Estaba caminando por los pasillos intentando encontrar la habitación de Dylan. Había llegado dos horas antes de lo acordado, pero quería darle una pequeña sorpresa. Hace mucho que no visitaba este lugar, desde...ese horrible dia, pero bueno, lo pasado es pasado; supongo.

Mis pasos resonaban en los solitarios pasillos del palacio; por alguna razón, a Dylan no le gustaba tener tantas personas en su palacio a diferencia de mi, de vez en cuando pasaban a mi lado sirvientes pero muy pocos. En el lado derecho había un jardín no tan grande con una variedad de flores y de distintos aromas que provenían del reino Suuz, también algunas tezh las cuales no deberían estar ahí; será mejor decirle que las quiten si no alguien puede salir lastimado. 

Seguía caminando hasta que la encontré, en la puerta había un papel que decía "no entrar", mire un poco más abajo "y eso va para ti Femme"; fruncí el seño por lo ultimo, solo lo ignore restándole importancia, no creo se vaya a enojar, ni que tuviera algo que esconder, aunque si lo puso porqué está durmiendo puedo darle un susto de los buenos dias. Una sonrisa maliciosa se formó en mis labios al imaginar cómo se vería asustado. Abrí la puerta con lentitud dando un vistazo adentro encontrándome con una habitación completamente vacía, entre cerrando la puerta tras de mi e ir a la cama a esperarlo.

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Eso fue lo que hice como por cinco minutos hasta que me aburrí y empecé a buscar algo para entretenerme, no había muchas cosas para saciar mi aburrimiento, entonces me acerque a un baúl, pero estaba cerrado con candado, podría dejarlo pero tenía curiosidad sobre su contenido.

—¿Dónde estará la llave?.—Comencé a indagar por el lugar para así encontrar la llave. En los cajones, no; en los zapatos, no; en la ropa, no; en el tocador, no, y en otros lugares más pero no encontré nada, quizá se haya llevado la llave por si yo llegaba antes. Mire las almohadas y una idea se formó en mi mente.

—No, no puede ser ....¿O si?—me acerque hacia las almohadas, tome una entre mis manos y la sacudi, nada salió; tome la segunda y al sacudirla una llave cayo—parece que necesitará otro escondite

Volví al baúl con la llave en mano, la acerqué al candado y la metí dando vuelta, un sonido me dio a entender que era la correcta. Estaba ansioso por descubrir qué secretos había, estaba mal hacer esto pero,¿qué puedo decir? Soy curioso y estaba aburrido. Solo observaré un poco y lo cerraré. Sin más espera, lo abrí y para mí sorpresa solo había cuadernos, y una caja de madera café algo grande, también se veía pesada.

—Siento que caí en una trampa…¡Pensé que era algo más interesante!—hice un puchero decepcionado y algo enojado, un candado solo para guardar esto, presiento que lo hizo intencionalmente por qué sabía que andaría de fisgón. Tome uno de los cuadernos y me senté en el piso para hojearlo; mirándolo mejor, este es uno de los tantos que tiene para dibujar. Inicie a revisarlo, bocetos y otros ya estaban terminados, pero lo que extraño era que todos ellos trataban de..

—¿Mi?...si que le gusta dibujarme, lo hace genial, con razón lo veía centrado cuando nos reunimos con Cobain y Aiyana—seguía mirando fascinado de cómo podía dibujar tan bien. Pero, mientras más veía mi confusión aparecía—. Este no recuerdo que él estuviera conmigo para dibujarme...ni este...esté menos..

Termine y solo lo cerré, medite un poco sobre lo que acababa de ver. Solo lo guardé y saqué la caja, pesaba mucho. Observándola mejor, parecía como esas casitas de juguete que vendían en las jugueterías, quité la tapa que simulaba el techo y en mi mente se estaban formulando varias preguntas; estaba asombrado, en el buen sentido. Era mi habitación en miniatura, mi cama, tocador, baño, todo era en miniatura, hasta en el armario había ropa.

—Miren nada más que hay aquí—agarré el único peluche dentro de la mini habitación, era una versión mía pero más apretable—, aww eres una lindura, digo, soy una lindura, pero eso ya lo sabía. Me preguntó por qué Dylan mantuvo todo esto en secreto.

—¿Qué haces aquí?