Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

04

—¿Qué haces aquí?

Me sobresalte y voltee mirando atrás. Dylan estaba parado frente a la puerta mirándome fijamente, tenía los brazos cruzados con una caja en una de sus manos y en su rostro se veía su ceño fruncido; era obvio que estaba enojado.

—¿Bien? ¿Por qué estás aquí?—preguntó nuevamente ya que no había respondido, yo solo lo miraba sin decir ni una sola palabra mientras aún sostenía el muñeco. Desvío la mirada hacia el baúl, el cual se encontraba abierto—¿Y por qué estás mirando mis cosas?

—Pues, veras...yo llegue temprano a tu habitación, pero no estabas, así que entre para esperarte, como tardaste yo quise encontrar algo para entretenerme...—Trataba de excusarse mientras me levantaba del suelo. En un momento a otro él me había arrebatado el muñeco de mis manos.

—¡¿Y por eso estuviste hurgando en mis cosas?! Sabes que no me gusta que hagan eso!—baje la mirada hacia el suelo apenado, no pensé que se enojaría tanto, era la primera vez que lo veía levantar la voz así de enojado.—¡¿Por qué no piensas bien las cosas antes de hacerlas?!

—Perdona, yo no..

—¡¿Tu que?! ¡¿Pensaste que no me enojaría por esto?!—me interrumpió. Sentí que mis lágrimas iban a salir, enterraba mis uñas en mi brazo, me sentía mal. Pasaron unos minutos en donde ninguno de los dos hablo; yo miraba aún el suelo hasta que mire otros pies cerca de mí, levanté mi cabeza con lentitud mirándolo.

—Ya …¿ya estás mejor?—él asintió sin decir alguna otra palabra—Perdón por ver tus cosas sin permiso, solo estaba curioso de que contenía el baúl. 

—Si, no te preocupes, no es la primera vez que lo haces.—Dijo sin darle mucha importancia al asunto, pero se le veía…¿triste? No sé, pero no me gustaba verlo de ese modo. Cómo ya estaba cerca de él, solo lo abrace notando confusión de su parte.

—¿Qué haces?

—Te abrazo para que ya no estés enojado ¡Te soltaré hasta que ya no lo estés!—escuché un suspiro de su parte y su mano se posó en mi cabeza acariciandola a lo cual yo sonreí, esto aún funciona.

—No creas que con eso se me olvidará lo que hiciste—bueno, casi funciona—, si quieres que te perdone deberás hacer algo por mi.

—¿Qué quieres que haga?—me separé de él y me entregó la caja que tenía momentos antes, yo lo mire sin entender bien.

—Ve a ese cuarto y ponte esto.—Señaló hacia una puerta que se encontraba al fondo. Avance hacia el lugar indicado sin excusa para ponerme lo que sea que haya dentro de la caja.

Pasados unos minutos ya había terminado. Mire la ropa con atención y era la misma que tenía puesta, solo que con colores diferentes; la parte superior era de un tono azul claro al igual que en la inferior, en mis tobillos había unos brazaletes de oro blanco con pequeños diamantes azules, tambien, en mi cuello se encontraba una gargantilla con una tanzanita en el centro; todo era precioso. 

Salí de aquel cuarto encontrándome a Dylan cerca del tocador, estaba haciendo señas para que me acercara, cosa que hice. Me di cuenta que el baúl ya no estaba abierto y todo estaba guardado, de seguro volvió a esconder la llave en otro lugar para que no lo encontrará si volvía a hacerlo. Cuando ya estaba a lado suyo, él me tomó de los hombros ubicandome frente al espejo y el detrás de mí.

—¿Te gusta?—yo solo asentí sonriendo contemplando mi reflejo—Puedes quedartelo después de que termine el retrato que haré de ti, es todo tuyo si lo deseas.—Así que para eso quería que viniera, aunque no es una sorpresa viendo los dibujos de la libreta que esa iba a ser su petición.  

—¡Es muy lindo! Me sorprende que me des algo después de lo que hice.—Sentí mis mejillas sonrojarse, estaba algo avergonzado de que me regalará algo aún por lo que había hecho anteriormente, no creo me lo merezca.

—No es nada, y aún falta, cierra los ojos. 

Obedecí y cerré los ojos, sentí que había puesto algo sobre mi cabeza, no era tan pesado. Al escuchar un "abrelos", abrí mis ojos mirando por el espejo para saber qué era lo que me había colocado; me quedé callado aún sin dejar de mirarla, era la corona de la reina, no sabía cómo debía reaccionar, pero no estaba muy contento. Cuando iba a quitarmela, Dylan tomó mis manos impidiendolo, las puso delante de mí aún sosteniéndolas, él se acercó a tal punto de estar pegado detrás de mí, me empezaba a sentir un tanto incómodo.

—Dylan...está es..

—Es la corona de mi madre, o bueno, era.—Interrumpio mientras sonreía aún observandome.—Te ves hermoso.

Yo mire hacia otro lado evitando su mirada. De pronto sus manos que se encontraban sobre las mías fueron subiendo por mis brazos, acariciandolos, hasta mis hombros y luego bajando hacia mi cintura, todo de manera lenta; sentí unos escalofríos, la manera que lo había hecho fue un tanto extraña, sin decir que, al momento que lo vi de reojo, sus ojos me miraban de una forma que no había visto en el pasado. Por alguna razón mi cuerpo empezó a temblar ligeramente y mi corazón latía con rapidez.

—¿Podrías alejarte un poco y también tus manos? Por favor. —Pedí aún sin moverme de dónde estaba. No sé por qué no lo empuje, tal vez no quería que se enojara nuevamente conmigo. Él se apartó y me dijo que me sentara en la silla, que él iría por sus materiales y volvía, agregando antes de salir de la habitación que no me quitará la corona, yo solo respondí un "de acuerdo" algo bajo. 

Al estar solo me aproxime hacia una silla meciendome de atrás hacia adelante esperando a que el regresara. Me abracé a mi mismo sintiéndome intranquilo, inhale y exhale para calmar mis nervios, sirvió un poco. Sentía que mi mente me gritaba que me largara de ahí mientras él no estaba cerca, y yo negué ante eso para esfumar esos pensamientos. No podía desconfiar de Dylan, él había sido mi amigo desde mi niñez, debía fiarme, se que él no haría nada que no quisiera.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro