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Capítulo 3

Alek Schneider.

Y aquí estamos.

——Danos cinco Shot dobles de tequila — Xavier se recargó en la barra dando un golpecito en ella para tronar sus dedos.

Lo analice por un par de segundos  notando el entusiasmo en su mirada sigo sin creee que sea hijo de Iker, blanquee los ojos al cielo desviando mi mirada en una negativa pesada, deteniendome al toparme con otros dos pares de ojos entusiasmados.

Axel y Akim parecen niños en dulcería, miran a su alrededor como si no pudieran creer en el lugar donde están.

No puedo creer que sean mis hermanos.

Adam es el más sensato, mi pequeño hermano nació con más neuronas funcionales que Axel y Akim.

Xavier hizo un sonido en énfasis y nos estiro un trago a cada uno, lo mire receloso, pero termine aceptando tras las miradas ansiosas de Axel y Akim.

—Por su comienzo en España.

Elevo el Shot y lo tomo sin más, Axel, Akim e incluso Adam lo siguieron para luego sacudir su cabeza, tome el trago y este raspo por mi garganta, evite el gesto, no es para tanto.

Me apoye en la barra y perdí mi mirada en mi entorno, estamos algo apartados de la pista, la música se siente algo lejana, desde donde estamos puedo distinguir a algunos Santos entremedio de la multitud, los diferencio a la perfección con los guardias del lugar, los Santos tienen esa aura oscura que los rodea, su presencia se siente incluso estando a distancia.

Fueron pocas las veces donde tuve la oportunidad de salir "De fiesta", carezco de habilidades sociales, el bullicio me asquea, prefiero los lugares más tranquilos. No me molestan estos lugares en sí, por donde mire hay mujeres moviendo sus atributos en vaivenes exquisitos a la vista, lo que me molesta es la demás gente. Gente como Xavier que se inmiscuye donde no debe, que intenta crear conversación forzada, o lucirse para agraciar.

Eso me asquea de estos lugares.

Xavier nos hizo un ademán con la cabeza cuando el guardia le informó que la zona vip esta lista para nosotros, nos indicó por donde ir y Axel junto a Akim se adelantaron un par de pasos, Adam se gano a mi lado mirando receloso a su alrededor.

No me siento bien con esto.

Mi padre nos moldeo a su semejanza, doctrina alemana, bebo alcohol desde los catorce, comencé a asistir a "Eventos" de naturaleza ilícita desde los quince, este tipo de ambientes se dominarlos al igual que Akim y Axel, pero estos son netamente hormonales, ven faldas y piensan en follar, Adam es diferente, diferente a nosotros y no simplemente por ser el menor.

La vida de Akim antes de que toda esta mierda pasara, era promiscua, su habitación estaba casi frente a la mía, vi aproximadamente en un año más de cincuenta chicas diferentes saliendo de su cuarto al amanecer, yo me iba a entrenar y ellas salían sin zapatos, acomodando sus vestidos y con el cabello hecho un lio.  Perdí la cuenta de las veces en las que fui invitado a un trio, sus mujeres eran joder, de todo menos recatadas o tímidas.

En cambió;

Axel era un poco más respetuoso, la mansión Schneider de por sí era grande, pero nuestros padres no eran imbéciles y la mansión no abarcaba una cuadra, las chicas que Akim traía a casa tampoco eran tan silenciosas, al menos Axel tenía un poco más de respeto por los que vivíamos allí, por mamá al menos,  y traía con suerte a un par de mujeres al año, tampoco es como si Axel fuera un ligón de primera, con suerte... Joder con suerte lo vimos con algunas mujeres en nuestra adolescencia.

Adam, bueno él es un punto a parte, siempre ha sido el más callado y reservado de los cuatro, no habla, no se inmiscuye y si no fuera porque respira y come pasaría como decoración, son pocas las personas que logran agradarle. De tener ligues los tenía, la genética Schneider no se pasa por alto, pero de aquí a que él les diera importancia es un tema aparte.

En lo personal nunca me gusto que entraran en mi habitación, es como un espacio sagrado.

Si podía perderme por días de casa, pero llevar a una mujer bajo el mismo techo que mi madre, no.

Gran diferencia entre Akim y yo, él no se molestaba en que mi madre viera a sus ligues salir hechas un lío de su habitación, cuantas veces encontró mamá bragas en la pieza de Akim.

Yo por el contrario preferí mantener a mi madre lo más apartada de mi vida sexual, si es solo follar, ¿para qué conocer a mi madre?, es como pasar un límite más allá de lo sexual, ya se involucra en lo que es mi privacidad.

Si bien, ella y mi Padre emplearon diferentes disciplinas al educarnos, ella siempre tuvo ese toque de calidez que nos volvió un poco más humanos.

Siempre la he admirado, incluso de pequeño, ella tan sofisticada, tan fina y delicada, educando y moldeando a cuatro hijos varones de diferentes carácter y fuertes temperamentos, no era fácil, pero ella pudo hacerlo, nos educó, formo y encima manejo parte del negocio de mi padre.

En los Schneider la voz de las mujeres tiene el mismo valor que la del hombre, incluso más, por eso la palabra de mi madre tenía un poco más de peso que la de mi padre, ella le dio cuatro herederos, cuatro y siempre dijo que le hubiese gustado tener más, agradezco al cielo que no tuvo más.

Cuando nació Akim pase a segundo plano y no me gusto, luego nació Axel y Akim paso a segundo plano igual que yo, pero para ese entonces ya era el centro de atención de mi Padre, así que disfrute de la miseria de Akim, verlo lloriquear para obtener atención fue satisfactorio.

Mamá quería una niña, lástima que fue bendecida con puros hombres, no imagino como seria esta situación con una mujer de por medio, por mi madre me es imposible ver al género femenino como débiles, pero no todas las mujeres son con ella.

—¿Te diviertes Alekin? — me senté en una especie de sofá al llegar a la zona vip con la intención de beber sin ser molestado, pero el mundo es cabron.

—Sabes que puedo asesinarte en la misma cantidad de tiempo en lo que te demoras en decir "Alekin"

—Venga —sonrió sentándose en el sofá junto a mi— ¿no quieres divertirte un rato?, puedo conseguirte buen material...

—¿No venías a cobrar tu dinero? — eleve mi ceja y este sacudió su mano sin importancia.

Mire brevemente a la trabajadora del club, quien vestía de una diminuta falda negra y una polera que tapaba lo justo y necesario, aunque note su mirada y sonrisa coqueta, mis ojos se centraron en la botella de whisky que dejo sobre la mesa frente a nosotros, entrecerré mis ojos y mi mente se trasladó al pequeño bar en la oficina de mi padre, el primer trago que ingerí vino de esa botella.

—Un Johnnie Walker Blue —canturreo Xavier— alguien me dijo que era tú favorito así que me tome la libertad de pedirlo.

Mi mirada se desvío a Akim y este tomo su vaso y junto a Axel caminaron por el segundo piso del club alejándose de mí.

Negué centrandome en el whisky, en el diseño de la botella, en los recuerdos que se esta me traía.

—Era el favorito de nuestro padre—mire hacía el frente y Adam estaba recargado en el barandal, no me miraba, al contrario me daba la espalda ya que su mirada estaba fija en el centro del lugar.

—Oh ya veo — siseo Xavier de forma pensativa— bueno yo...

—Está todo listo señor —una voz tosca interrumpió el canturreo de Xavier, quien aplaudió emocionado y se puso de pie.

—Bueno—alargo sus palabras —diviértanse, vienen buenos culos a este club, aprovechen—nos guiño un ojo, pero ambos lo ignoramos, así que término yéndose.

Yo por el contrario me quede viendo aquella botella.

Cada que mi padre iba a escocia, traía una botella de su reserva, fue nuestro rito de iniciación a la "Adultez" como solía decirlo, cuando la verdad era que mi padre odiaba beber solo y por eso nos incluía.

Todos al cumplir los catorce nos emborrachamos con él, cuando nuestra madre estaba fuera del país por negocios, mi padre tomaba esa oportunidad para hacer su famoso rito.

Negué con una sonrisa y le di un sorbo al whisky, recordando esas primeras veces donde bebí con mi padre, recordando los consejos de mierda que comenzaba a darme después del quinto vaso.

—Deberías divertirte un poco — desvié mi mirada para notar que Adam ya no analizaba el lugar, si no que me analizaba a mi— te hace falta.

Exhale profundo, detallandolo de pies a cabeza, dieciocho años tiene y parece un viejo amargado de sesenta.

—Digo lo mismo de ti—lo señale con mi vaso—¿Por qué estás aquí?, ¿Por qué no vas con Axel y Akim?

—Ellos piensan con el miembro. —balbuceo molesto— No me gusta este lugar. —miro nuevamente a su alrededor de forma recelosa.

—No estamos solos— le recorde.

—Lo sé, los veo, pero hay mucha gente —apoyo sus codos en el barandal y giro débilmente su rostro.

Su ceño fruncido me estresa más de lo normal, estoy acostumbrado a mi paranoia, verla en alguien más es irritante, sus ojos destellan en algo más que inseguridad, parece incomodidad, está incomodo.

Axel y Akim no lo notan, porque nunca le han dado suficiente importancia a lo que Adam hace o dice, es el menor, nació cuando yo ya tenía ocho años, Akim y Axel tenían cinco y cuatro, y ya habían creado un estúpido lazo, se dedicaron a molestar a Adam desde que nació y yo me dedique a ignorar la existencia de esos tres seres irritantes hasta que mostraron un ápice de madurez, es decir, los tome en cuenta hace dos años y encima fui obligado.

Todos estuvimos demasiados ocupados en nuestras vidas como para notar a Adam, si bien yo los ignoraba a todos, soy demasiado observador y fui el primero en notar lo que lo acomplejaba.

Recuerdo al Adam de trece años irrumpiendo en mi habitación con sus ojos irrigados de lágrimas y clara frustración, me impacto el que acudiera a mí, son ocho años de diferencia entre los dos y en vez de acudir a mamá, a Axel u Akim, vino conmigo, preguntándome ¿Qué está mal conmigo? Al principio no lo entendí, confieso que casi lo saco a patadas de mi cuarto, pero vi el miedo en su mirada, el sentimiento de no encajar y no pude rechazarlo, ese día confirme mis sospechas y ayude a mi hermano, no fue tan difícil el procesar aquello, sus actitudes lo demostraban incluso desde mucho antes que el mismo se diera cuenta.

—Debes aprender a divertirte hermanito — termine por decirle bebiendo de mi trago.

—Deberías seguir el consejo de Xavier, y follar, fisgoneas en mi vida como un abuelo con disfunción eréctil.

—¿Te preocupas por mi vida sexual? — lo mire con diversión—¿Qué pasa contigo?, porque Akim y Axel piensan con la polla, pero al menos si follan.

—-Wie nervig — Bufo malhumorado.

<<Que molesto>>

—¿Cuánto más durara tú luto? —mala pregunta, su mandíbula se tensó y el vaso entre sus manos casi estalla.

—No lo sé—respondió irónico—lo superaría, pero el que nos estén cazando es un recordatorio constante de que existió así que no puedo fingir que no existió—siseo con sátira sin sacarme los ojos de encima.

—Podrías decirle a Xavier que te encuentre ligue, parece esmerado en vernos follar.

Intente aligerar el ambiente pero no funcionó, quedamos en un silencio incómodo que ni la música parecía cortarlo, Adam desvió la mirada a su vaso y tomo todo su contenido sin decir absolutamente nada, su mandíbula se tensó por completo y pude ver el cambio en sus ojos.

Adam es el más callado de los cuatro, pero aprendí a leerlo y puedo ver su dolor, como se culpa por todo esto, por su muerte.

-—Adam...

—-Oh no —susurro y mi ceño se frunció, lo mire pero su mirada estaba puesta en el piso inferior, más bien en el centro del lugar.

-—¿Qué pasa? —me puse de pie y camine hacía él.

Mire en su dirección y —- "Oh no"-—no puedo describir bien la escena porque la gente que invade el lugar es mucha, pero distingo a una chica de cabello largo y castaño siendo jalada por un tipo el doble de alto que ella, no entiendo muy bien lo que está pasando, pero ella pone resistencia y por lo que logro apreciar, Akim sostiene del brazo a Axel para que no se entrometa, tiene un maldito delirio de salva culos que nos mete a todos en malditos problemas.

—El intento de héroe hará que le pateen el culo-—- Adam canturreo con una sonrisa y me miro, lanzandome el problema a mí como si es idiota no fuera hermano suyo también.

Aquel sujeto jalo tan bruscamente a la chica que está perdió el equilibrio y cayó al piso, eso fue suficiente para Axel, ya que empujo a Akim quien choco con una chica y le derramo el trago encima, perdimos a Akim y proximamente perderemos a Axel.

—Aquí vamos —reclame dejando el vaso de Whisky en la mesa, acomode mi chaqueta y camine hacía las escaleras—¿no vienes? —mire por sobre mis hombros, preguntándole a Adam.

—Oh no —sonrió, negandome divertido con su cabeza —de aquí aprecio mejor el espectáculo.

Rodé mis ojos y baje rápidamente las escaleras, al llegar, vi a los Santos, detallando a mis hermanos, para ver su momento de intervenir, les asentí brevemente en un —- "Yo me encargo" — camine por en medio de la pista y vi a Akim disculpándose con la chica a la que le derramo el trago, a Axel ayudando a ponerse de pie a la castaña y aun Adam feliz de la vida desde el segundo piso con el vaso entre sus manos, su fascinación es el mal ajeno.

Lo detalle y me eleve el vaso en un brindis irónico, un "Les dije que esto saldría mal animales de circo" disimulado

—¿Se puede saber porque tratas a una dama de esta forma? —Axel miro al tipo que le doblaba en grosor con sus ojos cargados de ira, sosteniendo de la mano a aquella castaña que tenía la expresión más sorprendida y cabreada de la historia.

Se notaba que el tipo ya iba pasado de copas, ni siquiera podía mantenerse quieto por medio segundo, y eso significaba solo una cosa: P.R.O.B.L.E.M.A.S

—-Tú no te metas—el tipo señalo a mi hermano y posterior miro a la castaña—la zorra es mía—hizo el intento de jalarla, pero Axel se puso en frente de ella, empujando sutilmente al tipo.

—Zorra tú madre, hijo de puta—mire a la chica incrédulo, me mantuve algo alejado de la situación, intervendría solo al ver si Axel requería mi ayuda.

—¡Págame lo que me debes puta de mierda! —volvió a lanzársele encima y Axel lo empujo con más fuerza de lo que debió, el tipo se tambaleo y su mirada se centró en mi hermano—¿Y tú quién eres?

Note movimiento a sus espaldas y me percate, que el imbécil no estaba solo, g-e-n-i-a-l, ¿Donde coño esta Xavier?  Esta fue su gran idea si nos van a patear el culo que se lo pateen también.

—Deberías calmarte un poco —aconsejo en forma diplomática mi hermano, rodé los ojos y miré por sobre mis hombros alcanzando a ver como Adam los rodaba también—y dejar de insultarla o esto se pondrá feo.

Uuh amenaza, eso es nuevo, llegará lloriqueando a casa pidiendole perdón al mundo por  ser tan hijo de puta.

-—¿Y este quien mierda es Natalia?

—Mi nombre es Noemí, pedazo de idiota.

—-Y a mí que mierda me importa cómo te llames, me interesa que me devuelvas mi puto dinero.

-—¿Cuánto le debes? —Axel miro por sobre sus hombros mientras contenía a la castaña que parecía querer lanzarse para molerle la cara al idiota.

La chica analizo a mi hermano con sus ojos entrecerrados como si no pudiera creer que un completo extraño la estuviera defendiendo y encima pagándole las deudas.

—-¿Tú quién eres? —pregunto incrédula, dejando a mi hermano como un completo imbécil, se me salió una carcajada ahogada que me vi en la necesidad de reprimir.

-—Ya, me aburrí—el sujeto pillo mal parado a mi hermano y lo empujo, jalando bruscamente del brazo a la chica.

—-¡Eh suéltame! —Chillo tirando de su brazo, pero este la arrastro—¡QUE ME SUELTES! —grito.

Axel se enfureció, más de lo que ya estaba y camino hacia ella, me adelanté y sostuve su brazo al notar como otros tres tipos se alejaban de la barra y nos analizaban desde lejos.

—-No te metas— le advertí, no tengo ganas de agarrarme a puñetazos con nadie.

—-Y si fuera mamá—siseo con algo de desesperación,  me puse a negar.

—-Mamá ya le hubiese volado los sesos.

-—No todas saben defenderse, y ninguna merece que se aprovechen de que son menos fuertes.

Maldije y le solté el brazo, porque mierda tiene esa necesidad por ser el protector y defensor de los débiles, si con suerte logra protegerse así mismo, apenas lo solté y ya estaba caminando hacía ella.

-—Dije cuanto—jalo del brazo al tipo obligándolo a frenar sus pasos para encararlo—¿Cuánto te debe?

—-Esto no es asunto tuyo —encaró y yo asentí con obviedad.

-—Ya lo es.

-—¡Joder menuda puta! —grito el hombre mirando a la castaña quien negaba rotundamente—¿Te lo estas follando Natalia?

-—¡QUE ES NOEMÍ! —le chillo histerica—¡Y A TI QUE MIERDA TE IMPORTA SI ME LO FOLLO O NO!

—-La tocas y de aquí no sales con vida—Axel sostuvo la mano del tipo en el aire apenas tomo vuelo para abofetearle la cara y mis músculos se tensaron al ver que eran más de tres los que le cubrían la espalda.

-—Te metiste con la puta equivocada—le adviertió el tipo mirando a ños hombres a sus espaldas quienes dirigían sus manos a la parte trasera de su pantalón, en busca de armas, me cago en la consciencia de Axel.

Di un paso para intervenir o sacarlo a la arrastra de allí antes que nos caguen a tiros, pero una larga melena negra me paso por delante de los ojos, hipnotizándome con aquel particular aroma que dejo a su paso.

¿Que demo...

—-Curioso, porque tú también.

Antes de poder procesar la presencia de aquella chica de cabello negro azabache, mi boca se abrió con impacto al ver cómo le giraba la cara al tipo que sostenía a la castaña de un solo puñetazo.

El hombre retrocedió un par de pasos, y la cara de todos los que observaban la escena se deformo ante la sorpresa, más la de Axel, él queriendo ser diplomático evitando la violencia y llega esta mujer y le parte la cara al imbécil de un solo golpe descontrolando todo.

Dos tipos se enfurecieron e intentaron llegar a ella, pero Axel fue más rápido y se metió en el medio dejando la diplomacia de lado, veo puños, patadas, sangre salpicar en cámara lenta y gritos.

Axel protegía a la castaña con su cuerpo y Akim al parecer defiende a la chica de cabello negro, quien a mi parecer no requiere protección alguna.

Uno de los tipos mando a Akim al piso y se fue todo a la mierda, Adam llego estrello su puño en el rostro del tipo que mando a Akim al suelo y ya éramos los cuatro dando golpes, puedo notar como mis hermanos se controlan a la hora de golpear y como la gente se disipo a nuestro alrededor y los gritos de pánico opacaron la música.

Yo lo predije, esto saldría mal.

Vi por el rabillo de mi ojo como un tipo jalo aquel cabello negro y un gruñido ensordecedor rasgo la garganta de aquella chica, girandome con rapidez tire de la chaqueta al imbécil estrellandolo contra el bar quedo recostado en la barra con mi puño estrellándose una y otra vez en su rostro manchando de sangre mis manos.

Sentí un grito, acompañado de jadeos de pánico y el sonido de armas, pare en seco mis movimientos y arroje el tipo inconsciente al piso, gire mi mirada y más de siete armas nos apuntaban a la cabeza.

Akim, Axel, Adam, la castaña, la pelinegra y yo, nos quedamos completamente quietos en nuestra posición, Akim soltó el cuello de uno de los idiotas y este calló al piso.

—-Armas, genial —siseo irónica la pelinegra—te dije que no viniéramos—susurro enfurecida a la castaña.

—-Mal momento, para discutir—Akim elevo sus manos con rendición y yo rodé los ojos—no queremos problemas—comentó con sus manos llenas de sangre.

-—Denos a las putas y los dejamos vivir—inquirió el mismo sujeto, rodé los ojos y detalle a ambas chicas, no puedo analizarlas bien ya que estoy atrás de ellas, pero no se ven ni un poco aterradas con todo esto.

-—Ves esto —la castaña levanto su dedo del medio—¿Por qué no lo tomas y te lo metes por el culo?

El sujeto se molestó dando un paso hacía ella, Axel nuevamente se metió en el medio y las armas lo apuntaron.

—Los estaba buscando...Oh no... —Xavier llego a nosotros deteniendo sus pasos y sonrisa alegre, las miradas se fueron hacía él clavandose en su rostro.

Al fin, un imbécil que pueda controlar la...

—-¡Tú! —el tipo lo señalo y ahora las armas apuntaron a su cabeza—los Santos no son bienvenidos en mi bar.

Cuatro, cuatro malditas miradas asesinas se ganó Xavier.

—-¡Ey Ronny, tanto tiempo! —palideció.

Xavier me dedico una mirada significativa y yo viré los ojos al cielo, a la mierda que sean dos mafias, voy a matar a este hijo de puta.

Analice el lugar y a pesar de que notaba la presencia de los Santos, ellos nos superaban en número, mire a los guardias y asentí débilmente estos empuñaron sus armas y se camuflaron en la multitud.

-—Las cosas no tienen por qué ponerse violentas-—-Aconsejo Xavier con su voz temblorosa—seamos civilizados, bajen las armas y hablemos.

—-Un Santos, dos putas y cuatro entrometidos, me daré un festín con sus cabezas —gruño y las armas fueron cargadas, mire a Axel y este asintió entendiéndolo todo.

-—¿A quién mierda le dices puta?, voy a patearte las bolas hasta que te atragantes con ellas cerdo hijo de...

Un gruñido interrumpió el insulto de la castaña y todo se descontroló, estábamos en clara desventaja, solo yo poseo un arma y es inútil aunque la levante no me alcanzarían las balas en cambio los Santos salieron de su escondite y los disparos no tardaron en hacerse oír, Axel jalo el brazo de la castaña y yo el de la pelinegra que estaba cerca de mí y corrimos junto a Akim, Adam y Xavier arrancando del lugar, la gente se desesperó al oír los disparos y comenzaron a correr torpemente chocando entre ellos.

Xavier nos guio hasta la salida de emergencia y como pudimos salimos del lugar, esquivando guardias, gente histérica y disparos, corrimos hacía la camioneta en la que vinimos y Xavier golpeo con desesperación el asiento del conductor indicándole al chofer que apretara el maldito acelerador.

Todo fue un silencio absoluto y respiraciones agitadas por minutos, mientras huíamos del lugar.

Adam, Axel, Akim y yo aniquilábamos a Xavier con la mirada, abrí mi boca para hablar, pero...

—-¡ESO FUE INCREÍBLE! —- desvié mi mirada recordando que no estábamos solos, la castaña nos miró con una sonrisa de oreja a oreja y gracias a la iluminación de la camioneta pude analizarla con mayor detalle, a decir verdad está bastante bien la castaña, su rostro es delicado aunque su mejilla golpeada, labio ensangrentado y su cabello desordenado la hace ver algo más desaliñada.

Sus ojos castaños nos analizaban con euforia, todos quedamos en silencio, un silencio incómodo que no compartía oara nada su efusividad es más estabamos sin saber que mierda decir.

-—¿Increíble? —reclamo la pelinegra y mi mirada se centró en ella—¿Qué parte de ser llamada puta y que te disparen es increíble?

Rodo los ojos y trague seco, son los ojos más llamativos que he visto, verdes, pero no de un verde común, parecen dos esmeraldas, incluso con esta escasa iluminación, puedo notar el brillo propio y la intensidad en su mirada acompañada con su lacio, largo y negro cabello, contrastando la palidez en su rostro.

—-¡Hace muchísimo no sentía esta adrenalina! —sonrió complacida la castaña—gracias, por cierto -—-miro a Axel y este estaba en un trance, cerro la boca y sacudió su cabeza, Akim negó con bruma y Axel termino por asentí—oh son cinco —comento al mirarnos con detalle.

La pelinegra miro a su alrededor, al tomarle el peso a las palabras de su amiga, su mirada choco con la mía, me miro por un par de segundos y fue lo suficiente para sentir la estreches de mi pantalón.

—-¿Y ustedes quiénes son? —pregunto molesta.

-—Los que te salvaron el culo —respondí por reacción—de nada, por cierto.

—-¿Salvaron? —sonrío con sátira—si a él ya casi le partían la cara—señaló a Axel—yo les salve el culo a ustedes.

-—¿Disculpa? —se ofendió Axel.

—-No —negó la pelinegra—detengan ahora mismo el auto, nos bajamos.

—-Al menos un gracias.

—-¡Que detengan el auto! —- ordeno.

—-Vamos en carretera.

—-Oh genial —gruño ignorando las palabras de Xavier.

—-Esta de mal humor... Pero gracias — repitió la castaña—a todos, no tenían por qué interferir, pero de todos modos gracias.

—-Agradécele a mi hermano, tiene delirios de héroe—Akim señalo a Axel.

-—¿Son hermanos? —pregunto la castaña con cierta malicia en la mirada.

-—Lo somos—contesto Adam, señalándome con la mirada.

—-¿Los cuatro? —la chica nos señaló evitando a Xavier y los cuatros movimos la cabeza en un asentimiento breve—-Hermanos y encima guapos, es nuestro día de suerte—se recargo en el asiento y sonrió gustosa, mientras que su amiga maldecía a regañadientes—¡Oh! soy Noemí, por cierto.

—-Noemí, no Natalia, lo notamos —ironizo Akim.

-—Soy Axel—se presentó —él es Akim, Adam y Alek—nos señaló.

—-Sí y yo Xavier, gracias por la presentación-—- gruño lo último.

La castaña asintió, pero no le sacaba la mirada de encima a Axel recorriendolo con un disimulo pendejo con la mirada.

El silencio llego y la miradas se centraron en la pelinegra de mal humor, quien estaba sentada recta en su lugar, con su mirada atenta y sigilosa, mantiene los brazos cruzados debajo de su pecho haciéndolo incluso más voluptuoso de lo que ya es, y no movía su rostro ni un solo centimetro pero sus ojos nos detallaban con recelo.

—-¿La amargada no tiene nombre? —Adam balbuceo con ironía enarcando su ceja, analizando de pies a cabezas a la pelinegra amargada.

—-Se llama...- —- la pelinegra le dedico una mirada de terror a la castaña quien corto sus palabras al instante y pareció dejar de respirar, honestamente si me lanzará una mirada de aquella también dejaría de respirar y no precisamente por el terror.

—Me llamo Helena —se presentó—ya que era información vital para sus vidas—negó irónica—¿pueden detener el puto auto ahora?

-—¿Por qué la prisa? —pregunte ganándome la misma mirada de odio y si sus ojos intimidan.

-—Eres el mayor ¿verdad? —pregunto, aunque sonó más como confirmación.

-—Estas en lo correcto.

—Por tú nivel de idiotez, debo suponer que es mentira que los hermanos mayores son los más inteligentes. —me arrugó la nariz irónica y tuve que contenerme para no sonreír.

-—¿Siempre eres así de venenosa con quienes te salvan el culo? —me incliné un poco hacía ella hablando con burla, soltó a reír y mi mirada bajo a su boca.

Vaya.

-—Cariño, no necesito que un saco de testosterona me salve—me recorrio de pies a cabeza, provocándome palpitaciones en el miembro.

Joder que boca.

-—Entonces es un sí—confirme curvando una sonrisa y su ceño se frunció, sosteniéndome la mirada.

Detalle mas su rostro, facciones definidas y tan delicadas como la más fina porcelana, no tiene ni un solo rasguño en el rostro a diferencia de su amiga, ella no parece que estuvo en medio de una pelea, dio golpes pero no recibió ninguno, su nariz es pequeña y redonda, labios gruesos y llamativos, —muy llamativos— no lleva maquillaje y aun así estos parecen ser de color carmesí de forma natural—estan húmedos y parecen suaves—su rostro está libre de imperfecciones y si la detallo bien puedo notar las pequeñas y  escasas pecas bajo sus pómulos.

-—¿Terminaste de admirarme? —pregunto ensanchándome la sonrisa.

-—Aún no, no te muevas—sugerí ladeando mi mirada, me miro incredula y término lanzandome un gruñido bajo girando el rostro.

-—¿Quieren que las dejemos en algún lado? —desvié mi mirada de la tal Helena hacía Xavier, topándome con las miradas de Axel, Akim y Adam, los ignore.

-—Sí.

—-No —respondieron a la par—déjennos en la próxima avenida—ordeno la pelinegra.

—-Es algo tarde —informó Axel—no creó que sea seguro que dos chicas caminen solas por ahí...

—-Podemos cuidarnos perfectamente bien.

-—Tiene razón la arpía, paren el auto y tírenlas por algún lado —le reste importancia desviando mi mirada, contuve la jodida sonrisa al lograr lo que quería, me miro y me hice el imbécil un rato—-¿Qué? -- termine preguntando su mirada esmeralda quemaba mi rostro—¿Es eso lo que quieres no?

—-Nos conocemos hace cuanto, ¿cinco minutos?, ¿y ya crees saber lo que quiero? —entrecerró los ojos, mirandome sarcástica.

—Creo saber lo que quieres—le recorrí el cuerpo—puedes pedírmelo, pero te digo desde ya que no me prenden las arpías pelinegras.

Su mandíbula se tensó y me dio cierta satisfacción ver el rubor en sus mejillas aunque fuera por la ira.

-—La erección en tu pantalón me dice lo contrario —mordió su labio y al instante en que baje mi mirada soltó una risa irónica que me hizo cerrar los ojos, ¡Que idiota! —¿A que sí estas cachondo cariño? —se burlo y le lance una mirada tenso, que solo la hizo reír más.

Jodida arpia.

-—Bueno —hablo Axel privandome el seguir con este puta juego—¿Las dejamos aquí o en dónde?

—Aquí.

—-En mi casa por favor ——sonrió la castaña hablando a la par que la arpía, tremendo contraste estre las dos, una sonrie llena de dulzura y la otra te mira con promesas de muerte.

La tal Noemí, le dio la dirección a Axel quien se la dio al chofer. Al parecer no estamos tan lejos de su casa y a decir verdad poco me importo si lo estabamos a no ya que en todo este tiempo, he tenido un maldito juego de miradas con la arpía pelinegra que me tenía las manos ansiosas, sus ojos tienen un brillo retador y eso me tienta, son pocas las veces que me dejan callado así que le doy un punto, aunque será el único que podrá obtener.

Axel y Akim hablaban alegremente con Noemí, carcajeandose por qye nos agarraron a tiros como si fuera jodidamente normal, cuando claro oara nosotros lo era, pero ¿Ellas? Cualquier persona normal estaría temblando después de vivir una situación así, ellas no todo lo contrario si incluso Axel y la castala intercambia número de teléfono, castaña que dijo "Hace muchísimo no sentía esta adrenalina" la adrenalina al estar en la mira de un arma, es... Interesante.

La pelinegra ya no me analiza con la intención de asesinarme, en realidad ya no me analiza de ningún modo y eso me desagrado un poco, ya que no deja de detallarnos a todos, es como si estuviera creado un perfil de cada uno en sus mentes, monitoreando nuestras acciones, viendo los patrones de comportamiento, todo lo que yo hago al verme en desventaja o en una situación de peligro lo que me hace preguntar, ¿Quién mierda es esta chica?




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Holaaaa si, yo de nuevo, es una doble publicación jiji.

¿

Que tal les va pareciendo la historia?

¡Recuerden votar y comentar para que la historia llegue a más personas!

Besitos,

Javi †
.


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