08
Los rayos del sol atravesaban la ventana iluminando de a poco la habitación que, antes de eso, estaba alumbrada gracias a una pequeña flama hecha por Femme. Él se encontraba mirando al espejo con sus ojos un poco hinchados resultado de haber estado llorando toda la noche, el maquillaje ayudaba un poco a cubrirlo; puede que ustedes no comprendan bien lo que está pasando, o tal vez si, los pondré en contexto de la situación.
Hace semanas había sido el enfrentamiento entre los dos amigos habiendo una sorprendente victoria de parte del segundo, no se había sabido de alguna vez que la raza de los moha haya perdido contra ellos antes, hasta ahora. Y, como indicaba el contrato que habían firmado antes de su encuentro si Dylan ganaba Femme tendría que dejar su puesto de príncipe de moha para dar su mano al príncipe de xuzza, además, no seguiría con la búsqueda de Ayotunde; no estaba muy de acuerdo con ello pero esas eran las condiciones que se le ponían en su derrota.
Por otro lado, si es que Femme obtenía la victoria, no se casaría y rompería relaciones con el reino de xuzza, además de que el príncipe de ese mismo reino no podría estar cerca ni mandarle nada al príncipe de moha hasta que se le indique que puede y ayudaría en la búsqueda de Ayotunde; por desgracia, está parte del contrato no se obedecería por la derrota que tuvo Femme.
Miraba su reflejo en el espejo, no estaba sonriendo ni en lo más mínimo, sólo mantenía una mirada sin alguna emoción. Se levantó de golpe y pasó su mano por el tocador tirando todo lo que había encima hasta que tocaron el suelo, algunas cosas se rompieron derramando su contenido. Ahora su rostro había cambiado mostrando una expresión de enojo total.
—¿Cómo fue que pasó?...¡¿Cómo fue que perdí contra él?!—gritaba al espejo reclamandose por no haber podido ganar, se sentia una basura—¡Soy un moha, debo de haberlo vencido, no tiene sentido!—tomó sus cabellos con fuerza.
—¿Cómo diablos voy a proteger a mi reino si no puedo contra un xuzza?... Quizás Dylan tenía razón, hacerse cargo de un reino es mucho trabajo para alguien como, y sin Ayo…—bajo sus manos de apoco y se abrazó a sí mismo, quería seguir llorando pero no podía arruinar la pintura en su rostro. Recogió el cepillo del suelo y arreglo nuevamente su cabello, faltaba poco para que alguien viniera por él y llevarlo a la ceremonia.
—"Respira, sonríe y no dejes que vean que estás débil en ese momento, mantente fuerte, eres un moha y debes actuar como tal".
Recito las palabras que su madre le decía para calmarlo en momentos que estaba triste, ella igual lo usaba porque no podía bajar la guardia en ningún momento. Sorpresivamente, aquello le ayudaba a estar en paz en momentos de debilidad, en ese instante también le sirvió. No podía retractarse, tenía que cumplir su palabra aunque no estuviera de acuerdo y no quisiera contraer matrimonio con él.
El sonido de la puerta hizo que realizará una revisión rápida a sí mismo y ver que todo estaba perfecto, dio permiso a la persona de entrar a la habitación; se había olvidado de las cosas derramadas en el suelo.
—Disculpe su majestad, el carruaje ya está li…¡Oh santo cielo! ¿Qué pasó? ¿Se encuentra bien?—se acercó a Femme preocupada y lo reviso para no encontrar ninguna herida.
—Si, se me fue la mano y sin querer los tiré, perdone por tener que preocuparla.
—No lo sienta, ¿Listo? Ya todo se encuentra preparado y lo están esperando.
—Si, ya estoy listo, podemos irnos. —empezó a caminar hacia la puerta, pero una mano en su brazo detuvo su andar.
—Usted…¿Usted está seguro que quiere hacer esto? Algunos de nosotros nos enteramos que perdió contra el príncipe Dylan y ahora debe casarse con él.
—…
—Sé que no tiene otra opción, ahora un familiar suyo tomará su lugar pero si le ocurre algo no dude en decirlo, intentaremos ayudarle en lo que podamos…
—No debe preocuparse—volteo a mirarla con una pequeña sonrisa en sus labios—yo mismo me metí en este problema, si pasa algo trataré de resolverlo
—Sabe que significa ser quien lleva la corona de reina, ¿No es así? Deberá obedecerlo sin importar que sea, sino será castigado. Por suerte algunos reyes no son así con sus reinas, un ejemplo fue su padre quien siempre le demostró su cariño a su madre y la dejó seguir participando en batallas peligrosas aún cuando no estaba muy de acuerdo. Pero, el príncipe Dylan es alguien que no se sabe que hará, se que es su amigo pero…
—Ya le dije, no se preocupe—la interrumpió—estaré bien al cuidado de Dylan—o al menos eso esperaba.
—la mujer sólo le quedó suspirar.— Bien, le creeré, pero si ocurre alguna cosa debe de avisar, aunque sea a sus otros dos amigos príncipes.
—Lo tendré en mente, ahora vamos que se hará tarde.
Y sin más se encaminaron para llegar a su destino. Durante el trayecto hacia el lugar donde se haría la ceremonia, Femme estuvo sin decir mucha palabra y optando por mirar por la ventana del carruaje observando el pueblo donde gobernaría otra persona y el tendría que irse al reino xuzza abandonando lo que una vez era su hogar. Por desgracia, esa vida tranquila y sin preocupaciones que le había mencionado Dylan daría un cambio drástico que desearía no haber tenido.
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