Capítulo 39

— Morir congelada no era parte de mis planes — digo mientras intento tomar algo de calor

— ¿Y cuáles eran tus planes? — pregunta Cassian mientras se sienta a la par mía

— Volver con mis padres y estudiar.

Él no dice nada, no logro comprender como una alucinación puede ser tan fuerte, tanto que podría jurar que es real, la nieve se vuelve más fuerte haciendo que mi cuerpo se congele por completo, mi cuerpo tiembla y la ya no siento los dedos de mi mano.

En algún momento de mi vida leí que un trauma reemplaza a otro y yo tengo muchos o al menos una parte de mi lo cree aún, una pequeña parte cree que Cassian es real al igual que todo lo que pasamos.

— ¿Eres real? — pregunto en un tartamudeo

— Soy tan real que llega a doler.

— Choques eléctricos y terapia en una tina con agua congelada — me pongo de pie y lanzó la manta por el techo
— Si eres real y mi teoría es cierta lo vamos averiguar de esta manera.

— ¿Piensas morir congelada? — dice con una expresión de incertidumbre

— Pienso que un trauma reemplaza a otro — me vuelvo a sentar frente a Cassian quien está frotando sus manos intentando tomar calor — ¿cuál es tú nombre completo?

— Cassian Lawson Pernelle.

— Si eres real ¿dónde estuviste todo este tiempo?

— Te estuve buscando, no había ninguna pista de donde estabas y la estuve buscando a la única persona que lo sabría.

— Jesfer...

Mi cabeza duele y mi cuerpo no va a soportar más el frío que nos rodea, Cassian me toma entre sus brazos e intenta darme calor, pero él se encuentra igual de frío que yo.

— No me gustan los abrazos — murmuro — ¡Cassian que me sueltes, no me gustan los abrazos!

— ¡Exacto no te gustan los abrazos! — dice exaltado — toma — coloca un cuchillo en mi mano

— ¿Qué se supone qué haga con esto? — digo confundida

— Esto — se acerca a mí, toma mi mano y hace que clave el cuchillo en su abdomen.

Mi mano tiembla al sentir la sangre de Cassian, saco el cuchillo de su abdomen notando toda la sangre que sale.

— ¿Qué te sucede? — grito exaltada intentado tener la sangre

— Tienes que volver Fanett, solo así podrás cumplir tu promesa, ¿lo recuerdas? Nunca me dejarías y mi sangre nunca estaría en tus manos.

— Pero yo no puedo hacer nada — digo con lágrimas en los ojos

Cassian se recuesta en la pared haciendo que vuelva a mi mente aquel vago recuerdo de cuando estaba herido y la casa se caía en pedazos gracias al fuego. Dos heridas de bala, levanto mi blusa levemente para ver aquellas marcas en mi abdomen.

— Dos heridas de bala en el abdomen, múltiples heridas en la espalda, piernas y brazos...

— Cabello negro y piel pálida — dice Cassian sin dejar de hacer presión en la herida

— Ni una cicatriz en el rostro, cien en la espalda, cicatrices de cortaduras y una quemadura de tener grado en mi pierna derecha, brazos llenos de marcas por quemaduras y cortes...

El dolor en mi pecho al pasar mis manos por mi abdomen el cual tiene evidentes cicatrices al igual que mis brazos.

— No estoy loca — digo con lágrimas en los ojos y en un murmuró débil al borde del llanto — eres real...

Levanto la vista para observar nuevamente a Cassian quien sigue recostado en la pared. Tomo el cuchillo entre mis manos y rasgo un trozo de tela de mi pantalón.

— Haz presión en la herida, voy a abrir la puerta.

Él asiente, me dirijo a la puerta e intento abrirla, las llaves no funcionan e intento con varias cosas como el cuchillo y un clip, pero algo está bloqueando la puerta, lanzó una patada haciendo que tope con algo.

— Es una puerta de metal, no podrás derribarla — advierte Cassian

— No quiero derribar la puerta, solo a lo que la está bloqueado.

Lanzo patada tras patada hasta que se escucha como algo se rompe dejando la puerta completamente abierta.

— Vamos — tomo a Cassian y entramos al pasillo el cual está completamente oscuro

Bajamos hasta donde se encuentra el salón principal el cual está cerrado, unas cuantas velas alumbran el lugar, pero solamente eso, la electricidad no había vuelto por suerte es algo a nuestro favor así no nos pueden ver con facilidad y no hay cámaras de seguridad.

— Algo le sucedió a Nathan, él tenía que haber venido con el helicóptero.

— Con la tormenta es prácticamente imposible que lo logre, vamos al parqueo en donde guardan los autobuses para las excursiones, pero primero vamos a la enfermería.

— ¿Los acompaño? — escucho una voz detrás nuestra

Es una voz grave con cierto grado de burla en su pregunta, empuño el cuchillo y me lanzo a él topando su cuerpo contra la pared mientras junto el cuchillo a su cuello.

— ¿Quién demonios eres? — digo entre dientes

— Creo que finalmente nos encontramos, no dude en venir cuando me dijeron que hubo un misterioso apagón.

— Te pregunte quién demonios eres no que haces aquí — junto el cuchillo más haciendo que corte levemente su piel

Cass se acerca con una vela para poder observar al sujeto él cual cambia su expresión al verme al igual que yo.

— ¿Así me pagas haberte salvado la vida? — clavo el cuchillo en la pared justo a la par de su cabeza y lanzó su cabeza a la mesa mientras sujeto sus brazos haciendo que quede inmóvil

— Yo no sabía que eras tú, te busqué por mucho tiempo, pero nunca encontré a ninguna Candy — dice con dificultad

— Eres una rata traicionera que no conoce el significado de lealtad, pude salvarte una vez, pero ten por seguro que voy a torturarte tanto que pedirás haber muerto aquel día en las manos de mis padres.

— ¿No eres tan capaz sin tus guardias verdad? — se acerca Cassian con una sonrisa burlona — Fanett... ¿ya conocías a Jesfer?

Su pelo rubio al igual que la mitad de su rostro llena de cicatrices sin duda era él, el mismo sujeto que salve una vez y juro regresar por mí, pero él todo este tiempo busco a Candy, no a Fanett, para él Fanett solo era un Ryker.

— Mis padres lo tenían prisionero hace años, estaba por morir cuando me lo topé, me pidió ayuda y yo no se la daría, nunca salvaría a alguien al menos no hasta que mencionó a Lebial.

— Juro que no sabía que eras tú, él me dijo que habías matado a Candy por haberme ayudado...

— ¿Candy? — pregunta Cassian

— Le dije que me llamaba Candy y nunca supo que realmente yo soy Fanett.

— ¿Cuál es tú nombre? — le pregunta Cassian

— Soy Soren Jesfer y todo este tiempo estuve buscando venganza por ella y mi hermano...

Suelto a Soren al escuchar aquello, tal vez yo no era la una perdida, todos lo estábamos, Soren vengando a un fantasma, Cassian y yo intentando asesinarlo y alguien más manejado todo este juego.

Creía tener el control de todo, hoy me doy cuenta que verdaderamente nosotros solo somos peones en el juego de alguien más.

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Uhhh, demasiado por un capítulo.

¿Se vieron venir todo esto? Yo creo que ni se recordaban de la existencia de él  (por cierto parce en el capítulo "¿qué te atormenta?")

Dije que faltaban 4 capítulos pero creo que me voy a pasar un poco tal vez llegue a los 43 capítulos :3