Capítulo 25: "Felicidad a escondidas"
Un joven de cabello verde se encontraba en una oficina hablando con su jefe.
Y es por eso que quiero pedirle que Milk y Dieciocho sean parte de mi equipo en la Capital Sur, decía Cell de manera calmada.
Según tú ellas reúnen las condiciones para ser tu personal de confianza, decía Cold.
Así es señor, dijo Cell.
Pero Milk es la novia de mi hijo, dijo el señor Cold.
Ya no son nada señor Cold, pensé que estaba enterado de ello, ellos terminaron antes de irnos a la misión que nos asigno, Milk descubrió que Freezer le era infiel, dijo Cell con calma.
¿Qué?, dijo furioso Cold.
Lo que escucha mi señor, por ello creo que es lo mejor que Milk ya no sea parte de su equipo ya que su trabajo podría verse influenciado por los problemas de su hijo y de ella, yo ya lo viví trabajando con ambos en la misión que nos encomendó, decía Freezer.
Yo tenía planes para esa niña y mi hijo, pero si solo me traerán problemas como dices los prefiero tener separados, está bien te permito que Milk y Dieciocho vayan contigo a la Capital Sur, decía Cold.
¡Gracias mi señor¡ no lo decepcionaré, decía Cell.
Eso espero sino tú ya sabes como pagan las personas que me traicionan, decía Cold con ironía.
Si lo sé señor, decía Cell ocultando su molestia antes de salir de la oficina de su jefe.
Mientras tanto:
En una pequeña habitación un par de chicas platicaban.
Ojala y Cell logre convencerlo, decía Dieciocho.
Si eso espero amiga porque extraño mucho a Gokú, decía Milk con nostalgia.
Pronto estarás con él, ya lo verás, decía la rubia al tiempo que la puerta de la pequeña habitación empezaba a sonar.
Toc toc toc
Adelante, dijo Milk.
¡Cell¡ dijo la rubia al ver ingresar al joven de cabello verde.
¿Cell lograste convencerlo?, dijo Milk ilusionada.
Si chicas, lo logre, alisten sus maletas de una vez que se vienen conmigo, dijo Cell sonriendo.
¿Venimos?, dijo la rubia sorprendida.
Si las dos se van conmigo, alisten su maleta porque en una hora nos vamos de aquí, dijo Cell sonriendo antes de salir de la habitación.
Nos vamos de aquí juntas, dijo Milk abrazando a la rubia que sonrío de alegría.
Paoz:
Un atractivo jovencito de cabello alborotado platicaba con sus padres y amigos dentro de una modesta cabaña.
Gokú nos hiciste sufrir, decía un calvo.
¡Disculpen¡ pero no había mucho tiempo para explicaciones, decía Gokú.
Lo comprendemos, decía Piccolo mientras Ten y Yamcha asentían.
¿Pero cómo has estado hijo?, decía Gine.
Tranquilo aunque extrañándolos a todos sobre todo a mi niña. Vegueta ¿Qué sabes de ella?, dijo Gokú.
Cell me dijo por teléfono que si todo sale bien hoy la saca de ese lugar, dijo Vegueta.
Ojala y todo salga bien, dijo Gokú.
Saldrá bien hijo, dijo Gine.
Gokú hijo, ¿no piensas denunciar a esa red de asesinos?, dijo Bardock.
No papá, ya te dije que con esa gente no se puede chocar, ya vez lo que le paso al padre de Milk y su esposa por ponerse en contra de ellos, yo no quiero volver a causarle un dolor así a mi muñequita, dijo Gokú.
Gokú pero si no los denuncias ellos seguirán haciendo daño, dijo Bulma que estaba junto a su novio cabello de flama.
Lo sé, pero el denunciarlos pone en riesgo a Milk y sus amigos, dijo Gokú.
Claro comprendemos, ¿entonces piensas estar escondido para siempre?, dijo Krilín con tristeza.
No amigo solo por un tiempo hasta que mi muerte haya sido olvidada entonces reapareceré con mi verdadero nombre, dijo Gokú.
Claro, dijo Krilín sonriendo.
Bueno padres no se les olvide lo que les pedí, decía Gokú.
No, hijo, no te preocupes, ya hablamos con ellos, dijo Bardock.
¡Gracias¡ dijo Gokú.
Capital Oeste:
Un par de bellas chicas subían a una aeronave junto a un joven de cabello verde bajo la mirada de un joven de cabello negro lacio y un joven de cabello lila.
No lo puedo creer mi hermanita prefirió irse con su amiga que quedarse a mi lado, dijo Diecisiete con molestia.
Así son las mujeres unas traidoras, por eso no se puede confiar en ellas solo valen para divertirnos, dijo Freezer mirando con rabia a la pelinegra que estaba dentro de una aeronave.
¿Lo dices por Milk?, dijo Diecisiete.
Si, por quién más, dijo Freezer con molestia mientras miraba partir la aeronave.
Luego de algunos minutos de vuelo, Cell aterrizo en un descampado.
¿Por qué la detienes?, dijo Milk intrigada.
Porque hasta aquí me acompañaron, aquí empieza una nueva vida para ambas, dijo Cell.
¿Qué?, dijo la rubia.
Ambas quedan libres, a unos kilómetros de acá hay un pueblo, vayan allá, yo le avisaré a Vegueta para que vaya a recogerlas, espérenlo a la entrada del mismo, dijo Cell.
Cell, ven con nosotras, dijo Milk en tono de suplica.
No puedo pequeña, no podemos levantar sospechas, ustedes sean felices, lo merecen, ahora bájense antes de que me arrepienta, dijo Cell fingiendo firmeza.
Contéstame las llamadas y visítanos, dijo Milk.
Lo haré, dijo Cell.
¡Gracias¡ dijo la rubia dándole un beso en la mejilla al joven de cabello verde antes de bajar.
Cuídate hermano, dijo Milk abrazando a Cell con todas sus fuerzas.
Se feliz hermanita, dijo Cell dándole un beso en la cabeza.
En cuanto el par de chicas bajaron la aeronave con sus pequeñas maletas en la mano Cell emprendió camino y el par de jovencitas empezaron a caminar hacia el pueblo.
Paoz:
Vegueta contestaba una llamada mientras el joven de cabello alborotado lo observaba.
Ahora mismo voy por ellas, dijo Vegueta antes de cortar la llamada.
¿Dime que Cell lo logró?, decía feliz Gokú.
Si amigo, ahora voy por ellas, dijo Vegueta.
Te acompaño mi Vegui, dijo Bulma.
Vamos, dijo Vegueta sonriendo.
Vegueta y Bulma fueron por la pelinegra y la rubia mientras el joven de cabello alborotado, sus padres y amigos alistaban todo para el recibimiento del par de chicas.
1 hora después:
Vegueta trasportaba en su aeronave no solo a su novia sino también al par de jovencitas por las cuales había ido.
No se preocupen chicas, yo no les guardo rencor ni las juzgo, decía Bulma.
¡Gracias¡ eres muy buena, dijo Dieciocho.
No digas eso y ya sabes en mi casa serás bienvenida y allí estarás protegida, decía la peli azul.
Agradezco tu apoyo pues no quiero ser mal tercio pues supongo que mi amiga se quedará con su amor, decía la rubia riendo mirando a la pelinegra.
Tú no eres mal tercio, dijo Milk.
De igual manera ustedes dos necesitan estar solos, decía la rubia picadamente.
Eso si y más después de qué......, decía la peli azul quedándose callada repentinamente.
¿Después de qué?, dijo Milk intrigada.
¡Bulma¡ dijo Vegueta.
Ay Vegui pero no dije nada, decía la peli azul.
¿Qué sucede?, dijo Milk.
Ya lo sabrás, solo espera unos minutos, dijo Vegueta sonriendo.
Minutos después:
El joven de cabello de flama aterrizaba a nave el pasto frente a una modesta cabaña.
Aquí está tu amor, dijo Bulma sonriendo al tiempo que la puerta se abría para que bajasen.
La primera en bajar fue Milk, al hacerlos se encontró con el joven de cabello alborotado que la tomo en sus brazos para dar vueltas con ella mientras sus padres y amigos miraron la escena y sonrieron.
Luego de ello, Gokú bajo de sus brazos a la pelinegra y la tomo de su mano para ir junto a sus padres.
Papá, mamá, ella es Milk, dijo Gokú.
Señores Son, dijo Milk con voz entrecortada.
Pequeña, dijeron los señores Son abrazándola.
Luego de ello Gokú tomo la mano de la pelinegra y la llevo hasta un hermoso lago, en donde se arrodillo frente a ella y tomando su mano le dijo: ¡Cásate conmigo¡.
La pelinegra lloro de emoción al tiempo que el joven de cabello alborotado se puso de pie y la abrazo a él.
Milk, quiero convertirme en tu esposo, ya esta todo listo para nuestra boda, mamá consiguió un sacerdote para que nos case, la boda civil la tendremos en cuanto podamos vivir nuestro amor libremente, decía Gokú besando la cabeza de la pelinegra.
Lo nuestro será una felicidad a escondidas, dijo Milk sollozando.
Si, pero lo que cuenta será que estaremos juntos, ¿o es que no quieres casarte conmigo?, dijo Gokú con dulzura.
Si, si quiero, es lo que más deseo, dijo Milk sonriendo.
Entonces no se diga más, ve a que mi madre y las chicas te ayuden a arreglarte, que yo haré lo mismo, decía Gokú feliz.
Si, dijo Milk.
La pelinegra fue a la pequeña cabaña en donde Gine, Bulma y Dieciocho la ayudaron a vestirse mientras tanto Gokú se vestía en el bosque.
2 horas después:
Gokú tomaba la mano de la pelinegra que había salido de su pequeña cabaña
¡Estás bellísima¡ decía Gokú mirando a la bella jovencita vestida de blanco.
Tú también, dijo Milk mientras el joven de cabello alborotado se acercaba a besarla dulcemente.
Chicos el sacerdote los esta esperando, dijo Bardock sonriendo haciendo que el par de jovencitos se separaran.
¡Eh¡ si, si ahora vamos, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra.
Tus padres desde el cielo están muy felices hija, ellos y nosotros soñábamos con este día pues algo nos decía que ese cariño de niños con el tiempo se transformaría en amor y no nos equivocamos, dijo Bardock sonriendo.
Si es cierto, dijo Gine que había llegado a escuchar lo que su esposo dijo.
Los pelinegros solo sonrieron antes de dirigirse al pequeño lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia religiosa.
Minutos después:
Luego de una pequeña ceremonia, el sacerdote bendijo el amor del par de jóvenes y los presento como los nuevos señores Son.
El par de jóvenes recibieron la felicitación de los presentes y compartieron una deliciosa cena con todos.
La cena está exquisita, decía Yamcha.
La hizo mi madre, dijo Gokú con orgullo.
Pues déjeme decirle señora que esta delicioso, decía Yamcha.
¡Gracias hijo¡ dijo Gine.
Pongamos un poquito de música, dijo la peli azul.
¿Música?, dijeron los pelinegros.
Si, los novios y sus invitados tienen que bailar, dijo la peli azul.
Yo estoy de acuerdo, dijo Krilín mirando a la rubia.
Yo también dijo la rubia sonriendo.
Pues entonces bailemos, dijo Gokú mirando a su esposa.
Bailemos, dijo Milk mirando a su amiga rubia.
Él es Krilín, el chico del que te hable, dijo la rubia despacio al oído de su amiga.
Ya lo estaba intuyendo, dijo Milk en voz baja sonriendo.
Bueno vamos a bailar muñequita, dijo Gokú.
Vamos, dijo Milk.
Horas después:
El par de pelinegros veían partir una aeronave que llevaba a todas las personas que habían sido testigos de su boda secreta.
No te preocupes, Dieciocho estará bien además recuerda que Vegueta la traerá todos los fines de semana para que la veas y puedan platicar, dijo Gokú al ver la cara de tristeza de la pelinegra.
Si tienes razón, dijo Milk con una ligera sonrisa.
No hay motivo par que estés triste, hoy debe ser un día de felicidad para los dos, dijo Gokú.
Si, disculpa cariño, dijo Milk dulcemente.
No hay nada que disculpar mejor disfrutemos nuestro amor esposa mía, dijo Gokú.
Si tienes razón, dijo Milk con dulzura dándole un dulce beso.
Vamos dentro, dijo Gokú tomándola en sus brazos para llevarla al lugar donde a partir de ese momento se convertiría en testigo de su felicidad escondida, escondida de la maldad, escondida de un destino que ambos trataban de evitar.
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