Two
En la casa de Yoongi esa madrugada nadie durmió. Su aún esposa gritó, reclamó y exigió saber la razón de tan abrupta decisión si apenas llevaban un par de meses de matrimonio.
Pidió nombre, reclamó el nombre de la zorra esa que se metió entre ellos, para poder arrastrarla y sacarle los ojos. No obtenía respuesta y eso la ponía más furiosa.
Con una maleta llena de ropa, Yoongi salió de la casa y con su celular en la oreja, sostenida por su hombro. Llamó a su abogado y le dijo todas las cláusulas que él pedía e iba a exigir. Antes de casarse firmaron un documento donde no mezclarían sus bienes si en algún momento se divorciaban.
Condujo a su departamento, el lugar seguro que tenía e iba con SeokJin. El alba lo alcanzó e impaciente esperó recibir la llamada de su pareja —ahora sería algo oficial— para contarle todo.
Sin poder aguardar la llamada, decidió hacerla él.
—Yoongi, estoy en el taxi —dijo ni bien abriendo la llamada. —Voy con el tiempo y me quedé dormido.
—Por fin lo hice —respondió con alegría.
—¿Qué? —no entendía lo que decía.
—¡La dejé, la dejé! —sonrió al decirlo en voz alta. —Me voy a divorciar.
Un jadeo lleno de sorpresa e ilusión soltó SeokJin.
—¿Es verdad? —preguntó emocionado.
—¡Si! —continuó feliz.
Hablaron poco, porque SeokJin llegó al aeropuerto y debía correr. Se despidieron con la esperanza de un pronto reencuentro y lleno de dicha.
Con una sonrisa en sus labios y una tranquilidad anduvo todo el día en el trabajo, las juntas con los socios sobre su reciente decisión no logró que esfumara su felicidad. Solo esperaba que la noche llegara para poder conversar con SeokJin.
Mientras cenaba solo y esperaba una hora adecuada para llamar, le llegó a su memoria la primera vez conoció a su ex amante.
Decir que le impactó la belleza de SeokJin, es poco. Verlo subir al barco en unos cortos pantalones, una camisa fresca de botones y mostrando parte de su pecho marcado, el cabello tan negro como el suyo a diferencia que lo llevaba más largo.
Una semana entera evitando mirarlo de más. Que sea el novio del mejor amigo de su novia no surgió efecto en que era prohibido. Es más, resultaba más caliente, ya que nunca tuvo una buena relación con Taehyung.
Que constantemente le diga a su novia que él era un hijo de puta que le rompería el corazón e insuficiente para amarla, le jodía la paciencia.
Al final tuvo razón.
Después de su primer encuentro, el segundo fue antes de su cumpleaños. A esas alturas no tenía conocimiento que la relación de Taehyung con SeokJin iba en decadencia. El resultado de aquella noche fue casi de la misma manera que la primera, solo que tenían una cama donde acostarse.
La ruptura de la relación de su ex amante con su entonces novio, la recibió como noticia estelar, gracias a Yoona.
Cuando le preguntó a SeokJin porque había terminado con Taehyung, le respondió que no podía seguir engañándolo, cuando en realidad en otro pensaba. Su siguiente encuentro fue a la semana de esa confesión y desde ahí, ya conocen el resto.
No resultó ser tan maravilloso al principio, a la hora del sexo si. Lo que sucedía después del tremendo revolcón eran miradas con pesar, silencios angustiantes y palabras llenas de reproches y dolor en ellas.
A veces la discusión se tornaba tensa, con gritos a más no poder, cambiando cuando quedaban tan cerca y en vez de seguir en ello, preferían otra ronda de sexo. En una de esas ocasiones sucedió algo singular, que luego se convertiría en común.
SeokJin le pidió que lo tomara, que el fuera quien rompiera la barrera y fuera su primera vez por atrás. En pocas palabras le dijo que le de por el culo, pero que no lo rompa.
Quién recibía no se consideraba la mujer del encuentro, si no quien era capaz de soportar tales embestidas en un agujero tan pequeño.
El sueño le ganó al estar divagando en su mente que no vio las numerosas llamadas perdidas por parte de SeokJin y de inmediato marcó.
—Me quedé dormido, lo siento —se disculpó.
—Lo imaginé.
La charla se extendió a una hora y luego se despidieron como un par de enamorados. La culpa a Yoongi no le carcomía, porque podía ser libre de aquella farsa que nunca debió ser.
Casarse fue una muy mala decisión, que trajo una fuerte discusión con SeokJin. Este le había dado un ultimátum si no acaba su reciente matrimonio, sin contar con la excelente labia que tenía Yoongi y su poder de convencimiento.
La decisión recién tomada fue premeditada, cuando Yoona le comentó que Taehyung intentaría retomar su relación con SeokJin y posiblemente casarse.
¿Era egoísta?
Si.
Por eso no iba a permitir que aquello sucediera. Diciéndole a su abogado que iniciara con el trámite de divorcio porque sabía que su matrimonio llegaría a su fin y no podía alargarlo más.
Se durmió con el corazón lleno de alegría, esperando la llegada de SeokJin.
El día le resultó agotador, contando los minutos y con los nervios a flor de piel. No había podido ir a recoger a SeokJin al aeropuerto porque la junta con sus socios se extendió más de lo debido.
Pasó por un supermercado, comprando muchas cosas para preparar la cena, encontrando un pequeño ramo de flores en uno de los pasillos de jardinería. Sin pensarlo demasiado, también lo compró para esa noche.
Un video en Youtube le ayudó y lo demás fue pan comido. Le envió un mensaje para que no olvidara su cita, donde SeokJin le respondió que estaba saliendo y un emoji sonrojado.
El viaje en taxi demoraba más y calculaba unos 45 minutos.
La primera hora llegó.
SeokJin le dijo que estaba en tráfico, mandándole una foto como evidencia.
Pasó otra hora y esta vez SeokJin ya no contestaba los mensajes. Las llamadas eran enviadas al buzón sin timbrar y la angustia ya se subía por el cuerpo de Yoongi.
Tomando las llaves de su auto para ir buscar a SeokJin, recibió una llamada.
El corazón se le apretujó al ver el número desconocido y abrió la llamada con miedo. Nadie respondió y eso le hizo estremecer más el cuerpo. A toda prisa condujo al lugar donde estaría SeokJin, pero el tráfico lo atrapó.
Se bajó del auto y corrió sin dejar de llamar el celular de SeokJin, llevándolo continuamente al buzón.
Más autos aglomerados y una ambulancia cerca. Caminó más despacio, no queriendo ver lo que su mente ya se imaginó.
Frente a él varios autos chocados, para ser exactos tres. Una camioneta, un auto y un taxi.
¿Qué tan jodida tiene que ser la vida con Yoongi?
Muy jodida.
Porque exactamente en ese taxi iba SeokJin.
Su SeokJin.
Los llantos y lamentos que vociferó se perdieron en el ruido del lugar, con los gritos de más personas pidiendo ayuda por los que seguían atrapados. Uno de ellas era SeokJin.
No estaba muerto, pero si muy herido.
Yoongi casi se desmaya al ver su estado cuando la ambulancia lo llevó y como un loco se subió a ella diciendo que eran pareja y única persona en su vida.
No mentía en realidad.
Pasó toda la noche en el hospital, preguntando sobre el estado de SeokJin, hasta que le advirtieron que lo sacarían a patadas si no se controlaba sería echado. Inducirlo al coma fue lo más práctico que realizaron.
Esos días no asistió al trabajo, ni fue a su departamento. Nadie sabía el paradero de Yoongi. La cena abandonada en casa se podría, las flores se marchitaron y secaron.
Yoongi llegó a su departamento una semana después y todo se le vino a bajo. Su vida y futuro junto a SeokJin estaba pausada, pero una corazonada le decía que faltaba para que llegue lo peor.
Una nueva llamada, esta vez del hospital le dieron la mala noticia. Yoongi cayó de rodillas llorando sin consuelo, el dolor lo consumió en un segundo.
Después del entierro, Yoongi se aisló más del mundo. No hablaba con nadie y apenas llegó a firmar su divorcio.
Una noche lo vio llegar, impecable con traje oscuro y corbata. No dudó en abrazarlo y llorar en su hombro por tan larga espera.
—Ya estamos juntos —le susurró con los labios en su cabello y sin dejar de abrazarlo.
Con esa última imagen Yoongi dejó de respirar por una sobredosis de pastillas para dormir y licor.
La promesa de estar juntos no fue rota y se cumplió, incluso hasta después de la muerte.
☾
Me disculpo por las faltas ortografícas que encontraron en el camino y una que otra lágrima traicionera. Yo si sentí mi corazón estrujar.
La idea al principio era que nadie muriera, luego cambió a uno y bueno, mientras escribía esto hace un par de minutos atrás, se me ocurrió hacerlo mucho más trágico.
Gracias por leer♡.
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