En aquel salón se escucho fuerte y claro el grito de un alfa por salvar a su omega. Hubo tres disparos más, las luces que fueron apagadas durante el ataque, hicieron imposible no ver con claridad quienes fueron aquellas victimas, lo único que se sabia fue:

El primer disparo, sonó en la planta de arriba, cerca donde había estado el omega, quien no se sabia su condición, aquel disparo fue acompañado por un quejido de dolor y golpes estrepitosos, quedo en silencio en cuanto escucharon un peso fuerte en la planta baja.

El segundo disparo, fue cerca donde estaba el omega, sin embargo este no fue acompañado por más sonidos, únicamente por un golpe en seco, el cuerpo desplomado.

El tercer disparo se escucho más cerca de la salida trasera, fue un único sonido, no fue acompañado por más como los otros. Pero eso si, un grito se había escuchado segundos despues de aquel disparo, fue un grito claro que anunciaba quien fue la victima.

—¡MITSUBA!

[ .... ]

La sangre caía de sus manos, sus ojos con el horror se pintaban, la respiración agitada y entre cortada se hacía presente, su única acción que podía hacer, era sujetar con presión la herida donde estaba la hemorragia.
Aquel cuerpo que siempre cuido de él y sus hermanos, ahora manchado de sangre, aquellos cabellos sedosos que al hacer viento revoloteaban delicadamente, ahora estaban desordenados en el suelo, su delicado rostro en el cual siempre había una sonrisa, ahora tenía unas claras y presentes hematomas que arruinaban aquella belleza maternal que la caracterizaba.

Solo le fue arrebatado el cuerpo que luchaba por su vida, para ser trasladado al lugar donde la cuenta regresiva comenzaría.

—Mamá...

Fue lo que artículo el mediano de los Minamoto.

[ .... ]

—¡AO-CHAN!

El grito de una pelicrema llamaba la atención de algunas miradas, sujetaba el cuerpo de su amiga y lo ponía contra ella, sujetaba con firmeza su cabeza, acariciaba con desespero sus cabellos morados para hacerla reaccionar, las lágrimas deslizaban por sus mejillas. Aun que la pelimorada se veía en mal estado, por la sangre que escurría de su frente, a su lado había alguien más que también necesitaba con urgencia ser atendido.

Un omega que por las contracciones no veía claramente, solo veía en dirección a la pelicrema y cabellos índigo, su caída le hizo un poco de daño, sin embargo esa escena donde la pelimorada se atravesó en el disparo, para luego verla desplomarse en el suelo, en aquella oscuridad también atinó a ver como la contraria se había golpeado la cabeza por la caída.
El cuerpo de la chica cerca del suyo lo hizo que se invadiera de terror, no solo por ver a su amiga y amor del pasado morir a su lado, sino también por el riesgo en el que estaba.

La de ojos índigo se arrastro con las pocas fuerzas que tenía y se coloco abrazando con sumo cuidado al pelirrojo, este solo podía sentir como la chica jadeaba por la perdida de sangre.

—Akane-kun...

El chico no podía articular palabras por los dolores que tenía, solo soltó un quejido, lo cual fue tomado como seña de que podía continuar hablando la contraria.

—Minamoto-san... I-iba...

Eso ultimo lo escucho en un susurro antes de que la chica perdiera fuerzas y quedara en completo silencio. El pelirrojo vio caer el cuerpo por completo a su lado, perdiendo la vida segundo a segundo, juraría incluso que llego a rozar su mano con la de la chica y sentir lo fría que estaba, señal de que perdía la vida.

Cuando regreso la luz, una chica pelicrema grito el nombre de la cabellos índigo, corrió hasta ella para tomarla en brazos y tratar de detener la perdida de sangre, también era consiente de la situación de su amigo, pero este ya iba a ser atendido más rápido por su pareja, aun que no iba a dejar a ninguno de los dos, ya que ambos eran sus amigos, no iba a perdonarse nunca si algo malo les ocurría, sobre todo, estando ella ahí sin haber podido hacer algo para detener todo esto.

Las ambulancias no tardaron mucho en llegar, la chica solo vio como se llevaban el cuerpo de una mujer, un chico más, el de su mejor amiga y al pelirrojo. Ella se levanto rápidamente pero fue atrapada por un chico de cabello oscuro, quien la ayudo para que no tropezara, pues esta, había olvidado con tanto alboroto, que aun se encontraba en las escaleras y podría haberse accidentado.

[ .... ]

Un chico estaba dormido sobre el regazo de un omega pelirosa, había estado llorando y aun que este, estaba disgustado por que lo ensuciaba con sus lágrimas, le dolía verlo en ese estado, era mucho más lo que él esta pasando a diferencia suya, quien solo estaba herido del hombro por aquella bala perdida, si así se lo podía llamar. Acariciaba con cuidado el cabello de este para relajarlo, estaba muy tenso, se podía notar claramente como sufría, por lo poco que llevaba conociéndolo, sabia que este, tenía una aura alegre, activa e hiperactiva, pero ahora se veía muy decaído, incluso podía notar unas ojeras formadas bajo sus ojos, podían ser por no dormir correctamente con tanto por procesar.

Volteo a ver a la ventana un momento, aquel cuarto de hospital lo asfixiaba, pero dentro de poco le darían el alta, dirigió su vista ahora hacía las flores que había traído el rubio, con su mano libre tomo una pequeña nota que había en ellas, el escrito decía "No volvería a ser feliz, sino estoy a tu lado" aquellas palabras lo confundieron un poco, por no decir mucho, pero decidió no tomar importancia y dejar aquella nota a un lado.

Una chica de cabellos verdes ingresaba a la habitación acompañada de un chico, este cargaba unas flores en su hombro y una caja bajo su otro brazo, al ver al rubio hicieron silencio, se acercaron con el pelirosa, quien los miro confundido, el chico rubio por otro lado, estaba más que profundamente dormido, por lo tanto no les molesto en hablar en absoluto.

—¿Cómo te encuentras?

—se cruza de brazos—.

—te trajimos dulces de tus favoritos

—ve a otro lado—.

—suspira molesta— Mitsuba... Se que te frustra no haber podido hacer algo por Minamoto-kun...

La chica hizo una pausa y volteo a ver al rubio que se mantenía dormido en el regazo del contrario, la peliverde era consciente que aquella herida que tenía su compañero no fue por un accidente o simplemente por que así pasaran las cosas, la razón fue más profunda, si así se le puede decir y estaba en la declaración dada a la policía.

Flash Back...

Había pasado 48 horas desde aquel accidente, se sabia que de aquel hospital solo estaban dos personas por el atentado, Mitsuba al ser paciente del hospital no podía acceder a esa información, además de ser un simple civil, pero sabia bien que si él estaba vivo... De los otros 3 internados, solo 1 seguía en grave condición o recuperándose, mientras que las otras dos habían sido dadas de alta, en el peor de los casos...

Una mujer vestida elegantemente entraba a la habitación del chico, su porte fuerte y facciones le hizo entender de inmediato que se trataba de una mujer alfa, sin embargo a él no le importaba la clase a la que perteneciera, solo quería acabar y salir de ese hospital. La mujer saludo cortésmente y tomo asiento en una silla que estaba al lado de la cama pero a una distancia poco alejada. Sacó un bolígrafo y libreta, con esto en sus manos empezó su interrogatorio, él ya había sido avisado por la chica Nanamine que pasaría esto, en cuanto despertó y recibió la primera visita, que fue de la chica, fue avisado.

—¿En dónde estaba cuando el atentado ocurrió?

—en una habitación con la señorita Nanamine

—¿Recuerda cuando empezó el ataque?

—no, yo solo estaba con la señorita Nanamine, ¿Cómo voy a recordar eso? 

—¿Cómo se vio involucrado?

—Salí de la habitación acompañado de Natsuhiko Hyuga, la habitación quedaba en las zona de atrás, cerca de la salida de emergencia

—¿Tenía relación o amenazas por el señor Minamoto?

—No

—En nuestro informe, el señor Minamoto disparo hacía usted... Sin embargo usted no tenía amenazas o peligraba su vida...

—Simplemente estaba ahí... No podía dejarlo ir, recuerdo bien que bloqueé su paso, disparó...

Fin del Flash Back.

La chica peliverde caminaba junto a su acompañante por los pasillos del hospital, habían terminado con su visita pronto para dejar descansar al chico, aun que sabia que pronto sería dado de alta.

—mi lady, ¿Qué haremos ahora?

—viendo al frente— ....nosotros no haremos mucho, pero él hará que le tema a la muerte...

El chico sonrió por aquellas palabras y soltó un suspiro de enamorado, alcanzó a su amada para luego salir juntos del hospital.

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#Por que siento que en el próximo capítulo van a querer matarme ;^;