Los Jesfer
Capítulo 8
— Deberían irse, ella está loca — dice Cassian al guarda espaldas de Kohen
— Señor ¿esto significa qué ahora usted es el encargado?
— Así es y pido que se retiren.
Ellos obedecen y desaparecen de nuestra vista.
— Bien ¿decías? — reitero la pregunta
— Los Jesfer tuvieron tratos con los Ryker y nosotros cuando vimos que ya no nos servía los desechamos, pero juraron venganza.
— Bien, puedes encargarte.
Cassian corta del cuello de Kohen, pero no se detiene ahí sigue abriéndolo más hasta que su cabeza cae al suelo dejando caer toda la sangre sobre sus manos.
— Creo que me voy a desmayar — murmura mientras se sostiene del pasamanos
El suelo se tiñe de rojo gracias a la espesa sangre cual está buscando su camino para esparcirse.
— Ven
Tomo su mano y lo llevo hasta el baño limpio su rostro y quito sus zapatos al igual que su camisa para limpiar toda la sangre.
El momento no se siente tan incómodo como hubiera pensado, en realidad se sentía cómodo cuidar de alguien.
— Quiero bañarme con cloro — susurra
— No lo recomiendo la mezcla del cloro con la sangre y el agua genera un olor hediondo, tranquilo.
— Gracias Fanett.
— Los amigos están para ayudarse Cass.
Limpio sus manos dejando que el agua se lleve toda la sangre y lo dejo para que pueda darse un baño.
— ¿No puedes ponerte una toalla? — volteo la mirada al verlo salir sin ropa
— Todas están manchadas de sangre.
— Vístete tenemos que irnos — digo demandante
— ¿Puedo preguntarte algo? — dice con temor
— Dime.
— ¿Siempre fuiste así o lo de tus padres te hizo ser así de fría? Digo...debes de sentir algo, eres humana o eso creo.
— Desde siempre fui así mis padres no querían una hija querían una máquina asesina y en realidad querían un hijo ya que creían que yo nunca tendría la fuerza para derrotar a alguien que no me iban a temer y mis sentimientos siempre ganarían.
Me pongo de pie y veo a Cassian quien ya tiene un pantalón puesto. — Espere toda mi vida para esto porque es lo único que conozco, la muerte, nunca me dejaron hacerlo porque creían que era débil.
— Y vaya que no me conocieron a mí — esboza una sonrisa — Eres una máquina rebanadora de brazos y de cuellos.
— Gracias Cass — esbozo una sonrisa
— Quien lo diría, sí sabes sonreír.
— Apresúrate tenemos que irnos — me pongo de pie
— Antes tenemos que tomar unas cosas.
Tomamos las bolsas y bajamos hasta el sótano el cual tiene paredes de metal y en ellas todo tipo de armas incluyendo cuchillos y una katana la cual cuelga en una repisa.
— Mi hermano era igual a ti prefería mancharse con la sangre de su enemigo, toma lo que quieras mientras yo hago lo mismo.
Tomo la katana viendo que tiene las iniciales CNP grabadas.
— ¿Qué es CNP? — pasó mis dados por las molduras
— No es algo que te importe Fanett — murmura entre dientes mientras esconde una pistola en su pantalón
— Ten cuidado Cassian que no me guste usar pistolas no significa que no puedo disparar en medio de tus ojos.
Su expresión es de horror y sigue tomando las cosas mientras yo hago lo mismo en especial la katana.
Salimos del lugar con las maletas llenas de dinero y armas, nos dirigimos a la cochera en donde están guardados varios autos entre ellos camionetas y deportivos.
— Vaya que te gustan los autos
discretos — digo con ironía al entrar al deportivo color negro mate
— Que huyamos no significa que no lo podemos hacer con estilo.
— De todas las personas que me pudieron tocar en el mundo tuviste que ser tú.
— Obviamente, un veterinario multimillonario con sentido del humor, tanto que alcanza para los dos contando que eres una amargada — esboza una sonrisa
— Cassian, ¿tú me tienes miedo?
— Le tengo miedo a las arañas tú simplemente eres tú, solo con una mirada puedes cortar el cuello de alguien, para mi eres una antipática, amargada, caótica y una fuerte asesina.
— Pronto aprenderás, aunque nunca tan bién — esbozo una sonrisa
— No tengo ni la menor duda, tal vez algún día llegue a pagarte por salvar mi trasero.
Veo por la ventana intentando pensar porqué razón sucedió todo esto y sólo puedo pensar en cómo mis padres utilizan a todos y luego los desechan.
Los Jesfer no habían sido la excepción, sus negocios no deben de haber ido bien y los desecharon incluso puedo llegar a creer que por eso mataron a los Pernelle dejando a Cassian huérfano.
— Fanett.
— ¿Si? — lo volteo a ver
— ¿Somos los malos? — pregunta con algo de melancolía en su voz — Es que a mamá y Nathan no les hubiera gustado ver que estoy haciendo.
— No somos los malos, solo somos personas; personas que no ocultan lo que son.
Cassian no dice nada y no quita la vista del camino, pero puedo notar como unas lágrimas salen de sus ojos.
— Detente aquí — digo al ver una gasolinera vieja
Cassian recuesta su cabeza en el volante y llora en silencio o eso es lo que creo porque no dice nada.
Me siento incómoda ante la situación, no sabía cómo consolar a alguien y no me interesaba saberlo, no era mi trabajo y tampoco me agradaba la idea de escuchar a alguien quejarse.
— Cass... ellos estarían orgullosos de ti.
— No puedes saberlo, no los
conociste — dice en un susurró
— Tienes razón no los conocí, pero te conozco a ti más de lo que piensas porque te seguí por mucho tiempo y eres alguien bueno ahora baja yo voy a conducir para que duermas un rato.
El asiente y baja del auto, yo hago lo mismo, pero él se detiene enfrente mía y me abraza sin previo aviso.
— Cass no me gustan los abrazos.
— Solo un rato más — dice entre un murmuro
— Suéltame, es la última vez que lo digo sin clavar un cuchillo en tu espalda.
Digo al sentirme asfixiada gracias a su abrazo, las ganas de gritar encerradas en mi interior y estoy comenzado a hiperventilarme aunque no lo demuestro.
— ¿Acaso nunca has abrazado a nadie?
— Nunca y nadie se había atrevido a hacerlo así que ni se te ocurra.
Lo observo de manera amenazante y sube al auto, compongo en asiento junto a los espejos para poder irme lo más rápido que pueda.
No debíamos quedarnos en un mismo lugar tanto tiempo porque llegábamos a ser un blanco fácil para todos los que quieren nuestra cabeza en bandeja de plata.
— ¿Sabes por qué mis padres mataron a tu familia?
— En realidad sí, es una de las pocas cosas que se, mi familia no era buena y no voy a decir lo contrario, pero teníamos límites y a tus padres no les agrado eso.
— ¿Qué límites?
— Trata de personas para los grandes dirigentes del país incluso la cacería de personas que realizaban cada año.
— ¿Mis padres formaban parte eso? — pregunto confundida
— Tus padres eran los organizadores y dueños de eso, al ver que mi familia se negaba a formar parte de eso los mandaron a callar.
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No se que opinan ustedes pero yo amo a Cass también a Fanett siento que me dan fuerza :3
¿qué les parece la historia hasta ahora?
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