Capítulo 66
Alek Schneider.
—¡Deja de meter estupideces al carro! —saque un rascador para gato del carro con ganas de atravesárselo por la garganta.
—No son estupideces, podríamos adoptar un gatito.
—Primero era el perro, y ahora el gato, la respuesta sigue siendo la misma. No. —Saque un saco de alimento para perros en crecimientos, llamando a la calma, arpía de mierda se fue y me dejo solo con este imbécil que lo único que hace es irritarme.
—Hela ya me regalo los autos, si se lo pido me dejará tener un perrito...
—El perro eres tú Akim, ya deja de joder.
Empuje el carro cambiándonos de pasillo, miraba con atención a mi alrededor, un par de señoras se nos quedan mirando raro cada que Akim grita, "Alek mira, necesitamos esto" o suelta un chillido de "Esto me encanta joder", en su vida lo había visto comer jalapeño pero según lo necesita porque es vital para su dieta.
Solté el carro alejándome de Akim y sus mierdas no doy más, pase por enfrente de las cajas viendo como las cajeras murmuraban dándonos miradas esporádicas, las ignore mirando el ventanal que conectaba hacía la avenida, no hice más que voltearme para pelear con Akim y la arpía ya no estaba, fueron literalmente menos de dos minutos, no la sentí cuando se fue, ni siquiera la encontré en la calle, desapareció, esta realmente loca si cree que me como el cuento de "ahorrar tiempo", algo hablo con Aitor y cada vez que esos dos hablan es para planear cosas sin decirme, me tiene hasta la mierda con sus secretos.
Entramos al pasillo de artículos de uso personal, siendo consciente de un par de cosas, como que ya no sentía la voz de Akim, ni sus chillidos eufóricos, así que me detuve en seco, girándome para verlo leyendo las composiciones de un frasco de bálsamo para el pelo.
—¿Qué haces? —pregunte irritado, entendiéndolo todo. ¿Por qué Akim y no Adam?, ¿Axel incluso Airón?, la arpía buscaba distraerme, lo consiguió, astuta.
—Ainhoa me encargo cremas para el pelo y no sé qué mierda usan para el pelo crespo, ¿Quieres ayudarme?
—¿Tan rápido te tienen de las bolas hermanito?
—Cállate y ayúdame. —se acercó a mí con tres botellas de cremas para el pelo, enseñándomelas, las vi de reojo señalando una al azar. —Alek ni siquiera viste los componentes. —los señaló irritado provocándome cierta lastima— uno nutre y fortifica, el otro es anti-friz y por último tenemos...
—Akim no me interesa...
—Mira si le llevo algo que no es me los meterá por el culo así que ayúdame o...
—Llévale los tres y listo, como jodes. —le quite las tres botellas para lanzarlas al carro y seguir caminando, no dimos ni dos pasos cuando hablo de nuevo.
—Mira esto es una crema para peinar, dice que deja los rizos más definidos y...
—Me caías mejor promiscuo y desinteresado. —tome nuevamente la mierda para el pelo lanzándola al carro, dándole una mala mirada.
—Si yo también me caía mejor así—murmuro empujando el carro con una mueca deprimida, como me salga con preguntas o confesiones voy a ahorcarme en el pasillo de los lácteos. —¿Hela no te encargo nada para el pelo?
—No—balbucee mirando de reojo esas toallas femeninas, ni siquiera saco de esas, ¿no es que...? Joder que ni para eso sea normal.
—¿Y no le llevaras nada?, note que su cabello huele a hiervas, huele deli...—me gire para mirarlo notando que estaba oliendo un acondicionados de hiervas, se lo arrebate sintiendo el aroma, no se parece en nada, el de ella huele mucho mejor.
—¿Ando olfateando el cabello de Ainhoa?
—Huele a caramelos—sonrió—oye...
—Akim puedes caminar sin hablar.
—Me cuesta, pero no quiero intentarlo—me dio un golpe en los talones con el carro alterándome los nervios, al segundo golpe tome un jabón de la repisa lanzándoselo a la cara. —¿¡Que te pasa!? —me chilló tocando su nariz.
—Terminemos luego con esto para ir por Hela...
—Déjala tranquila—me miro irritado, ¡Él, él demonios! Cuando el irritado debería ser yo—andas vigilándola todo el día, y dices que yo soy al que tomaron de las bolas...
—¿Pedí tu opinión?
—No, nunca las pides y siempre te las doy así que te jodes, Hela ha vuelto a ti en más de una oportunidad, pero si sigues metiéndote a la mala en su vida y decisiones se alejará...
—Opinas y aconsejas, quien lo diría...
—Fuiste tú el que me dijo que no podía interferir en las decisiones de Ainhoa, pero tú interfieres en las de Hela todo el tiempo, ¿Con que moral me aconsejas a mí si tú haces todo lo contrario?
—Son situaciones completamente diferentes—me justifique entrando al pasillo de los abarrotes, metiendo las mierdas que Axel encargo.
—Obviamente lo son, si hago enojar a Ainhoa, amenaza con cortarme las pelotas y me manda a dormir al sofá, si tú haces enojar a Hela, te corta las pelotas y nos hecha de su casa, las dos tienen carácter explosivo, con la diferencia de que Ainhoa tiene el seguro puesto, y Hela esta detonando cada cinco segundos, deberías seguir más tu propio consejo que yo. —rodé los ojos guardando silencio, dejaré que crea lo que quiera, Hela no me cortaría las pelotas, porque eso supone dejarla sin sexo. Y jamás en la vida, admitiré que ya me mando a dormir al sofá, no me rebajaré a eso.
—No sabía que te habían mandado a dormir al sofá.
—Duermo en el sofá cada dos días, me usan sexualmente y soy desterrado, no entiendo a las mujeres. —soltó la respiración de forma pesada y yo me burle de él en silencio, porque si no cuido mis palabras probablemente termine igual.
—No te ofendas hermano pero eres irritante.
—Por favor soy adorable, es solo que no me saben apreciar pero estoy seguro de que el día que me muera me extrañaran. —le di una mirada de soslayo terminando con la lista por este pasillo para introducirnos al de las verduras.
—Akim, eres estresante, no adorable, no entiendo como Ainhoa te soporta, si con suerte lo hacemos nosotros.
—Te diría porque me soporta, pero para que presumir dones—me dio una sonrisa presuntuosa, le rodé los ojos en respuesta, es genética, por eso nos soportan todas.
—Tus dos centímetros no me impresionan Akim—lo moleste lanzándole la lista para que siguiera con las verduras y yo con las carnes.
—Veinte centímetros para que sepas...
—Demasiada información—el imbécil ni siquiera sabe hablar bajo, las cajeras ya no nos sacan el ojo de encima.
—Tú preguntaste.
—En ningún momento pregunté cuanto te medía Akim—le di una mala mirada viendo cómo me sonreía con orgullo, me enarco una ceja bajando la mirada y yo le rodé los ojos por decima vez, no caeré en su juego, no cuando hasta en eso lo supero.
—¿Ya esta todo? —mire el carro viendo que estaba a rebalsar, espero este todo porque primera y última vez que salgo para hacer esta mierda.
—No, espera—Akim me empujo revisando las carnes, murmurando un "Esta no, mucha grasa, muy dura"
—Ya metí todo la carne de la lista Akim...
—Sí pero estaba pensando que podríamos hacer carne asada esta noche...
—Oh por supuesto y luego hacemos una fogata y...
—Hela estuvo de cumpleaños y ni siquiera nos dijiste—me dio una mala mirada haciéndome cerrar la boca— ni siquiera la pudimos saludar correctamente por todo lo que paso, con Ainhoa, Noemí, Axel e incluso Adam estuvimos hablando y quizás podríamos hacer no lo sé, una cena normal, para...
—No creo que le guste la idea...
—Claro que no le gustará, por eso no le diremos y tendrá que asistir si o si, la haremos en su casa—sonrió—así que cual es mejor para asado—me mostro las carnes y mirando su rostro, lo analice, ni siquiera a mí me gustan las jodidas celebraciones— venga tengamos una noche normal, una cena en familia como...
Ignore las carnes que señalaba tomando otras de los dispensadores, metí tres bolsas selladas al vacío y me gire ignorando su sonrisa.
—¿Tú le regalaste ese lindo collar que...
—¿Cómo demonios te enteras de todo?
—Mi deber es observar y chismosear Alek, soy bueno en eso, ¿Le regalaste ese lindo collar?
—Sí. —sonrió unos segundos para después borrar la sonrisa y hacerse el digno.
—Claro—empezó—a ella le regalas collares de oro y a mí ni me saludas por mi cumpleaños.
—Con ella duermo, a ti te soporto.
—No reclames si no te obsequio nada...
—Akim nunca me has regalado...
—¡Oh pastel! — conté hasta diez, literalmente me vi cerrando los ojos contando tranquilamente hasta diez para no matarlo. —¿Cuál es el sabor de pastel favorito de Hela?
—Akim quiero irme...
—Chocolate, frambuesa, naranja...
—No lo sé...
—Bien será frambuesa...
—No le gustan las frambuesas, el chocolate lo pasa, que sea de merengue o lúcuma.
—¿No que no sabías? —me dio una mirada despectiva tomando una de lúcuma. —¿Cuántos años cumplió?
—Como le pongas jodidas velitas hará que te las tragues—y la ayudaré.
—Su edad Alek...
—Veintiséis.
—¿Es mayor que yo?, ¿Cuántos años tienes Alek?
—¿No sabes mi...camina de una vez. —metí el pastel de mala gana al carro acelerando mis pasos hacía las cajas, me seguirá de alguna u otra manera así que evité mirarlo.
—¿Tienes la misma edad que Hela?
—Cumpliré veintiocho en un mes más Akim. —respondí aburrido, si no lo hacía probablemente no dejaría de preguntarme.
—El treinta de diciembre lo sé...
—Veintinueve.
—Veintinueve, eso decía.
—¿Y así reclamas que no recordará el tuyo?
—Eres el mayor, es tu deber acordarte de nuestros cumpleaños, nos viste nacer.
—Cuando naciste yo tenía tres años y lo único en lo que pensaba era en matarte.
—Tan divino—se burló sacando las cosas del carro para ponerlas en la cinta, la cajera intercalaba su mirada en nosotros ocultando una sonrisita estúpida que me hizo poner los ojos en blanco. —¿Pensaste eso de todos?, o solo en mí porque soy tu favorito.
—No eres mi favorito.
—¿Traen bolsa reciclable?
—¿Eh? —pregunto Akim dejando de mirarme como un bobo para mirar a la cajera, quien cada vez estaba más sonrojada.
—S...si es que tra...traen bolsas...
—No, no traemos. —la mire e idiotamente dejo caer una bolsa de los dulces que encargo Noemí, baje la mirada enarcándole una ceja y juro que vi que comenzaba a temblar.
—Puedes recoger los dulces por favor, nos los llevaremos—Akim termino de dejar las cosas del carro en la cinta para mirar a la cajera con una sonrisa curva, como si eso no empeorara su idiotez.
—O...oh lo...lo siento. —murmuro inclinándose para recoger la bolsa, limpiarla y dejarla con los otros productos.
—No te preocupes—sonrió Akim inclinándose para leer el nombre en su identificador—Dana, los accidentes pasan.
—Soy algo torpe con las manos—murmuro ella pasando de forma torpe los productos, mire a mi hermano enarcándole una ceja, a lo que él me elevo los hombros, ni siquiera se parece a las mujeres que frecuenta.
—No podría estar de acuerdo contigo...aún.
—Akim—le di una advertencia, al ver como casi le da un infarto a la pobre cajera.
—Estoy jugando—balbuceo en alemán, terminará por matar a la pobre mujer.
—¿S...son alemanes?
—Depende, ¿Tus fetiches son los extranjeros?, porque si es así, soy lo que tú quieras...—la cajera soltó una risita patética y yo vi de reojo como las demás cajeras sonreían igual, atendían a los demás clientes, pero no sacaban la mirada de nosotros.
—No vemos muchos turistas por aquí.
—Debe ser el mejor día de tu vida entonces, con mi hermano estamos de paso—paso su mano por encima de mi hombro dando una mirada rápida a su alrededor.
—Si y estamos apurados, así que...
—Perdónalo —se disculpó Akim tocando mi pecho—ha estado bajo mucho estrés últimamente, justo de eso estábamos hablando—se recargo en la caja jugando con el bolígrafo de la cajera—no nos quedaremos mucho tiempo, y nos gustaría encontrar algún guía turístico, de preferencia alguien tan bonita como tú...
Rodé los ojos tocando el puente de mi nariz, viendo como la cajera casi deja caer el pastel, y después se queja de que lo mandan a dormir al sofá.
—Se de alguien que...
—Qué suerte tienen—desvié la mirada al ver como una pelirroja de la caja del lado se acercaba a la caja de nosotros, no pase por alto la mirada que me dio—porque con Dana somos unas guías turísticas maravillosas. —se recargo en el asiento de la tal Dana, dándome una sonrisa segura, la cual me hizo mirarla con desgano.
—S...si eso...eso es verdad—respondió Dana sin poder mirar a Akim sin perder la habilidad del habla.
—Somos realmente afortunados hermano.
—La única condición es que los viajes son privados—la pelirroja bajo la mirada por mi cuerpo mordiéndose el labio—y el pago no es precisamente en dinero...
—¿Intentan seducirnos?
—¿Por qué no?, si buscan divertirse no se necesita compromiso para compartir un poco de placer.
—¿Esto es un supermercado o un prostíbulo? —Akim había sonreído para responder, pero puedo apostar que su corazón dejo de latir y que está a punto de morir, trago con dificultad y yo evite moverme joder.
Las cajeras desviaron la mirada pero evite a toda costa hacerlo, incluso Akim que seguía mirando a la pelirroja, que estaba girándose de forma lenta hacía la puerta.
—Sí deseas comprar, la entrada esta por el otro sector—señalo al pasillo contrario, provocando que Akim negara en silencio, al igual que yo. —¿En que estábamos? —Volvió a girarse para analizarnos y algo vio en nuestro rostro que la confundió.
—Estabas ofreciéndote como una prostituta, por eso vuelvo y pregunto, ¿Esto es un supermercado o no?
—¿Y a ti que...—Cuando se giró para encarar a Hela ella ya estaba a cinco centímetros de ella, la miro de pies a cabeza, inflándome el ego con las expresiones de su rostro.
—Hela—di una advertencia al ver como bajaba la mirada y cerraba sus puños, me miro y estoy cien por ciento seguro de que la cague.
—¿La conoces? —la pelirroja la señalo y me irrito su tono de voz tan cómplice, lo hace parecer como si me conociera de toda la vida.
—Te le estas ofreciendo a un hombre comprometido, así que toma la dignidad que te queda y lárgate de aquí antes que te reviente los implantes. —Akim reacciono antes que yo, la verdad yo quede perdido en "Hombre comprometido", la miraba sin entender una mierda y me confundía el doble por qué tenía la sensación de hormigas caminándome por las manos.
—¡Hay cámaras! —balbuceo Akim en alemán haciendo que Hela desistiera de tomar las cuchillas y descuartizar a la pelirroja que idiotamente le enarco una ceja.
—No sabía que estaba comprometido...
—No tendrías por qué saberlo, tú no duermes con él—se giró a nosotros y puedo asegurar que el brinco que dimos lo vio hasta el miope del pasillo de lácteos— ¿Terminaron ya?, apesta a perra en este lugar.
Tiro su cabello hacía atrás obligándonos a reaccionar, se giro para vernos, pero ni siquiera nos miró, joder, Akim de mierda, le dio una mirada de advertencia a la cajera que nos atendía y ella comenzó a pasar los productos sin anotarlos, Akim los metió al carro mientras Hela tenía una contienda de miradas con la pelirroja que ni a los talones le llegaban.
Alguien no llegará al trabajo mañana. Pasamos por al lado de ella y como dos críos caminamos hacia la salida del supermercado.
—Voy a matarte Akim.
—Hela nos matara primero, cállate y camina más...—soltó un chillido apenas salimos del supermercado vi como el cuerpo de Akim caía al piso de un golpe seco, Hela golpeo la parte interna de sus rodillas con un golpe tan brutal que ni siquiera se tambaleo antes de caer.
—Como me mandes al piso voy a...—su puño se enterró en la boca de mi estomago cortándome la respiración, solté un quejido inclinándome, viendo que su rostro no daba más de la colera—pu...puedo explicarlo...—me empujo para abrirse paso y caminar en dirección al auto.
Akim se puso de pie, ayudándome a erguirme, me dio justo a la herida doliente de la flecha, recupere la respiración unos segundos más tardes, Hela ya estaba dentro del coche, con sus manos apretadas sobre el volante, ninguno quiso subirse primero, así que ambos comenzamos a meter las cosas al maletero dándole unos minutos para que tomara aire, cuando quedo un solo producto en el carro, nos miramos tragando con dificultad demorándonos más de lo normal en introducirlo, cerramos la maleta y a mi sorpresa Hela no acelero dejándonos atrás, pensé en subirme en el asiento trasero pero Akim me empujo subiéndose antes que yo cerrándome la puerta.
Desleal, es su jodida culpa y me lanza a los leones. Abrí la puerta y apenas iba subiendo el primer pie cuando acelero, me vi subiéndome al coche con el culo rozando el pavimento.
—¿¡Que te pasa!?
—¿¡Que me pasa!? —cerré la puerta cuando ya iba a ciento veinte, se giro para mirarme y me aterro ver la ira en sus ojos—¿¡En serio preguntas que me pasa!?
—Bien, sé que se pudo malinterpretar la situación pero...—freno en seco, sentí el golpe en el respaldo de mi asiento y los quejidos silenciosos de Akim.
—Bájate del coche. —señalo mi puerta y yo abrí mi boca en sorpresa.
—¿Harás una escena de celos?
—¡Te estaba restregando las tetas en la cara y me sales con que se malinterpretaron las cosas!
—Estaba como a cinco metros de mí por dios no exa...
—¡Bájate del puto coche Alek! —me grito apretando con fuerza el volante.
—Tus celos son irracionales Hela...
—No estoy celosa—me sonrió y fue la jodida sonrisa más perturbadora que me ha dado—solo te estoy pidiendo que te bajes del puto coche.
—¿Y cómo se supone que llegaré a casa?
—Problema mío no es, dile a la pelirroja de mierda esa que te lleve a un hostal, porque a mí jodida casa no entras infeliz hijo de puta. —se tiro hacía mi asiento alarmándome, por inercia protegí mis partes nobles pero solo se estiro para abrirme la puerta y empujarme para que saliera del coche.
—¡Yo no hice nada joder fue Akim!
—Y Ainhoa va a saberlo, ahora saca el culo de mi coche. —volvió a empujarme y a maldiciones saque el primer pie apretó a fondo el acelerados aplastándome la pierna con la puerta, le reclame pero pareció el doble de molesta.
—Cu...cuñada puedo expli...
—Cuñada y una mierda, ¿planeabas llevarte a la cajera a un baño químico e incluir a este? —me señalo con asco, le di una mirada a Akim sentenciando su jodida muerte.
—Estábamos jugando...
—Estábamos no, estabas traidor hijo de puta...
—¡Cállense los dos! —Hela dio un volantazo entrando al bosque murmurando insultos en neerlandés, nunca, joder nunca la había visto tan jodidamente molesta— oh Hela, porque no confías en mí, que he hecho para que desconfíes tanto amor por favor, hijo de puta.
Lanzo gruñidos esquivando arboles a doscientos por hora, no se que me aterra más si morir empalado a un árbol o no morir y llegar a casa.
—Si nos dejarás explicarte como...
—Explícaselo a Ainhoa, Akim, que apuesto estará encantada de hackear las cámaras de seguridad de ese supermercado de mierda y ver cómo te le ofrecías a la puta cajera.
—¡Estaba jugando con ella y sus nervios!, no podría mirar a otra de la misma manera que miro a Ainhoa.
Hela gruño un "Voy a quemar esa tienda de mierda", dando un volantazo para frenar fuera la casa, ni siquiera hizo bajar la rampa, al contrario, se bajo ella dando un portazo para caminar hacía la casa.
—Soy hombre muerto joder.
—Si no te mata Ainhoa te mato yo por hijo de puta. —me baje a la siga de Hela igual que Akim, pero ella iba subiendo de dos en dos los peldaños del pórtico, abrió la puerta de un golpe y escuche los grititos dentro de la casa.
—¿Hela? —entre a la casa buscando a Hela, seguí la voz de Airón llamándola, sintiendo los latidos en mi oreja—¿Qué pasa joder?
—¡Pregúntale a los dos promiscuos esos! —grito y en cuanto aparecimos por la sala nos señaló, absolutamente todos giraron su mirada hacía nosotros.
—¿Promiscuos? —Ainhoa se puso lentamente de pie alejando sus manos del teclado, intercalando su mirada en Hela y Akim.
—Rubia puedo explicarlo...
—Oh por supuesto, explícale como le coqueteabas a la puta cajera, ofreciéndole sexo como un jodido gigolo.
—¿Ofreciéndole qué?
—No es lo que parece...—Akim fue el que hablo y Hela termino con lanzarme una almohada a mí cuando ni siquiera abrí la boca.
—Los deje solos diez jodidos minutos, ¿y ya buscaban a quien follarse?, ¿Tan jodidamente desesperados por sexo andan?
—No es lo que...—me lanzo otro cojín dándome en la cara. —¡Deja los celos por...! —corrió hacía mí y si no hubiese sido porque Airón la agarro, probablemente estaría en el piso.
—¡No estoy celosa! —grito— asco me da lo fácil que eres.
—Hela...
—¡Hela y una mierda lárgate de mi casa!
—¡Escúchame joder!
—¡Quítame las manos de encima! —le enterró el codo en el estómago a Airón liberándose, di un paso hacia atrás por protección pero Hela camino de un lado a otro, intercalando su mirada en mí y en la barra, pensé en darle una advertencia pero su grito de frustración me indico que estaba consciente de mi advertencia.
—A...Ainhoa... ¿Qué...que haces? —Akim dio un paso a la rubia y esta estaba tecleando sobre su laptop, más bien enterrando sus dedos en las teclas con su rostro rojo de la colera.
—¿Es el único supermercado de la zona?
—Sí—gruño Hela sin poder quedarse quieta.
—¿Rubia...que...
—Listo—gruño—me metí en el sistema de seguridad, es tan jodidamente fácil hackear un sistema público incluso desde esta distancia —murmuro ganando la atención de Hela que de dos pasos ya estaba tras ella señalando la pantalla.
—Ainhoa.
—Cállate—ni siquiera miro a Akim, pero le ladro obligándolo a bajar la mirada.
—Ayúdame—me murmuro y me dieron ganas de agarrarlo a puñetazos.
—Muerete.
—¡Cortemos la jodida luz!
—Como me dejen sin follar te colgaré de las pelotas. —Akim abrió su boca para reclamarme pero se calló cuando su voz resonó en los parlantes del computador.
La sala entera quedo en silencio, escuchamos la voz de la cajera, la mía sin caer en juegos, la de Akim coqueteando, yo advirtiéndole, él diciendo que solo estaba jugando con su nerviosismo, la llegada de la pelirroja, todo, la vi palidecer, sonrojarse, morir y volver a la vida, cada que Ainhoa le lanzaba miradas de odio.
—Vez—señalé el computador mirando a Hela una vez pausaron el video—yo no hice nada como para que estallaras en...
—¿Acaso no tienes boca joder? —me ladró dejándome boquiabierto—¿Tus putos pies dejaron de funcionar en ese momento?
—Ainhoa puedo ex...
—¿Y así dices estar jodidamente enamorado de mí? —Ambas dieron un paso a nosotros e idiotamente chocamos al intentar retroceder.
—Viste el video, yo no hice nada joder, fue Akim.
—¡No me dejes morir solo!
—¡Cállate que es tú puta culpa!
—¡Solo jugaba con...! —a los dos de forma simultanea nos llegaron almohadas en la cara que nos hicieron retroceder.
—Tienen el puto privilegio de dormir con mujeres como nosotras, como para ir y coquetearle a dos putas perras...
—¡Yo no le coquetee a nadie fue Akim! —le aclaré a Ainhoa, no me está ayudando la rubia.
—¡Pudiste irte! —me gritaron a la par.
—¡No quedarte! —me grito Ainhoa—pero fuiste cómplice de ese animal.
—Que les parece si nos...—Axel no termino de hablar cuando Ainhoa y Hela se giraron hacía él con una clara advertencia e idiotamente él siguió hablando—hablemos de forma civilizada—intento calmarlas, los dos asentimos. —escuchamos claramente como Akim dijo que solo estaba jugando con el nerviosismo de la chica...
—¿Ósea que coquetear en juego esta bien? —Noemí se giró para mirarlo con el ceño fruncido y vi el miedo en el rostro de Axel y la sonrisa en el de Adam.
—No, amor no he...
—¿Estas de acuerdo con lo que hicieron?
—No digo que estoy de acuerdo, digo que aclaro que era un juego solo...
—Ah excelente—asintió Noemí girándose hacía Hela y Ainhoa. —¿Les parece si salimos esta noche a follar, pero obvio de juego?
—¿Disculpa?
—Es de juego Axel—le restó importancia Noemí claramente molesta— a Akim y Alek no les molesta, ¿Verdad?
—Las cosas se están saliendo de...
—Claro que no les molesta— gruño Ainhoa girándose a Noemí —solo jugaremos con los nerviosismos de un par de idiotas...
—Ainhoa...
—Las acompaño —se giró Hela sonriendo tensa— total, si se me insinúan no tengo para que irme, si yo no lo provoque...
—¿Disculpa?
—¿Vienen con nosotras? —Noemí se unió al grupo de Hela y Ainhoa mirando a Airón y Adam, quienes parecían realmente divertidos con la situación, se dieron una mirada elevando los hombros.
—¿Dónde crees que vas? —se molesto Axel— estas embarazada por dios.
—¿Y?
—Que este embarazada no le quita el derecho a divertirse—la justifico Hela.
—Creí que estabas comprometida. —me cruce de brazos dándole una mala mirada.
—Comprometida no estaré nunca, prefiero morir soltera, pero no te preocupes que placer no me faltará.
—¡Joder que no hice nada! —me desesperé al ver su negación.
—Ainhoa...—Akim ni termino de dar su advertencia cuando Ainhoa se giró hacía él lanzándole un sinfín de insultos, lo mandaron a dormir a la china, en conclusión, Akim se busca dormir en el sofá. —¡Joder porque me enamoré de una hacker! —se regañó y yo negué bajando la mirada.
—Yo me enamore de una sicaria, estoy más jodido que tú. —me dio una mirada comprensiva, mi mala suerte es más grande que la suya.
—Creo que esto deberían solucionarlo al estilo Petrov—Airón provoco el cese de los gritos, Hela se giró para mirarlo, y él nos veía a nosotros con una sonrisa curva.
—¿Es...estilo Petrov? —tartamudeo Akim.
—En mí familia el "Conversemos" no existía, se arreglan las cosas en un ring—sonrió, el mocoso sonrió gustoso al ver la mirada que Ainhoa y Hela se dieron.
—Los golpes nunca solucionan los conflictos, solo los...
—Joder con el pacifista—se molestó Adam—peleen y listo—los tres nos giramos para mirar a Adam con la traición en los ojos.
—Eres un hermano de mierda. —lo señalo Akim.
—Yo no soy el que intenta follarse a las cajeras.
—¡Que estaba jugando!
—Afuera, ahora—Ainhoa y Hela caminaron pasando por nuestro costado para salir de la sala y caminar hacía la salida, con Akim nos quedamos en esa misma posición viendo como Noemí salía a la siga de la otras dos.
—Somos cinco hombres contra tres mujeres, ¿Cómo demonios nos amedrentan tanto?
—Porque nos dejan sin follas y nos mandan al sofá.
—¿También a ti? —Akim miro a Axel con sorpresa y él asintió con pesar, me miraron y yo negué, Hela es una ninfómana, podrá odiarme pero sin follar no me quedó.
—Te cubrí el culo—señalé a Airón al ver como se alejaba silenciosamente de nosotros—¿No podías devolverme el favor por agradecimiento?
—Te estoy ayudando—me miro mal.
—Me harás pelear con ella, ¿De qué manera me estas ayudando?
—Esta furiosa.
—¡Lo sé!
—No podrás hablar con ella si no se calma, recibe un par de golpes, cánsala y explícale lo que paso. —intento alejarse pero me acerque a él, dejando a mis hermanos fuera de la conversación.
—Está débil Airón, no debería forzar su cuerpo.
—Pelear es como respirar para ella.
—Se molestará el doble si no me defiendo.
—Esquiva y bloquea sus golpes, deja que te de uno que otro golpe...
—Si no me defiendo se enojará—insistí—y no pienso golpearla, menos cuando se sigue viendo igual de cansada y débil.
—Golpea sus piernas—soltó la respiración de forma pesada— deja que te lance golpes, tu bloquéalos, esquívalos y cuando se irrite y se ponga agresiva, la derribas, acorralándola será la única manera en que se centrará.
—No entiendo cómo me ayudas dejando que me golpee.
—Es primera vez que la veo celosa, ella es mi hermana, si decide matarte seré quien le facilite las cuchillas, no busques lealtad de mi parte, porque le pertenece a Hela.
—No hice nada...
—Lo sé, es por eso por lo que te facilito el hablar con ella, haz lo que te digo y conseguirás que te escuche.
Me dio una mirada de pies a cabezas para negar y caminar en dirección a la salida, Axel le daba consejos a Akim, diciéndole que no aceptará el pelear, que eso solo traería más violencia, mientras Adam le decía que se dejará golpear como un saco de boxeo que así Ainhoa se sentiría mejor, la cabeza de Akim estaba a nada de explotar.
—Esto es realmente primitivo Alek, no deberían...
—Si dejas que te golpee se molestará porque no te defiendes.
—¿Entonces que demonios hago?
—Es tú jodido problema, por tú culpa estamos metidos en esta mierda, así que avanza y calla. —lo empuje por los hombros haciéndolo caminar hacia la salida de la casa.
Llegamos al pórtico viendo como Airón trazaba líneas en el césped, más bien formaba una especie de circulo gigante alrededor de Ainhoa y Hela.
—No es una jaula, pero servirá. —Elevo sus hombros en una respiración, mientras que Hela giraba en el circulo como si fuera un animal a punto de comer.
Soy hombre muerto maldita sea, Akim de mierda.
—Los golpes que reciba te los devolveré el doble de fuerte. —mire a Akim y él estaba casi llorando al ver como Ainhoa se sacaba la chaqueta calentando sus brazos.
—Es cinta negra desde los siete años. —me lloriqueo.
—Hela mató a su primer objetivo a los cinco años y tú lloriqueas por esa mierda. —camine arriesgándome, pero con la necesidad punzante de acabar luego con esta mierda, me metí dentro del círculo con Hela arrepintiéndome, me quede lo mas lejos posible e incluso así, encontraba muy reducido el espacio.
—Las reglas son simples—Aplaudió Airón—él...
—Sin reglas. —Hela hablo tan rápido como el puñetazo que lanzo y con suerte esquive, me incline pasando por debajo de su brazo para girarme y retroceder moviendo mis manos.
—Escuchemos las reglas quieres. —la intente calmar, pésimo error, mire el circulo contrarió y Akim ya estaba en el piso con su mano en la entrepierna.
—Dije que sin reglas. —Me lanzo una patada atestándomela en el abdomen obligándome a retroceder perdiendo la respiración.
—He...Hela recuerda que me dieron con una flecha.
—Debieron darte en la entrepierna. —su pierna se dirigió a mi entrepierna y por mera reacción, bloquee ladeándome, tirando de su pierna para intentar desestabilizarla, lo único que logre fue que su puño se enterrara en mi nariz nublándome la vista.
—¡Que yo no hice nada!
—Te quedaste.
—¿¡Y que querías que hiciera!?
—¡Irte! —me grito pero al menos ya estábamos hablando, yo recibía sus golpes pero normal. —¡No dejar que te manoseara como...!
—¡Ni siquiera me manoseo por dios, Hela! —dio un puñetazo en mi pecho, tiro de mis hombros elevando su rodilla para darme en el abdomen bajo y aburriéndome tome sus piernas aprovechando que tenía su rodilla aún elevada y nos lance a ambos al piso. —Debí irme, lo siento—balbucee peleando con sus manos esquivando los puñetazos que me lanzaba incluso siendo acorralada con mi cuerpo—pero no podía dejar a Akim solo, debí detenerla, pero me daba tan igual que ni siquiera tome atención a lo que decía, ella...
—Vi como la mirabas, estaba allí...tú...
—Nunca podría mirar a nadie como te miro a ti—la hice callar—joder que te amo en todas tus facetas, incluso en la de desquiciada.
—Eres un hijo de puta.
—Te amo Hela —sostuve sus mejillas obligándola a mirarme. —tus celos son...—soltó un gruñido atando sus piernas a mi cintura, pasando sus brazos por alrededor de mis manos en sus mejillas y haciendo una llave me tiro hacía atrás quedando sentada sobre mi abdomen con mis brazos doblados de forma inhumana, provocándome quejidos por dolor.
—Si me amas, me amas solo a mí, no miras a nadie que no sea a mí, no permites que te coqueteen como si no existiera, si te sientes con el puto derecho para decir que soy tuya, ten en claro que tú eres jodidamente mío...
—Hela he sido tuyo desde que te conozco—admití en murmuros siendo consciente que éramos el centro de atención de varias miradas, soltó un gruñido soltando mis manos dejándolas volver a su estado natural.
—Nunca en mi vida he sentido celos y es una puta sensación que detesto y no sé manejar.
—Se nota... ¡Es broma! —enterró su rodilla es mis costillas haciéndome jadear.
—Imbécil. —intento ponerse de pie pero fui más rápido, en cuanto se levantó de mi abdomen, me senté de golpe atando mis manos a su cintura para girar y devolverla al piso metiéndome entre sus piernas acorralando sus brazos contra mi cuerpo.
—Dime que me crees.
—Suéltame. —se sacudió intentando liberar sus brazos, aplique más peso cortándole la respiración.
—Viste la grabación, yo no hice nada, no hable, no mire...fue Akim, no...
—No me dejaste matarla.
—Yo no te lo impedí, fue Akim, eres libre de matarla si así lo quieres —mire su rostro, notando como sus pupilas se dilataban, siento que me asfixio con el ego, no está bien acolitar el homicidio de una inocente, pero que lo haga si necesita gritar que los celos no la dejan respirar.
—Siento que me estoy ahogando en mi veneno.
—Así me siento yo cada vez que se giran para mirarte.
—A mí no se me insinúan.
—Estarían muertos antes de si quiera pensarlo.
—Salte de encima—respiro con pesadez.
—Bésame primero. —me incline a su rostro y lo giro, me hizo sonreír ese gesto aumentando su rabia.
—Me haces difícil el no lastimarte Alek, sale de encima antes de que deje de controlarme.
—¿Controlaste tus golpes? —la mire sorprendido a lo que asintió molesta.
—Me cuesta controlarme Alek, así que aléjate de...
—Bésame y te dejo libre.
—¡No puedes arreglar todo con besos!
—Puedo follarte aquí, el público no me acojona.
—Animal —gruño sacudiéndose—no se arreglan las cosas metiéndola.
—Tus celos me tienen alucinando—susurre respirando sobre sus labios—soy completamente tuyo Hela.
—Más te vale infeliz.
—Joder que mal me tienes—deje débiles besos en la esquina de sus labios viendo como apretaba su boca y corría el rostro esquivando mis besos— solo un beso y te dejo ir.
—Puedo liberarme sin problema Alek, no me hagas lastimarte y hazlo por las buenas.
—¿Temes de tu control? —la incite presionando mi erección en su entrepierna viendo como su piel se erizaba—sabes que si me besas no podrás controlarte.
—No eres una tentación para mí—me miro de soslayó. —no te daré una segunda advertencia.
—Cada que me besas terminas en orgasmos Hela—roce mi nariz con la de ella viendo como exhalaba con pesades. —bésame y desmiénteme.
—No mereces mis besos.
—No —sonreí sobre sus labios sintiendo el latir acelerado de su corazón bajo mi pecho—merezco que te sientes en mi cara, que me ocupes para obtener tu propio placer, que te corras tantas veces en mi boca que...
—¡Joder cállate y salte de...!
—Bésame y...—soltando maldiciones hizo una pequeña flexión con su cabeza alcanzando mis labios, fue eso, el contacto que me hizo caer para buscar más profundidad, mi lengua choco con la suya tocando el puto paraíso.
Libere sus manos dejando que las pasara por alrededor de mi cuello que tomara el control del beso, comiéndose mi boca a su antojo, que demostrara su ira y sus ganas de dominio, que fuera una jodida Diosa posesiva conmigo que más qué inflarme el ego no hacía.
Ató tus piernas a mi cintura elevando su pelvis restregándose contra mí haciéndome gruñir en advertencia, mordió mis labios tirando sus piernas para el lado invirtiendo posiciones quedo sentada sobre mi entrepierna aplicando la presión justa que me hizo guiar mis manos a su cadera pidiendo que se moviera.
—Recuérdame, si yo soy tuya, tú...
—Soy jodidamente tuyo Hela...—mis manos se fueron a su culo manoseándolo con agresividad moviéndola encima de mí, ignorando la presencia de los demás, con ella que se joda el resto.
—Me amas a mí, solo...
—Solo a ti—hablaba mirando sus labios, deseando el sabor de su boca, el sabor de su cuerpo y el sonido de sus gemidos, deseándola a ella.
—Ponme celosa una vez más y traeré el infierno a la tierra.
—Tráelo las veces que quieras, que si lo deseas te entrego la llave del caos. —presione su espalda baja elevando mi pelvis para que perdiera estabilidad y se inclinara llegando a mi boca.
Ataje con mis dientes su labio inferior jalándola hacía mí, besándola con necesidad, con anhelo, deseo, con la lujuria nublándome los sentidos, deslicé mis manos por su espalda baja, culo y piernas sintiendo que su ropa me estorbaba, que quería besar y lamer cada parte de su cuerpo, reiterándole que le pertenezco en la misma medida que ella me pertenece.
—Esto paso de ser fascinante a asqueroso en segundos—oí las quejas de Adam, pero las ignoré, no me desprendí de los labios de Hela hasta que necesito alejarse de mí para respirar, e incluso así, pensé que el aire estaba sobrevalorado.
Recargo su frente sobre la mía respirando de forma acelerada, sus ojos daban con los míos, veía ese verde tan brillante que me engordaba la polla de forma descomunal.
—Dormirás en el sofá—no reclame, lo veía venir—follamos y te largas, me importa una mierda tú, "No me gusta despertar y no verte"
—Bien. —se sorprendió, al ver que no ponía resistencia, me dedicaba a manosear su cuerpo con devoción, mientras ella leía mi rostro buscando alguna trampa.
—Dos noches.
—Como quieras.
—Que sea una semana.
—Lo merezco, está bien.
—¿Cómo que está bien?, ¿Así de fácil aceptas el no dormir conmigo?
—Mándame al sofá las noches que quieras, solo vámonos luego a follar, joder. —mi desesperación la hizo sonreír, y ya con eso estaba más que pagado.
—Cinco días sin dormir conmigo, y la erección la guardas hasta la noche. —beso de forma rápida mis labios poniéndose de pie.
—Hela—advertí en caprichoso al ver como se me marcaba el miembro en el pantalón, estás son erecciones que duelen.
—¿La dejamos para cinco días?
—Ni tú resistes tanto. —me le burle mirándola desde el piso, mordió su labio inclinándose hacía mí.
—Siempre puedo masturbarme, no te necesito para obtener placer.
—Eres libre de hacerlo, si me dejas ver. —seguí su juego centrando mi mirada en sus labios, rojizos y carnosos, bendito paraíso.
—Hasta la noche.
——No te dejaré dormir.
—No tengo intención de hacerlo. —me guiño un ojo poniéndose recta, me puse de pie, notando que Akim le fue igual que a mí, entrecomillas, si, estaba encima de la rubia comiéndose su boca, pero su hombro estaba en una posición bastante extraña, mire a Noemí y ella tenía el gesto de dolor más real que he podido ver, miraba a Akim y sus golpes, se lo merecía.
—Estamos a mano. —Airón me dio una mirada rápida para caminar tras su hermana, el mocoso si me ayudo después de todo.
——————
¿Todos estamos de acuerdo que Akim tuvo la culpa de todo pero que Alek tambien la cago?
Pobre Alekcito siempre pagando los pecados de sus hermanos.
2🐍
Besitos
Javi 🐍
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