07. Vegetta y Luzu, mamá e hijo
-¡¿Qué casi hiciste qué?!
Luzu dejó salir el humo de sus labios y se encogió de hombros.
Vegetta frente a él, con una mueca en el rostro y los brazos cruzados no era la imagen que quería tener en ese momento.
« La imagen que quiero frente a mi involucra a Quackity, un lugar a solas y yo sin muletas. Pero creo que ya no se va a poder. »
-Que casi beso a Quackity — Luzu dijo — pero no lo hice.
-¿Y se puede saber por qué no lo hiciste?
-Porque llegó Rubius y el salió corriendo sin despedirse, equis — Luzu dejó caer su cabeza hacia atrás — Dije algo que no debí haber dicho antes y por alguna razón esa fue mi manera de intentar "enmendarlo", arruinadolo aún más.
-¿Me recuerdas por qué te dejé salir? — Vegetta se llevó las manos al rostro — te daría un golpe si no estuvieras lo suficientemente jodido... En todos los sentidos.
-Que gran amigo eres, Vegetta.
-Una bromita, Luzu, sabes que no soy capaz de golpearte — Vegetta suspiró — ¿Que fue lo que dijiste?
Luzu comenzó a contar con todo el cuidado del mundo lo que había sucedido mientras Vegetta lo escuchaba en silencio, pues las únicas reacciones que mostraba eran levantar las cejas o abrir los ojos y boca en grande, conforme la historia avanzaba, Luzu sentía que se le hacía un nudo en la garganta.
Estaba consciente de que lo había arruinado con Quackity, pero por alguna razón quería arreglarlo, no quería quedarse con las manos cruzadas y perder otra amistad, bueno, no tan amistad, pero si amistad.
-¿Masticas agua de casualidad?
Luzu solamente le sacó el dedo de enmedio.
-Luzu, ¿Por qué crees que Quackity reaccionó mal cuando le dijiste que lo querías besar y luego le dijiste que no se ilusionara? — Vegetta se frotó el puente de la nariz.
-Eh, porque a una hombre hetero no le gustaría que un hombre venga y le diga "Ciindi yi ti bisi' — se imitó a si mismo — estoy muy seguro de que lo hice sentir incómodo.
-Ay, Luzu, Luzu, Luzu — Vegetta se sentó junto al castaño — no sé qué es peor, tu con tu "Ni mi giisti Qiickiti" o tu con tu "Qiickiti Is hitiri".
-¿Qué dices?, No me gusta y es hetero.
-¡Te gusta, Luzu, intentaste besarlo y uno no hace eso con cualquiera! — Vegetta soltó — ¡Además de que estoy demasiado seguro de que ese chico te quiere comer la boca y luego pedirte matrimonio, y no solamente de chill, Dios mío!
-¿Y por qué estás tan seguro de que me quiere comer la boca?
-¿Y por qué no negaste que te gusta?
-Prioridad a lo importante, porfavor — Luzu hizo una mueca.
Vegetta sonrió y luego soltó un suspiro.
-Mira, ambos somos muy conscientes de las actitudes que tienen las personas alrededor de la persona que les gusta, pero cuando nosotros le gustamos a otra persona, es bastante difícil darse cuenta de esas actitudes, ¡Y más si esa persona también te gusta!, Porque comienzas a ser negativo y si notas las actitudes nuevas que te dan una señal, tu simplemente las ignoras o te dices a ti mismo que seguramente te lo estás imaginando o que así se comporta con todos — Vegetta explicó — pues ese es tu caso con Quackity, Luzu, ese chico te mira con brillo en los ojos, además de que no es muy de amigos mandarle un ramo buchón de rosas a tu amigo.
-¿Pero y si tiene un esguince, no es normal?
-Aunque tenga un esguince tus amigos suelen mandarte notas de "Ojalá te mejores pronto" o simplemente te dicen "Tío, que estás jodido, pero te pasa por gay".
-¡Literalmente esas fueron las reacciones de la mayoría que no fuera Quackity! — Luzu chilló — ¡Quackity me mandó un ramo de rosas buchón y chocolates, además, me regaló un reloj!
-¡Exacto, Luzu! Eso uno no lo hace con sus amigos... ¡Amigos!
-Ay, entonces, ¿Le gusto a Quackity?
-Le encantas, Luzu, y lo haces mucho, pero aquí la cosa es que tú respondas, ¿Te gusta Quackity?
En si, Luzu estaba seguro de su respuesta, pero por alguna razón, una pequeña parte de su corazón se negaba a aceptar que había alguien más que estaba conquistandolo, que había alguien más que le estaba robando los suspiros y lo estaba haciendo sonreír cómo un tonto.
Pero, no estaba seguro de si esa pequeña parte se negaba a soltar a Auron, o si no quería exponerse y darle su corazón a alguien nuevo, arriesgandose a que le puedan hacer daño una vez más.
Desde que Auron y el se habían separado, Luzu lo había usado de excusa para no conocer personas nuevas, "Aún estoy enamorado de Auron" era lo que más solía decir, pero era solamente una excusa que le decía a los demás y a sí mismo, aunque no fuera más que una mentira.
Una parte de el se negaba a darle su corazón a alguien más, pues tenía miedo de que lo pudieran dañar otra vez, pero al mismo tiempo se aferraba a la ilusión que se había hecho de Auron, y estaba consciente de que todo el cariño no se había ido de un sólo.
Pero por alguna razón, con sólo ver a Quackity, no le daba miedo entregarse a el en corazón, alma y cuerpo. Su sonrisa era suficiente para matarlo y sus ojos lo hacían volar entre las nubes en el cielo, a pesar de que se había estado intentando convencer de lo contrario, a él también le gustaba el pelinegro.
Quería ser de Quackity, quería que sus labios le pertenecieran, quería que sus ojos fueran solamente para el y que Quackity supiera eso, quería que sus caricias estuvieran reservadas, que sus suspiros fueran causados por una sola persona y que su piel se estremeciera únicamente ante su toque.
Luzu se llevó las manos al rastro y suspiró.
-Si, Vegetta, me gusta Quackity — Luzu aceptó en voz alta — me gusta Quackity, y mucho.
-Entonces habla con el, Luzu, no actúes como un niño de secundaria, ambos son adultos — Vegetta intentó animar — te aseguro que el corresponderá tus sentimientos, y si no lo hace, el helado tiene descuento en el mercado.
-Gracias, Vegetta, ¡Si, hablaré con el!
-¡Esa es la actitud! — el pelinegro dijo con una sonrisa — ahora, déjame terminar la cena.
Luzu buscó su teléfono desesperadamente mientras escuchaba cómo Vegetta salía de su habitación dejándolo sólo. Buscó el nombre de Quackity en su lista de contactos y lo encontró con una estrella, puesto en favoritos.
Luzu dejó de respirar un par de segundos antes de darle al botón de chat y encontrarse con su plática del día anterior con Quackity, antes de que la cagara por completo.
Escribió y borró varias veces el mensaje para terminar decidiéndose por un simple "¿Podemos hablar?", Sin darse mucho tiempo a si mismo para pensar en lo que estaba haciendo, le dió al botón de enviar.
« Ya se envió, falta que lo rec... Ya lo recibió, ¡Okay!, Creo que tardará más con el leí... ¡Ya lo leyó! »
Luzu entró en pánico cuando vió que debajo del "Quackity :)" había un "escribiendo", luego el "escribiendo" desapareció, y luego volvió a desaparecer por un par de minutos donde Luzu no abandonó el chat en ningún momento, fijándose en el "leído" y esperando impaciente una respuesta.
Luego de una no tan larga espera, un mensaje cayó y Luzu lo leyó al instante.
"Está bien, Luzu
Restaurante de comida mexicana, mañana, en el almuerzo?"
"Donde tú quieras y cuando quieras está bien.
Gracias por aceptar."
"También estoy consciente de que necesitamos hablar"
"Okay, Quackity.
Buenas noches, descansa."
Y... Lo dejaron en visto.
-Bueno es un avance, ¿No?, ¡Si, es un avance!
Luzu salió de su habitación aferrándose a las muletas y pensando en las miles de posibilidades que tenía para el día siguiente.
Vegetta ya lo esperaba en la mesa, parecía estar bastante centrado en su teléfono, tanto que ni siquiera notó la presencia de Luzu en el comedor.
-¿Desde cuándo tú y Rubius son tan unidos, eh?
Vegetta dió un salto del susto al escuchar la voz de Luzu detrás de él, alejó la pantalla de su teléfono de la vista de Luzu y le dedicó una mala mirada.
-Desde que me enteré que te gustaba su mejor amigo — Vegetta dijo — osea, desde siempre.
-Muy gracioso, Vegetta — Luzu se sentó con el de orbes lilas y comenzó a comer en silencio.
-Y... ¿Entonces?
-Mañana hablaré con el.
-¿Eso significa que debería ir con Rubius en la noche?
Luzu levantó una ceja hacia Vegetta, quién al darse cuenta de lo mal que había sonado lo que había dicho, se retractó al instante.
El castaño soltó una carcajada que resonó en todo el comedor cuando Vegetta casi se atragantó con el agua que estaba tomando.
-¡Me refiero a pasar la noche con Rubius, pero cómo amigos, solamente, para que tengas la casa sola con Quackity!
Vegetta observó de mala manera cómo Luzu estaba a punto de llegar a llorar de la risa, mientras sus mejillas.
-Vamos a ver quién ríe de último, Luzu.
-Ya veremos, Vegetta, ya veremos.
[💙]
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