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Capítulo 49


Hela Petrov.

Respire con profundidad sintiendo mis manos temblar encima de la mesa, oigo las voces a mi alrededor, los murmuros, pero no soy capaz de distinguir oraciones completas, mis manos gotean en sangre y lo único que grita mi mente es "Quiero más"

Limpie mis manos con un apósito sucio de sangre y tire mi cabeza hacía atrás escuchando los gritos en la habitación aledaña.

Llevamos dos días en Finlandia, era riesgoso quedarnos en Dinamarca con Darina. Blaz pudo haberle puesto algún rastreador y llegar a nosotros y aunque Ainhoa se encargó de revisar a Darina, de registrarla en caso de que tuviera un microchip de rastreo insertado en su cuerpo cerciorándose de que no tenía ninguno, soy precavida y desconfiada.

No sé si sea un acto de buena fe por parte de Blaz, o si es demasiado estúpido como para no tomar esta oportunidad y acabar con todas las amenazas potenciales para su reinado.

Oí balbuceos a mi espalda y una sonrisa macabra creció en mi rostro, estamos en el subterráneo de mi casa Sigma. Aitor está en la habitación continua, habilitamos ambas volviéndolas zonas de tortura, él tortura a su manera y yo a la mía, ambos con un propósito diferente.

Los jadeos por dolor hicieron erizar mi piel de gozo, gire el rostro deteniendo en la puerta de la habitación, Alek estaba de pie, con sus brazos cruzados y su mirada inexpresiva puesta en la adolescente atada en medio de la habitación.

Les sugerí no bajar, al menos por un tiempo, pero son más testarudos de lo que creí o son igual de sádicos que yo, la única que no ha bajado en Noemí y lo agradezco, en su estado no la someteré a más estrés de lo debido.

——Está despertando.

Alek entro a la habitación cerrando la puerta a sus espaldas para caminar a una distancia prudente de Darina, fue tan glorioso verla despertar de su inconsciencia, tardo segundos en reconocer frente a quien estaba y el miedo fue tan arrasador en su rostro que disfrute cada jodido segundo que peleaba por liberarse, si bien es una mimada de la mafia, ha sido entrenada desde pequeña, muy princesa que sea sabe cómo cerrar la boca y negarse a brindar información, pero nadie calla para siempre.

—No deberías estar aquí. — Me gire para verlo y notar que su mirada ya no estaba en Darina, más bien en mí.

Llevo dos días torturándola y es primera vez que Alek entra por completo a la habitación, no logró entenderlo del todo, su rostro me demuestra desagrado, al igual que la tensión en sus hombros, no está acostumbrado a esto, pero sus ojos, como me analiza, no veo más que deseo puro, siento que se debate entre si está bien o mal lo que hago, una parte de él, la sensata claramente le exige que me detenga, pero la parte sedienta de venganza halaba lo que hago.

—Akim no deja de alabarte, quería ver yo mismo que tanto venera mi hermano. — Quedo de pie frente a mí, mirándome el rostro con detenimiento.

No sabía que el irritante de su hermano pudiera disfrutar tanto del dolor ajeno, es un contraste gigantesco a su personalidad tan eufórica y amorosa, es el que más tiempo ha permanecido aquí abajo con nosotros, conmigo, incluso se ha tomado la libertad de torturarla un rato, me trajo recuerdos...como jugo con la mente de Darina siendo compasivo y simpático para cuando se confiará aplicarle dolor, esa artimaña la conozco perfectamente, Calu, su retorcido humor siempre me gusto a la hora de torturar, y Akim tiene algo de eso.

—La curiosidad te trajo de nuevo hacia mí. —Me cruce de brazos para mirarlo con devoción.

Alek es un hombre que es difícil de ignorar, aunque se intente, él desprende virilidad por donde se le mire, más con ese azul intenso de sus ojos que podría desnudarme sin siquiera tocarme.

—Espero no terminar como el gato. — Curvo una sonrisa cómplice para voltearse y mirar a la chica que tiraba sin fuerza su cabeza hacía atrás, vi cierta expresión de dolor en el rostro de Alek que me hizo analizar a Darina. He estado en condiciones mucho peores que ella y nunca me he visto tan patética, su rostro sangra, su ropa esta desgarrada y tiene pinzas enterradas en sus uñas, he ido con lentitud con ella, me he tomado mi tiempo, la mafia ucraniana ocupó tantos métodos de tortura conmigo que tendría una vida para torturar a Darina e incluso me quedaría corta. —¿Le has sacado información?

—Nada relevante sobre la muerte de Damyan, ni porque los inculpo, ni como Blaz dio con ella, se niega hablar.

—¿Cómo la describirías?

—Arrogante—fue lo primero que se me vino a la mente—y estúpida. Es una hija de papi, siempre le han dado todo en bandeja de oro, pero es el vivo retrato de Chavdar, no hablará, al menos no sin motivación.

—Es linda, debo admitirlo. — Alek dio un paso hacía ella y mis manos se tensaron al ver como la recorría con la mirada, sí, Darina tiene su gracia, pero no es más que una escoria repulsiva que merece morir.

—Interesante observación. —Se inclinó hacía ella quien seguía forzándose en despertar de su inconsciencia ha perdido mucha sangre, y debería perder más, Alek le rozo la mejilla con el pulgar y mis nudillos se volvieron blancos por la presión ejercida. —¿Qué crees que haces?

—Admirar su belleza, Hela—respondió irónico.

Tomo un apósito humedeciéndolo con agua y con una suavidad que hizo hervir el veneno de mi sangre le limpio el rostro a la perra, saco cada rastro de sangre dando a relucir su piel de porcelana, pálida careciente de vida.

—Si quieres que acabe con ella, dilo, con palabras. —Sonrió girando su rostro para mirarme con sátira, lanzó el paño al piso con desgano y se puso nuevamente de pie, alejándose de Darina.

—¿Celosa?

—¿De una cría? —Me reí.

—De que nunca te haya calificado como "Linda"— Hizo comillas revolviéndome el estómago con su mirada arrogante.

—No necesito que me lo digas, tengo claro que lo soy. —Eleve mis hombros con soberbia ensanchando su sonrisa.

—Admiro tu seguridad Hela. —Camino a mi alrededor deteniéndose a mi espalda, jugando con mi cordura, mis manos tiemblan por la colera que me provoca. Miro el rostro de Darina buscando alguna imperfección y no hago más que encontrar su rostro como de una muñeca, "linda", he visto adoración en sus ojos cuando me mira, pero nunca lo he escuchado describirme de tal manera que no fuera de forma sarcástica y aparte del "Arpía", hijo de puta. —¿Podrías decirme que eres exactamente? —Susurro en mi oído erizándome la piel.

—Una Diosa. — Mi voz salió cargada de seguridad, porque eso es lo que jodidamente soy, una Diosa.

—Las Diosas no siempre son lindas. —Sus labios acariciaron mi lóbulo estremeciéndome, podía sentir su sonrisa cabrona y su calor envolviéndome el cuerpo.

—¿Insinúas que no lo soy?

—Puede ser. —Se jacto cortándome la respiración, mi piel ardió en llamas y eso no era bueno, no era jodidamente bueno, me estoy quemando con mi propio veneno. —Linda no es la palabra que usaría para describirte, Hela.

—Si no lo soy, ¿Por qué me follas cada que me tienes cerca? — No soy idiota, siento su erección en mi espalda. Soltó una risa ronca, clavándomela en la espalda baja el hijo de puta murmurando un "¿Segura que es por ti?", lo maldije apretando tan fuerte mi quijada que mis dientes estuvieron a punto de romperse.

—¿No quieres saber cómo te describiría?

—No me interesa. —Se río.

—No sabía que era tan fácil ponerte celosa Hela.

—Como si pudiera sentir celos por una cría patética. —La detalle con asco.

—Linda es una manera muy banal de describirte Hela, y tú eres de todo menos común. Das schönste chaos, das es gibt.

<<El caos más hermoso que existe>>

Murmuro sobre mi oído, dejando un beso cálido en mi mejilla, su mano acaricio mi cintura apegándome débilmente a él, impregnándome con su calor.

Dummkopf.

<<Imbécil>>

Se río a mis espaldas enterrando su rostro en mi cuello, ato sus manos a mi cintura impregnándose de mi aroma, sus labios húmedos besaron mi cuello y mi cuerpo comenzó a arder, pero esta vez no me quemaba en mi veneno.

Darina comenzó a despertar haciendo sonidos irritantes con su boca, pero Alek la ignoró, beso mi cuello mientras que sus manos manoseaban mi cintura, subiendo mi polera con la fricción de sus manos.

—Me debes mucho Hela, y quiero que comiences a pagar tus deudas. —Presionó su mano en mi abdomen bajo apegándome a él, dejándome sentir la dureza prominente de su erección. Se me hizo agua la maldita boca.

—Que romántico. —me burle.

—El romanticismo no va conmigo, lo sabes, prefiero ser el animal que va a follarte hasta que olvides tu nombre. — Mis piernas temblaron por reacción, restregué mi trasero en su erección y gruño a mis espaldas afianzando su mano en mi quijada manteniéndome quieta mientras él se prendía de mi cuello.

En cuanto bajo levemente su mano mis piernas se abrieron odiando el hecho de que estoy con leggins.

El quejido sonoroso nos distrajo a ambos, desviamos la mirada y Darina comenzaba a abrir sus ojos con su ceño fruncido por dolor, pero Alek no desprendía sus manos de mí, debatiéndose lo mismo que yo, en sí dejarla inconsciente para irnos a follar. Darina soltó una risa ronca con su garganta rasgada y eso termino por alterar mi sistema.

Abrió sus ojos asqueándome la piel, tiene la misma mirada que el mal nacido de su padre, los mismos ojos grises oscuros, vacíos, salidos del averno.

Con suerte podía mantenerlos abiertos sin cerrarlos al instante, pero la sonrisa burlona seguía puesta en nosotros, en mí, "Arrogante y estúpida"

Alek con un bufido pesado se alejó de mí y extrañe sentir su calor en mi espalda, lo vi de reojo como con disimulo acomodo su erección, pero era muy evidente, se le marcaba en el pantalón de tela, volví a su rostro encontrándome que me analizaba con sátira y su ceja enarcada, deje de morderme el labio para guiñarle un ojo y voltearme a Darina.

—¿Tuvo un buen descanso la princesa? —Camine hacía ella ensanchando su sonrisa.

—¿Le...arruine la...follada a la zorra? —Debo confesar, que siempre ha sido un placer ser provocada por ella, pocos se atreven a ponerse a mi altura para discutir, más en su situación, es estúpida en todos los sentidos existentes, pero hace esto menos aburrido.

—Para nada, con más ansias me follara después.

—Por mí no se preocupen—se acomodó evitando el gesto de dolor— no sería primera vez que te escucho gemir como una puta. — Me sonrió dándome un vuelco en el estómago, no le di en el gusto y no mire sobre mis hombros para ver la reacción de Alek, pero Darina lo hizo, aumentando su sonrisa.

—Siempre supe que estabas obsesionada conmigo, pero no sabía que era tu deleite verme follar.

—Una...lástima que nunca me diste un hermanito, madre. — Se me tensaron las manos y ella no desvió la mirada de mis ojos y no borro su asquerosa sonrisa aumentando el temblor en mis músculos. —Con la frecuencia que follaban con mi padre, creí que armarían un regimiento con su decendencia. — Trague grueso mirando por sobre mis hombros, Darina siguió mi mirada analizando a Alek con una sonrisa. —Alek—lo saludo— la genética en tu familia es admirable, tienes la misma mirada que Dedrick, que lamentable que sus ojos estén en ucrania, me pudieron avisar con anticipación y los traía para hacer comparaciones.

Un gruñido de advertencia rasgo mi garganta y Darina sonrió a boca abierta extasiada por la situación, provoco de la misma manera a Akim, aunque claramente no logro nada.

—Es un placer conocerte Darina. Damyan hablaba mucho de ti—Alek inclinó la cabeza en muestra de saludo y Darina forzó la sonrisa para que no se viera falsa.

—Lo mismo digo, Damyan decía que eras un hijo de puta, nunca menciono tu buena apariencia.

—Dime algo Darina, ¿Damyan sabía de tu relación con los Dunkle?

—¿Con quién? — se hizo la desentendida.

—Adoraría ver la cara de tu padre cuando se entere que te juntaste a escondidas con Blaz y él te entregó a mí. — Por un segundo vi terror en su rostro, un miedo puro que me dio la alternativa de dejarla vivir solamente para ver como la furia de Chavdar cae sobre ella, le miré el rostro curvando una sonrisa sátira, se removió incomoda en su asiento para intercalar la mirada en nosotros.

—¿Me llevarías con él?, ¿Extrañas a tu señor?, o es que el sexo alemán no es lo mismo que el ucraniano.

—Dímelo tú Darina, ¿Qué tal te folla el alemán? —Su cara palideció y algo en mí hizo clic. —Blaz es atractivo, debo confesarlo, pero carece de poder—mire cada reacción de su rostro esperando el detonante correcto— y un hombre que requiere de otros para obtenerlo no me excita, en cambio su hermano—me deleite— era una fascinación verlo en las triadas, ese es un hombre que desprende poder —me incline hacia ella susurrándole con complicidad— ya que estas tan obsesionada con mi vida sexual, ¿Te gustaría saber cómo me los folle?

Me mordí el labio como si estuviera recordando la mejor follada de mí vida, cuando la verdad es que nunca los vi frente a frente, los conozco, pero como a Blaz, yo era una sombra en sus vidas al igual que mi familia.

—Blaz es una delicia en la cama. —No hubo reacción. —Pero Sören—hija de puta— me lo follé hasta que me aburrí, supongo que sabes lo bien que se mueve en la cama, cierro los ojos y aun escucho sus gruñidos cuando llegaba al... —Se sacudió con fuerza aumentando mi sonrisa, por eso acepto tan fácilmente juntarse con Blaz, se folla al hermano, como se retorcerá Chavdar al enterarse que su princesa se folla al primogénito de su enemigo. —Te montas en la verga de tu enemigo Darina, vaya descaró.

—No sé de qué hablas.

—¿No lo sabes? —reí— tenía curiosidad sabes, me preguntaba como habías sido tan estúpida para salir de la base sin guardias para juntarte con Blaz, claro que tenía que ser por una polla, ¿no aprendiste nada en los entrenamientos?

—¿No perdiste a Airón por lo mismo? —mi sonrisa se estancó— se lo comieron las hienas porque su hermana no podía dejar de brincar en una verga como una... —Mi puño se estrelló en su mejilla arrojándola al piso, escupió sangre pero no dejo de reírse, el latido de mi corazón retumbaba hasta en mis oídos.—Lo vi antes de su muerte, no hubieron drogas que suavizaran sus torturas, solo gritos agónicos, mi padre me dejo torturarlo un rato, ver el verde esmeralda en sus ojos fue como estar cortando la piel de la Diosa de la muerte como disfrute —escupió— arrancarle la lengua, despedazar sus brazos y oírlo suplicar por morir, oírlo gritar, llamándote, hasta el último de sus alientos suplico por ti y tú nunca llegaste, provocaste su muerte como la de toda tu puta familia...

Se me nubla la vista, deje de oír sus palabras, solo podía sentir mi corazón latiendo a toda velocidad.

Mis manos temblaban y escuchaba las llamadas exigentes de Alek a mis espaldas, como le ladraba advertencias a Darina, advertencias que se metió por el culo porque no dejó de hablar, ni de describir los minutos antes de la muerte de mi hermano, lo que le hicieron, como grito, todo y...me cegó, la tire del pelo saque la cuchilla de mi espalda y con la advertencia de Alek corte las sogas que la mantenían atada, la jale obligándola a ponerse de pie y cuando lo hizo lance tres puñetazos directos a su cara y una patada lateral, mandándola al piso.

Alek grito en advertencia pero no me importa.

Darina seguía riéndose, gritando que por mi culpa Airón murió y odie cada segundo en que su boca se abrió, porque decía la jodida verdad.

—Era...la vida de ellos por la de tu hermano, ¿tan bien te follo que decidiste no luchar por Airón? —rio mientras que yo caminaba a su alrededor como una depredadora deseosa por saltar sobre su víctima.

—Levántate. —Ordene mirando con detenimiento su rostro en clara advertencia.

—Alek, Hela te contó que mientras tu padre se desangraba en las fosas, ella se follaba a Chavdar como una prostituta...

—¡Levántate! —Exigí perdiendo la cordura.

—Cuantas veces no te oí gemir por placer mientras crucificaban a Airón en las fosas... —La tome de los hombros poniéndola de pie a la fuerza, apenas recuperaba la postura cuando la ocupe como saco de boxeo, sus piernas sangran por las heridas a consecuencia de las torturas pero no le importo, resistió cada golpe retrocediendo. —Fue... jodi...damente gratificante cuando le...dije a mi...padre que usabas un anticonceptivo a sus espaldas y por eso no te embarazabas, ver su cara de rabia punzante, como no dudo el ir por Airón, colgarlo en las fosas y...

Retrocedí al oír sus palabras, fue ella, ella delato al médico, por su culpa el murió, la única persona que me ayudo dentro de esa fosa murió porque Darina no pudo mantener la jodida boca cerrada, por su culpa todo colapso y mi hermano murió.

Los gritos de Alek en advertencia se silenciaron, Darina no dejaba de hablar pero deje de oírla camino hacía mi decidida y viendo todo nubloso la empuje con fuerza contra la pared, se azotó contra ella y yo tome unas cadenas que colgaban del piso, las pase por sus manos y cuello para apretar un botón en la pared que comenzó a recoger las cadenas, la detuve cuando con suerte sus pies tocaban de puntilla el piso.

—Desearás que hubiese muerto en las fosas en vez de Airón—la encaré con mis palabras cargadas de una ira punzante.

—Lo...veo en...tus ojos—jadeo forcejeando con sus manos— moriste junto...con Airón, no...eres nada más que un cascaron de huesos y piel.

—Un cascaron de huesos y piel, que carga con un apellido lleno de poder y gloria—me acerque a ella respirando sobre su rostro— te dije que mientras viva tu vida me pertenece, morí hace cinco años, pero el imperio de mi familia no caerá, llevo mi legado en alto y Airón murió como lo que es, siendo un jodido Dios. Cinco años torturándonos y nunca lograron someternos, destruyeron medio país para dar con nosotros y yo te capture sin mover un jodido dedo, la arrogancia que posees por ser un Velichko me repugna al ver lo patética que eres, le repugnara a tu padre a tu mafia al saber cómo la princesa ucraniana se follaba a su enemigo y al ver como suplicaba por su vida.

Caminé alrededor de ella tomando una cámara de pedestal enfocando directo a su rostro, encendí la grabación, para tomar los cables y pinzas con corriente.

—Pasé cinco años siendo torturada día tras día y nunca lograron que me inclinará ante ustedes, nunca lograron que Airón lo hiciera y a la más mínima oportunidad los hice quedar como imbéciles, cuantas veces Chavdar no asesinó por mí, peleo por mí, cuantas veces me eligió por encima de su hija... —Desgarre su ropa enterrando las pinzas dentro de su piel. Grito presa del dolor pero no me intereso, más que éxtasis no me provocaban sus gritos, las clave en sus hombros, piernas, abdomen, hice heridas profundas con las mismas pinzas dejándolas enganchadas a sus músculos—Hice el papel de zorra para proteger a mi hermano, y conseguí dejar al líder ucraniano como un pelele, como un imbécil que no hace más que desear el poder sin ser capaz de obtenerlo—señale a la cámara— dejaré que todo ucrania y el mundo criminal vea como la princesa de un imperio suplica por su vida—con cada palabra que decía hacia un corte superficial a su piel expuesta, Darina reprimía sus gritos por dolor, con su mirada intercalada en mí y en la cámara—reviviré para arrastrar tu alma al infierno. Tú error acabará con tu padre. Se enaltecieron con nuestras muertes dejando viva a la primogénita de un imperio de sanguinarios y tú muerte princesa será el inicio de mi caos.

Gire hasta el tope el interruptor de la corriente provocando que gritara exhorta en dolor, su cuerpo se remeció frente a mí y los destellos de electricidad deslumbraban mis ojos, la luz de la habitación comenzó a parpadear y cuando su cuerpo comenzó a oler a carne quemada detuve la corriente dejando que siguiera convulsionando.

Camine a su alrededor, viendo como sangre brotaba de su nariz, oídos y corría por los cables de corriente, ignore la exigencia en el rostro de Alek, he sido paciente, me he tomado dos jodidos días para acabar con su miserable vida, he disfrutado como nunca oírla gritar y ver como se desangra en mi piso, pero se acabó, le daré fin a su vida mandando un mensaje a ucrania y al bajo mundo, Conmigo. No. Se. Juega.

—Hela no puedes matarla, no sin sacarle información.

Me importa un carajo, que se joda ella y su puta información, encontraré otra manera, siempre encuentro otra manera para conseguir lo que quiero, morirá, ahora y en agonía.

—No te...no te escuchará—escupió sangre rasgando su voz con cada palabra— es una perra egoísta que solo piensa en sí misma. — Soltó una risa ronca cerrando sus ojos para que su cabeza cayera sin fuerza hacía atrás perdiendo débilmente la consciencia.

—No sea débil princesa, es solo el comienzo.

Gire el interruptor de la corriente hasta la mitad para hacer que reaccionara, tome una cubeta de agua mezclada con su sangre y se la arroje, grito provocando que las ventanas temblaran por la agudeza en su voz, se sacudió dejándome ver como sus manos se escocían por la fuerza y fricción de sus cadenas.

—Hela, detente, la mataras.

Alek dio un paso hacía mí y yo subí un nivel más de potencia, grito en advertencia pero no me detuve, no hasta que vi sus heridas abiertas expulsar vapor, no hasta que su sangre se mezcló con su orina, no hasta que su cabello húmedo comenzó a oler a quemado, no hasta que sus dientes castañearan a punto de romperse.

Me detuve alejándome del interruptor, su cuerpo paso minutos sacudiéndose y gritando incluso cuando la corriente ya no corría por su cuerpo, lloraba, inconscientemente lloraba de agonía mezclando sus asquerosas lagrimas con su miserable sangre.

—No dejes que juegue con tu mente Hela...

—Cállate o lárgate, tienes esas dos jodidas opciones Alek. — Lo mire por encima de mis hombros para darle un par de minutos a Darina, para que dejara de temblar y soltar sus cadenas, cayó al piso en su charco de mierda y sangre, se convulsiono en él, apretando su quijada con la necesidad de dejar de temblar, pero puedo sentir como la corriente sigue corriendo por su cuerpo como la sangre por sus venas.

—Me quedó. — Informó recargándose en la pared de la esquina, analizándome desde las sombras, esperando el momento de intervenir cuando pierda el control.

—¿Tan pronto se acabaron tus palabras Darina? —camine hacía ella— ¿no quieres decirle a tu padre como te follabas a su enemigo?

Vi por el rabillo de mi ojo como la puerta se abría de par en par, Aitor entro junto a Adam pero antes de que pudiera abrir la boca en mi dirección Alek estiro su mano negando, Aitor me miro gritándome con los ojos que no la matará, que no podía hacerlo, no sin que hablará antes, pero que la maldita siguiera riéndose incluso cuando no era consciente de su propio cuerpo hacía que me ahogara en mi propio veneno.

La tire del pelo en dirección a la cámara, el contacto con su piel me regalo una pequeña corriente que erizo mi piel desde la punta de mis dedos hasta el más mínimo cabello, fue una sensación gratificante.

Darina seguía temblando de manera inconsciente, su quijada estaba apretada a más no poder y cada musculo de su cuerpo temblaba, tome su mano girando para apegarla a su espalda baja y jalando de su cabello la obligue a ponerse de pie, sus piernas se doblaron en varias ocasiones pero no me intereso.

La empuje con mi mano atada a su cabello sosteniéndola para que no se cayera la hice caminar hasta quedar frente a la cámara, golpee con una patada brusca la parte trasera de su rodilla maravillándome con el sonido de su hueso al quebrarse, la habitación estaba a tal silencio que el crujir retumbo por las paredes, quedo arrodillado con jadeos de dolor frente a la cámara y acomodándola en una mejor visualización tire de su cabello exponiendo su cuello.

—Mi vida y la de mi familia fue arrebatada hace cinco años—empecé— nos atacaron, peleamos y aunque sé cantó victoria sobre nuestros cadáveres ustedes no ganaron—saque una daga de la parte interna de mi bota, acariciando la mejilla cubierta de sangre de Darina— ganaron encabezar mi lista de objetivos— baje el recorrido de mi daga por el pecho de Darina abriendo las primeras capaz de su piel dejando que la sangre bullera de ellas, no fue un corte profundo, solo lo suficiente para aplicar dolor —Repite después de mí, Darina. —Tire de su cabello dejando más expuesta su cara horrorizada a la cámara. —Fui marcada—murmuré y comenzó a negar soltando lagrimas incesantes— fui marcada como inicio de caos...

—No...—lloró sacudiéndose en mis brazos y fue el sonido más excitante de la puta vida, solté una sonrisa ladina manteniendo firme mi agarra para que no apartara la mirada de la cámara.

—Repítelo Darina—le gruñí en el oído bajando el recorrido de mi daga a sus costillas enterrándola con una lentitud dolorosa— repítelo o tu final tardará más en llegar.

Soltó un gruñí junto a un sollozo que desgarro su garganta, comenzó a murmurar por ayuda en ucraniano, y eso solo hacía aumentar mi fascinación, suplicaba que la perdonaran. Puedo saborear el amargo que sentirá Chavdar al ver como su protegida suplica por su vida, como confirma mis palabras, como pone a su padre como un debilucho que ni para controlar a su hija sirve.

No dejaba de murmurar sandeces agotando mi paciencia, tire de su cabello enterrando a fondo la daga, el mango quedo clavado en su piel y su boca se entreabrió soltando una bocanada de aire sonorosa.

—Repítelo. —Aplique presión inmovilizando la daga para tamponar la hemorragia.

—Fui...fui mar...cada—murmuro con dificultad, exigí que hablara con más fuerza y obedeció— Fui marcada co...como inicio de...caos...—seguí murmurando en su oído tirando de sus cuerdas— mi...con...dena será...será guiar a...mi mafia por su camino al infierno...—cerró con fuerza sus ojos apretando su mandíbula—con...mi muerte sello...su destino...

Se quedó callada y yo me quede a la espera de que recitará las palabras ordenadas, estanco su mirada en la cámara y comenzó a llorar a mares, grito, tiro su cabeza hacia atrás de un golpe pero la esquive manteniéndola quieta, sus manos intentaron arañarme la cara.

—¡Perra hija de puta! — Me grito y removiendo la daga en su interior la hice callar, apenas comenzaba a pelear de nuevo saque la daga tiré de su cabello hacia atrás exponiendo su cuello para mirar a la cámara y hablar;

—Sus almas me pertenecen, ahora y siempre. —Grito se desesperó y cuando estaba desgarrando su garganta con la daga, habló;

—¡Esta vivo! — Sus palabras fueron disparo a mis oídos, más cuando lo siguiente que oí fue como se ahogaba con su sangre. 





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