Capítulo 67
Hela Petrov.
Hice sonar mi cuello calmando mis pasos, tengo un sinsabor agrio en la boca, garganta e incluso cuerpo, tengo un mal presentimiento, lo he tenido por días y no sé que es, pero algo de lo que he hecho a aumentado aquella sensación en mi cuerpo, bloqueo las voces de mi alrededor intentando absorberme en mi mente, respiro tan profundamente que me obligo a calmar los latidos acelerados de mi corazón liberando mis sentidos, no sé que es, el notario, el supermercado, fui cautelosa, nadie me vio de más, no mate a nadie ni...pelirroja de mierda.
Gruñí girando en mi lugar caminando de un lado a otro frente al ventanal de la sala, los círculos siguen tachados en el ante jardín, han pasado un par de horas y aunque el ambiente se siente menos tenso no desmerece que tengo la misma amarga sensación en el cuerpo, el sol se esta poniendo, llevamos casi un día completo aquí y el no tener información de Aitor me esta desesperando.
Los Inuit en mi casa en Groenlandia, la llegada de Yoan a ucrania, el alemán en Dinamarca, joder, ese alemán o esta muerto o por morir, pero como me salga que huyo voy a perseguir a Aitor por cielo, mar y tierra para matarlo, solo basta que den con una de mis casas para que puedan dar con todas.
—¿Todo bien contigo? —la voz de Airón a mi costado me hizo detenerme, frenar mis pasos y girarme hacía él, vi su rostro, sus ojos sus facciones, gritándome que mis dudas son incoherentes.
Sigue causándome extrañeza como pudieron dar con la casa de seguridad de nuestros padres, demonios que de las casas no tenía mapas ni yo, nadie, maldita sea, ¿Cómo?, una ubicación tan desierta.
—¿Todo bien Hela?
—Ainhoa. —no aguante, me gire para mirar dentro de la sala, donde Ainhoa y Noemí estaban a unos pasos de mí, Noemí embutiéndose chocolates y Ainhoa cuidando las entradas por si venía Axel. —Toma tu computadora necesito que te metas al sistema de comunicación de Sora. —camine hacía ella y ni siquiera se molestó en asentirme, tomo su laptop y se dirigió a la mesa de centro sentándose frente a ella para empezar a realizar su magia, no pregunto, ni cuestiono, siguió mi orden sin titubear. —necesito que me conectes con Aitor.
—¿Todo está en orden? —Airón se acercó a mí y al ver como Noemí guardaba la bolsa con golosinas entre las almohadas y tragaba con dificultad, supe que Axel ya había entrado a la sala.
—¿Qué estas comiendo? —le pregunto enarcándole una ceja.
—¿Puedes ver su ubicación satelital?
—Puedo ver toda su hoja de ruta.
—Excelente, muéstramelo. —me gane atrás de Ainhoa sintiendo la mirada de Airón puesta en mí.
——Hela...
—Al capturar a Darina le di solo un trabajo a Aitor, capturar a un miembro de la mafia alemana, mi intención era sacarle información, interrogarlo, saber como demonios dieron con los planos y la ubicación de la casa de seguridad de nuestros padres, la mafia alemana esta metiendo las narices donde no debe, los clanes, mis casas, los Schneider, tengo suficiente con Chavdar como para que Heiko comience a hincharme las pelotas.
—¿Casa de seguridad de nuestros padres? —me pregunto confundido ganando que le rodara los ojos, joder con el niño.
—Airón hasta yo tengo casas repartidas por todo el mundo, ¿En serio te sorprende que nuestros padres tuvieran?
—¿Por qué no lo sabía?
—Porque ni siquiera yo conozco todas las ubicaciones, conozco algunas, Erlick otras, y Calu un par, nuestros padres no confiaban en nadie, menos en nosotros, hazte la idea que hay muchas cosas que no conocemos.
—¿Qué casa atacaron? —soltó un suspiro pesado mientras que yo intercalaba mi mirada en la pantalla de Ainhoa y en él.
—Suecia. —gire la mirada al sentir la voz de Alek, entro a la sala seguido de Akim y Adam, quienes murmuraban cosas entre sí.
—¿Iban por ti? —me pregunto y vi la irritación marcada en su rostro.
—Por ellos, yo estaba en ucrania—señale a los Schneider y eso pareció confundir el doble a mi hermano. —Sí, Heiko también los quiere muertos, vaya sorpresa.
—¿Quién más sabía de la ubicación de esa casa?
—Fue la última que construyeron nuestros padres, sabía de ella porque Aitor la supervisaba, pero nuestros padres no comentaban sobre la construcción de sus casas con nadie...
—Si Aitor sabía por consecuencia Calu también, y si Calu sabía Erlick también, al final, todos sabían menos yo...
—Fue un trabajo privado, Andriy se lo encargo personalmente a Aitor, le pidió discreción y...
—Es Aitor joder, te lo conto...
—Es un hijo de puta. —gruñí desordenando mi cabello. —¿Entraste ya? —mire irritada a Ainhoa y ella me pidió unos segundos con la mano.
—¿Qué pasa Hela? —Alek dio un paso hacía mí y yo le negué con debilidad, joder estoy colapsando, tengo la piel erizada.
—Listo lo...—me señalo la pantalla con la ubicación satelital de Sora y a los segundos comencé a escuchar los gritos de Aitor.
—Aitor—lo llame escuchándolo gritar el doble, soltó un chillido y me alarmo el no escuchar solo su voz. —¿Por qué demonios estas sobrevolando Bielorrusia?, te di una...
—¿He...Hela? —su voz pareció de ultratumba, se me acelero el pulso al oír la puta voz del viejo llamando a su mugroso bigotes.
—¿Aun no dejas a Yoan?, te di una puta orden Aitor, dejas a los Inuit en Groenlandia y...
—¿Haz estado escuchándonos todo el tiempo?, joder casi me...
—¡Céntrate joder!, tienes que ir por el puto alemán en...
—¡Ya lo tenemos! —me chillo en respuesta, dejándome un poco más tranquila. — no se como demonios lo hizo pero está vivo, el sótano de esa puta casa era como entrar a un puto deshuesadero, su estado es deplorable y creo que quedó medio estúpido, Yoan lo esta revisando, lo llevaremos a ucrania para estabilizarlo, lo...
—Dejas a Yoan y te vienes, que ni siquiera una orden sepas cumplir...
—Hela si me voy ahora el alemán se morirá en ruta y yo no sé cómo reanimar y esas mierdas, Yoan lo estabilizará y saldré por la mañana, lo necesito consciente para seguir interrogándolo no me sirve de nada torturarlo si no es capaz de juntar dos silabas o de pensar...
Solté maldiciones caminando de un lado a otro, atrasa todo mis jodidos planes, tendremos que atrasar la idea a Estonia, lo necesito aquí, no puedo dejar a Noemí y Axel tan desprotegidos.
—Aitor—oía sus palabras y las mil razones que me daba para no volver pero ahora eso ya no es tema—¿Quién más sabía de la ubicación de la casa de seguridad en sucia?
—¿Cómo?
—Mi padre te encargo el supervisar la construcción, ¿A quién más le contaste de tu trabajo?, ¿Solo a mí?
—Era un trabajo clasificado no...
—¡Me lo contaste a mí joder! —toque mis sienes—tú no sabes guardar un puto secreto, dime, ¿Se lo contaste a alguien más?
—Claro que...oh...—silencio, ese silencio me hizo cerrar los ojos girándome para ver como Airón rodaba los ojos. —Si puede que se lo contara a Calu, pero ambos estábamos borrachos quizás ni...
—Y Calu se lo menciono a Erlick, al final todos sabían de la ubicación de la casa. —balbucee más para mí caminando de un lado a otro.
—Estaba ebrio Hela, tengo solo lapsos de...
—Tienes hasta mañana para llegar y más te vale que él alemán no haya quedado deficiente. —moví mi mano indicándole a Ainhoa que cortara la conexión y yo observé la ruta de viaje de Aitor, sin poder concentrarme en ella.
Mis opciones se abren y aún siguen sin concordarme, una cosa es saber que Aitor supervisaba la casa, pero él nunca me dio las coordenadas, ni siquiera me llevo, si no me lo dijo a mí que babeaba por mí en ese entonces, menos a mis hermanos, nadie más sabía de su ubicación exacta, pero aunque lo supieran, ¿Tendrían contactos con la mafia Alemana?, no, claro que no joder, mi padre siempre nos dijo, "Nosotros no trabajamos para las mafias, las mafias trabajan para nosotros", siempre ha sido y será así.
—¿Hela me dices que pasa? —Desvié la mirada notando que Alek estaba más cerca que antes, me miraba intercalando su mirada en mí y Airón que me miraba de la misma forma, confundido.
—¿Has intentado hackear el sistema de seguridad de esta casa? —me gire para mirar a Ainhoa viendo cómo se sonrojaba y bajaba la mirada.
—No esta, pero lo intente en la casa de Dinamarca.
—¿Y? —dudo.
—No lo logre —soltó la respiración haciéndome tirar mis hombros hacía atrás— pero puedo intentarlo otra vez, solo necesito conectarme a un servidor directo, meterme al sistema y crear un...
—No quiero que hackees este sistema de seguridad, necesito que hackees el sistema de seguridad de mi casa en Groenlandia, meterte en las cámaras y...
—Necesitaré estar cerca—forzó una sonrisa— no me es necesario entrar a la propiedad, pero necesitaría hackear este sistema para vincularme al de tu casa en Groenlandia, cuando intente hackear tu sistema de seguridad de la casa en Dinamarca note que tenía más de un sistema de bloqueo, tendría que dividirme en dos, o tener a alguien con mis mismos conocimientos para...
—Puedes o no joder no entiendo que dices. —todos la miraban con la cabeza a punto de estallar y eso comenzaba a irritarme.
—De poder puedo, pero me faltan manos, necesito estar en ambas partes a la vez y eso es físicamente imposible, podría hacerlo solo si consigues a alguien con el mismo conocimiento informático que yo.
—Y yo creyendo que esta mierda era como las películas—toque mis sienes viendo como me negaba con una sonrisa.
—Es más complicado de lo que parece.
—¿Pero si puedes vaciar cuentas bancarias?
—Podría—se giró para mirar a Akim con complicidad—pero eso es ilegal.
—Como todo lo que hacemos—se justificó.
—Eres millonario, ¿Qué más dinero quieres?
—Ese es un buen punto. —me alejé de esa conversación porque honestamente no me interesa oírla, dirigí mis pasos hacía el ventanal viendo como la luna lentamente hacia su aparición.
Me quede sin ojos en Groenlandia, ya di por perdida esa casa, pero si Ainhoa no pudo hackear mi sistema de seguridad, ¿Alguien podría?, demonios que la he visto hacer su magia, hackeo el sistema de seguridad de una puta mafia, ¿Debería dejarme tranquila?, ¿Por qué demonios causa el efecto contrario?
—Hela...
—Necesito que me digas que todo estará bien. —no me gire, no fue necesario, conocería su voz, fragancia, aura, vibra, incluso en un mar de gente.
—¿Quieres contarme que pasa?
—Tengo un mal presentimiento Alek—me gire para mirarlo, embobándome con la imagen de los rayos lunares chocando con sus ojos, volviéndolos incluso más azules—es una sensación—balbucee—de que algo no esta bien.
—¿Algo relacionado con?
—No lo sé—me desespere— siento que todo ha estado tan tranquilo que...
—¿Tranquilo?, Hela casi nos matan al tratar de recuperar a Airón, no pasaron ni diez días y ya nos estaban intentando matar de nuevo, nada a estado...
—Demonios no se que me pasa. —toque mis sienes respirando con profundidad, Alek me tomo de los hombros acercándome con debilidad a él.
—Es tu mente Hela, estás acostumbrada a que todo vaya de mal en peor, y ahora que las cosas te están saliendo bien no sabes que hacer, Airón esta vivo, está contigo, ambos son libres, tienes bajo tu cuidado a un clan, y pronto tendrás otro, no permitas que tu costumbre a vivir en guerra te prive de estos momentos de paz.
—El ataque en Suecia...
—Ya paso—murmuro Alek sosteniendo mis mejillas. —no sigas quebrándote la cabeza por algo que ya paso, Aitor llegará con el alemán y tú misma te encargaras de interrogarlo en su debido momento, ahora solo respira y disfruta de estos momentos...—acuno mi rostro incitándome a respirar, y me sentí idiota haciéndolo, porque irónicamente ambos nos burlábamos a escondidas de Axel, cada que él hacía esto mismo con Noemí, y ahora como lo agradezco.
—Esto es tan patético. — me reí viendo como lo hacía también.
—Me he burlado tanto de mis hermanos y ahora resulta que soy igual de patético.
—Eso ellos nunca lo sabrán. —le guiñe un ojo dejando que tirara de mis hombros para aferrarme a su cuerpo.
—¿Algo que quieras hacer? —balbuceo sobre mi cabeza y yo eleve los hombros mirando por en medio de sus brazos, como Ainhoa y Akim se ponían melosos en una esquina del sofá, Axel discutía con Noemí porque encontró sus dulces, Adam los miraba a todos con asco y Airón, parecía...aburrido...
Rodé los ojos ocultando mi cabeza en el pecho de Alek.
—Entrenar—murmure viendo como tiraba su cabeza hacía atrás en berrinche.
—Creí que dirías follar, que decepcionado estoy. —me reí alejándome de él.
—Airón tiene razón Alek, tus hermanos son inútiles, nunca entrenan, ni siquiera tienen rutinas de ejercicios, el único que entrena eres tú, tienen la musculatura, pero son débiles.
—¿Olvidas todo lo que han hecho?
—¿Olvidas que vencí a Akim en un juego de fuerza? —señalé mi brazo, ningún bíceps a diferencia de ellos— son solo músculos, sin fuerza. No estoy—lo señale al ver su rostro de ofensa—intentando ofenderte, solo digo que deberían entrenar un poco más, o al menos tener una rutina de ejercicios.
—Adelante—elevo la voz llamando la atención, estirando su mano para incitarme a dirigirme a ellos—he intentado que muevan el culo desde que tienen cinco años, si no es para joder no lo hacen, veamos si tienes más suerte.
—Tú no tienes voz de mando. —se río dándome una negativa.
—Eso no me lo das a entender en la cama Hela.
—Idiota. Bien. —di un paso al frente mirándolos a todos. —Vayan a cambiarse que entrenaremos. —odio admitir que el único que se mostró contento con eso fue Airón, que bajo sus brazos mirándome con expectación, en cambio los hermanos Schneider, miraron a Alek, para después mirarse entre ellos, y acomodarse mejor en los sofás volviéndose parte de ellos. —¿Hable en chino?, es que se tantos idiomas que a veces me confundo, dije vayan a...
—Te oímos—hablo Akim—y entendimos perfectamente, pero ya es de noche y ha sido un...
—¿Qué hiciste aparte de coquetearle a una cajera? —lo mire mal sintiendo el gusto amargo en la boca. —¿Alguno de ustedes hizo algo aparte de comer, cagar y respirar?
—No acolito la violencia Hela, yo paso de...—baje la cabeza en negativa escuchando la risa de Alek a mis espaldas.
—Te lo dije—canturreo.
—Dije que entrenaríamos, no que los pondría a pelear hasta la muerte.
—Es lo mismo, todos creen que las cosas se solucionan a los golpes y...
—Joder que irritante eres cuando hablas de pacifismo. —Adam toco sus sienes y yo por poco le aplaudí.
—¿Te cambiaras de...
—No, no me interesa entrenar con estos imbéciles. —señalo a sus hermanos tensándome, la risa de Alek era como un jodido reto para mí, un desafió y a mí nadie me dice que no joder.
—Ainhoa. —la mire y pareció algo indecisa, pero al ver como suplicaba un poco de ayuda, suspiro y asintió.
—Iré a cambiarme...
—Rubia teníamos planes...
—Serán para después. —le gruño en advertencia y se dirigió a su habitación, pensé que se llevaría a Akim, pero ni siquiera lo llamo, él se quedó a brazos cruzados y malhumorado.
—Akim...
—Arruinaste mis planes Hela, ya no quiero nada.
—Esperaré pacientemente para decir, te lo dije...—Alek murmuro a mi espalda y yo me aleje dando pasos al frente, mirando a Akim.
—Ponte de pie, ve a cambiarte y espéranos en el patio trasero...
—Que no...
—¿Viste el bugatti en la bodega? —lo hice callar sintiendo mi garganta apretada—no me jodas, sigue mis órdenes y es tuyo.
—¿Los coches que me prometiste?
—Aún no haces mis trabajos sucios y destruiste el GT, el bugatti es tuyo siempre y cuando vayas a cambiarte y vuelvas con una puta sonrisa y disposición para entrenar.
—¿Dijiste entrenar? —se puso de pie con una sonrisa de oreja a oreja—joder como me encanta entrenar en vez de follar, me fascina...—se giró para salir a brinquitos de la sala, me gire hacía Adam, quien me enarco una ceja en desafió.
—No me compraras con autos, no soy tan fácil como para...
—Videojuegos y pizza dos veces por semana. —le enarque una ceja al ver como cerraba la boca sopesando la propuesta.
—Tres.
—Dos, si me vences en los videojuegos serán tres.
—Bien, pero yo elijo el tipo de pizza.
—Vete a cambiar. —se giró y así de fácil fue convencerlo, me gire a mi hermano y él solo me miraba confundido. —¿Tendré que sobornarte a ti también?
—Quiero que me enseñes a pilotar.
—Jodete, vete a cambiar. —señale su habitación y cuando intento protestar le di una mirada de advertencia que lo hizo apretar sus puños y girarse. —Axel...
—No deseo nada de lo que tienes. —me miro y vi como Noemí desvió la mirada, siempre es lo mismo joder, sin voz, incluso cuando tiene una opinión de todo.
—¿Ni siquiera la habilidad de proteger a los que amas?
—Tengo las habilidades y conocimientos de todo tipo de armas, se defenderme, no necesito...
—Siempre puedes perfeccionarte un poco más, conformarte con lo que sabes es un pensamiento bastante mediocre. Sabes defenderte, eso no lo dudo, pero siempre puedes aprender un poco más, incluso de los errores del resto, no lo hagas por ti, ni siquiera por Noemí, entrena y perfecciónate para que tu hijo no tenga que pelear por que su padre si puede protegerlo.
Pareció reacio e incluso un poco molesto por mis palabras, pero incluso él sabe que su pensamiento pacifista está mal en la situación que vivimos, Axel se puso de pie sin mirarnos ni a mí ni a Alek, solo se giro para dirigirse a los pasillos de las habitaciones dejando a Noemí sola, con su mirada agacha y gesto incomodo.
Me hinque ante ella, postergando mis burlas sarcásticas para Alek, busque la mirada de Noemí y apenas la encontré hable.
—Sabes que siempre te diré las cosas a la cara y como son, no me interesa cuantas cachetadas reciba de tu parte, si son por decirte las verdades las aceptaré sin protestas, cuando te saque de Holanda, te ayude a encontrar lo que se te había sido arrebato, y era tu voz, no retrocedas, no cuando nos costó tanto avanzar.
—No es por mí...es por...—Miro sobre mis hombros y yo desvié débilmente la mirada viendo las piernas de Alek.
—No Noemí—le negué. —esto no es por Axel, es por ti, él no te está obligando a bajar la cabeza, Axel no es Henrry, la que está callando eres tú a voluntad y no entiendo el porqué, lo he visto, Axel respeta tu opinión, la que no la respeta eres tú, la que prefiere evitar comentarios y dejar que otros decidan por ella, la que prefiere comer cosas que le dan asco antes de llevar la contra, ¿Te enseñe eso Noemí? —me incline más a ella. —¿Erlick te enseño eso? —susurre sabiendo que mi hermano sigue siendo un tema sensible para ella. Negó— No verdad—me sostuve de sus rodillas. — le repugnaría ver como nuevamente bajas la cabeza.
<<Axel podrá pararse frente a ti y recibir las balas, pero sabes que eso no es lo que necesitas en este momento, no cuando te pueden disparar a traición, si quieres conservar un recuerdo de Erlick, recuerda cómo te enseño a que la única que puede protegerse del mundo, eres tú—toque su pecho— a que parecer delicada no significa que debas serlo, porque incluso la rosa tiene las espinas para defenderse. —bajo la mirada, y yo no espere que respondiera para ponerme de pie— por el momento observaras los entrenamientos, pero una vez nazca el crío comenzaras a entrenar igual que todos, Airón se encargara de entrenarte, si te niegas a tomar armas...
—Convertirás mis manos en armas...
—Ya lo hice una vez con Airón y lo volví intocable. —respiro con profundidad pasando su mano por su estomago para asentirme y ponerse de pie.
—Como los viejos tiempo...
—Airón no es tan cabrón como Calu. —ladee la cabeza y ella sonrió dándome una negativa.
—No, pero tú eres igual de exigente que Erlick. —soltó un suspiro pesado girándose para caminar hacía la parte trasera de la casa, me quede analizando su espalda, recordando ciertos fragmentos de mi antigua vida, de las veces en que la vi discutiendo, gritando e incluso golpeando a Erlick, como pelee por no interferir porque sabía lo que mi hermano estaba haciendo, sabía que ese era su modo de ayudarla.
La irritaba, la hacía ver débil, las malas palabras, los insultos, las burlas, todo lo que Erlick le dijo e hizo a Noemí la llevo a explotar, y como lo disfruto el cabrón de mi hermano, ver que la débil Noemí, si tenía una voz escondida, como disfruto puliendo aquel diamante como lo escuche decir tantas veces, "Necesita estallar, para que comience a reconstruirse con unos cimientos más sólidos"
—Me sigues debiendo esa conversación—Alek hablo a mis espaldas acelerándome el pulso, evite el saltar no quería perder la dignidad.
—No te esfuerzas lo suficiente para hacerlos entrenar.
—Los sobornaste a todos, eso no es jugar limpio.
—Lo logré—eleve los hombros sin girarme—no importa como lo hice, lo logre y listo.
—¿Cuándo tendremos esa conversación? —volvió al tema obligándome a borrar mi sonrisa, hice sonar mi cuello sintiendo las voces de los demás saliendo de la casa.
—Noemí arderá toda la vida por Erlick, Alek—lo miré por sobre mis hombros— él le dio algo que Axel nunca podrá darle y es amor—me estremecí— Erlick la hizo amarse a si misma, la ayudo a reencontrarse y a amar cada parte de ella—sonreí con debilidad— incluso cuando ni él mismo sabía como hacerlo. La hizo amarse y de paso la fue enamorando en él camino, Erlick fue el primer amor de Noemí después de Henrry, salió de un abusador para caer a los pies de un toxico que la destruía y armaba en la misma medida. Mi hermano la marco de tal forma que la acompañara toda su vida Alek, Axel tendrá que vivir con el fantasma de Erlick porque así somos—eleve los hombros—llegamos arrasamos con todo a nuestro paso y nos vamos dejando todo convertido en cenizas.
—¿No la amo? —cerré débilmente los ojos bajando la mirada, la pregunta que siempre me he hecho.
—Alek nunca entendí como funcionaba la mente de Erlick, éramos...somos inestables, no sabemos sentir, no tuvimos demostraciones claras de afecto y no sabemos como se hace, Erlick la destruía y armaba, la odiaba y deseaba, la protegía y hería, sé que no soportaba tenerla cerca pero cuando no estaba cruzaba medio planeta para estar a su lado, si la amo, fue a su manera, si...
—¿Tú me amas? —mis palabra se cortaron al igual que mis músculos, tenía la respuesta en la punta de la lengua que ardían por salir y mis labios no la formulaban.
—Alek...—fue lo único que dije, incluso cuando mi cerebro me gritaba lo idiota que era.
—Se que sientes cosas por mí, pero eso ya no me basta, no cuando siento que...
—¿Vendrán en algún momento? —Akim apareció dándonos una mala mirada y yo no era capaz de moverme, no cuando sentía la mirada de Alek clavada en mi nuca con una exigencia silenciosa.
—Hela—me llamó en suplica haciéndome cerrar los ojos.
—Nos estamos aburriendo de esperar. —nos quedamos en silencio, incluso cuando Akim nos hablaba a los dos por igual, respire profundamente bajando la cabeza recriminando el porque me cuesta tanto entender, admitir y soltar, porque demonios no soy capaz de aceptar que el sentir no te vuelve débil, que no perderé por admitir. Que no...
—Ya vamos. —Alek paso caminando por al lado mío en dirección hacía Akim y como una estúpida me vi llamándolo.
—Alek...sabes que...
—No interesa Hela—se giró para mirarme. —Nunca he exigido reciprocidad y no empezaré ahora.
—No te enfades por...
—No me molesta Hela—soltó la respiración tocando el puente de su nariz—no puedo enojarme contigo por no sentir lo mismo, o por no saber lo que sientes.
—Sabes que es difícil para...
—Lo sé—me dio una sonrisa débil— lo estás intentando, lo sé—volvió a murmurar dándome un asentimiento corto para girarse y reanudar sus pasos—vamos nos están esperando.
—Lo siento Alek...
—Te espero afuera. —me dejo sola en la sala. Desordene mi cabello con frustración, dejando caer mi cabeza hacía atrás, maldita, maldita sea, ¡Joderrrr!
—¡Heeelaaa!
—¡Que ya voy! —le di un puñetazo a la almohada direccionando mis pasos a la salida de la casa, acomodando mi cabello en el camino.
Doble en el pasillo meditando las palabras de Alek, la suplica oculta en sus palabras él, "Por favor dilo" el "Di que me amas joder" que sus ojos me gritaban y su boca callaba, ¿Cómo ganar una batalla contigo misma?, ¿Cómo maldita sea?
Salí de la casa y lo primer que vi fue una mesa al lado del ventanal llena de alcohol, bandejas con comida y una asadera, pasé de pelear a gritos con mi subconsciente a caer en un estado de confusión absoluta.
—¿Y esto en que momento apareció? —señale la asadera, no recuerdo haber tenido una en casa.
—Supimos que cierta diosecita cumplió veinticin...seis años—Noemí tosió corrigiendo las palabras de Akim y yo busque con la mirada a Alek, él me ignoro lo más tranquilo posible.
—Vinimos a entrenar, no a tragar. —lo mire mal.
—Si pero podemos entrenar mientras la carne se hace, aparte nos dará sed, así que...—sacudió una botella de ron mirando con una sonrisa a su alrededor, pero la mía nunca apareció veía la botella, el líquido y sentía mi garganta áspera, necesidad.
—Entrenemos primero, quieres. —Alek reclamo contra su hermano obligándolo a bajar la botella apartándola de mi vista, baje la mirada girándome, notando como Alek alejo la mirada de mi rostro.
Trague grueso sintiendo un sudor bajándome por la espalda, soy más fuerte que esa necesidad, me repetí una y otra vez hasta que comencé a creerlo.
—Mocoso—me gire para mirar a mi hermano y él solo rodaba los ojos mirando como Akim intentaba darle a Axel con una varilla en los talones—¿Alguna idea de como partir?
—Diría que haciéndolos de nuevo, pero eso no creó que se pueda. —toco el puente de su nariz con decepción.
—Si que fea realidad—chasquee la lengua—trote—ignore sus caras de pereza—cinco vueltas a la casa, el último en terminar peleará con Airón...
Ni siquiera había terminado de hablar con ya habían iniciado su trote, menos Alek, Airón y yo.
—¿Debería sentirme ofendido?
—En parte—ladee el rostro. —inicia el trote si no quieres pelear contigo mismo. —me le burlé dando pequeños brincos para calentar mis piernas y comenzar a correr, no iba dando vuelta a la casa cuando vi como Ainhoa le hizo una zancadilla a Akim y este cayó al piso llevándose consigo al pobre de Adam.
Los oí chillar, más bien a Akim y cuando pasamos por su lado se pusieron de pie tirándose de los pies para que Akim le pisara las manos a Adam y saliera corriendo, sacándonos ventaja.
—Siento lastima por ellos—murmuro Airón trotando de forma tranquila a mi lado, mire a mi otro costado y Alek estaba a unos pasos de mí, parecían aburridos.
—¿Trotan a mi ritmo?
—No—hablaron a la vez.
—¿Van lento por mí? —me sentí ofendida y conmovida, aunque más ofendida.
—Vamos a un ritmo normal. —acelere mis pasos y los aceleraron también, ¡Imbéciles!
—¡Me están siguiendo!
—Estamos...—gruñí adelantándome dos pasos para estirar mi pierna enredándola en las de Alek al mismo tiempo que tiraba mi brazo enterrando mi codo en el abdomen de Airón, Alek cayó al piso, Airón retrocedió y yo le atesté una patada en las rodillas mandándolo al piso para girarme y acelerar mis pasos dejándolos atrás.
—¡Ya iba a su ritmo par de ancianos! —les grite girando por la casa para dejarlos atrás, acelere controlando mi respiración rebasando a Akim y Adam que seguían discutiendo.
Mi respiración se acelero a la cuarta vuelta y me vi disminuyendo el paso incluso cuando corría para dejar atrás a Airón y Alek que se esmeraban por seguirme, el corazón lo comencé a sentir en todos lados y el calor en mi espalda se irradio por todos lados.
Termine la quinta vuelta, llegando después que Ainhoa y Axel, llegaron a mi seguida Airón y Alek pero no me detuve junto a ellos, me aleje un par de metros presionando mi pecho para respirar con profundidad, vamos, que no puedo ser tan débil, baje la mirada dando una negativa, respire profundamente tocando mi estomago para presionarlo y regular mi respirar.
—¿Todo bien? —Airón llego entregándome un vaso con agua, le asentí irguiéndome, ocultando mi respiración aireada.
—¿Quién...quien llego ultimo? —pregunte cerrando brevemente los ojos ignorando la mirada lejana de Alek.
—Teniendo en cuenta que Akim y Adam aún no llegan, diría que ellos. —giré la mirada en dirección a los gritos y lo único que vi fue a Akim corriendo y una zapatilla volando, pegándole en la nuca mandándolo al piso, Adam paso por encima de él a lo que Akim le agarro los pies mandándolo al piso para arrastrarse por encima del cuerpo de su hermano y pelear para avanzar. —Papá ya los hubiera matado.
—No soy Andriy y quiero matarlos—murmure entregándole el vaso vacío para caminar hacía ellos. —¿Terminaron con su espectáculo?
—¡El mocoso hizo trampa!
—¡Él me arrojo primero! —Adam enterró su pie en el estómago de Akim liberándose para ponerse de pie. —Yo gane, llegue primero que...
—Perdieron los dos joder, que patéticos son. Adam con Airón, Akim conm...
—Conmigo—me interrumpió Alek acercándose a su hermano. —Axel con Ainhoa, tú supervisa. —me señalo y yo abrí mi boca con ofensa.
—¿Me dejas fuera?
—Entrenas a diario, ellos no lo hacen nunca, da ordenes y supervisa. —ignoro mirarme, las parejas ya estaban establecidas y yo me sentí excluida. Me cruce de brazos haciendo una rabieta interna, pero lance ordenes de igual manera.
—Lo primero que nos enseñaron antes de aprender a golpear fue a leer a nuestro oponente, vean sus movimientos, cual pie es su dominante y por donde lanzara el siguiente golpe, bloqueen, esquiven, sin golpes directos, intenten derribar a su oponente ocupando sus propios golpes en su contra.
Indique que iniciaran y me vi paseándome con desganó entre ellos, yo también quiero esquivar golpes, sentía que debía esconder el puchero inexistente porque Alek podría verlo y se burlaría de mí.
Camine alrededor de Airón y Adam con la intención de comentar algo, pero mi hermano ya se estaba encargando de instruir a Adam.
—No intentes ver mis movimientos analizando mi rostro, mira la posición de mis pies, manos, rigidez, lee mi expresión corporal. —Airón recargo su peso en su pie izquierdo y por reacción sabía que golpearía a la derecha, Adam supo cómo leer ese cambio de postura y lo esquivo, ganando un asentimiento por parte de Airón.
—Mantén tu cuerpo en armonía, confía en tus movimientos y ponle más estabilidad a tus pies—camine alrededor de Adam, enseñándole a equilibrar su peso con una postura correcta, lo hizo y esta vez cuando Airón le lanzo un golpe lo esquivo sin tambalearse, le asentí guiñándole un ojo a mi hermano para pasar a los siguientes.
Puse gesto de dolor al ver como Ainhoa derribaba a Axel de dos movimientos, la rubia dio brincos eufórica y yo me crucé de brazos mirando como Axel reclamaba desde el piso.
—¿Me dirías que hiciste mal? —lo miré desde la altura ganando un suspiro cansado de su parte, giro en el piso para ponerse nuevamente de pie y tuve que elevar unos centímetros el rostro para mirarlo.
—Creó que...
—¿Crees? —le enarque una ceja mirándolos a la par—otra vez. —moví mis manos dando dos pasos hacia atrás para darles su espacio.
—Se buena. —Advirtió Axel.
—No te controles Ainhoa. —le di una mirada a la rubia y ella pareció extasiada.
Axel tenía una postura correcta de defensa, los brazos bien ubicados y equilibrados, miraba la expresión corporal de Ainhoa pero idiotamente cuando ella le lanzo el primer golpe no lo esquivo, lo vi de pies a cabeza, notando los errores básicos en sus movimientos, Ainhoa ni siquiera lo atacaba con el fin de lastimar, solo para desalmar, de dos golpes y un barrido de pies Axel estaba nuevamente en el piso.
—Ahora, ¿Me dices que hiciste mal?
—Creó que fue la...
—Otra vez. —lo hice callar con un gruñido moviendo mis manos para que volviera a ponerse de pie.
Lo hizo a la mala, note su mirada de desagrado pero me importa una mierda, con una llave Ainhoa lo mando al piso doblándole el brazo quedando sentada sobre su espalda.
—Axel. —Espere su respuesta, pero ese "Creó que", me irrito. —De nuevo. —exigí una y otra vez, en cada una de las oportunidades Ainhoa lo derribo y Axel titubeo inseguro a la hora de decir en que fallo.
—Joder creó que...
—El creó no me sirve Axel —lo encaré a la sexta vez que Ainhoa lo derribaba—Sabes o no sabes, así de sencillo, los términos medios aquí no existen, ¿En qué fallaste?
—La postura—su tono de voz sonó más ronco y eso pico en mi interior, vi la chispa en sus ojos, lo que hace años vi en Noemí, ese animal reprimido, escondido tras la máscara de pacifista. —No equilibre de forma correcta mi peso, así que le fue más sencillo desestabilizarme.
—Ainhoa—hable sin desviarle la mirada en Axel. —¿Cuáles fueron tus errores?
—Al derribarlo mis pies se enredaron, tuve una postura incorrecta, en otras circunstancias eso me hubiese debilitado.
—Correcto—la señale sin mirarla. —no interesa cuantas veces falles, interesa que te des cuenta de tus errores y para la próxima te esfuerces por no cometerlos. Si no sabes que haces mal seguirás cometiendo los mismos errores una y otra vez. Practica postura, equilibrio y seguridad en tus golpes, no necesito que le rompas la cara, necesito que ocupes técnica y la derribes sin miedo a lastimarla, ella no temió en derribarte una y otra vez, no lo hagas tampoco. ¿De acuerdo? —me asintió respirando con profundidad para mejorar su postura y ponerse en posición ante Ainhoa.
Les di un asentimiento y me aleje una vez Axel lanzo el primer golpe sin dudar, Ainhoa sonrió se vio conforme, le murmuro un "No te reprimas, que no te dejaré lastimarme", eso pareció aligerar a Axel que lanzo golpes sin miedo.
En cuanto me acerqué a la pareja conformada por Akim y Alek, vi al primero pasar por encima del hombro de Alek y caer al piso soltando chillidos dolorosos, puse una mueca sin poder contenerme.
—Cuida tu distancia Akim—Alek estiro sus brazos mirando a su hermano desde el piso nombrando todas las cosas que había hecho mal. —Si no estás seguro de la técnica que aplicaras, no la apliques, menos si tu oponente en más rápido.
—Eres un hijo de puta—hablo en quejidos rodando en el piso, lo mire dándole una negativa pesada y el me hizo un puchero en dolor.
—Veo que van bien. —les asentí ignorando los lloriqueos de Akim.
—Me hice mejor amigo del piso cuñada.
—Ponte de pie Akim. —le señale con mi cabeza y a reclamos volvió a ponerse nuevamente de pie.
—Porque no me dejaste con Axel o el niñato. —los señalo provocando que Alek le rodara los ojos.
—Ponte en posición Akim—me gane a sus espaldas viendo su postura corporal, corrigiendo en murmuros los detalles en los que fallaba.
—¿Por qué tú no estas entrenando? —me gane a su lado ganándome una mala mirada.
—Tu hermano me dejo en la banca. Brazos en alto. —coloco sus brazos en posición de defensa ganando una estrellita. —Mira su cuerpo—le indique señalando a Alek. —la posición de sus pies detecta cuál es su pie dominante, su brazo dominante y comienza a leer el patrón de sus movimientos. —moví mi mano para que Alek lanzará el primer golpe y mientras él iba moviéndose yo le decía a Akim, como y en qué sentido lanzaría Alek los golpes.
—¿Cómo...? —Akim se giró para mirarme sorprendido e incluso Alek pareció estarlo, más que confundido era irritado por saber leer tan bien sus movimientos.
—En situaciones así tienes la oportunidad de analizar a tu oponente, de ver sus patrones, la presión en sus golpes y la asertividad en ellos. Alek aplica mucha fuerza en sus golpes, no sabe controlarlos, la mayoría de las veces todos sus golpes son asertivos, pero cuando falla pierde estabilidad y se vuelve más fácil desequilibrarlo, no intentes igualar sus golpes, busca ventajas, sus puntos débiles y explótalos.
—¿No te cansas de ser tan sabelotodo? —Akim me hablo con burla y un toque de admiración, mientras me sonreía arrugándome la nariz, rodé los ojos en respuesta.
—Otra vez...
—No, por favor—Akim hizo una reverencia alejándose silenciosamente. —en su turno maestro.
—Tú eres el que debe entrenar, no yo. —me cruce de brazos dándole una mirada despectiva a lo que él hizo ceñas con su mano diciendo que ya no podía más.
—Estoy muerto, iré por un poco de...
—No—le negó Alek. —te quedas, observas y aprendes. —Alek movió su mano en mi dirección incitándome a acercarme.
—¿No que tenía que supervisar?
—Me jode que leas mis movimientos. —se irrito y en cuanto me lanzo un golpe para desestabilizarme, me ladee dándole un puñetazo en el estómago obligándolo a retroceder.
—Aprende a controlar tus golpes Alek.
—Creí que eras tú la que no tenía control.
—Y no lo tengo—le di la razón poniéndome en posición de ataque, centrándome en su rostro. —pero la diferencia es que tu golpes para noquear, yo para matar. —me lanzo un puñetazo al hombro y no me corrí deje que impactará y de forma ágil tome su muñeca y codo, tirando su brazo hacía el lado contrario provocándole jadeos de dolor y gruñidos coleros.
—No miras mi expresión corporal, ni siquiera mis pies. —me gruño mirando mi rostro y yo le sonríe soltando su brazo empujándolo.
—No tengo necesidad de hacerlo.
—Dijiste—no gire la mirada no sería tan estúpida para girarme teniendo a Alek frente a mí—Dijiste que no viera las expresiones faciales, que me concentrara en su cuerpo en la posición de sus pies...
—Sí—le di la razón a Adam, notando que nos volvíamos el centro de atención.
—¿Y entonces porque tú no lo haces?
—Airón explícales. —Me incline en cuanto el brazo de Alek paso por donde anteriormente estaba mi cabeza, gire alrededor de su cuerpo dando una patada lateral a su espalda baja irritándolo el doble.
—Sus expresiones faciales los delatan, no tienen la seguridad suficiente en sus golpes, así que más que mirar su expresión corporal, analizando su rostro distinguimos los patrones.
—Exacto—sonreí dando un giro para ver como Alek pasaba de largo. —Airón podía leer perfectamente los movimientos de Adam, porque él dudaba antes de golpear, lo planeaba y eso lo volvía predecible, pude leer los movimientos de Alek a la hora de enfrentarse a Akim porque estaba confiado en que su oponente era más débil, confianza excesiva y dudas acusatorias, dos factores que los ponen en desventaja.
—¿Y ahora? —pregunto Axel—Alek no te ve como un oponente más débil y aun así logras predecir sus movimientos, ¿Cómo lo haces? —Alek me gruño y cuando sus golpes se volvieron más brutos le aplique una llave enredando mis pies con los suyos mandándolo al piso, no estuvo ni cinco segundos y se puso de pie colero.
—Ira—lo señale deteniéndolo. —irritación, frustración, ¿Notaron que Alek nunca miro mi cuerpo? —me gire para ver que nos observaban tomando notas mentales.
—No porque nunca lo golpeaste.
—Exacto—eleve los hombros—¿Qué logre con eso?
—Enojarlo—sonrió Akim al ver que Alek estaba colero.
—Esquive sus golpes, aplicándole llaves, dándole a entender que él podía estar golpeando, pero yo llevaba la ventaja. ¿Podrían decirme que hizo mal? —los mire incluso a Alek, y puedo asegurar que estaba a segundos de sacar vapor por la nariz.
—Su postura era correcta—inicio Ainhoa.
—Incluso la posición de los brazos, sus golpes no eran consecutivos ni repetitivos, siempre cambio la técnica. —medio asentí dándole la razón a Akim y esperé pacientemente a que debatieran para al final escuchar a Airón.
—Se desespero —gano la atención— no saca nada tener buena técnica si se enfoca en vencer sin aplicarla, Hela tuvo una actitud tranquila, desinteresada y eso irrito a su oponente porque lo hizo parecer débil. —lo señale pegándole una estrella imaginaria en la frente.
—Alek me ha derribado un par de veces—le di el favor— cuando peleamos a la par, cuando le devuelvo los golpes y lee mis movimientos, pero ¿Cómo puede leer mis ataques si no ataco?, no siempre se pelea para derribar, noquear o matar, también para distraer, confundir e inmovilizar, Alek me atacaba para derribar, yo para distraer, al final, ¿Quién gano esta pelea?
Los vi subrayando aquella información en su mente, soltando sonrisas complacientes, incluso Alek dentro de su molestia pareció entender algo nuevo.
—¿Lo hacemos de nuevo? —le di una sonrisa ladina a lo que me enarco una ceja molesto.
—¿Bloquearas o lo harás divertido?
—Me dejaste en la banca, te lo merecías...un poco—quede a unos pasos de él poniéndome en posición, medio sonrió e imito mi pose.
—Me preocupa tu salud Hela. —me murmuro cuidando el que escucharan de más— cuando corrías, las expresiones de tu cara, ¿Algo te duele?
—No—negué porque era cierto—incomoda, solo eso...
—¿Incomoda qué? —hijo de puta, me lanzo un puñetazo distrayéndome, para cuando lo esquive ya había lanzado otro en aquella dirección, me dio en el hombro ganando un gruñido por mi parte, me guiño el ojo la bestia.
—¿Con que así será? —acepto mi advertencia con una sonrisa.
—Golpea y habla, puedes hacer ambas, ¿Qué te incomoda?
—No lo sé—gruñí al ver como reprimía sus golpes, me daba solo en los hombros o brazos, vio mi irritación y la ignoro ganando un rodillazo en el abdomen que lo hizo retroceder— no estoy acostumbrada a alimentarme tan seguido, debe ser eso, las comidas, vitaminas, me tienen con el cuerpo extraño, como pesado...
—Las comidas deberían darte más...
—¡Deja de controlar tus golpes joder! —di una patada recta a su rodilla desestabilizándolo para doblar el brazo dándole un codazo en la cara y girarme haciendo un barrido con mis pies lanzándolo al piso— me gusta más cuando peleas para noquear, no te controles conmigo que no te dejaré lastimarme.
—¡Controla tu agresividad mujer!
—¡Ya es todo por hoy! —moví mis manos en el aire histérica y dejé a Alek en el piso mirándome de forma despectiva, me toqué las sienes caminando en dirección a la casa.
—¡No te vayas! —sentí correr a Akim hacía mi dirección y apenas detenía mis pasos cuando ya me había tomado de los hombros para hacerme girar. —comparte un rato más con nosotros, haremos carne asada y...
—No me apetece Akim, iré a...
—Oh vamos por favor —se colgó de mi brazo haciéndome girar para ver como los demás me suplicaban con la mirada, toque el puente de mi nariz, accediendo para que dejará de joderme.
Comenzaron a preparar el fuego, la carne, miraba la mesa que habían organizado llena de comida, vasos, bebidas alcohol, y prefería mirar el cielo viendo las estrellas y la luna.
—Vi un pastel—canturreo Airón—si te pones a soplar velitas me reiré de ti toda la vida.
—Como den la idea haré que se traguen el pastel con velas y todo. —se río.
—Sabes que te conozco, ¿no? —lo mire debilmente— no como me gustaría, pero te conozco, y sé que algo no anda bien contigo, ¿Quieres contarme?
—No—le negué bajando la mirada— no quiero contarte.
—¿Todo bien con Alek?
—Supongo...
—¿Es por él?
—Airón—advertí al notar sus intenciones, elevo las manos dándome un asentimiento.
—¿Tengo que quedarme también o puedo irme?
—Si yo tengo que quedarme tú igual. —me miro con desgano y me cruce de brazos clavando mis piernas en el piso, que coman luego para irme.
—Tengo toda la jodida intención de emborracharme, ¿Estamos seguros aquí verdad? —Akim abrió una botella de tequila y le asentí dándole miradas efímeras. —bien entonces bebemos...menos tú—señalo a Noemí al ver como sonreía.
Comenzó a servir los tragos y cuando los repartió mis manos sudaron, Axel, Adam, Ainhoa, llego a Airón estirándole un vaso a él y a mí, note como me dio una mirada rápida, pero termino por aceptarla. Le negué a Akim, con mis manos temblando.
—Oh vamos, no seas así...
—Dijo que no Akim. —Alek le advirtió a su hermano y él malhumorado se encamino hacía él para darle el vaso a lo que también negó.
—Oh venga Alek, no seas aburrido...
—No se me antoja beber. —le elevo los hombros y ya bajé la mirada.
—¿Te pone incomoda? —Airón me susurro en la espalda y le di una mirada de advertencia, ese es terreno que tiene prohibido pisar.
Dieron un brindis y tomaron el Shot de tequila, comenzaron a servirse tragos, lanzarse cervezas y me aleje un par de pasos sintiéndome incomoda. Me aleje teniendo la necesidad de caminar hacía Alek, e instintivamente él camino hacía mí en cuanto me aleje del grupo.
—¿Quieres gaseosa o...
—¿Por qué no bebes? —ladee mi rostro para analizarlo y vi cierto orgullo en su mirar que hizo mi corazón latir al máximo de velocidad—¿Lo haces por mí? —murmure sintiéndome conmovida.
—No tengo ganas de hacerlo.
—Alek yo me muero por un trago—admití bajando la mirada— y ver que no bebas por mi culpa me hace sentir peor.
—Si te sientes incomoda, dime y me deshago de...
—No—le negué—no me molesta verlos beber, solo no te frenes por mi culpa, la de las adicciones soy yo, no tú...
—Estoy bien así...—sentía que debía...más que un deber lo vi como una necesidad, me giré para pasar mis brazos por su cintura y atar mis manos a su espalda, lo sorprendí, la verdad es que no se me da esto de demostrar afecto, pero merece más que un simple abrazo.
—Gracias Alek...
—Estoy orgulloso de ti, Hela—murmuro pasando sus brazos por encima de mis hombros aferrándome a él.
—Aún sigo creyendo que eres un Dios supremo sentenciador de castigos y prohibidor de sustancias ilícitas. —Soltó una risa recargando su mentón en mi cabeza, sacudiéndome con debilidad entre sus brazos.
—Merecía título de Dios también.
—Eres el Dios de los molestos... ¡No! —enterró sus dedos en mis costillas haciéndome reír y me impidió alejarme, joder como me desespera que me hagan cosquillas.
—Que gratificante saber tu punto débil—metió sus manos entremedio de mis brazos haciéndome estremecer por la sensación de risa, pensé en darle una rodillazo en las pelotas, pero como deje de funcionar me doy un tiro.
—¡Ya Alek! —le reclame y se detuvo estancando la sonrisa al ver un destello de luz direccionado a nosotros, me gire entre alarmada y alerta para ver como Akim bajaba lentamente una cámara pasando de tener cara de maldadoso a asustado en segundos.
—¿Qué crees que haces? —le increpamos los dos y él comenzó a bajar lentamente la cámara.
—El flash estaba prendido—murmuró y ambos asentimos mirando su cámara. —Oh...vaya...no...—soltó un chillido y salió corriendo en sentido contrario incluso cuando ni siquiera hicimos el intento de seguirlo, miré a Alek que estaba igual de confundido que yo, y me reí, sin poder evitarlo.
—Terminarás envejeciendo más rápido por culpa de él.
—Y dejaré de ser atractivo—chasqueo la lengua mirándome en negación a lo que le asentí elevándole los hombros.
—En un mes serás dos años mayor que yo, ahora no se nota pero en un par de años, no me vas a favorecer esteticamente...
—¿Cómo sabes que un mes más...lo olvidaba—rodo los ojos—psicópata. —le di una mirada en advertencia alejándome dos pasos de él.
—Soy observadora, no psicópata, es totalmente dife...
—¿Cómo que no te voy a favorecer estéticamente? —cayo en cuenta de mis palabras cruzándose de brazos.
—¿Vez esto? —me señale dando un giro frente a él contorneando las caderas—¿Crees que dejaré de ser hermosa en algún momento?, joder que me miro al espejo y quedo ciega por tanta belleza.
—No sé cómo no te ahogas con tu ego. —me rodó los ojos sin borrar la sonrisa que me tiene vuelta loca.
—Existen personas que la belleza la tienen bieeeeeen interiorizadas como tú, y existen otras como yo, que deslumbramos con nuestra belleza externa, somos los preferidos de los Dioses.
—Oh por supuesto—asintió tirando de mi brazo haciéndome reír mientras se ataba a mi cintura—creí que la Diosa afrodita era la de la belleza, Hela es solo de la muerte...
—¿Acaso la muerte no es hermosa? —ate mis manos a su cuello balanceándome en sus brazos.
—Eres más hermosa tú. —rozo su nariz con la mía acelerándome el pulso, por más que lo intente cada que lo tengo cerca la sonrisa es inevitable.
—Vaya—sonreí con caprichoso—¿Qué hice para merecer un cumplido tan encantador de su parte?
—Enamorarme. —me beso incluso cuando no podía borrar la estúpida sonrisa de mis labios.
¿Qué hice?, esa es la pregunta, ¿Qué hice para merecer sentirme así?, para que después de tanta mierda, sufrimiento, agonía y soledad, mi corazón latiera con tanto gozo, con tanta vida, seguí el ritmo de su beso sintiendo mi cuerpo flotando el algodón.
Retrocedo en lapsos, recordando, "Erlick la hizo amarse así misma", mi hermano le ayudo a Noemí a reencontrarse, a amarse, le devolvió partes de su vida que le habían sido robadas y Alek me dio mi libertad, me hizo sentir al punto que estoy a la nada de desquiciarme, no me devolvió partes de mi vida, me enseñó como realmente era vivirla, si Noemí tardo cinco años en superar a medias a mi hermano, yo tardaré toda una vida.
—Deja de sonreír y bésame bien—me reclamo como un crio y eso me hizo sonreí aún más, mi sonrisa choco con sus labios y cuando estaba por reclamarme lo vi molestarse por el puto flash. —¡Joder Akim! —se giró aun sosteniéndome de la cintura para darle una mala mirada a su hermano a quien le salían corazones de la cara.
—Son tan lindos. —lloro con falsedad. —no puedo evitarlos, la cámara los adora.
—¿Dónde demonios conseguiste esa cámara? —le recrimino su hermano siendo conscientes que todos nos miraban de forma esporádica con sonrisas estúpidas.
—Me la compraste en el supermercado, ¿Te gusta?, es...
—Es ahora donde me gustaría un trago. —reclamo escondiendo su cabeza en la curva de mi cuello siendo fotografiados por Akim. —¡Ya detente!
—Solo una más, porque no vuelven a...—Alek dio un paso hacia Akim alejándose de mí y por mera reacción tire de su brazo.
—Recuerda si envejeces perderás el encanto y por ende mi interés.
—Ni en cien años dejaría de tener tu atención, arpía acosadora.
—Observadora—corregí soltándolo para hacerme la digna.
—Me seguías, eso es más que solo observar.
—No te seguía, solo recorría las mismas ciudades que tú por mera casualidad.
—Psicópata.
—Anciano.
—Arpía.
—Dios molesto.
—Diosa de las psicópatas. —le saque la lengua de forma bastante madura siendo capturada por el puto flash.
—¡Akim! —me gire en modo advertencia y ahora Alek no pareció para nada molesto.
—Dime que la capturaste—ladeo el rostro mirando a su hermano con complicidad y él le asintió girando la cámara señalándole la foto.
Salía mirándolo de brazos cruzados con la nariz arrugada los ojos entrecerrados y la lengua afuera en pose burlesca, que niñería.
—Borra eso. —le advertí pero me negó dando un paso hacía atrás.
—Sales linda si pareces un ser humano y todo...
—¡Que borres eso! —le grite dando dos pasos hacía él, pasos que detuvo de golpe, al sentir la presión en el abdomen que me hizo perder la respiración, el calor se irradio hacia mi pecho y mi corazón se aceleró.
Mantuve mi rostro impasible, igual de colero e irritado, pero esa sensación no se iba, y no me dejaba avanzar, Akim seguía burlándose de la foto capturando la atención del resto y eso me permitió bajar la cabeza para respirar profundamente acomodando lentamente mis pies uno junto al otro para erguirme y seguir respirando calmando esa sensación y el estremecimiento repentino de mi cuerpo, joder, yo le dije a Yoan que las vitaminas, la comida, el exceso de alimentación me haría mal, no estoy acostumbrada a comer tanto y me dejo una jodida dieta con siete comidas diarias, y encima se la entrego a Alek, señor "Come a la muelo y te la inyecto"
—Hela...—me gire calmando el sentir de mi cuerpo, lo menos que quiero es que me sigan tratando como si fuera un maldito cristal. —¿Todo en...
—Ahora si me apetece la gaseosa. —hable con mi voz en calma, intentando no demostrar nada con mis ojos para que no tuviera la oportunidad de leerme.
—Te traeré un vaso de jugo. —le asentí medio rodando los ojos, no fue lo que pedí pero sirve.
—Es suficiente—di dos pasos cuando ya tenía a Airón encima. —te harás todos los jodidos exámenes que Yoan pidió, ¿Qué sientes ahora?, ¿Qué te duele?, tu sentir también es importante Hela no puedes...
—Estoy bien mocoso—respire profundamente para ladear el rostro y mirarlo con la seguridad plasmada en mi rostro. —no me duele nada, no tienes porque...
—¿Qué te detuvo entonces?, diste apenas unos pasos y frenaste, ¿Te duele el corazón, abdomen, piernas, qué?, solo dímelo y...
—Que no me duele nada—me irrite. —estoy bien...—Alek llego a nuestro lado estirándome un vaso de agua y yo fruncí el ceño, pedí gaseosa dijo que me traería jugo y llegó con agua, quien lo entiende.
—Deberías ir a recostarte un rato, quizás el ejercicio te dejo...
—¿Disculpa? —joder como me molesta que quieran hacerme ver débil—¿Qué el ejercicio me dejo cansada?, ¿Eso ibas a decir?
—Hela no tienes buena cara, deberías descansar un rato solo...
—Entreno desde que tengo cuatro años, puedo diferenciar por mi misma cuando estoy cansada o cuando no, no necesito que me manden a descansar cada cinco minutos que no soy una cría...
—Nos preocupamos por tu salud, solo eso no tienes que...
—No puede ser—balbucee tomándome el vaso de agua deseando fuera whisky me gire tocando mi cabeza para hablar. —Akim prepárales unos tragos. —lo mire señalando a Alek y Airón. —Whisky doble para los dos, veamos si así se vuelven más simpáticos.
Camine en dirección a la mesa donde tenían toda la comida y bebidas siendo seguida por esos dos primates, Akim canturreaba tomando dos vasos poniendo cubos de hielo y abriendo el whisky Johnnie Walker, haciéndome agua la boca, los sirvió entregándoselos a Alek y Airón quienes no me quitaban la puta mirada de encima.
Tome una botella de gaseosa sirviéndome el vaso soltando gruñidos, quien me viera y quien me vio maldición.
—Hela—advirtió Alek. —la lista de Yoan prohibía las bebidas gaseosas...
—La lista de Yoan prohibía estresarme —balbucee girándome hacia ellos viendo que ambos estaban de brazos cruzados sin tomar ni un sorbo de su trago. —Venga por favor—tire mi cabeza hacía atrás en frustración. —no puedo beber, me tienen comiendo siete veces al día y me atan a la cama para dormir más de ocho horas, joder que ni bañarme me dejan sola, beban, conversen con los demás y déjenme tranquila solo cinco...
—Deja el vaso en la mesa Hela. —lo llevaba a mi boca porque sentía la garganta seca y ambos me señalaron irritados, me la suda su orden, tomé todo el contenido del vaso de golpe, olvidando que no era alcohol y si gaseosa, el gas me hizo arder la garganta y me vi ladeando la cabeza como una puberta tomando el primer Shot de tequila.
—Beban y dejen de joderme. —los señalé con el vaso vació y no me moví hasta que tomaron el primer trago, vi la cara de placer que Alek evitaba a toda costa hacer, pero sus ojos eran similar a cuando esta por correrse, tan primitivo. —así me gusta, ocupen sus bocas para beber y no para joder, ¿Bien? —les levante los pulgares dejando mi vaso de lado para tomar la botella de whisky y llenar el vaso de Alek y Airón.
Una vez lleno presione la botella de whisky en el pecho de Alek y no espere hasta que lo sostuviera solo la solté y me gire para caminar hacia Adam y Axel que se encargaban de preparar la carne.
—¿Les falta mucho? —pregunte sintiendo que se me hacía agua la boca, al sentir el aroma y ver el jugo de la carne goteando.
—No, unos diez minutos, ¿Tienes hambre?
—Un poco. —admití dando miradas de advertencia efímeras para que Airón y Alek se mantuvieran alejados de mí.
—Nunca te había escuchado decir que tienes hambre. —comentó Axel dándole un sorbo a su cerveza.
—El estrés me da hambre. —me cruce de brazos teniendo un berrinche interno al ver que hasta el mocoso bebe y no yo.
—Pasarías hambrienta. —se burlo Adam.
—Antes tenía una forma diferente de calmar mi estrés. —balbucee desviando la mirada a la carne, para de metida pincharla con el dedo.
—¿Por qué tienes dos gorilas de guardaespaldas? —Adam se ganó a mi lado mirando en dirección a los dos primates y yo tire mi cabeza hacía atrás.
—No confían en mí y en mi habilidad de cuidarme.
—No tienes habilidad para cuidarte.
—¿He muerto? —lo mire enarcando una ceja.
—No pero...
—Entonces si tengo habilidad para cuidarme.
—Tú y tu hermano pelean por el título al irritante del año. —se molestó empujándome con su mano para dar vuelta la carne, me saboree los labios al ver el juguito cayendo.
—Así que Airón es irritante. —le di una mirada rápida para seguir centrándome en la carne de forma despreocupada.
—Los dos lo son...
—Me imagino, por eso Alek me sigue a todas partes y tú seguiste a Airón. —canturree con malicia viendo como Adam palidecía y a los segundos Axel se atoraba con su cerveza para comenzar a toser de manera disimulada.
—Creó que ya está lista la carne. —balbuceo cortando un pedazo de carne, fui la primera en ganarme a su lado para que me diera un trozo rápido, tengo un litro de baba en la boca. —aquí tienes. —pincho un trozo de carne con huesito para dármela y yo fui feliz.
Di el primer mordisco y ellos parecieron esperar atentamente mi veredicto, mastiqué deleitándome, esta incluso más jugosa de lo que se veía.
—¿Y? —pregunto Axel algo nervioso, le asentí masticando con más ansias, le levanté el pulgar sin dejar de asentirle y sonrió complacido, para partir más carne y comenzar a repartir.
—No mentías, si tenías hambre—Adam me miro con un poco de asco y me dio igual, ¿hace cuanto no comía una carne así de rica?, joder años, desde...demonios la última vez que comí una carne así fue en Argentina hace casi diez años.
Creó que le di lastima a Adam, ya que partió más carne dándome a elegir para que dejara de lamer el huesito.
—¿Qué fue...que fue lo que te dijo Airón? —pregunto mirando a su alrededor de forma despreocupada, mientras que yo sentía que cada bocado era mejor que el anterior.
—Que lo seguiste incluso cuando te advirtió que no. —rodé los ojos, mocoso estúpido creyendo que me tragaría sus mentiras. —¿Te divertiste acosando a mi hermano?
—No lo estaba acosando, él se iba y no arriesgamos el culo por él como para que se matara en las calles.
—Es un Petrov, la imbecilidad no corre en nuestras venas.
—No pero si la terquedad, llamo la atención y tú dijiste específicamente que...
—Va en nuestra sangre no seguir ordenes ni reglas. —lo mire tomando otro trozo de carne para señalarlo con un hueso— vete acostumbrando a ello, Airón las únicas ordenes y reglas que sigue son las propias y las mías...
—Te desobedeció...
—Y le patee el culo por eso, ¿Alek te lo pateo por desobedecerlo o debería hacerlo yo?
—Pareció olvidarlo. —murmuro mordiendo un trozo de carne girándose para ver a su hermano. —y espero siga así, creó que esos dos crearon una especie de vinculo especial. —los señaló con la cabeza y yo por inercia los mire viendo que ambos seguían mirándome como un par de acosadores.
—Se aliaron para irritarme. —me moleste girándome, dándole la espalda para seguir comiendo.
—Alek viene, ¿Lo distraigo?
—Por favor...
—Oye Akim, Alek tiene el vaso vacío. —Adam elevo su voz y no tarde en escuchar el gritito espantado de Akim llamando a su hermano.
—Astuto.
—No eres la única que lo ocupa para distracción. —se recargo en el muro para verme comer bebiendo de su trago. —porque eso hiciste, ¿no?, por eso lo llevaste al supermercado y no a Airón o a mí. —sonrió con complicidad. —¿cumplió con su misión?, ¿Distrajo a Alek?
—Se lo ofreció en bandeja de oro a una perra pelirroja.
—¿Dónde andabas que dejaste que pasara eso?
—Fui al...—cerré la boca al darme cuenta de que estaba hablando de más, volví a llenar mi boca de carne, girándome para ver como Akim retaba a Alek y Airón para hacer una competencia de bebidas, el imbécil no aprende. —Ainhoa encargo aparatos, cables, discos y esas mierdas, fui a comprarlas y...
—Sí, claro, por eso llego de todo menos cables y...
—¿Me dejas de mentirosa?
—No te juzgo Hela, fue un buen movimiento, llevar a Akim sabiendo que distraería a Alek y tú tendrías tiempo para irte sin que se diera cuenta, lo de la cajera evito que Alek te interrogara y pasaste desapercibida, me impresiona la manera en que trabaja tu mente.
Lo mire con cierta complicidad y él me guiño un ojo terminándose su trago.
—¿Qué le vez a mi hermano? —casi escupe un pulmón. —puedo distraer a Alek, tengo ventaja sobre su mente, y no te equivocas si lleve a Akim para distraer a Alek, lo logre, me escape, hice lo que tenía que hacer y volví, puedo apostar que Alek tardo en darse cuenta de porque tome la decisión de llevar a Akim, estaba muy distraído conmigo, pero tú no, me gusta la forma en que me analizas, y estoy segura lo haces con Airón así que dime, ¿Qué vez en él?
—No veo nada. —me reí.
—Mocosos mentirosos. —negué en neerlandés dándole una mirada rápida. —pisas terreno peligroso, puede llegar a tener incluso más demonios que yo.
—No sé de qué hablas Hela...
—Como digas. —le guiñe un ojo tomando otro trozo de carne para caminar en dirección a la mesa donde los gritos eufóricos ya eran un poco más efusivos.
No sé como ni cuando Alek y Airón aceptaron, pero terminaron enfrentándose a Akim y Ainhoa.
En lo que me demoré en llegar a la mesa, vi como tomaban vaso tras vaso hasta completar las tres rondas de tequila y pasar al whisky.
—Akim ya perdiste una vez...
—¡Perdí contra Hela y es porque no había comido nada! —reclamo llenando los cuatro vasos de whisky mientras que Ainhoa metía papas a su boca llenando su estómago evitando el alcoholizarse de forma temprana.
—Te habías comido media pizza antes de empezar a beber.
—¡No es verdad! —reclamo chasqueando la lengua para elevar el vaso y beber.
—Díganme que al menos apostaron. —me senté encima de la mesa ladina para seguir picando carne que había en platos ajenos.
—Si ganamos duerme afuera. —Airón señalo a Akim y él me asintió mordiendo limón.
—¿Y si tú ganas? —pregunte con obviedad y pareció confundido unos segundos, para dejar caer el limón y mirar a mi hermano y su hermano.
—¡Oigan!, ¿Y si yo gano?
—Duermes afuera.
—¡Eso no me beneficia en nada! —reclamo pero era obvio que no ganaría.
—Bien si ganas duermes adentro.
—Eso si es más parejo.
—No puedo creer que este animal sea mi hermano. —Adam toco el puente de su nariz y yo sonreí dándole una negativa.
—¡Me estoy comiendo eso! —Noemí me dio una palmada en los nudillos asustándome para alejar su plato de carne y prácticamente abrazarlo lanzándome dagas con la mirada, lo mire mal chupeteándome los dedos volviendo mi mirada a los imbéciles bebiendo.
Me sentí como una cría caprichosa, cuando Alek se tomo el vaso de whisky movió su mano pidiendo tiempo y me acerco un plato con carne picada dándole una mirada de soslayo a Noemí, tuve todas las intenciones de girarme hacía ella y sacarle la lengua como una niña consentida, pero me entretuve comiendo la carne felizmente advirtiéndole a todos con la mirada que como se metieran con mi carne los decapito.
Ocho rondas más tarde, ya se había acabo el whisky y habían empezado con el ginebra, Akim ya arrastraba las palabras, Ainhoa estaba sentada en una silla inflando las mejillas apunto de vomitar, Airón sonreía de forma repentina y Alek tenía los ojos más irritados y pequeños, los únicos sanos éramos Noemí por obvias razones, Adam y yo, Axel estúpidamente bebía a la par de ellos siendo que ni siquiera estaba apostando, conversaban reían y tomaban, mientras que Adam se mantuvo consciente para tomar fotografías y reírse a despensa de ellos.
—Creó que ya es suficiente. —murmuro Noemí y Axel asintió siendo que no había bebido ni la mitad que los idiotas. —es tarde y han bebido demasiado...
—E...eres...abu...aburrida—Akim hablaba soltando hipos, se apoyó en la mesa sus brazos se doblaron y termino por caerse, Axel soltó una risotada escupiendo ginebra por la boca haciendo que Airón se ahogara por la risa y comenzara a toser afirmándose del hombro de Alek, fue cuando note que estaba peor de lo que parecía, ambos se tambalearon y si no es por Adam se caen al piso.
—Yo no me hago cargo de alcohólicos. —advertí de forma tardía, pero la advertencia está hecha.
—Axel ya vamos a la cama...—Noemí tiro del brazo a Axel pero él no dejaba de reírse de Akim, se reía a boca abierta, mientras que Akim pedía ayuda desde el piso, diciendo que se ahogaría con su vomito.
—Co...como me vo...vomites en los pies te...te...—Ainhoa hizo una arcada y tuvo que presionar su boca, Akim chilló porque estaba a los pies de Ainhoa, movió sus manos pero no se corrió un centímetro, pero le puso esfuerzo.
Juro que sentí que se me sacudió el piso, las botellas retumbaron y cuanto me gire vi que solo Alek seguía de pie mantenía su mirada en el piso con una media sonrisa y sus ojos chinos.
—No puedo creerlo. —toque el puente de mi nariz bajándome de la mesa para esquivar a Akim y Ainhoa para girar por alrededor de la mesa y ver que Airón estaba estirado en el piso mirando el cielo y trataba de llevar su vaso a la boca. —mocoso ponte de pie.
—He...Hela...—ladeo su rostro confundido. —¿Cu...cuando creciste tanto? —arrastraba las palabras y sonreía como un imbécil.
—¡Arriba Airón! —lo tire del brazo y me forcejeo como un crio girando en el piso para acomodarse en posición fetal. —Airón levántate o...—me gire al sentir el golpe contra el ventanal y el retumbar del vidrio, viendo como Alek caía lentamente al piso soltando un jadeo de dolor.
—¡Mierda Akim! —reclamo cuando Akim seguía muriéndose en el piso.
—Adam te encargas. —señale a mi hermano y antes de qu pudiera negarse camine hacía Alek. —¿Me explicas que haces en el piso? —lo empuje con mi pie viendo cómo se sentaba en el piso tocando su cabeza y mirando confundido a su alrededor.
—¿Qué...fue...—solté un suspiro pesado y me hinqué para pasar su brazo por encima de mi hombro y ayudarlo a ponerse de pie.
—Creí que tu resistencia era mejor, como apestas joder...
—Mi resistencia es perfecta—me reclamo arrastrando y mezclando las palabras, debía concentrarme en exceso para entenderlo. —por eso te tengo contenta.
—No tengo objeciones al respecto. —cuidando sus pasos lo introduje a la casa, a punta de choques, risas, quejas, malas palabras e insinuaciones.
—¿Por qué eres tan hermosa? —balbuceo mirándome con devoción.
—Me hicieron con amor.
—Nuestros hijos serian hermosos entonces—soltó un hipo y mis pies se detuvieron perdió estabilidad y cayó a medio cuerpo al sofá. —Ay...—se quejó girando para caer al piso de nuevo.
—Alek deja de tirarte al piso. —balbucee nerviosa, me lanzo una mala mirada para estirarme las manos, me incline dándole un palmetazo cuando me agarro de las tetas y no de los hombros.
—No me maltrates joder, se linda y sácate la ropa...
—Alek—le advertí intentando no reírme. —no follaré contigo en ese estado.
—Dije sácate la ropa no...—cerró los ojos mientras su cabeza giraba y él ponía cara de asco.
—Como vomites perderás todo tu jodido encanto...
—¿Al menos ganamos? —volvió a estirarme los brazos y esta vez sí se sostuvo de mis hombros y me ayudo a ponerse de pie, se dejó caer en el sofá poniendo mueca de dolor.
—Teniendo en cuanta que Ainhoa y Akim están inconscientes en el patio, si, ganaron. —sonrió encantándome.
—Que bien...—murmuro haciendo sonar su boca por sequedad, le traje un vaso con agua ayudándolo a beber aunque sea un poco, le acomode como pude la almohada me asegure de que no había nada cerca para que no se matara por error y asentí complacida.
—Bien, si te dan ganas de vomitar gira tu cara para que no te ahogues y mueras, que duermas bien. —me gire para irme a la cama pero los reclamos de Alek me detuvieron, me gire para ver como bajaba torpemente los pies e intentaba sentarse, fracasando. —¿Qué haces?
—No me dejes aquí—reclamo sin poder abrir la boca por completo. —quiero ir contigo...
—Dije que dormirías en el sofá por cinco noches—le recordé y me encapriche al ver como tiraba su cabeza hacía atrás haciendo un berrinche.
—Amoor—reclamo acelerándome el corazón—y...yo no hice nada...
—Ya tuvimos esta conversación Alek, aparte no dormiré contigo en ese estado tan deplorable.
—No puedo dormir sin ti. —balbuceo como un crio, le rodé los ojos ladeando el rostro para ver como Adam tiraba de los pies a Akim para entrarlo a la arrastras a la casa.
—¿Y Airón?
—Dame un problema a la vez quieres—me miro irritado soltando a Akim a mitad del pasillo.
—O...oye no le hables así. —Alek lo señalo con una advertencia clara y yo le asentí al hombre entrando en coma etílico.
—Si, no me hables así mocoso.
—Me dan lastima. —gruño pateando con debilidad los pies de Akim para salir nuevamente e ir por Ainhoa.
—Ya...vamos a la cama...—me voltee elevando la cabeza al ver que tenía a Alek a centímetros de mí.
—Dije que te quedarías en el sofá.
—¡No me hagas esto! —me reclamo tirando de mi brazo. —¿Cómo dormiré sin ti?
—Cerrando los ojos y contando hasta diez. —Cerró los ojos me contó hasta diez y negó.
—No, no sirve, a ver así...—tiro de mi brazo para abrazarme y comenzó a contar dejando besos en mi coronilla, ojos, mejillas y boca haciéndome sonreír. —no tampoco funciona, veamos en la cama...
—Dije que no Alek. —lo detuve incluso cuando ya me iba a dejar arrastrar por su versión alcoholizada. —te lo mereces por lo de Airón y la cajera...
—¡Que no hice nada!
—Lo sé—restregué mi rostro. —¡Pero no dormiré contigo porque sigo molesta!
—Pudiste matarla—se sentó en el sofá cruzándose de brazos haciendo un puchero adorable— debiste matarla si temías que te reemplazará.
—Nadie podría reemplazarme nunca Alek...
—Lo sé—se dejó caer apoyándose en el respaldo—y te odio por eso, porque quieres dejarme solo...
—No voy a dejarte solo. —balbucee para tomarlo con delicadeza por los hombros para ayudarlo a recostarse mejor.
—Me dejas aquí.
—Cariño no me...—sonrió obligándome a morderme la lengua.
—¿Me llamaste cariño?
—No—negué al instante. —dije no me canses, no...
—Me dijiste cariño —sonrió feliz. —dilo de nuevo...
—Te vez tan patético...
—Soy tu cariño respétame.
—Joder que irritante eres ebrio. —acomode sus almohadas para bajar y sacarle los zapatos dejándolo más cómodo, el sofá es grande, cae perfectamente estirado y puede incluso girarse sin caer.
—¿Por qué sigues vestida? —me dio una mala mirada y antes de que pudiera volver a sentarse presione sus hombros y tome una manta para taparlo hasta el cuello.
—Duérmete quieres...
—Repítelo y...
—Amor por favor...—le acaricie la mejilla viendo que sus ojos se iluminaban al oírme decir unas palabras que se sentían tan pequeñas, para lo que en verdad significaba para mí. —duérmete.
—No...no es un apodo inno...innovador pero me gusta. —relajo sus músculos sobre el sofá cerrando débilmente sus ojos.
—Tú me llamas así de vez en cuando...
—En mí suena original...—bostezo girando en el sofá para acomodarse mejor y me encargue de taparle los hombros preocupándome de que no sintiera frio.
—Me gusta el arpía.
—A mí me gusta mi arpía...—balbuceo entregándose lentamente a los brazos de Morfeo, me lo quede observando, hincada a su lado incluso cuando oía los reclamos de Adam al acarrear a mi hermano a su habitación, ambos iban discutiendo uno arrastraba las palabras y el otro se irritaba por sus comentarios.
Acaricie la mejilla de Alek viendo como su expresión facial comenzó a relajarse y su respiración a regularse, se durmió. Besé su frente tapándolo mejor y me puse de pie.
—Buenas noches Alek. —murmure para darle una última mirada y dirigirme a mi habitación, cerre la puerta a mis espaldas sintiendo al segundo la habitación enorme.
Me di una ducha rápida para cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo, tome la primera polera de Alek que encontré sintiendo su aroma, quede en bragas para pasearme olfateando el cuello de la polera y meterme en la cama, donde idiotamente ya tenía un lado establecido, al lado de la ventana.
Me tape con las mantas acomodándome y a la primera vuelta sentí el vacío y no me gusto, Alek ya me tendría las manos encima para acercarme a él y yo dormiría feliz sintiendo su aroma y calor, ahora solo tengo su aroma desvanecido en las almohadas y ropa.
Volví a girarme buscando comodidad y mi cuerpo se estremeció por el frio, me centre en el ventanal, no sé qué hora es pero sigue oscuro, volví a girar cerrando mis ojos contando hasta diez sintiendo sus besos en mi cara cuello y cuerpo, deseándolo, necesitándolo, idiota, estúpido que se volvió una necesidad para mí incluso para poder dormir.
Me senté en la cama dándole golpes a la almohada en donde debería estar la cabeza de Alek.
—¡Estúpido! —maldije tomando la almohada para tirarme en la cama y abrazarla con los pies respirando con profundidad para poder dormir, joder me siento cansada, tengo sueño pero no concilio el sueño.
Termine por sentarme nuevamente en la cama viendo que entre vuelta y vuelta ya la tengo toda desarmada y ni siquiera fue por un buen sexo, tire golpes molesta y me puse de pie, ni tres horas aguante sin él infeliz, me cruce de brazos para caminar hacía la puerta y salir de mi habitación descalza con la polera de Alek cubriéndome las bragas y con mis pasos seguros, me introduje a la sala principal baje un par de peldaños y llegue al sofá donde lo deje durmiendo.
Seguía durmiendo plácidamente el infeliz y así decía que no podía dormir sin mí patán mentiroso.
Mire a mi alrededor viendo que Akim y Ainhoa dormían en el piso del pasillo con una manta cubriéndoles la cara y almohadas en los pies, tan atento que es su hermano menor.
Volví a analizar el cuerpo tranquilo de Alek y con gesto consentido me metí en el sofá cuidando el no despertarlo pero con la necesidad de sentirlo.
Apenas me estaba recostando cuando elevo las mantas dejándome entrar al sofá con él.
—Tardaste...—me gruño aún con su voz endeble, sonreí elevando la cabeza para que pasara su brazo y me jalara hacía él, pase mi mano por su abdomen y enrede mis piernas con las suyas para enterrar mi cabeza en su pecho y respirar profundamente su aroma.
—Creí que dormías.
—Dije que no podía dormir sin ti.
—Roncabas...—me estremecí sintiendo su calor, no necesitaba ni siquiera las mantas, con él me basta.
Acaricio de mi espalda bajo a mi cintura y con un poco de presión termino por dejarme encima de él, recosté mi pecho sobre el suyo metiendo mi cabeza en su cuello para respirar de forma más cercana su aroma tan delicioso.
Me tapo de forma despreocupada pasándose de listo acariciándome las piernas, riéndose como un crio al notarlas desnudas.
—Duérmete—exigí.
—Te extrañe.
—Fueron menos de tres horas—<<Y yo>>
—Fue una eternidad—reclamo aferrándome a él.
—Exageras. —<<lo sé>>
—¿Por qué volviste? —ambos teníamos nuestros ojos cerrados y aunque estábamos cansados no dejábamos de acariciarnos mutuamente incluso cuando Alek ni siquiera podía mover de forma correcta sus manos.
—Tenía frio...
—El cobertor de la cama es de polar...—sonrió con burla ganando que negara dejando besos en su cuello. —me extrañaste.
—Ni note tu ausencia.
—Volviste por mí.
—Prometí que lo haría—murmure sin pensar, sintiendo su sonrisa aumentar.
—Siempre cumple esa promesa. —me pidió besando mi rostro. Le asentí.
—Tengo sueño Alek. —bostece a lo que me asintió acomodándose mejor para que tuviera mayor movilidad y quedará más recostada encima de él, ni siquiera parece sentir mi peso, me sostiene de las caderas evitando que me aleje, reparte caricias y besa de vez en cuando feliz de tener encima sin follarme.
—No me siento muy bien. —admitió haciéndome reír.
—Bebiste mucho...
—Sufriré por la mañana.
—Yo te cuido no te preocupes. —le asegure besando sus labios para acomodarme e intentar dormir, intentar porque don hablador no puede dejar la lengua quieta.
—Me gusto...verte comer y reír...
—Me gusto la carne...
—Lo note—rio— no dejes de comer, ¿de acuerdo?
—De acuerdo—murmure aferrándome a él sintiendo sus latidos en mi pecho.
—¿Por qué no me amas Hela? —deje de respirar, al oír sus palabras en un susurro casi inentendible, gire el rostro para mirarlo y parecía que se estaba quedando dormido otra vez.
—No he dicho que no lo haga. —le respondí analizando su rostro relajado y sereno.
—Tampoco has dicho que me amas—me balbuceo soltando bostezos pesados y me hizo preguntarme, ¿Recordará todo esto mañana?
—¿Tanto necesitas oírlo?
—No—negó— pero me gustaría dormir sabiendo que me amas como yo te amo a ti...
—Lo hago. —susurre acariciando su rostro. —si lo hago Alek. —sonrió a labios juntos, pero fue la sonrisa más sincera que he visto en él.
Lo quedé analizando, esperando que siguiera hablando pero al sentir sus brazos pesados sobre mi cuerpo supe que se había dormido y ahora yo ya no tenía sueño.
Lo hago, esa es la verdad, no sé como amar, ni que se siente, ni como demostrarlo, solo sé que puede vivir sin él, pero que no se me apetece intentarlo, seguiré viviendo si no lo tengo, pero honestamente no sé si podría llamarle vida a una existencia sin su presencia, supe hace tiempo que lo que estaba comenzando a sentir era más que complicidad y comodidad, lo supe cuando abría los ojos y lo primero que hacía era buscarlo, cuando me despertaba por las noches y me asustaba por no sentirlo a mi lado, cuando se volvió una necesidad dormir pegada a él y sentir su aroma en mi nariz incluso ahora apestando a alcohol.
Lo amo aunque no sé como hacerlo, lo estoy haciendo a mi manera.
————————
*Inserta gritito de perra loca*
Lo ama, okey, Hela lo ama.
Chiquitines...
1🐍
Besitos
Javi 🐍
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