Capítulo 2
Las noches continúan igual que hace tres años; sigo en el bar cantando para todos aquellos que quieren salir de la rutina o quieren hacer algo especial. Nada ha cambiado, solo el hecho de que cierto platinado no ha dejado de asistir y, a decir verdad, me parece curioso que siempre pide un tequila en las rocas y se sienta en el mismo lugar. Por lo que sé, lleva el nombre de Mark, pero de ahí en más desconozco todo de el.
—Oye pequeño, ayúdame a acomodar el micrófono en el escenario, por favor —le digo a uno de los más jóvenes que trabajan en el establecimiento.
—Oh... Jack, no me digas pequeño cuando claramente soy más alto que tú —responde un poco exasperado el menor.
—Tranquilo Bam, aunque seas más alto aún sigo siendo tu mayor —digo con gracia, estos jóvenes de ahora no respetan a sus mayores.
—Oye, ¿Quién es el chico que se sienta donde siempre y se queda atento a tu actuación cada noche? —menciona curioso el tailandés.
—¿A quien te refieres? ¿A Mark? —menciono con un tono de duda en mi voz.
—Hasta su nombre conoces jaja, acaso te interesa, o...¿es acaso que nuestro solitario Jiāěr esta enamorado de un completo extraño? —la pregunta del más alto me sorprendió, pero me causó risa, la cual fue callada por otra pregunta.
—¿Quién está enamorado? —llegó preguntando el fiel escudero de Bam, Yugyeom; traté de contestar pero fui interrumpido por Jinyoung, diciéndome que alguien me llamaba—. Esto no se queda así, mocosos.
Al salir, me sorprendí, ya que estaba Mark frente a mí.
—Hola Jackson, un gusto verte —dice con esa sonrisa que, hasta cualquier hombre, al verlo, sentiría cálido su corazón.
—Ho..laa Mark, ¿Cómo está todo? —un leve sonrojo se hizo presente en mis mejillas y, ¿Tartamudeé?, ok, esto si es raro en mí.
—Jackson, ¿está todo en orden?; Por un momento te fuiste ‐menciona el peliplata de sonrisa encantadora.
—¿Qué?... ah, sí, todo está bien perdón, ¿me decías? —respondo al instante, pero un poco desorbitado.
Debo estar volviéndome loco, ¿Cómo es posible que me sonroje con solo escuchar a Mark?, ahora que lo pienso, debe haber sido por lo que dijeron hace un momento esos dos malcriados; sí, debe de ser eso.
Me perdí tanto en mis pensamientos, que no me di cuenta que Mark estaba hablándome nuevamente.
—... es por eso que quería ver si podías cantar para la fiesta de compromiso de mi hermano —ok, ya me perdí por completo, ¿a qué se refiere este pequeño?
—Mark —hablo un poco avergonzado—, disculpa que te pregunte, pero, ¿Qué fue lo que dijiste al principio?, Me perdí en mis pensamientos —el chico frente a mí solo sonríe y me hace una señal de que lo siga a su mesa. Ambos tomamos asiento.
—Jack, ¿De verdad te encuentras bien? —me mira con preocupación, sus orbes avellanados hacen que me aun más. No sé en que momento mi mirada fue a parar a sus labios: son rojos frambuesa, con un brillo natural, esponjosos y que incitan a besarlos hasta quedarse sin respiración. Me pregunto qué se sentirá tocarlos.
¿A qué sabrán los besos del peliplata que tengo enfrente?
Cuando logro reaccionar, me encuentro cerca de la cara de un Mark confundido, rápidamente me alejo, con mi rostro rojo cual tomate.
—Discúlpame, no se que me pasó... ¡Ah!, esto es demasiado vergonzoso —digo al soltar un gritito y oculto mi rostro entre mis manos.
En ese momento, quería salir corriendo y no ver a Mark nunca más.
—Este... amm... Jackson, creo que lo mejor sería hablar otro día. No te sientes bien y es imprudente, de mi parte, estarte abrumando —dice, tal vez queriendo huir de mí.
En su mirada había confusión y, quizá, solo quizá: miedo.
No sé qué pensar, pero no quiero que tema de mí.
Cuando regreso con Bam y Gyeom, ellos están cuchicheando, pero, al verme, ambos se quedan callados y, después, estallan en carcajadas. No entiendo por qué lo hacen, pero yo solo quiero salir corriendo de la pena que siento ante el chico de ojos lindos y labios perfectos.
Cuando estoy por salir, me encuentro con el dueño del lugar. No sé por qué, pero tengo un mal presentimiento cada vez que veo a este hombre.
—Señor Zhang, buenas noches —digo cortésmente, pero sus ojos, de un negro profundo, me miran ferozmente. Creo que se dio cuenta de lo sucedido en la mesa de mi peliplata favorito... Espera, ¿Por qué acabo de decir esto?
¡Ah!, en serio estoy mal: solo hemos hablado cuatro veces.
—Jackson, hermano, te estoy hablando —dice en señor Zhang. Salgo de mi ensoñación y decido responderle.
—Disculpe, no se que me pasa últimamente, he estado muy distraído —suelto avergonzado: todo por no prestarle atención.
—No hay problema con eso, de echo, lo supe desde que, junto a Bam y Yugyeom, te vimos. ¿Cómo decirlo?, ¿Casi besando...? a ese cliente que solo viene a verte cada noche.
¿Cómo que me vieron?, ¡Ah!, ahora sí: esto no va para nada bien.
—Lay, como amigos que somos, no me despidas, en serio necesito trabajar. Prometo no volverme acercar a él, pero por favor no me despidas; no niego que comienza a hacerme sentir diferente, pero, por favor, no me quites el trabajo —ruego, totalmente exasperado y temeroso, a la decisión de Lay.
—Por Dios, Jackson, no seas paranoico; nadie va a despedirte —pronuncia con total gracia—, eres el mejor y único cantante de mi bar, ¿Cómo podría hacerlo?. Además, te considero mi hermano pequeño y me da gusto que comiences a sentir algo por alguien, ya estás en edad de hacerlo y si ese flacucho con cabello platinado te deja así de estúpido, entonces, estoy feliz por ti, ¿Cómo podría dejar sin trabajo a mi hermanito?, eres un tonto, Jack —menciona, el más alto, burlándose de mí.
Por Dios, casi me da un infarto, un día de estos Lay me provocará una muerte inminente por culpa de la tensión.
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