La elección del lobo
Taehyung se sentía extraño, en el camino de regreso de la mansión Jeon a Daegu. En realidad no esperaba mucho de la reunión, pero debía admitir que fue un buen momento.
Originalmente, la visita a la familia Jeon resultaba algo negativo ya que su familia no lo aprobaba, sin embargo como miembro de la familia Kim, se le dijo constantemente que debería hacer un esfuerzo para tener un hijo pronto.
Pero Taehyung todavía no tenía ganas de tener un hijo. Él era una persona muy independiente, probablemente porque creció viendo como su hermano mayor, Namjoon, era tratado como el próximo patriarca y a su segundo hermano, Baekhyun, quien se había convertido en un talentoso empresario, así que ahora era su turno de elegir cuál sería su camino. No pensaba que tener un hijo fuera importante, ni creía que fuera capaz de ejercer la paternidad todavía, en realidad.
Incluso aunque tenía un trabajo y una buena posición económica, seguía sintiendo que había algo más para él allí afuera, algo más que acostarse con cualquier Omega con la única finalidad de tener un cachorro. Era su deseo concentrarse en las cosas que quisiera hacer en su juventud sin tener que preocuparse por otra carga como lo era dejar descendencia.
Entonces, incluso si le dijeron que estaba obligado a tener a un Omega, se mostraba reacio a ello. No todo el mundo deseaba tener hijos, pero nadie lo entendía, aún cuando no le apetecía, incluso así tenía que encontrar algún Omega esperándolo en su cama, los cuales siempre rechazaba sintiendose cansado en lugar de lujurioso. Estaba tan aburrido de todos que no le quedó más que decirle a sus padres: —Si es así, encontraré a la persona que me guste por mis propios medios.
Un Omega que le gustara con solo mirarlo en lugar de uno que estuviera a la fuerza entre sus brazos y a quien no le iba a apetecer recordar ni su rostro ni su nombre.
El día que salió de su casa y se dirigió hacia la casa de la familia Jeon, lamentó haber dicho algo tan estúpido incluso aunque pareciera una buena decisión buscar un Omega que le guste... Y ahora, estaba feliz porque había logrado conocer a Jungkook.
Temía que no asistiera a la fiesta de hoy, pero la señora Jeon afortunadamente le había concedido el deseo de conocer a todos.
Jungkook estaba allí, mostrando solo una mirada renuente y fría, y cuando recordó su actitud rebelde de toda la noche, sonrió honestamente. —Ese Omega es realmente interesante. Pensó.
Sabía que el apellido Kim era irresistiblemente atractivo para los Omega y que los Omegas de la familia Jeon también estaban desesperados por llamar su atención, sin embargo Jungkook era diferente, había estado pegado a la pared en silencio y aún así fue terriblemente notorio para él, incluso aunque esos no eran sus deseos.
Cuando lo conoció, estaba sucio de pasto y de tierra y su cabello era áspero, por lo que parecía un niño feo... Pero cuando se vistió con esas prendas, era tan bello que su respiración se detuvo en un segundo al verlo y además, era lo suficientemente ágil como para tocar una canción tan áspera sin despeinarse. Su pelo negro brillante y su cuerpo esbelto y relajado era como el de una pintura y también estaban esos hermosos ojos profundos que mostraban su fuerza y su increíble voluntad. A muchos lobos seguramente les hubiera gustado embarazar a un hombre que tuviera esa buena apariencia, pero era obvio que habían sido rechazados por su actitud rebelde. Eso le gustaba mucho a Taehyung. Nunca había visto a un omega así, parecido a un árbol joven que no sabía donde seguir brotando sus raíces y que fuera lo suficientemente sensato como para no intentar colarse en su habitación para tener un bebé. Parecia ser prudente, por lo que seguramente se entenderían si hablaban de la situación.
Taehyung no quería un pajarito que quisiera ser una mascota, sino alguien inteligente que viniera con sus propios ideales.
—Es conveniente. —Decidió Taehyung.
Después de todo, había elegido a Jungkook.
Dos días después de la fiesta para entretener al lobo, era el momento de que Jungkook regresara a su realidad, Hoseok que había estado esperando por él, extendió una mano para indicarle el camino.
—¡Jungkook!
—Hoseok.
Se sentía aliviado siempre que lo veía, sonriendo con una expresión brillante y refrescante en su rostro. Jungkook se sentó a la sombra de un árbol encorvado y lo saludo.
—Siento llegar tan tarde. Mira, ¡Estos son sandwiches hechos por Stella!
—Me alegra mucho que los trajeras, sus sándwiches son muy buenos.
Hoseok sonrió, acomodándose de mejor manera junto a Jungkook. El hombre era un gran Alfa, pero estaba bien decir que pese a su apariencia intimidante como la de cualquier miembro de su casta, tenía una personalidad amistosa y siempre era amable con Jungkook. Ahora parecía muy feliz, mirando el rostro del hombre desde un lado como si le parecía lo más hermoso del mundo entero y de repente, sacudió su cabeza con ansiedad.
—Jungkook, ¿Qué pasó? Parece que estás cansado.
—Sí. Me demuestras una vez más que me conoces muy bien.
Como se conocían desde hace mucho tiempo, los cambios leves en su complexión y actitud eran bastante evidentes para ambos. Jungkook suspiró.
—Anteayer, vino un cliente de Daegu y todos tuvimos que entretenerlo.
—Oye, eso es raro. ¿También participaste? —habló mientras masticaba su sándwich.
—Así es. Dije que quería quedarme en el sótano como sirviente, pero me sacaron. Me mantuve en silencio y discreto, pegado en la pared, ¡Pero al final hasta me dijeron que tocara el violín!
—Está bien, en realidad eres bueno en eso.
—Ni lo digas. Me estaban insultando los otros Omegas justo antes, así que como estaba un poco enojado, agarré el maldito violín y toqué una canción que los sirvientes tocan todo el tiempo para entretenerse. Luego, por supuesto, la Señora Jeon se enojó y los otros Omegas se enojaron también.
—Debió ser un Alfa muy bueno...
—Así es. Es por eso que los Omegas estaban entusiasmados.
—¿Y ordenó una fiesta? —Hoseok parecía muy sorprendido y tensó de inmediato las cejas.
—Jungkook, no debiste ir.
—No quería participar, es solo que no pude evitarlo porque mi madre me dijo que lo tratara bien... Pero, ¿Sabes qué? Debido a que interpreté una canción diferente a la de todos los demás, el interés del cliente debió irse ¿No es cierto?
—¿Cuál interés?
Jungkook le sonrió levemente y Hoseok se volvió un poco nervioso.
—No te preocupes por eso. Estaba agradecido, como todos, pero eso es todo.
—¿Es cierto que no debo preocuparme?
—Sí, es cierto. Los lobos no suelen elegir a Omegas como yo porque hay miles y miles de niños más adecuados para ellos.
—Tú y las fiestas de tu familia no se llevan bien.
—Así es. —Jungkook suspiró y sacudió de inmediato las piernas. —Además, todo el mundo debería saber que no estoy dispuesto a venderme a los clientes, aunque no pueda evitar quedarme cuando comienzan a elogiarme ¿Recuerdas la de hace un mes? Días después de la fiesta, un lobo quería robarme así que lo bañé con jugo de miel. ¡Estaba tan pegajoso que se bañó por un día entero hasta que se olvidó de mí!
—Sí, pero esta vez es peor de lo habitual. No se siente como si fuera algo que se puede evitar con acciones infantiles.
—Ya, no pienses en eso. Solo come un sándwich y cálmate un poco. Te prometo que no hay nada que ese lobo quiera de mi.
Hoseok dudó un poco, pero terminó por poner la mano en su hombro. Tenía forma humana, pero igual era una mano poderosa con dedos que podían meter y sacar garras afiladas. Luego, atrajo firmemente a Jungkook hacía él y susurró: —Lo siento. No es que no te crea, pero a veces, mi corazón se siente temeroso.
Era una sensación extraña, comerse un sándwich mientras sostenía sus hombros. La temperatura corporal del hombre se transmitió desde la parte que le agarraba y rápidamente, logró ponerlo nervioso.
Hoseok, que debió haber notado la tensión de Jungkook, lentamente acarició su espalda antes de volver a abrir la boca.
—De todos modos, solo tienes que pasar un poco más de tiempo en esa casa y, luego vas a poder casarte conmigo.
—Sí.
—Ya no vas a tener que sentirte incómodo con esto, porque yo te liberaré .
El pecho le dolía intensamente, pero Jungkook sonrió aún así. La libertad que podía darle Hoseok tenía un significado diferente al de la libertad que buscaba. Sin embargo, vivir con él no debería ser más horrible que quedarse con su familia. Al menos él no lo llamaba un caso perdido cada medio segundo.
—Gracias, Hoseok.
—Es natural querer que mi futuro esposo sea feliz.
El Alfa se rió, y cuando Jungkook terminó de comerse el sándwich, le tomó de ambas manos.
—Además, no quiero que seas tan rudo con tus dedos. Mira lo rojos que se te han puesto por frotarlos contra tu ropa. En el futuro, si están sucios, entonces yo los limpiaré.
—Justo ahora iba a buscar un poco de agua...
Pero Hoseok ya estaba acariciando sus dedos por lo que decidió dejar de intentar hablar sobre el futuro que le esperaría en sus manos...
Su piel se sintió caliente debido a él y, gracias a eso, comenzó a experimentar una increíble incomodidad por alguna razón. A veces comenzaba a pensar que era necesario separarse de Hoseok de alguna manera, incluso aunque el hombre simplemente quisiera acortar la distancia de un modo cariñoso. Le ha acariciado los hombros y le ha tocado la espalda durante mucho tiempo en el pasado pero, ahora el contacto con él le parecía insoportable. Siempre había sido amigable, y no le importaba que lo tocara, pero desde que conoció a cierto lobo, se sentía nervioso cuando lo acariciaba de más...
—Jungkook.
Cuando lo llamó en voz baja, su cuerpo entero se puso a temblar, le apretó la mano y se acercó lentamente a su rostro...
—¿Cuándo nos casaremos?
—Eso no... Todavía no he hablado con mi madre al respecto.
—Date prisa entonces. ¿Debería ir a hablar con ella personalmente?
—Sí, creo que es lo mejor.
La nariz de Hoseok se acercó a su cuello incluso aunque intentó retirarse, y respiró hondo mientras él mantenía todo su cuerpo rígido. Inhaló, exhaló...
—Hueles tan dulce.
—Es por mi aroma a lavanda.
Jungkook lo empujó hacia atrás y se apretó inconscientemente el pecho. Aún no había experimentado un ciclo de celo decente a pesar de que ya tenía casi veinte años cumplidos. Y como normalmente esa era una edad en la que ya debiste haber pasado por el celo varias veces, su lento crecimiento se convirtió en un motivo más de decepción para su madre. Podía tener relaciones sexuales incluso si el ciclo de celo no le había llegado, pero nunca iba a sentir la necesidad o el sentimiento de que lo posean y tampoco podría embarazarse, técnicamente hasta que un Omega experimentara un celo completo, era infértil.
Jungkook sabía que algún día lo haría con Hoseok... ¡Y le gustaba! Era la persona más indulgente del mundo y la más tierna también. Pero su corazón no se estaba poniendo al día lo suficiente como para aceptarlo en este momento. Hoseok hizo una mueca de tristeza ante el descarado rechazo.
—¿Qué pasa?
—Hoseok...
Y cuando abrió la boca para decir lo que pensaba, entonces vio un auto en la carretera que estaba colina abajo. Y si estaba en esa dirección, solo podía significar que venía a visitar a todos los miembros de la familia Jeon, entonces se puso de pie, aliviado por tener la excusa perfecta para escapar del incómodo momento.
—Lo siento. Si es un cliente entonces tengo que volver.
Se mantuvo a una distancia razonable de Hoseok y rápidamente guardó la canasta de los sándwiches. No podía darse el lujo de verle la cara en este momento así que solo se despidió —Nos vemos de nuevo —y le dio la espalda.
Le estaba haciendo cosas muy malas a Hoseok, prácticamente le estaba mintiendo descaradamente en su cara. No era de extrañar que él se sintiera frustrado de ser amable y solo recibir en su lugar palabras para postergar el día de su matrimonio. Pero aún así, cuando lo pensaba de nuevo, solo podía escuchar una insaciable voz en su cabeza diciendo que no quería ser amado por Hoseok. Incluso aunque le dijeran que el amor era algo muy agradable, incluso si lo tenía que soportar como una obligación, deseaba un poco más de tiempo para entender sus verdaderos sentimientos.
—Lo siento mucho...
Se disculpó con Hoseok de nuevo y bajó la colina rápidamente, con la ilusión en la mente y en el corazón de que fuera Taehyung quien iba en ese auto rumbo a su casa.
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