《✾》28《✾》
La casa estaba en silencio, los cuarto estaban vacíos, aquella cocina donde debía salir un aroma a comida casera para luego ir a recibir a la persona con la que compartes y formas un hogar, ahora estaba cubierta por las penumbras y la tristeza que florecía en cada esquina del lugar.
¿A eso se le puede llamar hogar? A una casa donde estas tu solo y no hay otro acompañante más que el silencio, ¿Eso es hogar?
—¿Esto es un hogar?
Una chica pelicrema bajaba con una niña rubia en brazos, la cubría con una manta mientras la arrullaba en brazos, hace unas horas estaba dormida y ahora se encontraba llorando a mares, buscando la calidez de sus progenitores, más bien, su progenitor.
—Minamoto-san, Teruko no ha dejado de llorar, ya trate de dormirla, arrullarla e incluso le cante una canción de cuna
—carga a la niña— lo siento Yashiro
—descuida, pero es que Teruko-chan solo quiere estar con usted o con...
La chica guardo silencio, un silencio que desde hace un par de días reinaba en aquella casa.
Flash Back...
Los gritos no cesaban en el lugar de la fiesta, la gente corría de un lado a otro obstruyendo el paso a las personas, los empleados del lugar bloqueaban el paso a periodistas que trataban de entrar al lugar a ver que pasaba, pues en toda la velada se habían mantenido fuera entrevistando a las personas que llegaban al lugar, el ruido de las sirenas se escuchaban en las calles de la ciudad, la velocidad de los autos por apartarse y dar paso a urgencias era muy notorio pues los primeros informes avisaban que hubo un ataque a dos de las personas más poderosas del lugar, aun que el poder y el dinero no pueden evitar la muerte.
Sus manos se teñían de rojo por el intento de parar la sangre, su vista se tornaba borrosa por las lágrimas que caían, la impotencia por las ambulancias que no llegaban hacían que su desesperación fuera en aumento, volteo a ver a su hermano que ayudaba a su pareja, quien ahora estaba en labor de parto a pesar de la caída que tuvo, sin duda aquel escenario era todo un desastre, si aquellas dos personas y nuevo ser que llegaba al mundo, luchaban por vivir, dos inocentes más aguardaban por ayuda, su condición no era delicada pero la perdida de sangre aumentaba con los segundos.
Las personas empezaban a apartarse y los camilleros llegaban al lugar brindando ayuda rápidamente, las cuatro personas heridas fueron subidas a las ambulancias enseguida y trasladadas sin perder tiempo al hospital.
Un chico rubio estaba acompañando a su hermano al hospital, al de ojos azules mayor no le permitieron subir con su pareja, pues necesitaban espacio y cero presión tanto para el alfa como para el omega. El menor manejaba lo más rápido posible, aun que su hermano estaba preocupado, no era el único que temía por la vida de alguien, él tenía miedo por la vida de su madre, quien había recibido uno de los tres disparos que se habían escuchado, las otras dos personas heridas, habían sido aquella beta pelimorada y ese omega de cabellos rosas.
[ .... ]
En urgencias, un chico veía como internaban a su madre al quirófano y a su pareja al área de parto, un mismo lugar, dos caminos diferentes y las dos personas más significativas de tu vida, luchando por no irse de su lado.
Cayó de rodillas al suelo, exhausto por todo el momento que estaba viviendo, es aquel momento que deseas que sea una horrible pesadilla, de la cual despertaras con un grito ahogado a mitad de la noche, en tu cama y calmando tu respiración poco a poco, tal vez no vuelves a dormir pero sabes que no es real, sin embargo, esto era una realidad de la cual quería escapar.
Una enfermera pasaba a un lado del rubio, quien lo ayudo a levantarse para luego sentarlo en las sillas de espera, le extendió un vaso de agua.
—es mejor que espere sentado, el doctor que atiende a la señora es de los mejores del hospital...
—ella es fuerte...
Logro articular en medio de las lágrimas silenciosas que resbalaban por sus ojos.
—asiente— su omega también, no debe perder la esperanza... Nosotros vamos a cuidarlos muy bien
Fueron las palabras dichas por la enfermera las que levantaban un poco la fe del rubio pero las horas a partir de que la luz del quirófano se encendían para indicar el inicio de la operación, empezaban a correr, la vida ya estaba a contratiempo y solo quedaba rezar por ellos.
Una chica de cabellos crema era acompañada por dos chicos iguales, quienes buscaban a sus demás amigos en el lugar, pasaron a recepción a hablar con una enfermera para poder localizarlos lo más pronto posible.
—Aoi Akane y Niki Minamoto—dijo casi gritando—.
—la señora Minamoto esta en quirófano, hace unos minutos inicio la operación, el joven Akane esta en área de maternidad
Los tres salieron corriendo en diferentes direcciones, los gemelos a quirófano y la pelicrema al área de partos.
Los gemelos Yugi al primero que divisaron fue a Kou Minamoto quien estaba esperando en una silla acompañado de Natsuhiko Hyuga, el de ojos azules estaba muy aterrado, el contrario solo se mantenía en su lugar en signo de apoyo al menor.
—¿Hay noticias?—hablando despacio—.
—niega—.
—¿Y el llorón?
—La señorita Sakura, esta con él, no esta grave solo lo hirieron en el hombro, la chica beta esta en quirófano, la herida tampoco es grave pero la perdida de sangre puede ser problema....
—voltea a ver— ¿Mitsuba?
—Si, esta herido...
—sorprendido— ¿Cómo?
—pues....
[ .... ]
Una pelicrema cabeceaba por el sueño que ya tenía toda la noche estaba al lado del rubio esperando por la respuesta de los doctores, ella sabia que el parto en las mujeres era difícil y a veces se complicaba, en los omegas era peor, sin embargo no quería pensar en aquellas cosas negativas. El rubio a su lado estaba muy despierto y con la preocupación carcomiendo su vida y alma.
La luz se apago, tanto en el área de quirófano como en el área de parto, esta acción no fue notada por ninguno de los que esperaban, sin embargo el corazón de dos rubios se partían en mil pedazos.
Fin del Flash Back...
Un chico rubio entraba a un cuarto, cargaba en sus manos una flores blancas, en aquella cama descansaba un chico de cabellos rosas, desde que había sido dado de alta no había podido visitarlo, pues con aquellos hechos pasados no encontraba las fuerzas suficientes para levantarse, puso las flores cerca y luego se sentó en la cama.
—¿Cómo estas?—dijo en un susurro—.
—murmura— bien
—Mitsuba...
El mencionado volteo a ver al rubio, este solo se acerco sin decir nada y beso la frente del contrario, quien se ruborizo por aquella acción y listo para protestar, sintió como la cabeza del rubio bajaba a su hombro y descansaba en este. Su mano acaricio la cabellera rubia con delicadeza, sabia que desde fue dado de alta del hospital, este no se encontraba bien y aun que no podía hablar con él.... No, él no se sentía listo para hablar con el ojiazul, sabia que hablar con él en esos momentos sería muy incomodo para los dos, tenía que darle tiempo.
—lamento tu perdida...
—llorando inconscientemente— ¡ELLA ERA MI MAMÁ!
Fueron las palabras que dijo antes de soltar al llanto.
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#Próximo capítulo más drama y más respuestas :D
/desaparece para planear su ruta de escape para cuando publique próximamente ya sepa por donde huir
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