Capítulo 25

— No seas llorón Cass no fue nada — digo al ver que la bala solo rozo su brazo — Eres el rey del drama.

— Pero lastimo mi chaqueta.

— Sí, sí, ya está.

Las luces de la policía reflejadas en las cortinas hacen que nos acerquemos a la ventana y vemos a una patrulla fuera de la habitación.

Estábamos en un hotel de carretera, tiene dos pisos cuya vista da al parqueo y la manera de bajar es por una escalera, no es el lugar más seguro del mundo, pero es perfecto para esconderse.

— ¿Qué le sucede a este? — gruñó al ver que el oficial sube por las escaleras

Cassian guarda el arma en su pantalón y yo hago lo mismo con mis cuchillos.

Esperamos a que el oficial toque la puerta, pero no lo hace en realidad pasa de largohacia la habitación que está en la esquina.

— Qué raro — dice Cassian mientras deja la pistola en la mesa y se lanza a la cama

— Bueno sigamos viendo la película.

Me siento a la par suya intentando ver la película hasta que escuchamos disparos y unos cuantos gritos junto a más luces de policía.

— ¡Pueden morir en silencio!, ¡estoy viendo una película! — grito mientras abro la puerta

Me encuentro con un sujeto lleno de sangre, muerto en el pasillo y los oficiales ayudando a una rubia la cual esta atada de manos, posee poca ropa y la que tiene esta desgarrada, llena de sangre y sucia.

Parece una escena de película y al parecer nadie más lo nota en este lugar solo yo.

— Ven Cass, estamos en un pueblo lleno de secretos — digo con emoción

Él se asoma por la puerta justo a tiempo cuando ella iba pasando, observa a Cass y murmura algo como si estuviera pidiendo ayuda, pero no logro entender ni una palabra

— ¡Alto! — grita Cassian haciendo que los policías se detengan

— ¿Qué quiere? Necesitamos llevarla a un hospital.

— Ella es mi hermana, así que yo la llevare — dice Cassian y la rubia esboza una sonrisa e intenta alejarse de los policías, pero se lo impiden

— No podemos permitir eso.

— Vamos a hacer esto a mi manera — tomo el arma de la mesa y apunto
— Déjenla ir o les vuelo la cabeza a los cinco.

Cass había abierto la boca y eso significa problemas, era evidente que ocultaban algo y ahora ya formamos parte de este caos.

— Somos cinco contra una no te conviene.

Cassian toma una pistola y me pasa otra y apuntamos a la cabeza del oficial.

— ¿Quieres retarme? — esbozo una sonrisa

Ellos dejan a la rubia y Cass la ayuda a caminar hacia donde estamos.

— Váyanse — digo sin bajar la pistola

Uno de ellos levanta el arma y antes de que nos dispare yo lo hago, disparo a los dos mientras Cassian le dispara a uno y luego yo disparo a los otros dos que aún no habían reaccionado.

— Nien, tendremos que irnos — entramos a la habitación — ¿Cuantas veces te he dicho qué nosotros no salvamos personas?

— Gracias — dice en un susurro y abraza a Cassian — Esos hombres solo me liberaron para tenerme ellos.

— ¿Entonces no eran policías? — cuestiona Cassian

— Sí lo son, sí lo eran.

— ¿Y por qué te querían? — cruzo los brazos

Cassian se pone de pie mientras busca algo de ropa para poder darle.

— El sujeto que me secuestro tenía el trabajo de hacerlo y llevarme a otro lugar pero decidió torturarme antes de venderme, los policías trabajan con él y al ver que no cumplió su parte del trato vinieron por mi, por favor no me dejen aquí.

— Toma puedes cambiarte en el baño — Cassian le da la ropa y ella la toma para poder vestirse

— No, ni lo pienses, solo es un problema — digo con firmeza

— Vamos Fanett, necesita nuestra ayuda ¿te hubiera gustado qué te dejáramos sola cuando Finlay te secuestro?

— Yo no era un peso para nadie además me necesitas y por eso me salvaste — me encojo de hombros

— ¡No te salve porque necesite algo de ti! — levanta la voz — Perdón, no quería gritar, lo hice porque te quiero Fanett y no quería verte sufrir.

— No la conocemos y no sabemos si su historia es cierta.

— ¿Crees qué alguien qué no estuviera en peligro le pediría ayuda a unos completos desconocidos?

— Llama a Nathan para que averigüe sobre ella yo comenzaré a empacar todo — digo con molestia

La situación no me convence del todo aunque nada me asegura que es mentira lo que dice, su estado está muy deteriorado y eso no se finge, yo lo sé.

Él asiente y sale de la habitación, guardo la ropa en las maletas al igual que el dinero.

— Gracias por ayudarme — murmura al salir del baño

— ¿Eres de aquí? — cuestiono sin dejar de guardar las cosas

— No, soy de un pueblo a unos kilómetros de aquí escapé cuando tuve la oportunidad.

— ¿Cuál es tu nombre? — digo mientras guardo los cuchillos en su lugar en mi pantalón

— Merle Tenne, tengo veinte años.

— ¿Tienes hambre? — ella asiente ante mi pregunta

— Toma — le doy una barra de cereal — Es lo que tenemos pasaremos por algo en el camino ¿tienes a dónde ir?

— No, a ningún lado.

— Bien — tomo la mochila y la maleta
— ¡Cassian trae tu trasero aquí tenemos que irnos!

— ¿Tú nombre es Merle? — pregunta Cassian quien sigue en el teléfono

— Sí — respondo por ella

— Gracias Nat — corta la llamada — Sí es quien dice ser.

Cassian toma una maleta y ayuda a Merle a bajar, guardamos las cosas en el auto y nos vamos, tenemos vigilado el camino para verificar que nadie nos siga.

— ¿Piensan matarme? — pregunta con temor

— Solo no la hagas enojar y estarás bien, queremos ayudarte, estas a
salvo con nosotros— dice Cassian

— ¿De qué escapabas? Dijiste que escapaste de tu casa.

— Mi madre era un alcohólica y drogadicta que me golpeaba y en varias ocasiones me hizo robar para poder tener dinero, de eso escapé.

No sabía si creerle, los papeles de víctima son fáciles de hacer, pero difíciles de mantener.

Pasamos a un autoservicio de comida rápida y compramos lo que ella quiere, parece que no ha comido bien en semanas por la forma en que devoraba la comida, conozco la sensación, realmente creo entender como se siente ante la situación.

— ¿Tienes a dónde ir? — pregunta Cassian

— No, pero pueden dejarme en cualquier lugar ya hicieron mucho por mí y estoy muy agradecida.

— Conozco un lugar en donde estarás segura — dice Cassian

Seguimos nuestro camino sin detenernos para poder alejarnos lo más que podíamos de aquel pueblo lleno de secretos y muerte, pensándolo bien era como el pueblo ideal para mí.

Ella se ha quedado dormida en el asiento mientras se cubre con la chaqueta de Cassian.

— Sé que no te da confianza, pero todo lo que ha dicho es verdad, Nathan me lo confirmó.

— Pero también puedo apostar a que te dijo que no ignores mi instinto.

— Algo parecido me dijo, recuerda que Fanett sabe lo que hace y nosotros no, ¿qué opinas?

— Creo que tenemos que darle tiempo con eso las cosas salen a la luz.

— Está bien.

— Cass...

— ¿Si? — dice sin desviar la vista del camino

— Gracias por rescatarme.

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¡Hola amigos!

¿Cómo están, qué opinan de Merle?

¿Qué les ha parecido saber un poco más de la vida de Fanett antes de todo esto?