Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16. Recomenzar.

Tema: Volver a empeza/by Alejandro Lerner



Un silbido anuncia que el agua hirvió, cierro el gas temblorosa, tomo la jarra y vierto un poco en cada taza, las que coloco sobre su platillo correspondiente y los mismos sobre una charola. Los sobres de té, azúcar, edulcorante y leche. Galletas de salvado y mermelada de arándanos. Cierro mis ojos evocando fuerzas para controlar mis nervios.

Desde que entramos en la casa yo estoy es la cocina sola, Camilo y Margot están en la sala en silencio ya que mi tía dijo que hablaríamos los tres.

—Vamos Adela, ve y enfrenta la situación que tu eres todo menos cobarde — me dije a mi misma.

Tomé la charola e ingresé a la sala con la frente en alto, coloqué todo sobre la mesa y me senté junto a mi prometido, porque eso es, mi prometido.

Margot nos miraba esperando que uno de nosotros comenzara a hablar y fue Camilo quien lo hizo.

—Mamá, primero que nada espero que no realices ninguna de tus escandalosas escenas, Adela está mal.

—Yo también me siento fatal por eso estoy aquí, creí que mi sobrina y yo podríamos compartir un rato juntas y que me contara cosas bellas de Perla, porque a pesar de todos los años separadas y de las mil diferencias era mi hermana, mi pequeña hermana y la amaba. Pero por lo visto el motivo de conversación será otro — tomó uno de los sobres de té y lo colocó en la que sería su taza.— ¿Cuándo comenzó este...lo que sea que tengan?

—Hace un par de meses, por un amigo en común. Adela y yo no sabíamos de nuestro parentesco hasta que nos vimos en casa de la abuela y para ese momento ya era demasiado tarde.

—¿Tarde para qué? —bebió un sorbo de té—

—Para acabar con lo nuestro. Seré breve y directo. Estamos enamorados y nos vamos a casar.

Margot soltó una fuerte y sonora carcajada. La muy bruja se estaba burlando de nosotros.

—¿Qué es tan divertido mamá?

—Ustedes. Ustedes y su ingenuidad. ¿Casarse Camilo? ¿De veras? Pero en que mundo viven. ¡Son primos, por Dios!

—Me tiene muy sin cuidado lo que pienses. No estoy pidiendo ni tu opinión ni mucho menos tu aprobación solo te informo que vamos a casarnos le pese a quien le pese.

—Camilo hijo. Siempre fuiste el más problemático de los tres, nunca me obedecías, todo el tiempo haciéndome renegar y quedar mal frente a mis amistades. Pero eso acabó porque ya no tienes diez años. Debes madurar y entender que la vida no es amor y felicidad hay apariencias que cuidar para evitar estar de boca en boca, hay que preservar el buen nombre de nuestra familia. Así que no se hable más. Quédate aquí esta noche, despidanse, hagan lo que quieran pero a partir de mañana cada uno por su lado y esto será un secreto, nuestro secreto — sonrió para proceder a untar una galleta con la mermelada y llevársela a la boca.

Yo solo podía observarla atónita. Era una sínica, pedante, mentirosa y manipuladora.

—Margot, no sé que es lo que buscas pero te diré algo, no me separaré de tu hijo. Así que vas a tener que escoger, dime ¿qué prefieres? ¿qué todos hablen porque tu hijo se casó con tu sobrina o que lo hagan por tu secreto?

Su mirada pasó de autosuficiencte y decidida a miedosa y sorprendida.

—¿De qué hablas Adela? —preguntó Camilo, confundido.

—Que te lo diga tu madre, si tiene el valor suficiente, claro.

—¡Cierra la boca muchachita maleducada! —dijo alzando la voz y con tono amenazante.

—¡No te atrevas a gritarle a mi mujer! — Camilo se puso de pie y la miró furioso.

—Estás defendiéndola a ella que me agrede y me amenaza ¡yo soy tu madre niño ingrato!

—Vete de aquí y dejamos vivir en paz. Ocupate de tu vida y deja de molestar de una maldita vez. Si Clara y Cristóbal son felices permitiendo que los manipules y decidas por ellos es su problema pero a mi no, por mí no decidirás!

—¡Respetame! —le exigió ella.

—El respeto no se pide, se gana y tú nunca has hecho ni el más mínimo esfuerzo para ganarte el mío.

—¡Camilo por favor! ¿Qué no te das cuenta que todo esto es una locura? —insistía.

—No voy a seguir perdiendo el tiempo contigo mamá. Ya dije lo que tenía que decir.

Se veían de forma desafiante.

Margot se puso en pie, sacudió su falda y acarició su cabello colocándose sus gafas para el sol.
—Se que recapacitarás hijo — giró marchándose.

Nos miramos a los ojos para luego abrazarnos. Sabíamos que esto sería así pero igualmente la situación se sintió espantosa.

—No me importa lo que ella piense o diga Adela. Nosotros estaremos juntos, nadie va a separarnos. Te amo mi estrella.

—Y yo te amo a ti.

En otro momento me hubiera preocupado por el hecho de que de peleara con su mamá, pero ahora solo quiero ser feliz, pues siento que lo merezco.

—Adela, ¿qué es ese secreto del que hablabas?

—Nada importante mi amor — mentí— ahora solo llévame a la cama y hazme el amor.

—Uy...¡que directa! Será un placer



—¿Y por qué nunca nadie habló de eso mamá? O sea entiendo que es un asunto delicado pero sus hijos merecen saberlo.

Ay mi niña, ¿es qué a caso olvidas como es mi hermana? Las apariencias, el que dirán, el apellido y bla bla bla.

¿Cómo es posible que y ella sean tan distintas si se criaron de la misma forma y con los mismos valores?

—La vida nos trató diferente. Y esto te lo cuento es porque en este instante solo me interesan tú y tu tranquilidad. Y por supuesto para que seas feliz.

¡Gracias mamá!

Pero te pido por favor que lo digas solo si es necesario, si de ello dependieran tu futuro y tu felicidad. De no ser así confío en que guardarás el secreto por siempre.

—Tenlo por seguro ma.



La semana pasó lenta y sin mucho que contar. Los días eran largos y solitarios y por más que Camilo dormía en casa me sentía más sola que nunca. Pasaba el día entero en el dormitorio de mi mamá, acostada en su cama y rodeada por sus cosas.
Hallé las cartas de las que me habló pero aún no he tenido el valor para leerlas, son sólo seis pero al ver de quien provienen algo en mi interior me impide hacerlo.

Camilo llegó a las 8:00 pm, como cada día me obliga a levantrme, darme una ducha y comer. Su paciencia es infinita. Se recuesta con mi espalda apoyada en su pecho y me acaricia con dulzura.

—Amor — me dijo en un susurro.

—Dime.

—No puedes seguir así. Sé lo difícil que ha sido esto, sé que la extrañas y que la necesitas pero tienes que entender que te hace mal quedarte todo el día encerrada y pensando en lo mismo. Debes retomar tu vida, volver a la facultad, renunciar el club formalmente y venir a trabajar conmigo como te lo dije hace tiempo.

Gire sobre mi cuerpo quedando frente a él.

—¿Cómo haré para seguir sin ella? ¿Cómo sonreiré si ella ya no está? ¿Cómo seré feliz sin ella a mi lado?

—Es que allí está el problema Adela. ¿Qué ya se te olvidó todo lo que dijiste en el cementerio? Sólo piensas en ti. Si ella estuviera aún con nosotros estaría internada o en casa pero sufriendo física y emocionalmente. Puede sonarte horrible pero su partida fue una liberación para ambas y estoy seguro que ella quiere que comiences tu nueva vida, claro que siempre estará contigo pero recuérdala feliz.

—Mamá me decía siempre que me refugiara en los buenos recuerdos y que recordara los momentos felices.

—Mi tía siempre fue una persona muy sabia, debes de hacerle caso y volver a empezar. Ella va a estar en paz cuando eso pase, no antes. Hazlo por las dos.

—Gracias. ¿Qué haría yo sin ti?

Lo besé de forma necesitada y con urgencia con el propósito de hacerle entender que lo deseo. Él lo entiende y acepta pasando su mano por el interior de mi pijama hasta llegar a mi seno y acariciarlo. No pasó mucho tiempo hasta que ambos estuvimos totalmente desnudos y entregándonos a la pasión. Con cada movimiento suyo en mi interior mi cuerpo logra sentir descargas eléctricas que me llenan de placer.

—Una semana es mucho — comentó descansando su rostro en mi cuello luego de terminar nuestro encuentro.

—Te prometo que si de mi depende nunca volverá a ocurrir semejante cosa —le dije riendo.

Me sonrió viéndome a los ojos.

—Te amo con locura Adela. No me dejes nunca porque mi vida acabará.

—Nunca te dejaré. ¿Cómo hacerlo si eres lo único que me queda? Te amo Camilo.






Carta 1.

Querida Adela:
que te hice mucho daño y aunque no me creas nunca fue esa mi intención. Si no te conté lo de mi nueva familia fue para proteger tu corazón, y hoy me doy cuenta de que no fue mi mejor decisión. Yo te amo, eres mi princesa y siempre lo serás. Dame la oportunidad de enmendar mi error, déjame demostrarte lo que significas para mi, deja que sea parte de tu vida.
Te ama.
Papá


Carta 2.

Hija:
No sabes cuanto me duele tu rechazo, ya no soporto seguir así. Dime que me perdonas y que volveremos a ser el mejor papá y la mejor hija del mundo. Te amo Adela, quiero abrazarte, que jugemos mikado y tomemos helado en la madrugada. Dame una nueva oportunidad.
Te adora.
Papá.



Carta 3.

Mi princesa:
Hoy estás cumpliendo tus quince años. ¡Adoraría estar allí! Llenarte de besos, bailar el vals y brindar. Imagino que has de ser una muchacha hermosa y ya siento celos de imaginar chicos rondándote.
¡Vuelve a mi vida mi niña! Dale la oportunidad de volver a conocerte.
Estaré esperando tu respuesta.
Te adoro.
Papá.




Carta 4.

Mi adorada Adela:
Hoy cumples tus dieciocho, ya eres una mujer. Ya no seguiré rogando tu perdón sólo te diré que deseo que seas feliz. Estoy seguro de que tu mamá ha realizado un excelente trabajo contigo. Recuerda que llegarás hasta donde tu quieras y los límites no existen a no ser que tu misma te los impongas.
No olvides que te amo.
Se feliz.
Papá.



Carta 5.

Hija:
Puedo imaginar lo mal que lo estás pasando con la horrible enfermedad de Perla. Cuando ella ya no esté búscame, tenemos asuntos que arreglar.
Cuídate.
Papá





Carta 6:

Adela:
Discúlpame por haberte ocultado las existencia de estas cartas. Estas son sólo las que consideré más importantes, muchas otras las quemé. Me dijiste tantas veces que no querías saber de tu padre que me sentí con el derecho de mantenerte al margen de esto. El decía quererte mas nunca quisiste escuchar las razones por las que se alejó. Buscalo y dale la oportunidad, de explicarte, no es bueno vivir con rencor.
Te amo mi ojos de cielo.
Mamá.



—No puedo creerlo —le dije a Camilo con sorpresa.

—¡Ni yo, princesa! ¿Qué harás?

—Creo que es tiempo de cerrar círculos para que nuevas situaciones vengan. —dije decidida —Voy a ir a buscar a mi padre.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro