Capítulo 55
Hela Petrov.
——Iniciamos aterrizaje. —Las palabras de Lutza fueron la que me hicieron salir de mi transe.
Estaba de pie a un lado de una ventanilla del avión con mis dedos tamborileando sobre las dagas ocultas en mi ropa, hace un par de kilómetros perdí de vista a los bombarderos, están siguiendo mis ordenes, todos están siguiendo mis órdenes.
Miro dentro del avión, Axel, Akim, Adam, Noemí, Lutza, Alek, todos esperan que mis ordenes no terminen asesinándolos, están confiando en mí, cuando ni siquiera yo soy capaz de confiar en ellos por completo.
Siempre se me enseño una solo cosa; En la confianza esta la muerte. Y aquellas palabras nunca pudieron ser más acertadas.
—Ya estamos en posición. ——Vi por el rabillo de mi ojo como todos por inercia inclinaban su cabeza al oír la voz de Aitor por el aparato en nuestro oído, tenemos comunicación directa entre nosotros, incluyendo a Iker, Xavier y un par de sus hombres, generales en sus tropas, oí un par de balbuceos más indicando que se desplegaban alrededor de la zona de encuentro, necesito todos los puntos cubiertos.
Sora comenzó a descender y sentí los nervios aumentando en mi interior siendo representado por el temblor en mis manos, Lutza advirtió que tomáramos asientos pero más que Axel atando a Noemí a su asiento con el cinturón, nadie más se movió, ni siquiera Akim quien le lanzaba malas miradas a Ainhoa, pero ella estaba muy ocupada con sus drones, mandos de control y toda esa mierda que no entiendo.
—Media hora para el intercambio. — Alek aviso por los comunicadores, pero yo sentí su voz a un lado de mí, no lo mire, no hacía falta.
—Aitor. —Presione mi oído ladeando mi rostro topándome con el brazo de Alek presionando el marco de la ventanilla del avión analizando el exterior.
—Lado sur a la zona de encuentro cubierto, francotiradores en sus posiciones, lado norte cubierto por tierra y aire, espero confirmación de Iker. —Corte la comunicación cerrando brevemente mis ojos, el avión aterrizo con una débil sacudida que no fui capaz de sentir ya que Alek aferro su pecho a mi espalda manteniéndome estática.
—Todo saldrá bien. — Me susurro en la cabeza para dejar un débil beso y voltearse a su familia. —Todos saben lo que tienen que hacer, no importa que pase, cuánta gente muera o lo heridos que estén, todos vuelven—miro a cada uno sin dar pie a objeción, todos vuelven, todos.
Se quedaron en silencio y no tarde en sentir las miradas puesta en mí, miradas que he estado ignorando desde que me subí al avión, escuché las palabras de Iker informando que sus hombres ya se habían desplegado, solo faltaba Xavier, solo los informes de él me falta oír.
Me gire inflando mi pecho con aire para mirar el rostro de quienes están dispuestos a morir por recuperar a mi hermano, memorizando sus rostros, anotando una deuda pendiente con cada uno de ellos.
—¿Tienes todo listo? —mire a Noemí y a pesar del temblor excesivo en sus manos me asintió, a su costado había una camilla y tres bolsos llenos de instrumental médicos—Ainhoa.
—Todo listo, los drones cubrirán quince kilómetros a la redonda, estaremos listas para cualquier ataque.
La quedé mirando un par de segundos y ella me asintió, le di una mirada a Akim y Alek y ellos como si estuvieran conectados con mi mente se dirigieron a la suite del avión, donde la cría ucraniana estaba media muerta atada a los pies de la cama.
Adam y Axel me quedaron mirando en busca de ordenes pero yo solo podía mirar a Noemí, Lutza y Ainhoa, joder de estas tres mujeres depende que mi hermano sobreviva una vez este conmigo, de Noemí al tratar sus heridas, de Ainhoa al proteger el perímetro y de Lutza en poder sacarlos de aquí con vida.
—Abre las compuertas. —Mire a Adam y pareció aliviado en tener su orden, Axel fue con él sin poder quedarse quieto y yo me encamine a esas tres mujeres, Lutza tenía sus manos tensas y los nudillos blancos por tanta presión que ejerce, Noemí revisaba su material médico con las manos temblorosas y Ainhoa era la más tranquila chequeando sus aparatitos.
Saque una caja del bolsillo de mi chaqueta para detenerme frente a Lutza, no me miro pero no hizo falta, solo le estire la caja con intercomunicadores.
—Tendrás conexión directa conmigo y Alek, si ves que el perímetro ha sido violado, nos informas, no me interesa si pueden solas. Me informas y haré que vengan por ustedes, ¿Entendido?
—Como muera uno de mis hijos Hela juro por Dios que yo misma te asesino. — Me miro y sus ojos estaban débilmente nublados por las lágrimas.
—Como muera uno de ustedes juro por el infierno que los asesinaré a todos. —Mi mano por inercia se fue a su hombro y mis palabras cargadas de seguridad surgieron efecto en Lutza que cerro con fuerza sus ojos soltando la respiración con brusquedad para asentir y aceptar la caja con los tres comunicadores.
—¿Cuándo se volvió tan pesada? —Escuche reclamos y por inercia me gire para ver a Akim quien arrastraba a Darina junto a Alek, su cuerpo estaba completamente pálido, y como dije, su ropita no se ensucio con sangre nueva, solamente tenía las manchas anterior, su cabeza parecía un resorte, se esforzaba en mantenerla erguida, pero ni siquiera era capaz de mantener firmes sus pies al piso así que su cabeza menos.
—No está bien Hela, está muriendo. —Noemí se encamino hacía ella para tomarle el pulso y por mera reacción Alek hizo que se alejara de Darina.
—Sí, probablemente su pulmón esté a punto de colapsar, ¿alguna sugerencia para que camine sin ser un estorbo? —Mire desde lo alto los frascos que Noemí se encargó de colocar a un lado de la camilla, leyendo cada uno de sus nombres intentando buscar en mi mente para que servían.
—Podría aligerar la hemorragia, pero tendría que hacer una incisión y...
—No me interesa aliviarle el dolor o darle más minutos de vida, quiero algo para que camine sintiéndose igual de agónica.
—Hela...
—¿La adrenalina sirve?, ya sirvió una vez, de seguro sirve dos veces.
Tome una jeringa rompí la ampolla y pase el líquido camine hacía Darina ignorando las advertencias de Noemí tire de su cabello y en cuanto me miro le clave la aguja en el cuello para bajar el embolo, se estremeció por la sensación y no le di tiempo a esperar, le hice una señal a Akim para que siguieran caminando y con algo de disgusto la tiro del hombro obligándola a caminar.
—Es hora. —Alek murmuro a mis espaldas y con un gesto se giró para salir del avión, Axel seguía despidiéndose de Noemí quien tenía pequeñas lagrimas irrigadas por el rostro, Akim le grito un "No hagas nada estúpido rubia estúpida" a Ainhoa y ella le devolvió un "No te atrevas a morir sin avisarme hijo de puta", Adam abrazo a su madre y Alek solo bajo siguiendo a Akim quien arrastraba a Darina, bajo sin dignarse a despedirse.
Respire profundamente dando un último vistazo a mi entorno para bajar del avión donde Alek se prendía tranquilamente un cigarrillo, tenía un fusil en la mano, y otro en la espalda, lo registre de pies a cabeza divisando los dos revolver en los elásticos de sus pantalones y las cuchillas bordeando el cinturón, estaba de espaldas a mí y aunque vestía con una chaqueta negra, sé que debajo tiene puesto el chaleco antibalas, todos lo tienen, sus hombros se ven más gruesos, él se ve más alto, imponente.
Camine hacía él, ignorando las quejas de Akim y sus "¿Te cuesta tanto esforzarte en caminar?, eres flacucha pero pesas como un cerdo" dirigidos a Darina.
Sus hermanos terminaron de salir del avión, y yo me detuve a su lado mirando los enormes árboles que nos rodeaban sintiendo mi corazón latir ansioso, estoy tan cerca, tan cerca.
—Porque no te despediste. — Estiro su mano hacía mí dándome de su cigarrillo y al darle la primera calada el sostuvo el fusil para iniciar sus pasos introduciéndose al bosque.
—¿Por qué no lo hiciste tú?
—No son mi familia Alek.
—Claro que lo somos Hela—me dio una mirada significativa y yo termine de fumarme su cigarrillo dejando que el humo inundara mis pulmones.
—Ella no es mi madre, es irritante igual que ella, pero no lo es.
—Ya tendré otra oportunidad para despedirme. —Balbuceo mirando por sobre mis hombros, Akim, Axel y Adam venían tras nosotros, los primeros dos sosteniendo a Darina que respiraba de forma extraña y el último mirándola con desgano, sentí el débil sonido de un drones y en cuanto elevé el rostro vi los aparatos de Ainhoa meterse entre los árboles agarrando altura para ampliar la imagen.
—Hela—escuché la voz de Xavier y tuve la intención de detenerme pero no lo hice— estamos sobrevolando en modo furtivo el punto de encuentro, y...
—Xavier.
Insistí al oír como su línea se silenciaba, recibí miradas de los hermanos, pero ninguno detuvo sus pasos.
—Chavdar ya está en tierra, pero no te va a gustar lo que te diré.
—Cuantos—exigí saber.
—Cientos Hela, nos doblan el número, con la tecnología de Ainhoa puedo hackear sus radares y son...son cientos.
—¿En cuánto?
—Es tan a cinco kilómetros del punto de encuentro. —Asentí aunque no pudiera verme, y centre mi vista al frente, al igual que todos a mi alrededor.
—Espera mis órdenes. —Murmure lo último antes de cortar la comunicación y mirar el localizador, estamos a cuatro kilómetros del punto de encuentro.
—Sostenla quieres. ¿Esperabas tantos?
Akim fue el que rompió el silencio dejando a Darina en los brazos de Adam y Axel para acelerar sus pasos y llegar a mí para caminar a mi lado ensanchando una sonrisa al escuchar las quejas de su hermano menor.
—Esperaba tanquetas, tropas, bombarderos y el bosque atestado de ucranianos, hasta el momento ha sido muy fácil y eso me preocupa.
—Bueno, no sabe que estas aliada con la mafia española, quizás por eso no sea como te lo esperabas. —Akim elevo sus hombros y note como Alek le daba una mirada absurda.
—Idiota— murmuro con su voz de ultratumba Darina y por un segundo estuve de acuerdo con ella, pero no duro más que eso ya que me giré dándole una clara advertencia de que tuviera su boca cerrada.
—Escuchaste a Xavier, nos doblan el número y Chavdar solo cree que viene ella...—Adam le hablo con irritación e irónicamente eso me tranquilizo obligándome a sonreír.
—Oye, Hela no es la única letal aquí, te recuerdo que hace menos de seis horas me introduje en un bosque ucraniano para hackear los sistemas de la base ucraniana, ¡Casi nos vuelan el culo! Y aun así sobrevivimos sin un solo rasguño...
—Fue simple suerte—se burló Adam, tirando del brazo a Darina cuando tropezó—aparte tú ni siquiera hackeaste los sistemas, fue Ainhoa, ella fue la inteligencia y tú la fuerza bruta, recalcando lo de bruta.
—Oye mocoso deberías saber res...
—¿En serio? —se irrito Alek mirando por sobre sus hombros—¿Harán esto ahora?, ¿pueden madurar de una puta vez?
—Dile al crío que se controle.
—Animal. —Murmuro irritado Adam aumentando mi sonrisa.
—Eres un...
—Eh. —Alek golpeo el hombro de Akim obligándolo a voltearse para seguir caminando y señalo a Adam de forma amenazadora.
—Sus estupideces harán que Alek envejezca más rápido y perderá su atractivo, por ende también mi interés, quizás así espabile y los mate a todos de una vez.
Alek curvo una sonrisa mientras me rodaba los ojos y escuche bufidos a mi espalda mire el localizador y comencé a mirar a la copa de los árboles notando a los francos de Iker, varios notaron nuestra aparición asintiéndonos con la cabeza informando por los comunicadores que ya habíamos ingresado a la zona.
—Y yo idiotamente pensando que no nos asesinabas porque nos apreciabas, ahora resulta que solo es porque te parecemos sexys.
—No—negué rotundamente—dije que Alek era el atractivo, ustedes son solo irritantes.
—Irritantemente sexys—murmuro Akim y rodé los ojos evitando el opinar, que viva en su burbujita si eso lo hace feliz y deja de joderme.
—Fui capturada por una tropa de imbéciles. —Darina negó en frustración soltando jadeos aireados e intentando mantener el paso, Akim se giró para verla molesto al igual que los dos que la sostenían, menos yo y Alek que solo pudimos rodar los ojos.
—Te capturo el hermano del que te follas, querida.
—¿No te lo follabas tú también? —Mire por sobre mis hombros regalándole una sonrisa cabrona, recibí un par de miradas confusas que ignore.
—Controla el tono, casi me haces creer que estas celosa.
—Cualquiera se folla a una zorra.
—¿Eso te decías cuando te follaba? —Le enarqué una ceja provocándola y aunque sería interesante darle un par de golpes me distraje al oír pasos a nuestra derecha donde solo deberían haber francos, por mera reacción los cinco nos giramos, los hermanos tomando sus fusiles y yo desfundando la berreta de mi chaqueta para elevarla y ver como Aitor eleva las manos soltando un débil grito de advertencia;
—¡Soy yo, Soy yo! —Bajamos las armas, aunque tardamos un poco, oí los suspiros aliviados junto al de Aitor que se acercaba a nosotros. —Todo cubierto, no podrán pasar estos bosques sin ganarse un tiro en la cabeza, los bombarderos nos flanquean desde el aire, solo falta que...
—Llegó.
La voz de Xavier nos obligó a cerrar la boca a todos, los comunicadores quedaron en silencio y al elevar el rostro seguí el sonido de un silbido sonoroso y burlón igual que las pisadas, a unos metros de nosotros el bosque terminaba dejando ver un prado para luego más bosque, elegí esta zona estratégicamente, sabiendo que Chavdar vendría por el lado más vulnerable, donde sus aviones serian visibles y me daría más oportunidad de un ataque aéreo.
—твій кінець близький—Darina soltó una risa débil y antes de que pudiera girarme Akim le asestó un culetazo en la nariz que si no fuera porque Adam y Axel la sostienen hubiese terminado en el piso.
<<Tu final está cerca>>
Aitor se tensó a mi lado al sentir el silbido más intenso, pero siguió con su trabajo señalando con sus manos le indicó a los franco que tomaran posición, lo hicieron, los cientos de hombres desplegados en los árboles dirigieron sus miras al prado que ya daba el inicio frente a mis pies.
Miré por sobre mis hombros dando una indicación, Aitor se fue con Axel y Adam a una zona un poco más cubierta arrastrando a Darina con ellos, mientras que Alek y Akim se acercaban a mí, escuché una indicación de Aitor y al instante hombres de Iker salieron de entre los árboles para acercarse a nosotros para flanquearnos. Esto no era parte del plan, jodido testarudo, le dije que no quería que me vincularan con él, por eso sus hombres debían permanecer en las sombras, y aun así sus hombres ahora mismo con pasamontañas nos rodean.
Le di una mirada a Alek y él se hizo el imbécil.
—Creí que lo de no planear solos, era para ambos.
—Me la debías. —Acelero sus pasos ignorando mi mirada deteniéndonos casi al llegar a la mitad del prado, mire por sobre mis hombros notando como por ambos costados del bosque nos cubrían.
Oía el ruido por los intercomunicadores, indicando posiciones, las indicaciones de Iker a sus hombres, sus coordenadas, cantidad de objetivos, modo de ataque y preparación, la comunicación era un caos rotundo, hasta que el silbido se detuvo y a la par una decena de pasos retumbaron, eleve la mirada obligándome a tragar grueso, no mire a mi alrededor claro que no, mantuve mi mirada en el frente, donde aquel hijo de puta me analizaba con una sonrisa curva.
—Lo veo. —Aitor murmuro tras la comunicación y por reacción desvié la mirada buscando a mi hermano, divisando el centenar de hombres que invadían el otro extremo del bosque, armados hasta los jodidos dientes.
Chavdar notó mi mirada y elevando la mano sus hombres rompieron fila, tuve la oportunidad de aproximar la horda que nos rodea, conté cinco filas de hombres de aproximadamente treinta hombres cada una, pero no pude seguir calculando cuando dos hombres sobresalieron de entre ese mar de ucranianos, con...con... Mi pecho se apretó y mi pie se arrastró hacía adelante, si no hubiese sido por el roce que Alek le dio a mi brazo mi cerebro me hubiese jugado en contra.
Me centré en el hombre que arrastraban con una bolsa en la cabeza, su ropa rasgada ensangrentada, todo su cuerpo sangraba, mis puños se apretaron con fuerza, con tanta que sentí que mis nudillos rajarían mi piel.
—Le había dado ropa limpia, pero mis hombres se entretuvieron un poco antes de salir, ya sabes cómo trabajan. —Su voz me hizo ladear la cabeza por la colera, por el teléfono se oía un poco más distorsionada, ahora me daba un latigazo de recuerdos que me hacía hervir desde adentro.
—Sácale la bolsa. —Ordene dando un paso hacía el frente alarmando a los hombres a mi alrededor que al instante empuñaron sus armas.
—¿Ni una reverencia a tu señor Morana? —sus hombres se rieron sin tocar sus armas, ¿habilidad uno de los ucranianos?, los desgraciados saben seguir órdenes y planear un ataque.
—Sácale. La. Bolsa. —Remarque cada una de mis palabras sin demostrar el miedo que juro desea ver, sabía que su arrogancia lo haría exponerse ante mí, no son todos, de eso estoy segura, ya Xavier me lo confirmo, pero al menos una gran parte de ellos está frente a mí.
—¿No me presentaras a tus amigos querida?
—Solo una orden necesito, para que cada televisor del jodido continente reproduzca el video de tu descendencia rogando por su vida, no me provoques, y Quítale. La. Puta. Bolsa.
—Me duele tu falta de confianza hacía mí querida, creí que era un pilar fundamental en nuestra relación.
—Asumiendo que ya fingiste matarlo una vez, dudo que esta vez tuvieras las pelotas para hacerlo de verdad, la bolsa, ahora.
Exigí y cada vez me veía más cerca de él, de mi hermano, Chavdar me analizo el rostro y yo intercalaba mi mirada en él y en el cuerpo sangrante del que sé es Airón, conozco ese cuerpo, lo conozco, pero ya me engaño una vez, y no permitiré que eso vuelva a pasar.
Chasqueo la lengua movió su mano y en cuanto tiraron la bolsa sentí un apretón en el corazón que casi me hace caer al piso, la cabeza de mi hermano hizo un látigo hacía atrás y me dejo ver como sangre caía de su boca en un hilo, su ceja estaba partida y un herida abierta corría desde su oreja, por su cuello y bajaba hasta su pecho, hijos de puta.
Sus ojos se abrieron con debilidad y fui testigo de cómo miro a su alrededor e hizo lo que nos enseñaron desde niños, contar sus objetivos y maquinear una manera de salir victorioso, miro a los sujetos que lo retenían y note como centro su mirada en el arma de uno, Chavdar dijo mi nombre y Airón desvió la mirada al líder ucraniano para de un segundo a otro dirigirla a mí.
Mis manos temblaron ansiosas y mi corazón se aceleró al ver como sus ojos espabilaban y como intento tirar de sus brazos para venir a mí, mi garganta ardió por la necesidad de llamarlo, de gritarle que lo sentía, de que por fin volvería a casa, conmigo, que estaría a salvo, Airón tiro de sus brazos provocando que sus heridas chorrearan en sangre pero lo ignoro, me miraba a mí, a los hombres que me rodeaban y vi en sus ojos su deseo por gritar y no poder.
—Veo que por primera vez no tomas la ruta del cobarde y te enfrentas a tus demonios. —Mire a Chavdar ansiosa por terminar luego con esta mierda.
—Creí que el matarte sería más difícil, esto es incluso aburrido, puedo saber, ¿Dónde está la patética de mi hija?
—Aun no aprendes a no subestimarme—chasquee la lengua desviando la mirada a un costado de nuestra ubicación, Aitor salió de entre los árboles con dos hombres de Iker flanqueándolos y arrastrando a Darina, amplíe la sonrisa al ver nuevas heridas en la perra, Aitor tenía sus manos cubiertas de sangre y su mirada fija en Airón, quien sabiamente dejo de forcejear aprovechando sus ojos descubiertos para mirar a su alrededor y ver los puntos débiles.
—Al final si cumpliste con mi orden, trajiste ante mí a los asesinos de mi hijo. —Chavdar dio un paso al frente y note como Alek se tensó a mi lado.
—Siempre cumplo lo que prometo, mi señor. —Bajé la cabeza en una reverencia hipócrita con mis palabras en clara advertencia, "Prometí asesinarte y tu hora está cerca"
—Dame a mi hija, Hela.
—Suelta las cadenas de Airón y déjalo caminar hacia mí.
Chavdar se puso a reír al igual que un par de sus hombres que solo buscaban aprobación, me negó iniciando su caminar a mi hermano dejando que esa estúpida capa que carga se elevara como un ser superior.
—¿Me crees estúpido?, suelta a Darina y veré si te entrego a tu hermano.
Solté una risa amarga y de una sola mirada a Aitor el golpeo la parte interna de la rodilla a Darina arrojándola al piso, le tiro el cabello para presionarle el fusil en la cabeza.
—Lo siento, creó que no me explique bien, suelta a Airón o los mató uno a uno, partiendo por la zorra que tienes de hija. — Aitor tiro más del cabello a Darina dejando que Chavdar viera la enorme cicatriz en su garganta, cicatriz que claramente era reciente y estaba infectada, le curve una sonrisa cabrona irritándolo.
—Suéltala y yo lo suelto. —Hablo con una calma que estremeció mis huesos, mire a Airón quien hacía temblar sus cadenas, estaba débil, su rostro pálido y su mirada sin brillo, pero pese a sus heridas peleaba por mantenerse erguido sin mostrar debilidad.
Le di un asentimiento a Aitor sin sacarle la mirada de encima a Chavdar quien movió su cabeza y el sonido de las cadenas de Airón tocando el piso hizo brincar mi corazón, Aitor empujo a Darina con el fusil haciéndola tropezar y caer al piso, los hombres de Chavdar hicieron lo mismo con Airón y a pesar de la gravedad de sus heridas no tropezó, ni tambaleo, paso caminando por el lado de Chavdar y de una sola mirada le advertí que no hiciera nada estúpido, lo miro de pies a cabeza con clara amenaza en sus ojos.
Darina como pudo se puso de pie sosteniendo su pecho inicio su caminar torpe y arrastrado hacía su padre y yo saboree el aroma de mi hermano, el calor de su cuerpo y el sonido de su voz, me miro y mis pasos se arrastraron hacía él, Alek dio una orden silenciosa y cinco de los hombres que nos rodeaban se encaminaron hacia él con los fusiles en alto, pero no alcanzaron a llegar, no cuando oí el sonido de una risa ronca y un seguro desactivándose.
Alek y Akim elevaron las armas al instante y yo me congele mirando sobre el hombro de mi hermano como la sonrisa de Chavdar se ensanchaba elevando el arma hacía mí hermano.
—Nos vemos en el infierno querida. —Su voz fue un pitido sordo que exploto con el disparo que proporciono su arma y todo, todo retumbo a mi alrededor, la bala impactando, Airón cayendo al piso, la sangre, los gritos.
—¡Ahora! —Alek grito y en cuanto los disparos se direccionaron a mí, se tiró encima de mí mandándome al piso protegiéndome con su cuerpo, pero mi mirada no salía del cuerpo inerte de mi hermano, en medio del prado, a mitad de camino hacia mí, joder tan cerca, tan cerca.
—No—murmure intentando salir de los brazos de Alek, pero él solo me cubría de los disparos—¡No!
—¡Céntrate Hela! —Me gruño y girando por el pasto se puso de pie y comenzó a disparar, los mire y todo paso en cámara lenta, los hombres de Iker desplegándose por alrededor del bosque rodeando a los hombres de Chavdar, la cara del líder ucraniano, los gritos, las ordenes, los cuerpos cayendo muertos al piso, la sangre y solo podía pensar, "No sobrevivimos a tanto para morir así, no así"
—Xavier. —Presione mi oído poniéndome de pie escapando de los jodidos disparos que eran dirigidos a mí, soy el puto blanco de todos los ucranianos.
—Objetivo en la mira espero or...
—¡Hazlo ya! —Grite y en cuanto el bombardero se desplego distrajo a los hombres de Chavdar.
Alek grito dando indicaciones y al instante escuche los anillos de seguridad cayendo al piso y el metal rebotando en aquel, lanzaron granadas de humo entorpeciendo la visual de los ucranianos que no hacían más que lanzar disparos a diestra y siniestra, Alek comenzó a armar una estrategia y mandando a la mierda sus palabras, saque las dagas de mi pantalón y corrí en dirección a mi hermano.
El humo se dispersaba con rapidez, pero me dio tiempo suficiente para acercarme lo más posible, estaba llegando a él cuando sentí el sonido de un cargador cayendo a mi costado y con rapidez gire inclinándome al ver la boquilla del arma, los disparos calentaron mis oídos pero no me detuve a pensar, clave ambas dagas en sus pies y cuando se inclinó las subí desgarrando su garganta, le quite el arma girándome para disparar a los blancos que corrían hacía mí, sentí pasos a mi espalda y al ver los hombres que me apuntaban desde lejos caer muertos supe quién me cubría.
Oí las explosiones a lo lejos y los murmuros de Xavier "Objetivos eliminados", Chavdar se quedó sin vía de escape, es mío, su cabeza es jodidamente mía.
El humo se dispersó y al instante las armas fueron dirigidas a nosotros.
—¡Al suelo! —Akim grito y antes de poder girarme vi la granada volando por encima de nuestras cabeza, me gire en dirección al cuerpo de Airón lanzándome encima de él, vino la explosión, la tierra y el polvo cubriendo mi cuerpo y el pitido que me entorpeció, eleve la cabeza en dirección a Alek y estaba a metros de mí con Akim encima cubriéndolo ambos bien.
—Airón—lo moví y no reacción—¡Airón joder! —Mire su espalda donde en el centro de ella brotaba sangre, lo voltee cuidando los movimientos y de su boca broto la sangre. —Hermano necesito que te pongas de pie.
—Cr...creí...qu...que es...estabas muerta. —Tosió salpicando su lindo rostro de sangre, sin ser consciente por mis mejillas rodaron las lágrimas al oír su voz, voz que creí nunca más oiría.
—Volví por ti, te prometí que...
Balas impactaron a nuestro alrededor y el grito de Alek me obligo a frenarme, los hombres de Iker nos rodeaban, pero eran muchos, cada vez aparecían más y más ucranianos, oía las explosiones, los casquillos cayendo, podía oler la sangre en el piso, pero no podía estar en un mejor lugar, con Airón en mis brazos, con sus ojos analizándome el rostro.
—¡Debes sacarlo de aquí! —Alek camino por nuestro lado con el fusil en alto, donde el retroceso con suerte lo movía, sangre escurría de su cabeza y brazo pero lo ignoraba, solo se centraba en cubrirnos.
—¿Puedes ponerte de pie? —Soltó una risa débil que me hizo estremecer e irguiendo la cabeza movió sus piernas y en cuanto intento sentarse soltó un grito que me hizo aferrarlo de los hombros. Las heridas en su cuerpo sangraron en exceso y comenzó a sudar en frio. —¡Demonios! —Grite e intente ponerlo de pie por mi cuenta, pero un disparó me hizo perder la estabilidad devolviéndome al suelo, el impacto me atravesó el hombro, Airón soltó un gruñido áspero intentando ponerse de pie nuevamente y cuando me puse nuevamente de pie para ponerlo de pie, Axel y Adam llegaron corriendo a mí, uno peor que el otro.
Se arrodillaron a mi lado y Airón hizo el intento de alejarse, lo detuve dándole una mirada significativa dejo que me ayudaran a ponerlo de pie.
—Sáquenlo de aquí—les pedí en cuanto mi hermano estuvo nuevamente de pie—¡Ahora! —Se giraron pero no avanzaron mucho cuando Airón me llamo.
—Hela...
—Tienes prohibido morirte.
Lo señale y moví mis manos a los hermanos para que lo sacaran de aquí, me gire en cuanto se lo llevaron y me dedique a cubrir sus espaldas, vi hombres direccionando su mira hacía ellos y elevando el arma les atravesé el cráneo, gire a toda velocidad al sentir pasos y no alcance a disparar cuando golpearon mi arma mandándola al piso, me lanzaron un puñetazo el cual me giro el rostro y me hizo retroceder, al segundo me incline para elevarme de golpe tirar de sus hombros elevar mi rodilla y a la par darle un puñetazo en la nariz nublándole los sentidos, hice un barrido con mis pies y cuando cayó al piso hundí mi pie en su tráquea quebrándosela.
Eleve el rostro lanzándome al piso, no fui lo suficientemente rápida, la bala me rozo las costillas, iba al pecho, gire en el piso tomando el arma, la eleve atestando dos disparos, me puse nuevamente de pie, para girarme y recibir un culetazo que me mando de vuelta al piso, tarde en reaccionar y cuando lo hice vi la boquilla entre mis cejas, sentí el disparo pero no llegue a probar la muerte, el ucraniano cayó hacía el lado, desvié la mirada soltando un suspiro agradecido al ver a Alek.
—¡Nos están volando el culo! —Akim grito a mi costado y tomando nuevamente el arma me puse de pie, miré a mi alrededor notando que habían más cuerpos españoles que ucranianos en el piso.
—¡Halcón negro sobre ustedes! — La voz de Xavier retumbo en mi oído y en cuanto elevé la mirada los disparos cayeron en nuestra dirección, los cuerpos inertes en el piso saltaron a causa de los disparos y me vi corriendo, me atravesaron la pierna y cuando estuve por caer una presión en mi costado me hizo elevarme del piso para lanzarme contra unos arbustos para cubrirme tras los árboles.
Tire de mi pierna la cual comenzó a sangrar y el dolor se hizo jodidamente presente, estrelle mi cabeza contra el pecho que me sostenía sintiendo los bufidos de Alek.
—Segunda vez que te salvo el culo.
—Te he salvado desde que te conozco. —Le reclamé para mirarlo por sobre mis hombros y notar que tenía impactos de bala en el pecho, abrí su chaqueta amando el puto chaleco antibalas.
—Y así no querías usarlo.
Le di un puñetazo en el pecho recibiendo un gruñido por su parte, los disparos comenzaron a romper la corteza del árbol y en cuanto cesaron unos segundos, ambos nos giramos en dirección opuesta disparando a los que se acercaban por tierra a nosotros, nos escondimos nuevamente contra la corteza y con un gruñido aprete mi oído.
—Cuando quieras Iker.
—¡Me atacan por aire también! —Me grito y yo maldije, rompí parte de mi polera haciendo un torniquete en mi pierna para ponerme de pie y cubrirme con el árbol, mire a mi costado como hombres de Iker incluyendo a Akim y Aitor estaban resguardados contra los árboles.
—Confió en tu puntería Alek.
Lo mire y en cuanto se puso de pie, sostuvo su arma, yo corrí en dirección contraria saliendo de los árboles llamando la atención del halcón, los disparos taladraron el piso y lanzándome sobre una roca me escondí tras ella sintiendo los disparos abollarla, Alek salió de su escondiste centrando sus disparos no a los metralleros, si no al piloto, sentí el vidrio estallar para posterior el halcón perdiera el control, se estrelló arrasando con todo, mi sonrisa satisfecha se borró al ver las hélices girando en mi dirección solté un chillido para correr en dirección opuesta, me lance al piso al sentir la explosión.
Gire por el impacto estrellándome contra un árbol, mis costillas dolieron y algo se me incrusto en el brazo, solté un jadeo de dolor, viendo el fuego propagándose a mi alrededor, boquee en busca de aire, dando un giro quedando de espaldas, mire el cielo donde el sol estaba llegando a su cúspide, es muy temprano para recibir una paliza.
Me senté tocando mis costillas y en cuanto elevé el brazo vi una rama atravesándome la carne.
Gruñí y evitando mirar la tiré, Noemí tendrá mucho trabajo, miré a mi alrededor y si, mucho jodido trabajo.
Hice un nuevo torniquete en mi brazo y pierna, como siga así terminaré peleando desnuda.
Me puse de pie y no di ni dos pasos antes de lanzarme nuevamente contra un árbol al sentir los disparos.
Iker y Xavier me informaban que perdimos dos bombarderos en los ataques y ellos con suerte se mantenían en aire, claro que Chavdar estaría preparado por aire, el hijo de puta me teme, incluso creyendo que estaría sola, su temor es más grande.
—Y como siempre—balbucee respirando con profundidad—debo encargarme de todo yo.
Cerre los ojos sintiendo los pasos y girando por el árbol eleve el arma direccionándola dando disparos certeros a los que se acercaban a mí, me quede sin balas con los últimos tres y lance un culetazo al que estaba más cerca, me incline golpeando sus pies, se agacho lo tire de los hombros cubriéndome de los disparos de una patada en el estómago lo empuje tirándolo a los pies de un segundo obligándolo a retroceder y antes de que pudiera atacarme, corrí hacía el pase por encima del ucraniano en el piso dándome impulso para atar mis piernas a su cuello y tirarme hacía atrás la presión le rompió el cuello y el impacto lo termino de matar, tome su arma y gire en el piso atravesándole el cráneo y pecho a los restantes.
Me puse de pie desviando la mirada, para lanzar tres disparos liberando a Alek, puso su mirada en mí y en cuanto le enarque una ceja con un "Espero tu gracias" me rodó los ojos ayudando a Akim.
—¡Violaron el perímetro! —En cuanto puse un pie de nuevo en el prado el grito de Lutza me alarmo, gire la mirada hacía Alek en la misma velocidad que él la giraba hacía mí.
—¿Airón?
—¡Los atacaron! Ainhoa fue hacía allá, son muchos...
—¡Akim, Aitor vayan al avión, ahora!
Me gire hacía ellos pero Alek ya les estaba gritando lo mismo, nos miraron a ambos y tras dudarlo se fueron en aquella dirección, Alek le indico a un par de hombres más que los siguieran, para con una sola mirada empezar a desatar el caos.
Alek me lanzo una granada, para que ambos sacáramos los anillos lanzándola, corrimos en dirección apuesta despejando la entrada del bosque, oí la explosión y en cuanto el polvo se levantó salimos del bosque lanzando un par más en aquella dirección dándole más tiempo de huir.
Quede en medio del prado lanzando disparos y golpes como una desquiciada, quedaban menos, y no soy capaz de ver a Chavdar, sé que esta por aquí, siento su mirada puesta en mí, observando como lo ha hecho toda su vida, pero no lo veo.
—¡Se agrupan de nuevo! —Alek me grito, llamando mi atención, cada vez nos quedábamos más solos, más bajas españolas y los ucranianos sabían defenderse y desplegarse atacándonos de todos lados.
—¡Iker!
—¡Inicio ataque aéreo!
No termino de hablar cuando la tierra se remeció debido a los impactos, los ucranianos que se agrupaban fueron el centro del ataque, mientras los desplegados a nuestro alrededor, nos atacaban con todo lo que tenían, cuando las balas dejaron de salir de mi arma, fue cuando dos impactos acaloraron mi pecho y abdomen, Alek grito y mi cuerpo hizo un látigo hacía atrás por la fuerza del impacto, me arrastre por el suelo sintiendo que el aire me escaseaba.
En un parpadeo ellos ya estaban muertos y yo tenía a Alek tirando de mis hombros, palmeo mi rostro obligándome a boquear por falta de oxígeno, termino de romper mi polera tirando la cabeza hacía atrás al ver el chaleco que él me obligo a usar y no se quedó tranquilo hasta que vio cómo me lo puse.
—Du...duele. —Jadee girando el piso para ponerme nuevamente de pie.
—Hija de puta. —Me dio un débil golpe con la culata de su arma en la espalda robándome un jadeo, todo mi cuerpo duele. Tome una nueva arma del piso...
—¡Tienen que salir de ahí! —Iker me grito y me dieron ganas de sacarme el comunicador, me grita en la oreja el hijo de puta.
—¡Son demasiados Hela! —Xavier irritante igual que el padre me gritó. Mire a mi alrededor viendo como los últimos hombres de Iker peleaban como unos guerreros.
—¿Llegaron? —Presione mi oído hablándole a Lutza y tras unos segundos donde eleve el arma volviendo a la pelea respondió.
—¡Lo están atendiendo!, ¡Nos están rodeando, tienen que venir ya! —Mire a Alek y él miro su alrededor, si nos vamos ahora nos seguirán y será peor.
—Xavier flanquéalos, Alek vete. —Lo mire cambiando el cargador para seguir disparando. —¡Que te vayas Alek!
—Mamá—me ignoró—sigan con el plan, saquen a Airón de aquí y vayan a una zona segura, nos pondremos en contacto...—Escuche a Lutza gritar, junto a las explosiones a nuestro alrededor.
—¿¡Qué demonios haces!?
—Nos pondremos en contacto en cuanto salgamos de aquí, deben irse...
—No—le negué, me ignoro—¡Lárgate de aquí Alek! —Se giro hacía mí elevando el arma disparando a un lado de mi cabeza.
—¡Ahora mamá! —Grito y aunque escuche el silencio tras la línea su "Entendido" me hizo arder en colera.
—Alek...
—He seguido mucho tiempo tus ordenes, ahora te jodes, no te dejaré morir sola. —Se giro dándome la espalda para meterse más en el medio del caos disparando, distrayendo a los hombres que se introducían en los bosques, vi granadas siendo lanzadas por el aire y antes de que pudieran tocar el piso cerca de nosotros dispare provocando que estallaran en el aire.
Iker nos seguía flanqueando desde el aire, gritándonos que saliéramos de allí, para el barrer la zona, pero no podíamos, no si nos seguirían, no sin arriesgar a quienes queremos proteger.
—Objetivos flanqueados y en vuelo.
Xavier me informo y en cuanto me gire hacía Alek para gritarle que era hora de largarnos, el tintineo de la granada dirigiéndose a mis pies me silencio, la mire, vi a Alek y todo paso en una milésima de segundos, yo pateando la granada él corriendo hacia mí, la bomba estallando, su cuerpo impactando contra el mío y ambos volando por la fuerza de la explosión metros del lugar, rodé por el piso siendo detenida por un árbol, mi cabeza se estrelló contra la corteza, dejándome aturdida por lo que parecieron minutos, sentí mi cuerpo caliente por la sangre, mis músculos temblando y mi mente desconectada, abrí mis ojos viendo todo como una mancha borrosa, los gritos de Iker eran solo un susurro a los ruidos que mi mente produce, mi cerebro sigue dando vueltas y siento que mis lesiones fueron capsuladas por el dolor de mi cabeza.
—A...Alek...
Lo llame con mi voz rugosa, gire la cabeza sintiendo que mi cerebro daba botes, intente centrar mi mirada y en cuanto lo vi a unos metros de mí, callando mis dolores me arrastre hacía él, ni siquiera me fije si seguía intacta o tenía un pie menos, solo sabía que tenía que asegurarme que estaba respirando, llegue a su lado, lo jale del hombro viendo su rostro como una mancha roja, cubierta de sangre, con mis manos temblorosas toque su cuello pero no podía sentir nada más que mi propio pulso en todo mi cuerpo.
—A...Alek.
Vi su cuerpo cerciorándome que si estuviera completo y sacudiendo mi cabeza arrastre mis piernas para con un quejido inclinarme a su lado y tomar su rostro entre mis manos, me acerque para oír su débil respiración, toque su muñeca sintiendo el pulso.
Gritaron mi nombre y cuando gire la mirada los hombres de Iker asesinaban a los que apuntaban a mi cabeza.
—¡Tienen que salir de aquí!
—Alek—golpee sus mejillas obligándolo a reaccionar—tenemos que salir de aquí.
Lo tire de los hombros y tras cinco intentos fallidos logre ponerlo de pie, sostenía su peso, el mío y el de mis heridas, Alek con suerte podía mantenerse en pie, pero no me importo, solo me repetí que debía sacarlo de aquí.
—¿Es...estas he...herida? —Murmuro soltando tosidos jadeantes.
—Estoy bien—mentí.
—N...no m...me siento...
Sus piernas se doblaron y llevándome consigo intente evitar su caída, pero mis fuerzas flaquearon cayó al piso y con suerte pude sostenerlo contra un árbol, soltó tosidos dolorosos y al ver la sangre escurrir por sus labios y la respiración saliendo con un silbido, mis alertar se activaron, mire su cuerpo su pecho, el chaleco estaba intacto, su tórax igual.
—Eh, Alek—lo llame golpeando sus mejillas—necesito que me digas si estas herido.
Su cabeza cayó sin fuerza y en cuanto su brazo se elevó yo baje la mirada viendo la sangre escurrir por el tire de su chaqueta y mi corazón se detuvo al ver que un pedazo de metralla perforo el chaleco incrustándose en sus costillas, mis manos temblaron sobre su herida, viendo la sangre gotear a mis pies.
—Hijo de puta—lo maldije viendo el metal en su cuerpo—Alek qué...quédate conmigo quieres, ayúdame...en...en esto, tenemos que salir de aquí. —Murmure y al sentir los pasos saque un arma de su pierna para disparar en dos direcciones diferentes. —Alek por favor—golpee sus mejillas obligando a sus ojos reaccionar, los abrió y estaban desorbitados, su nariz comenzó a sangrar en conjunto con su boca y a mí se me acelero el pulso y el temor a perderlo me invadió.
Grite su nombre y al no oír respuesta me puse de pie, rodee el árbol, lanzándome contra el que estaba más cerca de mí, me le trepe encima, lanzándole dos puñetazos rompiéndole la nariz al segundo y de un movimiento el cuello, tome su arma gire por su cuerpo disparando, despejando el perímetro.
—¡Hazlo, Iker!
—Siguen muy cerca, deben alejarse más, es...
—¡Que lo hagas joder!
Me quede sin balas y corriendo hacía Alek di la orden de soltar el primer misil, me abrace a su cuerpo protegiéndolo con el mío, para que al primer contacto con el suelo los árboles temblaran y cada pájaro que quedaba en ellos saliera despavorido, fueron minutos de silencio hasta que el segundo misil, partió varios troncos incluyendo el que nos protegía, gritando tire de Alek arrastrándonos por el suelo, el tronco impacto a nuestro costado.
Me mantuve en el piso unos minutos tomando aire y recuperando fuerzas. Me puse nuevamente de pie y esta vez sacando toda la fuerza que me quedaba, tire del brazo a Alek lo puse de pie y cargue su peso, tenía que ser tan jodidamente alto.
—Alek habla conmigo quieres—nos introduje en el bosque intentando alejarnos de los ucranianos, y Alek con suerte podía arrastrar sus pies.
—He...Hela tienes...tienes que dejarme...—Su cuerpo fallo y tuvo la intención de dejarse caer, esta vez fui más rápida, la ira que me provocaron sus palabras me dieron fuerza para estamparlo contra el árbol sosteniéndolo.
—Escúchame bien hijo de puta, tú te mueres cuando yo lo diga, ¿entiendes? Y aun no es tu momento, no aun, no cuando yo... no cuando me... ¡No cuando no quiero y listo!
—V...voy a mo...morir Hela...
Sus piernas se deslizaron por el piso mandándolo al suelo una vez más sus labios estaban completamente rojos cubiertos de sangre y por un segundo creí que había perdido la consciencia, miré a mi alrededor visualizando el final del bosque y lo que parecía ser el inicio de una carretera.
—Alek solo un poco más, déjame sacarte de aquí, solo un poco más.
Intente ponerlo de pie, pero mis músculos comenzaban a relajarse y a perder fuerza, con un gruñido comencé a arrastrarlo, pase mis manos por debajo de sus axilas y lo tire mirando hacia el final del bosque, no oía pasos, pero si disparos, debo salir de aquí, no puedo pelear con Alek así.
—Airón dijo que quería conocerte—lo distraje—no le niegues su primer capricho de libertad. —Vi como soltó una risa débil junto con los tosidos que hicieron escurrir su sangre, ha dejado un jodido rio de sangre, si sigue así se desangrara.
—S...se pa...parecen. —Murmuro con su voz apagándose y al sentir como su cuerpo se volvió más pesado, tropecé con una piedra cayendo al piso, me gire para mirarlo, toque su cuello sintiendo su pulso lento, se desmayó.
—¡Maldita sea Alek! —Grité y lo seguí arrastrando hasta quedar de pie a un lado de la carretera, corrí hasta el medio mirando en ambas direcciones, necesito llegar a la ciudad, necesitamos salir de aquí.
—¡Hela tu ubicación! —exigió Iker— Les perdí el rastro.
—Alek está herido—me gire para mirarlo y cerciorar que seguía respirando— lo sacaré de aquí, me pondré en contacto dentro de veinticuatro horas.
—¡Dime donde estas, iré por ustedes!
—¡Es arriesgado, nos mataran antes de que llegues! —Lo escuché gritar y yo maldije al no ver un puto y jodido auto.
—Los distraeré, les daré tiempo para salir de aquí.
—Te contactaré en veinticuatro horas.
Finalice la comunicación sacándome el intercomunicador haciéndolo estallar en el piso, Ainhoa nos advirtió, que la comunicación podría ser interferida y hackeada si nos alejábamos del perímetro de seguridad, saque el de Alek e hice exactamente lo mismo.
—Alek no me hagas darte un puñetazo para hacerte reaccionar. —Palmee sus mejillas y su ceño se frunció soltando un jadeo por dolor.
—Siem...siempre tan...tan dulce...
Solté una risa amarga, sentía mi garganta arder al igual que mis ojos al detallar el rostro de Alek, como se forzaba por respirar, oía el silbido en su respiración y era testigo de cómo tosía para escupir la sangre que le obstruía el respirar.
Corrí a la carretera con mi pie arrastrándose por el piso y el dolor se intensifico en mi cuerpo, gire en mi lugar soltando un grito desgarrador, por la rabia, mire a Alek y mis pies se doblaron sin fuerza, buscando que demonios hacer, me traslade al mapa en mi cabeza, el pueblo más cercano está a kilómetros.
—¡Mierda! —Golpee el piso y solté las lágrimas reprimidas en mi pecho, grite por las emociones que se agolpaban en mí, di un segundo golpe al pavimento y vi como pequeñas piedritas vibraban al igual que mis manos y fue como si mis tímpanos se abrieran. —Auto—murmure elevando el rostro—¡Alek mantente despierto!
Me puse de pie y en cuanto la parte delantera de un coche se hizo presente en la curva de la carretera moví mis manos en medio de esta, solté un quejido al sentir el dolor en mi pecho y músculos pero lo ignore, dando brincos, gritando de forma suave "Ayúdennos por favor" podría lanzarme al piso hacerme la muerta y cuando se bajen para correr mi cuerpo, los mato, pero ya es demasiado tarde, el auto comenzó a bajar la velocidad pero no salí de su camino hasta que se detuvo y toque el capo soltando jadeos exagerados.
—Ayuda, por favor—camine hacía el lado del conductor dando una rápida mirada dentro del auto, iba solo. —Nos hicieron una encerrona con mi...con mi amigo, nos robaron el auto y nos hirieron, por favor, ayúdennos.
El tipo no bajo el vidrio, al menos no por completo pero si miro por encima de mi hombro para ver a Alek, con su ropa llena de polvo y sangre, joder, joder, vi como trago grueso y volvió su mirada a mí.
—Estas carreteras son poco transitadas, ¿aun no llaman a la policía?
—Nos robaron todo...
Moví mis manos y en cuanto el bajo su mirada de mi rostro a mi pecho vio el chaleco antibalas, y la beretta que aún estaba dentro de mi chaqueta, su mano se fue al cambio y gruñendo saque el arma y con la culata rompí su vidrio tire de su cuerpo y dando dos puñetazos lo jale hasta sacarlo del auto y dejarlo tirado en el piso, saque el seguro apuntándolo con el arma.
—Ponte de pie y ayúdame a subirlo al auto. — Exigí dirigiendo mi dedo al gatillo, el tipo comenzó a temblar y por poco vi que se meaba en los pantalones. —¡Ahora maldición! —Lo tire de la solapa y a pasos torpes se puso de pie, tastabillando y cayendo al piso no deje de apuntarlo hasta que estuvo a un lado de Alek. —Con cuidado, haz un solo movimiento brusco y te asesino.
Me gane atrás de él viendo como tomaba por los hombros a Alek de forma delicada, temblando y soltando lo que eran jadeos de llantos, le temblaron las rodillas, media lo mismo que yo, pero era la mitad que Alek, apuesto que pesa treinta kilos mojado, el infeliz.
Los pies de Alek arrastraban el piso y sus manos eran un látigo en un fallido intento de presionar su pecho.
—Déjalo en el asiento del copiloto.
El tipo comenzó a llorar con más intensidad al ver que su fin se acercaba y en cuanto dejo a Alek sentado en su respectivo asiento me elevo las manos.
—Po...por fa...favor no me hagas daño...tengo dos hijos pequeños, mi esposa murió...soy lo único que tienen...—Tensé mi mandíbula, si lo dejo ir, avisara del robo y nos seguirán joder no lo puedo dejar ir.
—¿Cómo te llamas?
—Rick...Mi nombre es Rick...
—Rick, lo siento pero no puedo dejarte ir...
Abrió su boca y antes de que pudiera decirme algo tire mi mano hacía atrás dándole un culetazo en la cabeza que lo mando inconsciente al piso, guarde el arma mire a mi alrededor y lo tire por los hombros arrastrándolo, como supuse, yo peso más que este debilucho, abrí el maletero del auto y con poco esfuerzo pero bastante molestia lo metí dentro, cerré de un golpe y corrí hacía el auto, me subí y no me detuve a pensar, pise fondo.
—Resiste quince minutos más Alek, como te vuelvas a desmayar te volaré el culo, ¿lo entiendes?
Maniobraba con los baches y me giraba para mirarlo, su cabeza se movía sin fuerza y su piel era cada vez más blanca, tenía tantos pensamientos en mi mente, pero todos eran opacados por él, lo venía sentado en el auto, desangrándose, intentando reaccionar, peleando por su inconciencia y no podía pensar en nada más que en que no sabría que hacer sin él... sin su presencia, sin su voz, sin sus labios, sin su calor, sin cuerpo, lo miraba y gritaba que sin él me vería en un infierno frío.
—Le...le di...dijiste que era tu amigo...—Murmuro casi en reproche haciéndome salir de mi mente dando un volantazo al ver que casi me voy por una cuesta.
—¿Qué debía decirle?, ¿nos asaltaron y casi asesinan a mi hermano?, no me hubiese creído, es cosa de vernos, soy mucho más sexy y atractiva que tú, no es como...
—Arpía—jadeo abriendo débilmente los ojos, su rostro se giró hacía el mío y me fue imposible no mirar sus ojos...apagado, su respiración cada vez se volvía más lenta y pesada.
—¿Debí decir que eres mi follaamigo? O alguna mierda estúpida como...
—Tu...pareja...—Balbuceo congelando mi cuerpo, mi rostro giro en cámara lenta hacía él y al ver como sus ojos me detallaban con sinceridad y como una débil lagrima rodaba por sus mejillas mi pecho se apretó.
—¿Mi...tú quieres...—Respire profundamente sintiendo el cosquilleo en mis manos, notando que mi pecho subía y bajaba con fuerza, mientras que él de Alek...No lo hacía. —¿Alek? —toqué su rostro y lo sentí frio, inmóvil—¡Alek! —Grite tocando su cuello y volví a gritar su nombre al no sentir pulso, acelere a fondo, sentía las llantas rechinar contra el pavimentos, pero me importo una mierda. —¡Alek maldita sea, no me hagas esto!
Me vi suplicando con la voz en un hilo, con mi cuerpo temblando por completo y mi corazón cayéndose a pedazos.
—¡Más te vale no morir, hijo de puta!, ¿Me escuchas? —Con mi mano izquierda al volante y la derecha presionando su pecho en un intento de reanimación comencé a perder la cabeza. —¡Te prohíbo dejarme Alek!, No puedes morir, ¡Joder no puedes dejarme Alek!
Le grite desesperándome, no podía sacarle el puto chaleco por la metralla en sus costillas, no puedo moverlo por miedo a empeorar sus heridas y el que no reaccione me está desquiciando, vi la entrada del pueblo y en vez de disminuir acelere, aun no es medio día y ya siento que estoy a segundos de morir.
—Si mueres no tengas la desfachatez de irte al cielo Alek, porque tengo prohíba la entrada, más te vale no...—Solté un sollozo presionando con más fuerza su pecho, repitiendo un "No me dejes por favor, tú no"
Salí del pueblo dando un volantazo en la primera desviación donde dos kilómetros adentro frené en seco bajándome del auto cuando ni siquiera se detenía del todo, tomé mi arma corrí hacía la propiedad subí con mis músculos temblando los peldaños del cobertizo y dando una patada abrí la puerta de la casa, un hombre de edad dejo caer un bandeja con comida y elevo sus manos comenzando a temblar.
—¿Qu...que...
—¿¡Donde esta!?—grité ignorando al viejo para correr escalera arriba, abrí cada una de las puertas y en cuanto abrí la última vi a un hombre un poco más joven con una toalla a la cintura elevo las manos al verme entrar armada soltando la toalla.
—Q...que...T...tú...tú...
—Yoan, más te vale salvarlo.
Saque el seguro y sin dejar que reaccionara le lance un pantalón que estaba en la cama lo tire de los hombros presionando la boquilla en su cabeza y lo hice bajar a punta de gritos y exigencia, se fue vistiendo escalera abajo, ambos salimos a pasos rápidos de la casa abrí la puerta del copiloto y con Yoan bajamos a Alek del auto, su cuerpo pesaba el doble, lo dejo en la primera mesa desocupada que pilló y con gritos comenzó a exigirle al viejo que fuera por material.
—¿Qué vaya por quién? —Grito el anciano y con mis manos temblando corrí siguiendo las indicaciones de Yoan, tomé un carro y una despensa arrastrándola para sacarla de una habitación y dejarlo en la mesa de la sala, Yoan abrió el chaleco antibala y con cuidado comenzó a desprenderlo, el pecho de Alek estaba completamente morado, y no...no se movía.
—Yoan...
—Hela sus heridas...él...
—Sálvalo. —Mi voz tembló y el gatillo se presionó en la nuca del ucraniano frente a mí, no temblaba, solo miraba el cuerpo de Alek pensando que demonios hacer. —Sálvalo.
Repetí tensando mi mandíbula y de un movimiento me empujo por los hombros tiro del carro saco el desfibrilador y encendiendo la maquina me grito que me alejara.
No lo hice, solo aleje mi mano del rostro de Alek para que diera la primera descarga, su cuerpo se elevó y escucho su pulso y maldijo, comenzó reanimación y yo me vi caminando alrededor de la camilla soltando lágrimas y amenazas a Yoan.
—Segunda descarga. —Murmuro y con su "Aun lado" dio la segunda, al pasar los segundos, la tercera, volvió a realizar reanimación, presionaba el pecho de Alek con ansiedad. —Hela...
—Si...si se muere te asesino, a ti al viejo y a...
—¡Hago lo que puedo!
—¡Pues hazlo mejor! —Le grite y al ver como mi voz salía rasgada en un sollozo desesperado, tomo un bisturí lanzo un líquido rojizo encima del pecho de Alek y antes de que pudiera reaccionar clavo en bisturí abriendo su tórax, retrocedí bajando el arma, sangre broto como una erupción y Yoan con ambas manos comenzó a sacar los coágulos de sangre lanzándolos al piso, tomo unos separadores y con un sonido que me hizo cerrar los ojos abrió su pecho dejando expuesto su corazón y antes de que pudiera reaccionar lo sostuvo entre sus manos realizando un masaje cardiaco.
—Yoan que...que...es...
—Cállate.
Me exigió y mirando a su alrededor tomo una ampolla rompiéndola con los dientes y una jeringa poso el líquido y antes de que pudiera preguntar la enterró en el pecho de Alek, bajo el embolo y su mano apretaba el corazón de Alek con agresividad, mis pies comenzaron a fallar al oír sus gritos desesperados, al oír como exigía que funcionara.
Sus manos se elevaron y di un paso al frente mirando el pecho de Alek, su corazón no latía, no se movía y...y... me desespere, mi corazón latía a toda velocidad pero no el de él, no el de Alek, mire su rostro, gris, apagado, sin vida, y...me vi cayendo en un agujero peor que con la supuesta muerte de Airón, me vi gritando las palabras que nunca dije y aceptando los sentimientos que tanto me aterran.
—¿Qué...que haces? —exigí saber mirando a Yoan y a Alek, su corazón quieto—¡No lo dejes morir joder!
—Hela...
—¡NO LO DEJES MORIR! —Grite elevando el arma sacándole el seguro y direccionándola a su cabeza, mi dedo presiono el gatillo y aunque me temblaba cada partícula de mi cuerpo me mantuve firme, ignorando mis lágrimas y los sollozos rasgando mi garganta.
—Dale un segundo.
—¡Yoan debes hacer...!
—¡Que le des un jodido segundo!
Me grito irritado y en cuanto su mirada choco con la mía mi dedo presiono débilmente el gatillo.
—Se muere y perderé la razón Yoan, se muere y muero con él, no dejes que...
Me levanto el dedo para que me callará bajo la mirada, su mano presiono el corazón de Alek y a los segundos el sonido más jodidamente hermoso retumbo de forma lenta y pausada, pero allí estaba, Yoan comenzó a moverse con rapidez y yo solo podía ver el corazón de Alek latiendo, mis rodillas se doblaron caí al suelo y lloré, lloré como una niña, frente a Yoan y el viejo sordo, deje caer el arma, y mi mano se fue a mi pecho sintiendo mi corazón latir, oyendo el latido de Alek, repitiéndome que mi corazón late debido al suyo.
—Debo estabilizarlo para tratar sus heridas Hela, es...es grave, necesitaré ir al banco de sangre, debo hacerle transfusiones para estabilizarlo y...—Me saque la chaqueta dejando el arma guardada en mi pantalón y le enseñe mi brazo.
—Soy O negativo, ocupa toda la que necesites. —Me miro, miro mi brazo, para posterior mi cuerpo.
—Hela estas muy herida, también necesitas atención médica, no lo sientes ahora por el shock pero estas débil, si lo...
—No me interesa, hazlo y ya.
Me acerque a él atando yo misma la ligua a mi brazo y Yoan maldiciendo su entorno se movió con rapidez, paso tubos, mangueras por diferentes direcciones, pero no me intereso, solo miraba a Alek, sintiendo que con su latir, volvía a la vida.
[...]
Mi brazo estaba estirado sobre mi pierna, peleaba con mi cuerpo por mantenerme alerta, pero mi cabeza caía hacía atrás sin fuerza, sentía mi pecho apretado y mi respiración lenta, pero lo disimulaba, me mantenía con los ojos abiertos vigilando los movimientos de Yoan, incluso cuando hacerlo me dolía, sentía un dolor latente en todo mi cuerpo, no se cuanto a pasado, pero de lo que estoy segura han sido un poco más de cinco horas, el sol ya casi se está escondiendo y yo he estado aquí todo este tiempo sentada a un lado de Alek con un tubo sacándome la sangre del cuerpo, no ha sido continuo, por mi salud, pero si persistente por la salud de Alek.
—Hela, ¿Me estas escuchando? —Yoan, habla y habla, yo sinceramente deje de oírlo a la primera palabra que dijo, lo conozco hace años, fue el curandero de mi familia por mucho tiempo, hasta que llegó Noemí y lo suplanto, más bien, él se fue por propia voluntad, creó que se alegró de que llegará alguien más a remplazarlo. —Hela es suficientes, si sigues perdiendo sangre tu corazón dejara de latir...
—¿Ya...ya terminaste con Alek? —Tire mi cabeza hacía atrás para mirarlo, el cuerpo de Alek era una mancha borrosa para mí, pero lleva horas reparando sus heridas, su corazón ya no está expuesto, al menos no del todo.
—Aún no, pare las hemorragias importantes así que ya no está perdiendo tanta sangre, tiene comprometido el bazo, posiblemente deba extirparlo para extraer por completo el trozo de metralla, pero no está comprometido ningún órgano de importancia... estará...estará bien.
—Bien...resistiré hasta que termines.
—Hela...
—Cállate y haz tu maldito trabajo. —Lo regañe y él me lanzo una mirada severa, para negarme y seguir trabajando, pero no duro el silencio, hasta que hablo para mantenerme despierta.
—Apuesto que no soy el primero que te lo dice, pero creí que estabas muerta. —Curve una sonrisa negándole.
—Pan...de cada día.
—¿Todos...todos están vivos?
—Solo Airón, espero, y yo.
—¿Esperas?, ¿No estas segura de que lo esté?
—Airón...ahora mismo debe...estar siendo atendido por Noemí, espero que sus heridas, sean...tratables...
—Quien diría que esa chiquilla resistió el convivir con ustedes.
—Hizo más que resistir. —Murmure y en cuanto intente sentarme mejor solté un quejido dirigiendo mi mano a mis costillas.
—¿Sigues con el chaleco?, Podrías sacártelo y dejarme ver tu pecho Hela. —Lo mire enarcándole una ceja y el me miro molesto.
—Eres todo un seductor Yoan.
Lo moleste y me rodo los ojos irritado, con mi mano derecha inmóvil por las agujas comencé a sacarme el chaleco desganchándolo de los hombros y cintura, en cuanto se soltó sentí como si mi pecho se acelerara a toda velocidad, me afirme a la mesa donde Alek estaba y Yoan elevo su mirada a mí por una breve fracción de segundos, para seguir en lo que estaba.
—Hela, ¿Qué pasa?
No respondí, el chaleco cayó y quede solo con el brasier puesto, baje mi mirada a mi pecho al sentir el corazón martillándome en los oídos y Yoan lanzo maldiciones.
—¡Maldita sea Hela! El chaleco mantenía comprimida tus lesiones, tienes una hemorragia interna, debes...
—Ter...termina con...Alek. —Susurre aferrando ambas manos a la mesa, respiraba a boca abierta sintiendo mi pecho arder y mi corazón golpear mi tórax por los galopes.
—Tu corazón está trabajando el doble por la falta de oxígeno Hela, colapsaras, necesito atenderte antes de...
—Resis...tiré...—Cerré con fuerza mis ojos y Yoan me grito, pero me mantuve firme intentando regular mi respiración, sintiendo un dolor punzante en cada parte de mi cuerpo, pero miraba a Alek y me gritaba que debía ser firme, porque él me necesita, necesita mi sangre, ha perdido mucha, el suelo está llena de su sangre, de coágulos, su piel sigue helada y blanca, no puedo flaquear ahora.
—Metralla fuera. —Murmuro y por como maldijo me hizo desviar la mirada viendo la sangre brotar de su herida, lanzo el trozo de metal al piso y comenzó a meter apósitos dentro del cuerpo de Alek.
—¡Joder, se perforo una arteria!
—Yo...Yoan...—Jadee golpeando mi pecho al sentir que mi corazón estaba a punto de colapsar y que ya el aire no pasaba por mi nariz.
—¡Necesito más tiempo Hela!
Me grito y lo vi desesperarse, elevé el rostro mi cabeza comenzó a dar giros y al ver como Yoan sacaba una masa roja del cuerpo de Alek, mi cuerpo perdió estabilidad, mi cabeza cayó, sentí el contacto con el piso para posterior, quedar en negro.
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