las heridas que una vez pude tener por mis inseguridades.
—Amor mío, no llores por favor, hoy es el día en el que no debemos derramar lágrimas, —dice limpiando los restos de llanto de mis mejillas— ya no hay nada que nos separe, ahora eres Lim YoungJae, mi lindo esposo.
Y con aquellas palabras, me doy cuenta de la plenitud que me embarga, ahora se que esa es la verdadera alegría de nuestro adiós.
Primero que nada una disculpa por la tardanza.
Segundo, también disculpas su encuentran errores de ortografía, esos serán corregidos más adelante.
Sin más, espero que les guste a las personas que aún leen este intento de fanfic.
Sole 🐍
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