Año 6235

–Señor lahey, ¿es todo lo que puede hacer?– preguntó el coronel mientras obligaba a Víctor a cargar más.

–No coronel.– pobre Víctor se esfuerza demasiado pense para mis adentros

–Callese, no le pedí que hable señor lahey!– le dijo mientras le ponía más peso.
–Los demás pónganse a correr por todo el campo, no quiero ver a ninguno descansando, quiero diez vueltas sin parar ahora!!– Y lo último que ví fue la cara de dolor que puso Víctor, me dió tristeza.

–No puedo creer que nos estén haciendo esto,ya no puedo con tanto entrenamiento, siento que me voy a desmayar,debí elegir otra área– me queje con Jason.

–Exageras Delaya no es para tanto.

–Claro,como tú no has estado entrenando desde la madrugada,mejor cierra la boca Jason.

–Señor Claín y señorita Stound, si los vuelvo a escuchar hablando voy hacer que den diez vueltas más y no solo al campo!– pobre seguramente no le dieron anoche, porque trae un humor,pensé para mí misma.

–Sí coronel– dijimos al unísono, mientras el se iba a regañar a otros compañeros.

–¿No crees que el coronel Lahey es muy duro con su hijo?– voltio y me miró con mala cara.

–No lo sé Delaya,pero es su problema.–me respondió Jason de mala gana

–Oye no seas tan insensible Jason.– le dije mientras nos encaminamos con nuestros demás compañeros.

Así empieza mi historia soy Delaya Stound estudiante de la Academia White lighting tengo 17 años y por ahora es todo lo que necesitan saber de mí, más adelante me irán conociendo.

Les voy a explicar la situación del año 6235 el mundo se dividió en cuatro estados después de la tercera guerra mundial, todo fue un desastre, según los libros de historia acabó con millones de vidas.

Después de eso para la humanidad fue difícil recuperarse, le tomó siglos para encontrarse como es ahora.

En la actualidad cada estado es diferente por un lado tenemos a los
Cloudy lo suyo es la agricultura y la medicina, luego están los electricity
lo de ellos es aéreo, son buenos pilotos,periodistas, es más lo suyo los libros,y en penúltimo lugar tenemos a nuestros enemigos de muerte los rain son buenos en el combate de cuerpo a cuerpo ,su fuerte son las armas y qué más puedo decir de ellos, así son unos arpías, maestros de la mentira y el engaño.

Por último pero no menos importante , obviamente lo mejor para el final se encuentran los lighting lo nuestro es la caza, el combate, somos muy buenos rastreadores y no es por presumir pero somos excelentes nadadores, a pesar de dónde vivimos es un clima bajo cero, nuestro cuerpo fue creado para soportar estás temperaturas, nosotros fuimos criados para matar, lastimosamente la vida ha sido difícil para nuestro estado, pero eso nos a vuelto uno de los más fuertes gracias a nuestro líder Geral Miler hemos desarrollado grandes tecnologías que nos han permitido sobrevivir en un clima tan frío.

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Me encuentro llendo al Centro de Instalaciones Tecnológicas Lighting conocido como CITL,se preguntaran que hago aquí,si solo es para personal autorizado,pues dejen les explico la situación, Jason y yo nos dirigimos porque somos los mejores rastreadores y nos encontramos llendo a prepararnos para hacer guardia.

–No es por presumir pero no me queda nada mal el traje– escuché decir a Jason mientras me iba a uno de los cubículos para cambiarme.

–Jason pásame la blusa!!– le grité para que me escuchara,pero no recibí respuesta alguna,me acerque a la puerta para oír si había alguien por ahí y lo que logré escuchar fue a alguien tosiendo.
–hola,¿hay alguien ahí?– pregunté y esperé a que me contestara la persona que se está muriendo al otro lado de la puerta.

–Espera Delaya,deja y te paso la ropa– me sorprendió escuchar la voz de Víctor.

–¿Qué haces aquí?– me atrevo a preguntar.

–También me preparo para hacer guardia– me respondió mientras me pasaba mi blusa por arriba del cubículo, escuché como volvía a toser pero está vez con más fuerza,a continuación no es algo que me gustaría decir pero sali semidesnuda a ver lo que le sucedía y lo encontré en el suelo tosiendo, parecía que se le iba a desprender un pulmón, me acerque a buscar una botella de agua en mi mochila y se la di, él rápidamente la agarró y la bebió como si no hubiese un mañana.

–¿Te encuentras bien?– le pregunte sin darme cuenta de un pequeño detalle.

–Gracias por e-el... – me intentó responder, pero su vista bajó y me recorrió todo el torso tan rápido que me sorprendió y de repente sus mejillas parecían estar en llamas y se veía tan tierno, ahí caí en cuenta que no llevaba mi blusa y solo me encontraba con un sostén fino, ahora no solo él tenía las mejillas ardiendo si no que también yo le hacía compañía, y para rematar nos encontramos muy cerca y note que algo en su pantalón se empezaba a despertar, creó que mi cara era un semáforo, porqué nos levantamos tan rápido, que solo causó un golpe fuerte con nuestras cabezas, nos quejamos al unísono.

–Yo-o creó que voy a terminar de vestirme, lo-lo siento mucho.– le dije mientras me encerraba en el cubículo,pero no pude evitar que se me formara una sonrisa boba, así que eso es lo que causo en lahey pensé para mis adentros y lo último que escuché de él es insultar y maldecir acompañado de un fuerte portazo, creó que alguien va a tener que solucionar un problemita.

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Me dirijo a la sala de juntas, es la primera vez qué me encuentro aquí y es asombroso el lugar dónde estamos, es un cuarto enorme de color blanco; con una mesa en forma de pentágono y decoraciones de color negro, cabe recalcar que no estoy sola; a mi lado se encuentran Jason y otros dos compañeros más, pero no puedo evitar desviar mi mirada al mapa y creó que no soy la única.

–¿Saben por qué se encuentran aquí?– escuche que dijo una voz gruesa,sentí un escalofrío recorrerme la espalda al ver al hombre que teníamos frente a nosotros, no lo podía creer, ese hombre que estaba a delante de nosotros era nada más que Geral Miler.

Es un hombre imponente, con una figura corpulenta, tiene unos ojos atigrados y una nariz fina; en el ojo derecho tiene una cicatriz que lo atraviesa, y su cabello es color rojo con algunas canas, tiene una barba enorme que lo hace ver con un porte elegante, solo puedo decir que es un hombre muy guapo y creó que no soy la única que lo piensa porque mi compañera de al lado se le quedó viendo cómo boba.

Se escuchan unos golpes en la puerta, y todos volteamos a ver quién entra de ella, Víctor Lahey entra por esa puerta.

–Cierra la boca, por qué creo que se te está cayendo la baba– escuchó que me susurra Jason pero lo único que puedo ver es a Víctor y lo bien que le queda ese uniforme y como remarca su abdomen con cuadritos.

–Señor Lahey que son estás horas de llegar– le dice nuestro líder, en un tono serio.

–Lo siento, comandante tuve un problema– dice él y desvía su mirada en mi, no solo él sí no también nuestro líder dirige la mirada en dónde Víctor lo hace y lo único que quiero hacer es meter mi cabeza en un hueco, pero lo que me sorprende que el comandante tenga una mirada pícara.

Siento un codazo en mi brazo y creó imaginar quien es y se que le debo explicaciones de lo que sucede.

–Los jóvenes de ahora–escucho decir al comandante antes de dirigirse a la mesa y los demás tomamos asiento en las sillas restantes.
–Como sabrán vivimos en una era difícil y las cosas no han sido nada fáciles para el clan lighting y no solo eso, hemos tenido bastantes bajas, los soldados que han sido enviados para guardia en las afueras de la frontera desaparecieron, no hay rastro de ellos, hemos tenido ataques de los infectados por eso nos vimos obligados a tomar medidas drásticas; un nuevo equipo de rastreo y combate irán a las afueras de la frontera no solo se encargará de buscar los cuerpos de aquellos soldados para traer paz a las familias de los desaparecidos, si no que también me veré obligado a ser los nuevos soldados para guardia mientras los rastreadores se encargan del resto- ahí caigo en cuenta que los rastreadores seremos Jason y yo, los de combate será el resto del grupo, es cuando siento el verdadero terror, nunca hemos salido de la frontera eso es una ley inquebrantable que se condena con la muerte, no me da miedo salir de la frontera a lo que le tengo terror es encontrar a infectados.

Los infectados son seres horribles que anteriormente fueron humanos pero por la radiación de las bombas se fueron convirtiendo en cosas asquerosas que no quedó rastro de aquella humanidad que tenían, se alimentan de nosotros, comen lo que sea que esté vivo, son seres bestiales, tan parecido a eso que le llamaban zombies, aquello no está tan alejado de la realidad pero a diferencia de ellos los infectados son seres rápidos no tanto pero sí lo suficientemente rápidos para atraparte, son más rápidos que los humanos pero muy lentos si lo comparamos con los animales.

–Se que esto no es nada fácil para ustedes, pero también es difícil para mí, por eso se llevarán las mejores armas y tengan por seguro que tendrán a sus bestias– al menos eso me alivia un poco, saber que tendremos a los dientes de sable, y sí, escucharon bien, los dientes de sable pero ellos vinieron mejorados, ellos son más rápidos, más fuertes, mucho más grandes y de muchos tonalidades de pelaje.

–Pueden retirarse e ir a preparar a sus animales y una cosa más, si encuentran a alguien de otro clan no duden en matarlos en especial los rain, recuerden nuestro lema– nos dijo el comandante.

–avec honneur, sans pitié nous venons te tuer!!–dijimos todos al unísono para después retirarnos de la sala e irnos para preparar a las bestias.

Al salir Jason hace el amago de querer hablar pero yo no estoy de ánimos para pronunciar palabra alguna y no es necesario que diga alguna palabra para saber cómo me encuentro porque mi cara me delata, creó que tengo náuseas, las manos me tiemblan y mis piernas las siento como gelatina.

–Delaya si no quieres ir podemos decirle al teniente que no te encuentras bien o podemos inventar alguna excusa para que no tengas que ir–escucho que dice Jason a mis espaldas, pero él no entiende que ese no es solo el problema–¿me escuchaste Laya?

–No espero que lo entiendas Jason pero no puedo dejarte solo o es que no entiendes que eres lo único que me queda, si algo te pasará juro...juro que yo no podría sin ti J.J, eres mi hogar entiende que mis miedos pasan de lado cuando se trata de ti– nose si me encuentro llorando pero creo que es lo más probable, lo bueno es que nos encontramos solos en los pasillos.

Jason lo único que hace es jalar de mi brazo y abrazarme tan fuerte como cuando éramos niños, esos abrazos que me hacen sentir en casa, que no importa donde esté mientras él se encuentre conmigo se que me sentiré en casa, que todo va a estar bien y nada me va a pasar, por qué él se volvió mi hogar y se volvió una parte importante en mi vida, pensar que le llegase a pasar algo siento que no podría respirar.

–Pequeña no me va a pasar nada, ¿cuándo fue que cambiamos de roles?, Se supone que yo te cuidó a ti y tu preocupándote si me va a pasar algo– dice mientras pone sus manos en mi rostro para que lo mire, se agacha para que quede a mi altura.

Siempre ame eso de él, siempre se a preocupado por mi incluso la ocasión que por primera vez me vino la regla, el todo preocupado y asustado porque creyó que me estaba muriendo desangrada fue horrible pero memorable día–pequeña recuerdas nuestra promesa que hicimos, tu y yo juntos hasta el final, no importa que, siempre voy a estar para ti.–me confiesa besando el puente de mi nariz.

–Sabes que te amo J.J sin importar que– me abalanzo a él tan fuerte que los dos caemos al suelo y él como siempre amortiguando mi dolor.

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Aún estoy pidiendo que esto sea un mal sueño, ruego para mis adentros que salga bien todo para que J.J y yo regresemos sanos y salvos, me encuentro en la entrada del muro montada sobre mi bestia esperando que den las indicaciones para que podamos salir.

–Siento decir que me estoy cagando de nervios y ¿tu?– J.J me comentó intentando calmar a su bestia o más conocidos por aquí como bengalas– ¿Cómo le haces para parecer tan calmada?

–No, no estoy calmada y me estoy muriendo por dentro pero tengo que mantenerme con la cabeza fría y estar alerta por cualquier cosa– acomodaba mi arco y flechas en los bultos que cargaba la montura de mi bengala– está claro que no voy a poder dormir toda está maldita semana que estaremos fuera, tendremos que hacer guardia por turnos, suponiendo que si todo sale bien cuando volvamos tu y yo nos vamos a emborrachar hasta que nos dé un coma etílico, para festejar que sobrevivimos a las afueras de la ciudad– lo dije tan rápido que no se si me entendió, pero conociéndolo estoy segura que si.

–Vaya esto no creí vivir para escucharlo, Delaya Stound emborrachándose hasta la médula ósea, eso sí que tengo que verlo.– lo dijo en ese tono que tanto odiaba, ¿acaso se estaba burlando de mí, en mi cara? ¿cree que no soy capaz de hacerlo?

–Ohh si soy capaz de hacerlo y lo voy a cumplir y me vas a acompañar a hacerlo, no sabes con quién te estás metiendo señor Claín– pero el ya no me escuchaba, si no que tenía su atención en otro lado, seguí la dirección de su mirada y entendí el por qué.

Los muros, oh aquellos enormes muros que nos protegen de los peligros de las afueras de aquellos, se están abriendo.

Y parece que todos están listos para salir de la ciudad, todos se encuentran montados en sus bengalas a excepción de mi.

Aún no puedo creer que esto vaya a pasar, pero me aseguro de tener todo para sobrevivir una semana y me montó en mi bengala para emprender mi camino con los demás.

–Que Dios los proteja, cuidense, espero que no les pase nada malo a mis muchachos– el comandante dice con un tinte de dolor en su voz.

Es lo último que escuchó al salir de la ciudad Lighting.