Capítulo 27
Dos de la mañana, nuevamente no puedo dormir creo que de eso se trataba ser yo, vivir paranoica y con incertidumbre.
Tres días nos hemos quedado aquí perdiendo el tiempo ya que Cassian insistió con tal de asegurarse de que Merle estuviera bien.
Ella estaba traumada, su mirada expresaba temor y desconfianza ante todos.
Cassian necesitaba salvar a alguien en lugar de ser salvado.
Intento volver a dormir, pero no puedo hacerlo simplemente algo no me deja cerrar los ojos sin temor. Enrollo mi cabello en una cola alta y me cambio de ropa, busco mis tenis y salgo del lugar sin hacer mucho ruido.
Nos encontramos en una casa típica de los suburbios, casas iguales, calles limpias alumbradas en cada esquina, un patio perfecto y lindos parques en donde los niños pueden jugar.
Prácticamente el sueño de Cassian.
Sigo corriendo intentando retomar la rutina de entrenamiento que tenía antes, pero era imposible, no poseo los medios.
Tras unas horas vuelvo a casa, tomó una ducha la cual logra relajarme y por fin logró dormir.
— ¿Qué haces en mi habitación? —junto cada vez más el cuchillo al cuello de Merle quien estaba pálida.
La luz del sol ya entra por la ventana, pero yo seguía dormida hasta que escuché los pasos en la habitación, por suerte supe calcular bien o ya se estuviera desangrando en el suelo y marcharía la alfombra blanca.
— Ca, Cassian quería saber si querías desayunar — dice tartamudeando
— No vuelvas a entrar a mi habitación.
Ella asiente y sale corriendo, guardo el cuchillo en su lugar y sigo con mis cosas, me visto, bajo a la cocina ya que Cassian siempre insiste en comer a cierta hora, al estar en la planta baja observo que ya están desayunando por lo cual tomo asiento y observo con disgusto a Cassian por hacer que Merle entre a mi habitación de esa forma.
— ¿Y hace cuanto se conocen?
— No te interesa — me limito a decir
— Un año — responde Cassian — Fanett no seas tan hostil.
— ¿Perdón acaso cambiamos de realidad? — digo burlona — Soy hostil no puedo dejar de ser algo que soy.
— ¡Ya basta Fanett! — dice histérica y con un tono molesto — Deja de tratar mal a todo mundo, las personas no te van a soportar para siempre.
Me pongo de pie ante las palabras de Merle, pero Cassian se lanza sobre mi haciendo que mi cuerpo choque contra el suelo.
— ¡Si no te levantas juro que te mato! — grito mientras intento levantarme
— ¡Corre Merle, las llaves del auto están en la mesa! — grita Cass
— ¡Ya es todo! — lanzo una patada haciendo que caiga a mi lado
Me levanto e intento correr, pero Cassian toma mis talones haciendo que caiga, le doy una patada a sus manos y vuelvo a levantarme para poder tomar el arma escondida en el florero.
— Te dije que te mataría — quito el seguro de la pistola
— Fanett por favor... — levanta las manos
— Te lo advertí Cassian, pero preferiste salvar su vida antes que la tuya.
— ¿Acaso te encuentras celosa? —esboza una sonrisa y disparo haciendo que el cierre los ojos sin bajar las manos.
— ¿¡Por qué me disparaste!? — cae al suelo de forma dramática
— Cassian — digo de forma fría
— Espera ¿por qué no estoy
sangrando? — dice con desesperación buscando una herida en su cuerpo
— Porque le di a la maldita lámpara — dejo el arma en la mesa — No vuelvas a decir tonterías.
Subo a mi habitación en espera de Merle, el sentimiento de enojo no desaparece, aunque tarda unas cuantas horas en volver y a pesar de su fallido intento de no hacer ruido yo ya la estoy esperando en su habitación.
— Fanett — da un salto al encender la luz y verme sentada en la cama, suelta un suspiro como si volviera a respirar
— Pasa Merle, tenemos que hablar — paso el cuchillo por mi mano
— No me intimidas, aunque tengas un cuchillo en las manos.
— No pienso intimidar o como dices tú querer que las personas me soporten.
— No quise decir eso, te pido disculpas.
— Si algo me enseño la vida es que no soy del agrado de las personas, para ser sincera ellas tampoco son del mío, pero al menos ten el valor de ser fiel y firme ante lo que dices, el valor es algo que se apreciar. Vas a sufrir, aunque solo me quede un día en este lugar.
Lanzo su cuerpo contra la puerta y clavo el cuchillo en su brazo haciendo que tope hasta la madera de la puerta, la cual abro para poder salir, su brazo se queda colgado en la madera haciendo que ella misma tenga que quitarlo si se quiere mover, dulce y lenta tortura, algo leve para mi gusto, pero es lo que tengo.
— Está colgada en la puerta — le indico a Cassian quien esta subiendo las escaleras al escuchar los gritos
— Voy por el botiquín — rueda los ojos
Bajo hasta la cochera en donde se encuentra el congelador y saco el recipiente lleno de sangre de Finlay y los demás que tienen sangre de cerdo, dejo que el calor la descongele, pero es un proceso muy lento así que decido ayudar a acelerar el proceso.
Bajo hasta el lugar en donde se almacena toda el agua de la casa y vacío los botes dejando que toda el agua se torne de un color rojo con un olor metálico, vuelvo a la sala en donde Cassian está sentado con tranquilidad.
— Prepara tus cosas, nos vamos — indicó a Cassian
— Pero estoy esperando la pizza — hace una mueca
— ¿De piña? — él asiente — Bien, pero no abras los grifos ni te bañes, menos bebas agua.
— ¿Qué hiciste? — dice con preocupación
— Me pediste no matarla, no lo hice.
— La clavaste a la puerta — me recuerda
— Es la forma Fanett de obtener mínima venganza — me encojo de hombros y me pongo de pie al escuchar el sonido del timbre
Recibo la pizza y tomo un pedazo antes de llevarle el resto a Cassian ya que normalmente él come el doble y me deja sin nada al final. Camino a la sala en donde Merle está parada con una bata puesta y su cabello escurriendo sangre al igual que su cuerpo.
— Lastima, se mezcló mucho con el agua y no salió tan pura — hago una mueca
— ¿De dónde sacaste tanta sangre? — pregunta tartamudeando
— En primera aléjate de la alfombra blanca y para responder a tu pregunta la saque de las rubias molestas que creen que me pueden hablar como a ellas se les dé la gana.
-— No le creas Merle, es sangre de cerdo, ven vamos a quitarte eso — Cass se pone de pie
— ¿Entonces no es sangre humana? — dice con cierto alivio a lo cual comienzo a reir
— No... bueno solo cierta parte — dice Cassian mientras la lleva hasta el patio
Ella comienza a limpiarse con el agua limpia que sale del grifo hasta que se comienza a tornar roja haciendo que grite desesperada al sentir nuevamente la sangre sobre su cuerpo.
— Deja de gritar eres muy molesta — le doy una mordida a la pizza
— ¡Fanett! — reniega Cassian
— Quédate ayudando a la rubia, yo voy a terminar el trabajo porque para niñera no estoy y paciencia no tengo, mucho menos compasión.
Subo a mi habitación y tomó las maletas las cuales ya tenía listas, me visto con el traje, coloco los cuchillos en su lugar, tomó las llaves del auto junto al dinero y me dirijo al auto.
Había desperdiciado mucho tiempo, tal vez demasiado por culpa de Cassian y su complejo de héroe para compensar todo el mal que hay en el mundo. Ese era su problema creía que con las buenas acciones y los buenos momentos todo podía cambiar, pero no es así, Cassian es como un niño en una burbuja a pesar de toda la miseria del mundo que lo rodea.
Este camino no era algo conocido para mí, después de todo nunca había salido de mis cuatro paredes, pero eso no me intimida, en realidad nada lo hace ¿qué era lo peor?, ¿qué podía pasar, morir?, no le tengo miedo a la muerte, la muerte me tiene miedo a mí y si no es así vamos de la mano como fieles compañeros.
Cumplí lo que dije una vez, no asesine a Cassian y salve su trasero en más de una ocasión, pero era momento de avanzar si ningún tipo de ancla que se detiene apreciar la belleza de la vida, aunque está no tenga ninguna.
Ser Fanett era ser solitario y la pesadilla de muchos, ser yo era un infierno en vida el cual no cambiaría nunca.
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