《❀》20《❀》
Era de noche, en una habitación estaba un chico pelirrojo sentado en la cama, se encontraba leyendo mientras esperaba a que llegara su pareja, tenía que hablar con él con respecto a su ciclo de celo, no le daba pena, pues debía confiar en él ahora que eran pareja, sin contar que su amiga omega le había sembrado esa duda, necesitaba hablarlo con Teru, para poder estar más tranquilo, aun que eso ahora se vería imposible. El chico soltó el libro de forma inesperada, se doblo un poco, pues comenzó a sentir dolor en todo su cuerpo, soltó un ligero quejido por el dolor y se acostó de lado sujetando su abdomen con una mano, dolía demasiado y poco a poco comenzó a sentir calor, ahora lo entendía todo, su ciclo de celo comenzaba.
Con un poco de dificultad se fue al baño a buscar supresores, los cuales estaban cerca de su alcance, agradeció que las preocupaciones de su amiga lo hicieran correr a buscar los supresores y dejarlos a la mano en caso de que esos días se presentara su ciclo. Luego de haberse recuperado un poco se despojó de toda su ropa y se metió a bañar.
Unos treinta minutos despues, salía bañado y con ropa limpia, iba secando su cabello cuando se topo con el rubio, quien estaba en la cama cambiándose la ropa de trabajo por una más cómoda.
—Akane, ¿Terminaste ya?
—oh si, yo también te amo
—negando— perdón, no te vi al llegar y pensé que te paso algo, luego escuche que estabas bañándote
—si, me sentí un poco mal
Mintió el chico, no sabia como comenzar la platica con respecto a su celo, no le daba pena decirlo, pero no sabia como abrir el tema, no supo cuanto tiempo se quedó callado, pues el alfa lo tomo de la mano y lo hizo sentarse a su lado.
—¿Estas bien? Te veo distraído, ¿Alguien te hizo algo? ¿Te dijeron algo?
El chico salió de sus pensamientos y dirigió su mirada al rubio, ambos se veían a los ojos de una forma tierna, el pelirrojo se sintió más seguro y trato de hablar con el contrario.
—Bueno Teru, si pasa algo...
—¿Y qué es?
—suspira— mi....ciclo de celo
Dijo con un rubor en sus mejillas y agacho la mirada, se sentía sumiso por lo dicho, ¿era normal no? Él era un omega y por naturaleza son sumisos en estas situaciones, pero para a Akane que fue un omega educado como Alfa se le hacía muy extraño sentirse de esa manera. El joven a su lado sonrió enternecido por el comportamiento de su pareja, nunca imagino ver una faceta así de él, pero no lo tomaría con burla, era un poco peligrosa esta situación, no por que él fuera a atacarlo en este estado, sino, por la decisión que tenga su novio, no quería ni presionarlo ni incomodarlo.
—Aoi
Llamó el alfa al omega, tomándolo con una mano del rostro para que lo viera y con su mano libre juntarlas con las manos del pelirrojo para transmitirle seguridad y calidez.
—No es necesario que me expliques esto, si es necesario puedo irme de la casa mientras pasa tu ciclo, también puedo pedirle a los trabajadores que se vayan del lugar, lo que tu me pidas lo cumpliré
Dicho esto, beso la frente del contrario y se separo para sonreírle. El chico pelirrojo solo estaba ruborizado, no sabia si era por las palabras o por su celo, tal vez ambas, este era un gesto muy lindo por parte del mayor y agradecía internamente que ambos fueran pareja.
—Esta bien Teru, no es necesario que te vayas....no esta noche, ya tomé mis supresores...y no me da miedo el que estes cerca...preferiría tenerte aquí...
El alfa se sorprendió un poco por lo dicho pero acepto asintiendo levemente. Antes de seguir con su burbuja de amor, el alfa salió de la habitación y ordeno a los empleados del lugar que se retiraran antes y que no se presentaran en los próximos días, no es que desconfiara en ellos, total, todos eran betas, pero aun así quería complacer a su pareja y que este no estuviera rodeado de tanta gente para que no se sintiera incomodo.
[ .... ]
En la habitación estaba un alfa recargado en la cabecera de la cama y en medio de él estaba el omega descansando, esa noche el omega había pedido que estuvieran así un rato, tal vez el celo lo hacía delirar con sus peticiones, pero enserio que adoraba estar en esa posición. Estuvieron así un buen rato hablando de cosas triviales y de temas al azar, hasta que el rubio toco un tema muy importante para él.
—Aoi
—¿mmm~?
—sabes...hace tiempo...conocí a un omega
Esas palabras sobresaltaron un poco al pelirrojo, pero trataría de escuchar lo que diría el alfa, si decía que fue hace tiempo, no iba a dejarlo ¿verdad?. El rubio se acomodo y apego más al pelirrojo con él, paso sus manos hacía la cintura de este, sujetándolo de forma suave y dando leves caricias.
—era un omega muy lindo, su sonrisa alegre, su pasión por la lectura y su forma de ver la vida eran tan perfectas, él era perfecto para mi, era la pieza faltante de mi rompecabezas...no se como comenzó mi querer por él, si inicio con su mirada, con su rostro, su persona lo que me enamoro...
—con un tono de preocupación— ¿Y...qué pasó?
—....que al amor y a ti los conocí el mismo día
El alfa tomó del rostro al omega y lo acerco a él rozando sus labios, no los junto, quería disfrutar de esa corta distancia con el menor, mezclar sus respiraciones, prestar atención a los latidos acelerados de ambos. La distancia se corto cuando el omega besó al rubio, disfrutando de un vaivén lento y sincronizado, danzando sus labios a la par, saboreando el néctar personal de cada uno, la esencia que los sucumbía a desear más uno del otro. El chico pelirrojo se acomodo, sentándose de frente al rubio, pasando sus manos por los hombros de este, en su mente divagaban unos leves recuerdos, no sabia bien de que eran, pues se veían borrosos.
Tabula Raza, teoría que propone que cada individuo nace con la mente vacía, así es como se sentía el chico de cabellos rojizos, parecía que jamás hubiera tenido recuerdos, como si recién estuviera viviendo, al principio creyó que algo malo estaba pasando con él y que se desmayaría en cualquier momento, pero no fue así.
Parado en medio de la nada, en la obscuridad del vacío, ahí estaba Aoi Akane parado observando a su alrededor, no tenía en ese momento las palabras adecuadas para describir lo que sentía y a punto de caer en una locura todo se revelo, su mente tomaba color y frente a él aparecía aquel chico con el que soñaba todas las noches.
El rubio veía preocupado a su pareja, pues el pelirrojo estaba quieto sobre él con los ojos abiertos, como si estuviera asustado, derramando algunas lagrimas. Con sus pulgares limpio con cuidado aquellas gotas saladas y ya con mayor preocupación trato de sacar de sus pensamientos al omega, pero antes de hacerlo este ya estaba reaccionando.
Lo beso de forma profunda y transmitiendo sus sentimientos a su pareja, desatando su aroma a frutillas, inundando el lugar con este. El alfa al inhalar aquel aroma, tomo al omega recostándolo en la cama y soltando sus feromonas, ambas esencias se mezclaban a la perfección formando una sola, una increíble combinación que fascinaba a ambos. El calor en aquel cuarto comenzaba a aumentar y aquellos besos subieron de tono, las caricias no se hicieron esperar. La ropa comenzó a sobrar en aquel momento de placer y ambos se fueron deshaciendo de sus prendas sin quitar aquel ambiente de romance formado por ambos.
El alfa besaba con pasión al pelirrojo, invadía la cavidad bucal del contrario con su lengua, disfrutando cada rincón de su boca. Sus manos se empezaron a pasear por todo el torso del menor, delineando la delicada y delgada figura de este, repartiendo caricias en este, toco el pecho con delicadeza, haciendo movimientos circulares en los pezones del omega, provocando suspiros y chillidos de placer por aquella estimulación en el área, pellizcó y masajeo con delicadeza su pecho, llevó el beso de su boca a la clavícula, repartiendo besos húmedos y pequeñas mordidas en esa área. El omega mordía sus labios reteniendo los gemidos, pero la siguiente acción del alfa hizo que gritara e incluso derramara algunas lagrimas de dolor. Aquellos besos que el alfa había repartido en esa zona solo eran una preparación para lo que fue una mordida, no era un lazo, pero si había dejado una marca.
El omega respiraba agitadamente sobre la cama, su vista estaba nublada por el placer que le provocaba el alfa, cada beso y mordida que era repartida en su cuerpo le acaba gemidos y suspiros de placer. No pasó mucho para que las manos del mayor fueran a esa zona baja de él, una de sus manos calientes envolvían con lujuria su miembro, con movimientos que iban coordinados, un vaivén de placer puro para el contrario, la otra mano rozaba su entrada que empezaba a humedecerse por el lubricante natural que se formaba. Un dedo basto para que el omega se separara del beso que tenían y soltará un gemido de placer, aferrándose a las sabanas de la cama, el alfa al ver esta reacción, comenzó a moverlo lentamente y tocando ese punto de placer que derretía al omega debajo de él, metió un segundo dedo para jugar en el interior del contrario, adoraba ver esas expresiones y obviamente lo haría sufrir.
En aquella habitación se escuchaban los gemidos del omega y algunos gruñidos del alfa, tener el cuerpo de su omega para el solo era todo un disfruten, era perfecto, encajaban a la perfección y no habría nada que los separara.
Los movimientos de cadera del alfa y omega eran sincronizados, ambos se complacían al mismo tiempo, unos minutos despues, el pelirrojo fue el primero en venirse, manchando ambos en la zona del vientre, el sudor mezclado con sus expresiones enloquecían al rubio, quien aun no satisfecho siguió moviéndose dentro del omega, hasta que se corrió dentro de este y provocando que ambos suspiraran por el placer.
Aun jadeando y temblando, el omega fue el primero en tratar de articular palabras, aun que por aquel acto cometido estaba muy cansado.
—T-te amo
—jadeando— y-yo igual
El alfa iba a salir del contrario, pero un chillido agudo y lastimero lo alarmo de sobremanera.
—A-aoi...¿Estas bien?
—cerrando los ojos y aferrándose al contrario— s-si
Ambos chicos trataban de relajarse, hasta que cayeron en cuenta de algo. No habían usado protección.
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#Si, si, ya se que me desaparecí un buen, pero fue por culpa de las clases, luego no supe ni como seguir la obra y...pero pues ya, ¿no?.
-Ya recuperé la inspiración e incluso visualice 14 millones seiscientos cinco futuros alternos...
-¿Y en cuál hay final feliz?
-En uno
....
Tipo: estoy como tomate por lo que he escrito, les juro que olvide como hacer este tipo de contenido 0///0
En fin, chao chao.
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Psd. No es por alarmarlos o preocuparlos, pero...
Spoiler: habrá muertos.
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