Capítulo 22
Hela Petrov.
Me recargue en el tronco de un árbol y le di una calada profunda a mi cigarrillo, deje el humo pasar y centre mi mirada en la pequeña y modesta casa que está a unos metros de mí.
Ruslan vive en una zona rural de la isla, su casa es pequeña a comparación del terreno que posee.
Él obtiene la protección de los Santos trabajando para ellos, pero su esposa, Linda, es campesina, tiene animales y se gana la vida en la venta de ganado incluso con la repostería, mucha mujer para un infeliz como Ruslan le estoy haciendo un favor al hacerlo desaparecer de su vida y la de su hija, la salvo de una bala.
Expulse el humo haciendo una nube grisácea a mi alrededor, nadie me vio salir de la suite todos estaban muy pendientes de las estupideces de Akim, incluso Adam parecía estar borracho, me hubiese quedado a ver, pero no pertenezco a su mundo.
Nunca perteneceré a su mundo, esa realidad no es la mía.
Por el tipo de llave que le aplique a Alek asumo que estará por un par de horas más sumido en la inconsciencia, eso me da la oportunidad de irme sin que me retenga.
Volví a dar una honda calada y soltando el humo junto con un jadeo sonoroso y una negativa cansada.
—¿No te cansas de seguirme? –—balbucee dejando caer la ceniza, sin voltearme ni inmutarme, después de un par de segundos oí las pisadas tanto esmero es ser sigiloso cuando supe que me seguía a los minutos que salí del hotel, por más que se esfuercen no podrán sorprenderme, he vivido muchos años en las sombras como para no ver entre ellas, tendrá entrenamiento Petrov, pero está lejos de ser uno.
—En algún momento lograré pillarte desprevenida —– se defendió y le di un punto de sorpresa, su tono de voz es estable, horas atrás lo vi casi meando en el suelo por la ebriedad.
—Lo dudo mucho —Tire mi cabeza hacía atrás ladeando el rostro en la dirección exacta por donde su cuerpo salió de las sombras, su cara de hastío era inconfundible.
—¿Cuál es tú plan? —me detallo el rostro esperando que le revelara un plan detalladísimo, cuando justo ahora no tenía ganas ni de pensar.
—Esperar – le reste importancia desviando mi mirada a la ventana de la casa de Ruslan.
Las luces están apagadas, sé que están en casa, Ruslan no sería tan idiota para desafiarme conociendo de lo que soy capaz, solo esperare pacientemente a que la paranoia por verme lo impaciente y se levante.
—Me refiero a tú plan – enfatizo —- la razón por la que le mentiste a Alek y le aplicaste la llave del sueño – otra gota de sorpresa, lo mire y me curvo una sonrisa al notar esa gota en mis ojos, que hijo de puta.
—Se me olvidaba que eras un puto chismoso.
—En mi defensa yo iba al baño, escuché gritos y me detuve por el chismecito, ¿Hela gritado y no asesinando? es algo impactante, ¿Acaso la Diosa si tiene corazón?
—Obviamente tengo, si no tuviera estaría muerta o sería un zombi.
—¿Por qué le mentiste Hela? —ignoró mi sarcasmo—, tú nunca mientes, quizás ocultas la verdad a tu conveniencia pero nunca mientes, tú estilo es ir de frente y aun así le mentiste a Alek al decirle lo de Noemí...
—No mentí – lo corté encendiéndome otro cigarro. Pase cinco años sin fumar una mierda y creí que sería mi oportunidad de dejarlo, pero si no fumo es probable que termine apuñalando a alguien en el ojo y eso no sería para nada divertido...O sí.
—Erlick no sé encariño con Noemí. —contraataco Aitor—Él la odiaba, tú siempre la protegiste junto a Airón para que Erlick no sé metiera con ella. Aun no entiendo como él siendo tan posesivo, manipulador, toxico e imbécil logró enamorar a esa castaña idiota después de tratarla como la mierda por tanto tiempo.
—Se hubiese quedado con Calu, era menos mierda – boté la ceniza y moví mi cuello al compás con mis hombros, la herida por la bala aún duele y es mejor así porque igualmente deberé quitarme los puntos al llegar.
—Te confieso que ese triángulo amoroso era mejor que las telenovelas que veía por el cable.
—No entiendo como Erlick no te mato, que fastidio.
Solté el humo por la nariz y negué mirando al cielo.
—Oh vamos, admite que fue entretenido ver como Erlick insultaba, molestada e intimidaba a Noemí, paso un año horrible la pobre por culpa de él y de pronto el Dios de los cabrones mágicamente cambio su actitud con ella cuando Calu se volvió más cariñoso con Noemí. Enamoró a dos jodidos clones y no movió ni un solo dedo.
—No sé enamoraron, no te confundas—- le corregí – ninguno tiene la capacidad de amar, Erlick se obsesiono con Noemí y obsesión no es lo mismo que amor.
—¿Y Calu?, ¿Me dirás que él no sentía nada por ella?
—Calu era él más inestable emocionalmente de los cuatro y lo sabes. —increpe sin mirarlo— Él solo se la quería follar y se encapricho aún más al saber que Erlick se interesaba en ella ha su retorcida manera.
—¿Y qué pasa contigo?, ¿Tampoco tienes la capacidad de amar? – se ganó frente de mí pero lo ignore mi mirada seguía puesta en la ventana de la casa.
—Sabes la respuesta a eso.
—Estuvimos tres años juntos Hela, ¿Nunca sentiste nada por mí?
—Sigues sabiendo la respuesta a eso.
—Quiero oírte – exigió serio.
—No. Gusto sexual sí, pero apego emocional – negué.
—Yo si te ame – elevo sus hombros desviando la mirada apenas lo mire— y por si te lo preguntas, aún te quiero demasiado.
—Le dije a Erlick que te matará, deberías ser más rencoroso con quien planeo tu muerte.
—La vida tiene más colores que gris y negro, y aunque no hayas sentido lo mismo que yo, no significa que no tengas la habilidad de amar.
—No la tengo.
—Amas a Airón – me sonrió complacido y yo desvié la mirada.
—Tengo una deuda pendiente con Airón y no me gusta deberle nada a nadie, si vuelvo por él, es para saldar mi deuda.
—Hela te conozco desde que tenemos doce años, trabajo para tu familia desde que tengo memoria, y te he visto mirar a Airón, como tus ojos brillaban de ilusión al verlo, como celebrabas en tu interior cada vez que se superaba, que no te enseñaran a ser humano no significa que no lo seas. Le salvaste la vida a Noemí, la resguardaste bajo tu brazo y asesinaste a todo el que se atrevió a lastimarla. Iker ni siquiera te contrato para el trabajo, podrás hacer imbécil a Alek pero no a mí, yo estaba contigo, Iker se contactó con Andriy y él se lo negó porque no eran una organización de caridad y tú igualmente lo hiciste a sus espaldas, sin recibir paga ni agradecimientos, lo hiciste por compasión y eso es una gran cualidad humana, querida Hela.
—Debí asesinarte yo –siseé.
—¿Por qué decirle todo eso a Alek? —cuestionó exasperándome.
—Tengo un plan – le respondí seria-— y en mis planes no están permitidos los sentimientos a menos que sea el odio y es justo lo que sentirá por mí al despertar de la inconsciencia.
—¿Quieres que te odie?
—Tiene que odiarme – lo detalle—- solo así se centrará en mantener a salvo a sus hermanos.
—Lo ha hecho por dos años lo más bien. ¿Por qué fallaría ahora?
—Porque bajo la guardia —eleve mis hombros—me dejo entrar junto a Noemí sin preguntar, ni investigar, necesita un golpe para que empiece a desconfiar hasta de su propia sombra y comience a calcular como la leyenda que es, no me sirve que sienta por mí, lo necesito centrado y vivo, aunque sea odiándome.
—¿Le dijiste toda esa mierda solo para que te odiara y espabilará?
—Los Schneider no pueden morir Aitor. Ellos mueren y el siguiente es Airón, Chavdar no me matará, él me quiere suya y lo seré mientras eso me dé la oportunidad de manejarlo a mi antojo. Espere dos años, vi pacientemente como su desesperación por capturarlos crecía y sabía que tarde o temprano llegaría mi momento.
—¿Qué planeas hacer?, llevar a Ruslan con Chavdar decirle que Darina fue la última en entrar ¿y qué más? ¿Qué el disparo que recibió Damyan vino de un espíritu mata primogénitos ucranianos?
—Planeo conseguir más tiempo. Si quiero acabar con Chavdar necesito a Heiko fuera de mi camino. Heiko y Chavdar han tenido rivalidades por años, mi familia siempre se encargó de mantener la paz entre ellos pero desde nuestra muerte Chavdar comenzó a romper todo lo que construimos, expandió su terreno tomando Eslovaquia y planea tomarse Polonia...
—Polonia es territorio alemán, Heiko no lo permitirá.
—No tendrá opción – le negué-— tienes que verlo para entenderlo, los líderes de los clanes le temen a Chavdar, se glorifica con nuestras muertes y se cree un jodido Dios. Debido a ello tomará Polonia y comenzará una guerra por poder que. No. Debe. Suceder. Chavdar es mío, no permitiré que Heiko me robe la satisfacción de asesinarlo.
—Deberías bajarlo de esa puta nube, estás viva al igual que Airón, el mundo criminal debería saberlo para que se unan a ti y dejen de lamer el piso de Chavdar.
—Necesito seguir con mi plan Aitor. No me sirve tener el apoyo de las mafias si Airón sigue bajo las torturas de la mafia ucraniana.
—Debes actuar rápido, los Schneider están bajo la protección de los Santos y Chavdar no los puede tocar aquí, pero Heiko sí.
—Lo sé – me rasque la nuca-— es por eso por lo que necesito que Alek me odie, le restregué en la cara lo patético que era por creer en mí, no me interesa herirle el corazón lo que me importa es golpear su ego y hombría, y ya lo hice. Cuando se despierte de la inconsciencia estará cabreado y odiándome al sentirse tan patético y es allí donde entrarás tú.
—¿Yo? ¿por qué? – toco su pecho frunciendo su ceño.
—Has descansado un largo tiempo Aitor, es hora de volver al trabajo, ¿Estás dispuesto a trabajar nuevamente para los Petrov?
—Sabes que siempre ha sido un placer-— confirmó al instante curvándome una sonrisa.
—Alek querrá respuestas, al atar los cabos y darse cuenta de que España ya no es seguro debido a la mafia alemana, querrá saber por qué los están cazando, eso más el resentimiento conmigo lo harán salir de España, si se queda sabe que volveré a buscarlos y él no querrá verme así que tomará la oportunidad de investigar para irse de España.
—¿Y dónde crees que se vayan?
—Usará conexiones marítimas de eso estoy segura, yo haría eso, pero Alek debe seguir jugando mi juego y tú debes meterte en su mente. Deben irse a Suecia.
—¿Suecia por qué?, ¿Quieres que los lleve...
—A nuestra casa de seguridad, sí – le confirme me miro sin entender absolutamente nada.
—Pero...
—Pero nada – le negué – Ruslan fue inteligente en venir con Iker, inteligente pero predecible, si los Schneider quieren respuestas deben ir a Suecia. Suecia es país blanco ni Heiko ni Chavdar tienen poder sobre ellos y los desertores de las mafias buscan refugio en ese país, coméntaselo a Alek, pero que crea que es idea de él, solo así se sentirá seguro y armara un viaje seguro para sus hermanos, en la casa de seguridad de los Petrov estarán a salvo, Aitor si ellos mueren...
—Airón también, lo sé.
—No – le negué—- si cuando vuelva veo un solo rasguño en ellos te asesino – lo mire detenidamente mostrándole mi sinceridad a lo que asintió sin poder sostenerme la mirada — los quiero intactos, a todos, da la vida por ellos si es necesario, ¿Quedo claro?
Asintió desviando la mirada, me pare recta y en cuanto mire a la casa vi la luz encendida.
—Pudiste decirles tú plan, en vez de hacer que te odie.
Sonreí con amargura y le negué, vi como Ruslan corrió la cortina y centré mi mirada fría en él, la cerró al instante y volvió apagar la luz.
—Es hombre, posesivo y dominante. ¿Crees que dejaría que una mujer le diera ordenes?, es mejor que crea que la idea es suya.
—Siempre pensando en todo, ¿No? – me miro con una sonrisa. -— es por eso que me enamore de ti.
—Pensé que fue por mi gran simpatía y buen humor.
—Por la intensidad diría yo, fueron cinco años bastante aburridos, pero no haces más que aparecer y ya le devuelves lo divertido a mi vida.
—Los problemas dirás.
—Problemas y diversión es lo mismo – elevo sus hombros, haciendo sonreír, una sonrisa que se fue a la mierda apenas la puerta de la casa se abrió y un Ruslan con la cabeza agacha se hizo presente, con una pequeña mochilita-— un segundo—balbuceo Aitor señalándome con el ceño fruncido—Tenías todo esto planeado, pero ¿Cómo planeabas decírmelo si no te seguía? —lo mire con obviedad pero no borro su rostro de confusión.
—¿Crees que soy idiota? – le pregunté elevando mi ceja-— vi tus pies por debajo de la puerta, madrastra malvada. Sabía que me seguirías, no aguantarías vivir con la curiosidad del chisme.
—En mi defensa iba al...
—El baño está en dirección contraria a las habitaciones, ibas de chismoso-— le rodé los ojos y di un paso hacía el frente al ver como Ruslan caminaba a pasos cortos hacía mí—- no vamos de excursión, RusRus. ¿Por qué la mochilita? – me le burlé en la cara y este apretó los labios con molestia.
—Linda me preparo sándwiches– balbuceo cabizbajo-— por el trabajo.
No pude evitar sonreír reprimiendo la risa y el que no aguanto la risa fue Aitor quien soltó una carcajada ahogándose con el humo del cigarro.
—Al boy scout le hicieron emparedados para merendar – se inclinó dándole una sonrisa tierna-—¿Mami le cortó los bordes a tu sándwich?
Ruslan lo miro con mala cara y en cuanto lo mire cruzándome de brazos bajo su rostro analizando las piedras.
—¿Tienes claro lo que tienes que haces? —mire a mi costado.
—Por supuesto jefa-— me guiño un ojo con galantería y yo le asentí frunciendo el ceño, más le vale no fallar, los necesito a salvo.
Tenemos casa de seguridad en varios países en zonas aisladas de difícil acceso, las casas tienen ventanas blindadas, cierre automático en caso de peligro y sensores de movimiento en todo su alrededor.
—Toma las sogas Ruslan – señalé los pies del árbol donde estaba.
Ruslan soltó un suspiro pesado y se inclinó para tomarlas, en cuanto lo hizo me miro y espero indicaciones, le di una mirada de obviedad y apretando sus labios comenzó a atarse sus manos, Aitor lo miraba con una ceja alzada y manos a la altura de su cintura, termino de atarse las manos con la boca y volvió a mirarme.
—¿No piensas dejarme los sándwich? – le pregunto Aitor formando una sonrisa molesta.
—Acabo de atarme – mostró sus manos y Aitor ensancho la sonrisa dándome una mirada cómplice.
—¿En qué momento de nuestra conversación, mencione que debías traer equipaje? – le enarque una ceja.
Ruslan abrió su boca con ofensa, me miro, miro a Aitor, y así sin más comenzó a desatarse para darle su mochilita a Aitor y proceder a atarse por segunda vez.
[...]
Alek Schneider.
Golpeteo, quejas, risa y más golpes en la puerta, mi ceño se frunció con molestia y mi mano subió a mi clavícula, respire profundamente y comencé a abrir mis ojos con pesar, pestañee repetidas veces y moví mi rostro deslizando mi mejilla por el frío del piso, todo mi cuerpo cosquillea entumido, gire mi rostro y el lado izquierdo de mi cara se sentía hundido, mire por el ventanal y el sol dio directo con mi cara restregué mis ojos y me senté en el piso soltando jadeos quejumbrosos.
¿Qué puta hora es?
Mire a mi alrededor y estaba en la habitación de Hela, sin ella claramente. Cerré con fuerza mis ojos y el dolor en mi clavícula trajo consigo lapsos de recuerdos, vi la botella de whisky en el piso y una colera recorrió mi espina dorsal, mis manos se apretaron y mi mandíbula se tensó, me aplico una jodida llave del sueño la hija de puta, segunda vez que me deja inconsciente, segunda vez que confió en ella y se burla de ello.
Golpearon nuevamente la puerta, me puse de pie estirando mis extremidades con molestia, pasé quizás cuantas horas en el piso doblado como un puto contorsionista.
Abrí la puerta ignorando por completo el cuerpo de Adam para hacerlo a un lado y caminar por los pasillos con la mierda bullendo en mi interior.
Me duele la espalda, los brazos, las piernas, el puto cuello y tengo un nudo en la garganta que no me deja respirar con normalidad.
¡Un nudo maldita sea!, no sé qué coño es lo que no me deja respirar si la colera, el sentimiento de impotencia, de traición, es una...jodida hija de puta.
Divise mi alrededor como si mi subconsciente estuviera esperando que lo de ayer fuera un puto sueño—jodido iluso— creyendo que la arpía estaría aquí sembrando su veneno por algún lugar cerca de mí, pero no, fui un imbécil al querer creer que había algo bueno en ella.
Gire por la barra de la cocina dirigiendo al pequeño bar y tome la primera botella que encontré empinándomela hasta arriba sin detenerme a respirar bebí hasta que la sensación de ardor quemo ese maldito nudo.
Oí las arcadas a mi alrededor y quejas por resaca pero ignore a todos me concentre en tomar emborrachando mi cerebro, Adam por su lado se recargo en la barra mirándome confundido, lo ignore también, hijo de puta si no lo hubiese escuchado la arpía ahora estaría muerta y yo no me sentiría tan idiota.
—Creó que moriré – Akim apareció hablando con repulsión y solo por reflejo lo vi en la entrada de la cocina, divisando a Ainhoa que estaba a unos metros de él, sentada en un sofá con su cabeza recargada en el respaldo, pálida y con el ceño contraído, ella y Akim tenían el mismo aspecto patético y repugnante.
—Si bebieras con prudencia no te sentirías tan mal – Adam balbuceo dándole una mirada ladina a Akim quien se acarició el abdomen y presiono la boca apuntando hacía Adam, haciendo ruidos de vomito como si le estuviera advirtiendo que si jode mucho lo bañaría en putrefacción.
Los analice un par de segundos y volví a beber creando una imagen de un Adam lleno de vomito, y me emputecí al imaginar que cierta hija de puta estaría complacida al ver ese desastre.
¿En qué puto momento pensé en compadecerme de ella?
Tensé mi quijada y me puse en su lugar.
Yo se sentir Alek, lo que pasa es que no siento nada por ti
¡Hija de puta! aprete la mandíbula dejando la botella con fuerza en la barra, provocando que Adam diera un respingón en su lugar mirándome con recelo, no tome en cuenta su mirada y me aferré a la barra moviendo mi cuello con frustración.
¿En qué momento dije que sentía algo por ella?, solo sentí lastima por al arpía, jodida lastima, solo eso, nada...nada más.
—¿Y Hela? —Me cago en todo, tome nuevamente la botella.
Akim se sentó en el banquillo aún lado de Adam y yo me dirigí empinándome la botella al bar en busca de algo más fuerte.
—¿Alek todo está bien? – escarbe en el bar buscando un puto whisky—- Hela se tomó todos los...
Solté una sonrisa llena de ironía añadiéndole más leña al fuego de mi odio, ¿Ahora que más?, ¿Cómo más planea joderme la arpía miserable?, me miente, traicione, vende, abandona y ahora se toma todo el jodido whisky, no puedo despreciarla más.
—Rubia, deja de quejarte —deje de buscar presionando el cuello de la botella de mezcal sintiendo que cada hebra de mi cuerpo sufría un corte circuito al escuchar la maldita voz de Aitor.
—Buenos...
A la mierda todo.
Deje la botella aún lado de un golpe y saque la colt 45 de la parte trasera de mi pantalón siendo cargado por el diablo me gire dirigiendo el arma al otro extremo de la barra apuntando directo a la sien de la castaña que recién aparecía, dio un grito ahogado por la impresión elevando las manos.
Si alguien a mi alrededor seguía bajo los efectos del alcohol, pues ahora están completamente sobrios y en alerta.
Adam se puso de pie alejándose de la barra y de mi arma, girándose en dirección a Noemí no entendiendo una mierda de lo que pasaba al igual que Axel qué se ergio atrás de su chica, mirándome pasmado.
—¿Q...que pa...pasa?
—Estoy harto de sus jueguitos de mierda – saque el seguro del arma hablando con mi garganta tan ronca como fracturada—- ¿Dónde demonios nos pusieron los rastreadores?
—Y...Yo n...no...
La jodida castaña comenzó a tartamudear y simplemente me aburrí de está mierda, de este juego de decir solo lo que les conviene cuando les conviene, como si jugar conmigo fuera tan jodidamente fácil, corrí mi braza y disparé agujerando la pared al lado de su cabeza, para volver apuntarla con una advertencia más que clara.
—Alek.
—No te metas—- le advertí a Axel, sin sacarle los ojos de encima a Noemí e incluso me acerqué a ella, cobardemente retrocedió aferrándose a mi hermano, como si sirviera de algo—- No me temblara la mano Noemí, así que o nos dice dónde nos pusieron los jodidos rastreadores o no me desharé de ti.
Presione el cañón en su frente y sus ojos se cristalizaron, comenzó a temblar y a jadear llena de miedo, movió sus ojos, como si estuviera buscando ayuda, pero está sola en esto, la única arpía capaz de detenerme se fue quien sabe a dónde.
—¿Rastreadores?, ¿De qué rastreadores hablas? – Aitor hablo a mis espaldas y me entraron unas jodidas ganas de voltearme y reventarle el cráneo -— ¿Dónde demonios esta Hela?
Hela, Hela, Hela, porque oír su jodido nombre es como sentir malditos disparos en los tímpanos.
—Se fue –—hable por lo bajo y Noemí ya se echó a llorar cayendo en cuenta que no tenía a su supuesta defensora. Ignore los balbuceos de Aitor y me centre en la castaña—habla, —le ordene—¿Dónde nos puso esa puta arpía los rastreadores?
—Alek...yo...no – presione el gatillo y Axel intento empujar mi mano, idiota, jodido idiota, jale de su brazo apenas me toco doblándoselo para tirar de su nuca y estrellarlo contra la pared.
—Te dije no te metas – lo presione contra la pared hablando en gruñidos bajos soltando toda la colera que tengo retenida.
—Estás actuando como un demente.
—¿Sí? – le pregunte y pude ver como sus bellos se erizaron al instante en que presione el cañón tibio contra su nuca-— ¿Soy un demente por estar cabreado de que nos vean la cara?, ¿O lo soy por querer matar a la hija de puta que nos puso un maldito chip como si fuéramos unos perros?
—Alek baja...
—¡Tú no me dirás que cojones hacer! — desvié la mirada junto a la dirección de mi arma apuntando nuevamente a Noemí, sin sacarle mi brazo de la nuca de Axel inmovilizándolo, mientras que presionaba el cañón entre ceja y ceja de esa mujer—tienes tres putos segundos para hablar—solté presionando el gatillo—uno—se puso a llorar—dos y...
—¡No sé dónde lo tienes! – me grito cerrando los ojos soltando llantos desesperados presionándose el abdomen y pecho—- Axel lo tiene en el reloj, Akim detrás de la oreja y Adam en su collar, lo sé porque yo se los puse, pero Hela debía ponerte el rastreador a ti y no me dijo dónde o si lo hizo, ¡En verdad no lo sé Alek... no sé dónde...no sé...!
Comenzó a hiperventilar y lo que menos me interesaba era ver cómo le daba una crisis de pánico o alguna mierda dramática, baje el arma guardándola en mi pantalón y tire de la mano de Axel sacándole con brusquedad el reloj, me gire hacía Adam sacándole el collar de un tirón y ambas cosas se las lance a la castaña que a duras penas las atajo.
—Sácalos, ahora – ordene. Asintió soltando hipos ahogados y con sus pasos torpes camino a la barra.
Me gire para seguirla pero no alcance a dar un jodido paso cuando sentí un tirón en mi brazo, reconocí la técnica e ira, pero al demonio con la rabia de los demás la que siento podría consumir a la maldita humanidad.
Invertí la llave que Axel intento hacer y me gire dándole la cara doblando su mano apenas intento darme un puñetazo le hice una llave lo jale de los hombros y lo estrelle por segunda vez contra la pared inmovilizándolo con mi brazo alrededor de sus hombros, enterrando mi codo de paso en el centro de su pecho cortándole la respiración.
—Dime algo, contradice alguna mierda que diga y me verás enojado – le advertí—- me importa una mierda si te molesta mi jodida actitud, gracias a mi has sobrevivido dos años y gracias a mi seguirás vivo un par más, pero cabréame, joder intenta defenderla que me importará una mierda que portes mi sangre y...
—¿Y qué? —escupió con su voz temblorosa, vi en su rostro como se armaba de valor para soltar cada palabra—¿Piensas matarme?
—¿Matarte? —sonreí con ironía—¿Para qué?, si puedo dejarte vivir sabiendo que la mate porque no tuviste las pelotas de mandarla a la mierda...
—Ella no es Hela...—solté maldita lava por la nariz y el temblor en el cuerpo de Axel y por la forma en la que respiro me hicieron tensarme.
—¿Y te crees que es mejor?, si ya te traiciono una vez por ella, ¿Crees que no lo hará de nuevo?
—Alek, ella no...
—No intentes...
—Alek—la voz de Adam retumbo a mi costado y al sentir la presión en mi hombro noté la maldita fuerza que estaba empleando en mis brazos, Axel estaba hiperventilando y su rostro estaba completamente rojo por la falta de oxígeno.
Lo solté dejando caer mi brazo, moviendo mi hombro para que Adam dejará de tocarme.
Estoy enloqueciendo maldita sea, nunca...joder nunca había sentido tanta ira, ni siquiera cuando nuestro padre murió, lo que siento ahora es...es diferente un nivel más de caos.
Me gire ignorando el ver como Axel tosía para recuperar la respiración, ignorando también las miradas que Akim, Ainhoa y Aitor me lanzaban, me centre en la mesa donde Noemí estaba sacando los rastreadores, mientras lloraba a mares murmurando el nombre de Axel preguntándole si estaba bien, como si le interesará su bienestar a la hija de puta.
—¿Cómo me pusiste el rastreador? –mire brevemente a Akim quien miraba a Noemí mientras era revisado por Ainhoa.
—La noche que – respiro profundamente intentando controlar su voz, lo cual era inútil, la teatrera no deja de lloriquear —la noche que tú y Hela hicieron competencia en beber, estabas muy borracho y no me sentiste entrar, yo lo siento... no sabía dónde más colocarlo y...
—Lamentándolo por la zona, no por el hecho—rodé los ojos irónico al verla bajar la mirada y continuar con sus llantos— deja el teatro y termina rápido. —la señalé y dejando el rastreador del reloj aún lado se giró encaminándose a Akim quien le lanzó las miradas más desconfiadas que encontró.
—Debes...debes tener un bulto – estiro la mano en dirección a su rostro y Akim retrocedió alejándose de su tacto—voy...voy a quitarlo... — su voz tembló y le mostró sus manos confirmándole que no tenía nada como para hacerlo desconfiar, Akim me dio una mirada rápida y tensando su expresión se dejó tocar por la castaña quien palpo ambos lados de la cabeza de Akim y lo tomo de la mandíbula para girarlo y correr su cabello, di unos pasos hacia ella para ver la zona que presionaba.
Tenía un pequeño relieve que pasa casi desapercibido ya que se mezcla con su cabello pero allí esta, lo notó es un bulto.
—Tengo que hacerle un corte para...
—Hazlo – la calle recibiendo los dardos de Akim.
—Iré por anestesia local – informó y antes de que pudiera negarle Akim asintió.
Aprete la quijada al verla desaparecer y dándole una mirada rápida a Adam asintió y fue tras ella, mientras que Axel seguía dándome miradas de odio desde su lugar como si me afectará, volví la mirada a Akim, quien se tocaba ese bulto y me lo quedé mirando un par de segundos para volver la mirada a la mesa donde los dos rastreadores ya estaban fueras.
¿Dónde?, ¿Dónde pudo colocarme un jodido rastreador?
Pensé en todas las partes donde Hela pudo colocarme el rastreador y ningún accesorio me pareció lógico, no uso siempre el mismo reloj, los accesorios me apestan y nunca me emborrache o baje del todo mi guardia con ella como para que pudiera implantarme el jodido rastreador con facilidad.
Me trague las maldiciones y me saque la camisa.
—¿Q...que se supone que haces? – Ainhoa me recorrió apenas deje caer la camisa con su voz temblando por la incomodidad pero la ignore, incluso evite el rodar los ojos al escuchar el débil gruñido molesto por parte de Akim, lo empuje de paso para quitarlo de en medio y pararme frente a un espejo de cuerpo completo junto al muro.
Me revise el pecho, los hombros, cuello, clavícula abdomen, todo joder, buscando alguna irregularidad y no tenía absolutamente nada, aparte de un par de rasguños y marcas que dejo esa arpía en mi cuello y abdomen bajo es...
Esta hija de puta.
Me desabroche el pantalón y comenzó a salir humo de mis orejas al bajármelo quedando solo con el bóxer para...
—¿Qué...? – oí el gritito en sorpresa que soltó Noemí al llegar y lo ignoré me seguí revisando el cuerpo.
—¿Cómo le implantaste el rastreador? —mire por el reflejo del espejo a Noemí, girando el rostro para apresurar su hablar al ver su boca entreabrirse sin expulsar palabras.
—Fue con esto—tartamudeo un resto pero reacción rebuscando en el botequín sacando una especie de maquina con una boquilla cuadrada y diminuta enseñándomela—- es indoloro, la sensación se asemeja a un pinchazo, incluso menos.
Detalle la maquina y volví a mirarme en el espejo pensando en todos los jodidos momentos que estuve encima de ella y ella encima de mí, recordándolos, memorando los segundos exactos en el que pudo sacar esta maquinita e implantarme un puto rastreador, me invadió la colera al traer de forma vivida el recuerdo de sus jadeos, gemidos, suspiros, gritos, todo, —maldita arpía con coño adictivo— la respiración se me acelero y tuve que sacudir mi cabeza despojándome de su cuerpo.
Baje la mirada al sentir el calor centrándose y me emputecí el doble ante la erección marcándose en mi bóxer negro, como termine masturbándose con su imagen explotaré por la ira.
Solté un jadeo cabreado y gracias al bendito movimiento de mi pecho y la puta erección el elástico del bóxer bajo y lo vi, dirigí mi mano al lado derecho de mi pelvis bajando mis dedos centímetros por mi entrepierna sintiendo el jodido bulto, el mismo que Akim tenía en la oreja.
¿Seré muy toxica si no quiero que te lo saques?
La engendraron en Chernóbil a la maldita.
Aprete la mandíbula y desvié la mirada analizando mi entorno, Akim mordía su mano mientras Noemí cortaba la parte trasera de su oreja con un bisturí, Axel vigilaba las reacciones de Akim, Ada vigilaba a la castaña y Aitor me miraba detenidamente curvando una sonrisa que me hizo arder.
—Posesiva, ¿no lo crees? —¿Está celoso el hijo de puta?
—¿Cómo fue que puso el...
Le lancé la mirada más obvia que encontré a Ainhoa quien enrojeció débilmente y giro el rostro junto a su cuerpo para dejar de mirarme.
Ropa era lo menos que tenía mientras estaba con ella, Diosa de la muerte y una mierda es una jodida Diosa imparable adicta al sexo.
Me presione el bulto, soltando una sonrisa irónica al encontrarme en si sacármelo o mantenerlo.
Axel no es el único jodido.
Si me saco el jodido rastreador doy por hecho que ya no tendría como encontrarnos, y...no entiendo porque demonios eso me cabrea tanto que sopeso la idea de dejarlo, dejarlo significa que podría rastrearme y encontrarme, ¿Qué demonios pasa conmigo?
¡Despierta de una jodida vez!, coños hay muchos por un demonio.
—Rastreador fuera – Noemí enseñó el rastreador que le extirpo a Akim mientras presionaba un apósito contra su oreja, mire el rastreador el bisturí y calle los gritos de mi cabeza.
—Dame el bisturí – exigí dando un paso hacia ella y aunque dudo un par de segundos me lo entrego.
Lo tome y antes de que pudiera arrepentirme baje el elástico del bóxer ganándome un grito ahogado de mi alrededor que claramente ignore.
Sostuve aquel bulto y con mi mano firme hice un corte debajo de aquel, mordí el interior de mi mejilla y presione la parte superior del rastreador el cual salió por la incisión mezclado con la sangre, tome el aparato en mis manos soltando la respiración detallándolo.
De todas las mujeres del mundo, tenía que encontrar un veneno tan adictivo en la boca de una mujer psicótica, psicópata, desquiciada, trastornada, traicionera y desleal.
¿Cómo no me di cuenta de que me implanto esta mierda?, ¿En qué momento?, no me he emborrachado estando con ella, no lo hice con la puta idea de que si me la follaba me gustaría recordarlo cada segundo de mi vida, pero ahora irónicamente solo quiero sacarla de mi cabeza, no merece que mi cuerpo reaccione así ante su imagen.
—¿Y ahora qué? – Akim pregunto detallándome receloso, rompiendo ese silencio que se había creado captando mi atención.
—Volvemos a Salamanca. —informe, pero no hicieron más que asentir.
—¿Hela de verdad se fue? – me pregunto Adam arriesgándose a que mi cabreo explotara de nuevo.
—Lo hizo – me limite a responder—- y esta vez no volverá.
—¿Cómo...—se me tensó hasta la medula al oír nuevamente la voz de Noemí— ¿Cómo que no volverá?, ¿En qué momento se fue Alek?, ni siquiera se despidió – siseo bajando la mirada y solo por el tono desilusionado la mire, negué irónico y me subí el pantalón quedándome sin camisa para dirigirme nuevamente a la botella de mezcal.
—Se fue anoche, —le respondí sin mirarla— viviste con ella deberías saber que es una inestable, mentirosa y jodida loca.
—Pero volverá, ella no nos...
—¿Dejaría? – me burle—- sorpresa ya lo hizo, ¿Qué tan idiota eres para no darte cuenta de que solo te utiliza?
—Hela es mi amiga.
—Si claro — las dos son unas amigas de mierda, una la opera en una clínica veterinaria y le clava malditas agujas cuando le tiene pánico y la otra la utiliza como ficha en su tablero, vaya par.
—Huele a drama – Aitor canturreo con una sonrisa recargándose en la pared frente a mí – Hela dijo que volvería y ella siempre cumple sus promesas.
—Por lo que se, prometió entregarnos y seguimos libres, —lo mire— prometió asesinarte y sigues vivo.
—Sigues sin conocerla del todo, ¿No? – me ladeo la cabeza y mis manos palpitaron sobre la botella con la intensión de reventársela en la cabeza-— Hela todo lo piensa, todo lo calcula y no hace nada si no le beneficia, y estoy vivo no por falta de compromiso a su palabra, si no que encontró que era poca cosa para ella y mando al clon malvado por mí, fue de Erlick de quien pude huir y a diferencia de ustedes yo por el momento le sirvo vivo, y a ustedes los necesita para un intercambio que les traerá la muerte – elevo sus hombros dándome una sonrisa triunfal — los encontrará con o sin rastreador, no pueden huir de un Petrov.
—Tenemos la protección de los Santos...
—Al igual que Ruslan – sonrió Aitor dirigiendo su mirada a Akim—- ¿Y dónde crees que esta en este momento?, Hela ya lo dijo, las mafias trabajan para ella, no ella para las mafias, si Iker la contraria estaría arriesgando su cabeza y la de su decendencia, es así, ¿Por qué creen que Chavdar la quiere suya?
Mi mandíbula se tensó y sentí la molestia recorrerme la espalda, ¿La quiere suya?, hijo de puta.
—Hela tiene un plan – confirmo Noemí segura de sus palabras-— ella no los entregará, deben confiar en ella.
—Noe, despierta – se molestó Aitor — Hela no hace nada por caridad, ni siquiera por aprecio toque a un fichado y me dio sentencia de muerte.
—¡Pero estas vivo! –— le debatió la castaña terca.
—¡Porque pude huir de Erlick! – se exaspero-— fue Calu el que me llamo advirtiéndome de que Erlick venía por mí y pude huir a tiempo, si no ahora mismo estaría muerto o quien sabe cómo.
—¿Huiste de Erlick? – balbuceo estupefacta y miraba a Aitor como si le estuviera brotando otra cabeza del cuello.
—Dijiste que nadie huye de los Petrov – Adam lo señaló recordándole sus palabras, a lo que negó con cansancio.
—Soy mercenario – contó con obviedad—- mercenario que trabajo como recadero de los Petrov por años, se cómo trabajan y como se mueven, aparte no sería tan imbécil como para trabajar para una familia de sicarios sin tener un lugar seguro en cual refugiarme en casa de que "Una novia psicótica mandará a su hermano malvado a matarme" me escondí durante meses hasta que Erlick encontró algo mejor que hacer y se olvidó de mí.
—¿Te escondiste? – Noemí dio un paso hacia Aitor y este asintió detallándola con recelo-— pero Erlick...él no fallaba...
—Lo hizo – le restó importancia—- hasta los Dioses tienen sus fallas y la de Erlick era la paciencia, solo espere hasta que se aburriera.
"Dioses", rodé los ojos, familia de pretenciosos, Hela, Erlick, Calu y Airón son todos Dioses de la muerte en diferentes culturas, el "Dementes" queda pequeño en comparación a ellos.
—¿Y dónde te escondiste? – la voz de Noemí cambio de sorpresa a incredulidad, lo miro de pies a cabeza y vi los engranes en su cabeza moviéndose, preguntándose como él pudo huir de Erlick.
—Tengo casas de seguridad Noemí —respondió molesto— tú deberías tener una en caso de que molestes a Hela y de un momento a otro pase de estimarte a quererte muerta, ya conoces la versatilidad de esa mujer.
—¿Casas de seguridad? – frunció su ceño analizando su rostro-— ¿Y cómo demonios...
—¿Crees que trabajaba gratis? – se molestó Aitor cruzándose de brazos-— era el intermediario de los Petrov, recibía el diez por ciento de cada encargo, fui sabio y me armé un plan a futuro, era el único que sabía dónde vivían y como actuaban si comenzaba a estorbarles debía tener un lugar al cual huir y refugiarme.
—Así que tienes casas de seguridad – asintió Noemí con admiración en su tono de voz-— ¿Y dónde?
—Si te lo dijera ya no sería tan seguro – le dedico una sonrisa irónica y Noemí abrió su boca con ofensa.
—¿Crees que te mataría?
—Tú no – le negó – la desquiciada que tienes como amiga, sí – asintió – si Hela se llega a enterar que tengo casas de seguridad y que gracias a eso pude esconderme de Erlick de seguro quema las casas conmigo dentro.
—Siempre tan dramático – negó Noemí girándose hacia mí, oí toda su conversación empinándome la botella de mezcal la cual ya estaba por acabarse—- ¿Cuándo volveremos a Salamanca?
Volveremos, ja, de idiota creyendo que le tendré un segundo más cerca de mí.
—Nosotros –—hable tajante— tú no. —soltó un jadeo sonoroso, abriendo su boca para lanzar sus mierdas pero el que hablo fue Axel.
—¿Por qué no? – pregunto ganándose en mi campo visual-— ¿No te basto con gritarle y apuntarle con un arma que ahora piensas abandonarla en una isla?
—No la abandono –me centre en sus ojos dejándole ver esa ira fría, advirtiéndole que se abstuviera de cabrearme más—- ella se quedará a voluntad, ¿Cierto Noemí?
—No – me negó Axel, mandando a la mierda mi advertencia— ella irá con nosotros.
—Ajá.
—Hablo en serio Alek.
—Si, por supuesto.
—¡No puedes controlarlo todo!
—Como digas, Axel.
—¡No eres el puto Dios del universo!
—Tienes toda la razón.
—¡Se razonable Alek! – me grito estampando sus manos en la barra-— Noemí nos ha ayudado bastante y ella como nosotros ha sido una ficha más en el juego de Hela no tiene la culpa de nada.
—Claro – asentí – seguramente Hela la obligo a implantarnos los rastreadores y a drogarnos.
—Ya dijo que no tenía opción.
—La tenía Axel, no seas imbécil, ella pudo decidir no hacerlo pero prefirió traicionarnos, ¿Qué te hace creer que no lo hará de nuevo?, ¿es que el poder del amor lo puede todo?
—No pienso dejarla.
—No te estaba preguntando, lo harás.
—No, no lo haré – se tensó negándome con firmeza—- a la mierda tus ordenes, no la dejaré.
—¿Qué fue lo que te prometió? – pregunte inclinándome hacia él-— ¿Ahora trabajas para ella por protección?, ¿Así de fácil vendes a tu familia?
—¿De qué mierda estás hablando?
—De que Hela volverá por nosotros, nos entregará y moriremos solo para que ella recupere a su jodido hermano, Noemí lo sabía, lo supo desde que nos conoció y aun así decidió ayudarla, ¿y tú sigues de idiota confiando en ella?
—Te dijo donde estaban los rastreadores.
—Con un arma entre ceja y ceja, vaya cooperación.
—Hela la salvó Alek, ella le debe más que un poco de complicidad y lealtad–— negué irónico y me termine el mezcal señalándolo con la botella vacía.
—Exacto, le debe más, le debe tú vida, la de Adam, Akim y la mía, si quieres morir hazlo pero no nos arrastres contigo.
—Alek – respiro profundamente y se recargo en la barra para mirarme detenidamente-— no puedo dejarla a su suerte.
—Yo no confió en...
—¡Esta embarazada! – golpeo la mesa con frustración y mi boca se entreabrió la respiración de todos se pauso y quedamos en un silencio incomodo, Noemí bajo la mirada a sus manos y yo la centre en su estómago—- no pienso traicionarlos, ni venderlos, mucho menos quiero morir, pero no puedo dejarla cuando esta em...
Di un golpe seco en la barra y antes de que dijera idioteces de las cuales pudiera arrepentirme gire tomando una nueva botella de ginebra y me dirigí a la que era mi habitación encerrándome en ella.
Embarazada, lo que me faltaba, la jodida castaña esperando un hijo de mi hermano, desordené mi cabello con frustración y abrí la botella empinándomela en la alto.
[...]
Golpearon la puerta y mi cabeza giro sin ganas a aquella, patee la botella de ginebra vacía que estaba en el piso y pensé en ignorar los golpeteos, pero insistieron e insistieron así que termine por alejarme de la ventana y camine hacia la puerta.
Una botella de ginebra, una ducha fría más una cajetilla de cigarrillos no me bastaron para aclarar mi mente, no sé qué mierda hacer, no tenemos los rastreadores, ni plan, por primera vez en estos dos años que no tengo un plan, si vuelvo a Salamanca Hela podría encontrarnos, sería muy obvio volver a donde ya nos encontró una vez, ¿Dónde ir?, ¿Dónde ir sin correr el riesgo de que nos maten?, ¿En que jodido país no seriamos un blanco fácil para la mafia ucraniana, rusa y para la bendita Hela Petrov?
Termine por abrir la puerta de forma cansada encontrándome con un Adam de brazos cruzados y mirada molesta, me empujo por el hombro y entro a la habitación seguido de Akim quien caminaba imitando a Adam.
—Habla – Adam se giró para mirarme con las cejas alzadas-— si no hablas explotarás y te necesitamos sereno y centrado así que habla.
—No tengo nada que decir – eleve mis hombros intentando evadir ese cabreo que me seguía rondando.
—Seremos imbéciles pero no idiotas – Akim se sentó en mi cama y mi ceño se frunció, ¿imbéciles pero no idiotas? —– gritas resentimientos por los poros, ¿Qué paso con la arpía?
—Nada.
—Ya.
—No paso nada.
—Te creó – elevo sus hombros sonriéndome con crueldad.
Intercale mi mirada en él y en Adam y ambos me miraban de la misma manera, analizándome en silencio con una sonrisa burlona en el rostro.
—¿Hablaste con ella antes de que se fuera? – no le respondí pero Adam asintió como si mi silencio respondiera por mí—- ¿Te rechazo?, ¿Es eso?, ¿Por eso desprendes veneno por los poros?
—No me rechazo.
—¡Uh si lo hizo! – Akim asintió con una sonrisa ganándose una mala mirada.
—Para rechazarme tendría que sentir algo por ella, y yo no...
—Oh por favor Alek, no somos ciegos – Adam se cruzó de brazos y me miró fijamente—- la ventaja de ser el más callado es que no desperdicio saliva hablando y me dedico a observar, veo como la miras y como te mira ella, tendría que ser deficiente mental para no darme cuenta, y para deficiencias ya tenemos a Akim.
—Exacto... ¡Oye!
—¿A qué quieres llegar con esto? – viré los ojos ignorando a Akim centrándome en Adam.
—En que estás proyectando el odio que deberías sentir por ella en nosotros, ya que a tu pesar a ella no la puedes odiar porque la comprendes, sientes empatía por ella ya que te pones en su lugar y en su sentir y como no puedes odiarla, odias a Noemí, Aitor y a todos los que nos relacionamos con ella.
—¿En qué momento pasaste de ser el crio que corría a mi pieza en medianoche por miedo a ser el más "maduro" de los cuatro?
—Bueno alguien debe tener neuronas, ¿no? – elevo sus hombros acabando con la admiración de Akim.
—Quise ser empático con ella —— miré un punto fijo—- le ofrecí mi ayuda, pero se negó mandándome a la mierda, está decidida a que somos su único medio para recuperar a su hermano así que ahora no es solo la mafia ucraniana.
—La Diosa de la muerte vendrá por nosotros – Adam asintió forzando una sonrisa.
—Y... seremos tíos – Akim sonrió con algo de emoción y pánico, más pánico, me siento igual le he dado vueltas al asunto y llego a la misma conclusión es un Schneider más al que debemos proteger.
—No podemos dejar a Noemí – Adam me miro y ladee mi cabeza con negatividad.
—Estaría segura sin nosotros, está embarazada y nosotros siendo cazados la arriesgaremos.
Y no soporto la idea de tener que protegerle el culo a esa traidora.
—Axel no querrá dejarla.
—No tendrá alternativa – sentencie— Noemí estará mejor sin nosotros. Le diremos a Iker que la proteja pero no puede venir con nosotros sin ponerla en peligro también.
—¿Y si fuera Hela? —Casi expulso un pulmón con tremenda idiotez que dice. —Si Hela estuviera embarazada.
—No hables idioteces – le reclame tocando mis sienes, necesito más alcohol para imaginarme eso.
—Metafóricamente hablando, si lo estuviera, ¿La dejarías aún lado sabiendo que espera un hijo tuyo?
Tuve el no clavado en la lengua pero me la mordí evitando el decirlo, claro que no la dejaría, la muy arpía se iría y le pondría su jodido apellido menospreciando el mío.
—Aparte que si dejamos a Noemí lo más probable es que Axel no pierda comunicación con ella y de una forma u otra ella sabrá donde estamos y la posibilidad de que Hela de con nosotros seria mayor por culpa de Noemí – Akim elevo sus hombros con cansancio y con Adam nos lo quedamos mirando sin ocultar la sorpresa, primera vez que lo escucho decir algo coherente.
—Nunca creí que diría esto, pero tiene razón – Adam señalo a Akim quien asintió con una sonrisa complacida — por seguridad para nosotros Noemí debe acompañarnos.
La puerta se abrió antes de que pudiera hablar y no tuve necesidad de mirar para saber quién la había abierto, lo oí jadear sorprendido y posterior cerrar la puerta.
—¿Votan para sacarme de la familia o que mierda? – se exaspero -— ¿Desde cuándo planean sin mí?
Nadie respondió, pero esta vez sí lo mire y siento que todos lo analizamos de la misma forma, de los cuatro sinceramente creí que el que engendraría primero sería Akim, tan descuidado e irresponsable, ¿pero Axel?, siendo tan precavido y cuidadoso ¿No le alcanzaron los cuidados para un condón?
—Bien entiendo que estén molestos, pero no estoy de parte de ningún lado ni aquí ni allá soy neutro, no puedo odiar a Noemí porque ella no tiene culpa de nada, solo está ayudando a quien le dio una mano cuando más la necesitaba y no soy quién para juzgar, si me molesto que no me dijera antes sobre el rastreador y que me drogará, ¡Pero no puedo odiarla sabiendo que está embarazada!
—¿Cuánto tiene? – solté la respiración detallándole el rostro.
—Casi cuatro semanas.
—¿Cuándo lo supiste?
—No hace mucho —–desordeno su cabello – lo intuía, cuando la emborrache por información ella menciono algo de que estaba con atraso pero no le tome mucha importancia estaba ebria pero cuando volvimos a salamanca se hizo un prueba y dio positivo.
—¿Estás seguro de que es tuyo? – Akim lo miro con sus ojos entrecerrados y por la mirada gélida que le lanzo Axel asintió convencido—- es tuyo – le levanto los pulgares.
—No puedo abandonarla ahora que me necesitará.
—¿Te sientes preparado para ser padre? – Adam le enarco una ceja y por como Axel suspiro pareciera que se está quitando un peso de encima.
—No – ni lo dudo.
—Entonces es tu oportunidad de dejarla – Akim le sonrió y ahora fueron tres miradas gélidas que recibió.
—No me siento preparado, pero tengo tiempo, ¿no? Ocho meses es tiempo suficiente para estar listo – elevo sus hombros sonriéndonos con pánico y los tres asentimos sin saber que decir.
—Quien diría que de tus pelotas deformes saldría un niño – Axel, Adam y yo rodamos los ojos en sincronía mientras que Akim no dejaba de decir sandeces.
¿Por qué asumes que sería un niño?
—Genética – le respondimos en coro.
—Todos los primogénitos Schneider son varones – Adam me señalo como demostración y yo me remonté a una conversación con cierta arpía de ojos verdes en el baño de aquella cabaña, "¿Crees que seré una fábrica de bebes?"
—Puede ser una niña – balbuceo devolviéndome a la realidad.
—Oh pueden ser dos – la cara de Axel fue de pánico puro, con suerte procesa que será padre y Akim sale con que pueden ser dos, parece que está a la nada de sufrir un paro cardiaco.
—Se agranda la familia – Adam aplaudió devolviéndole el alma al cuerpo de Axel-— no diré que me alegro por ti porque ese mal nos tocará a todos así que – elevo sus hombros – suerte, hermano.
—A mi si me hace ilusión ser tío – Akim se levantó de la cama jalando del brazo a Axel para abrazarlo con euforia—- felicidades, hermano – le planto un beso sonoroso en la mejilla a lo que Axel asintió algo repulsivo, limpio su mejilla en cuando Akim se alejó y me miro como si espera algo de mí.
—¿Estas consciente en la situación que estamos?
—Lo estoy y no lo planee así, solo paso y me haré cargo de ello.
—Bien – asentí soltando el aire de mis pulmones-— ahora no tendré que proteger a tres si no a cuatro, que maravilla.
—¿No...no estas molesto?
—¿Por qué embarazaste a una castaña irritante y tendrán hijos irritantes? – le enarqué una ceja y en cuanto asintió forzando una sonrisa le negué – no me haré cargo de tus líos, es tú mujer y es tu hijo, ahora es tu responsabilidad mantenerlos seguros, es tú responsabilidad mantenerla lejos de mi vista y que no sea un problema.
—El tío Alek –canturreo Akim pasando un brazo por alrededor de mis hombros poniéndome incomodo al intentar bajarle la tensión al ambiente— seré el tío simpático, Adam el antipático y el tío Alekcito el gruñón estilo grinch.
Lo ignore, habían veces donde responderle a Akim era solo una perdida de tiempo.
—¿Entonces te disculparas con ella por gritarle y apuntarle con un arma? —me pregunto Axel rascándose la nuca con timidez.
—Agradece que no le disparé.
—Le apuntaste a una embarazada, pudo...
—Aún puedo matar a una embarazada, consciencia no tengo mucha como para sentir remordimiento por eso.
—Puedes odiarla y despreciarla, pero no le harías daño, no porque tiene a mí...
—Agotas la poca paciencia que me he obligado a generar. —le advertí.
—Solo discúlpate de forma desinteresada y...
—No presiones.
—Lleva media hora llorando –—señaló a lo que lo mire con desinterés—- solo...podrías decirle qué...
—¿La embarace yo? – me señale y negó como era de esperar— es tu embarazada así que qué llore es tu problema, no el mío, y te aconsejo acostumbrarte a las hormonas y a sus llantos para no fingiré que la tolero solo porque está embarazada.
—Noemí no es una mala persona Alek, solo cometió un error, dale una segunda oportunidad para...
—Si digo qué lo pensaré, ¿Dejarás de joderme? —le pregunte mirándolo cansado y asintió.
—Ella es diferente Alek, diferente a las...—dudo dándole miradas rápidas a Akim que lo tensaron de pies a cabeza. —Ella...
—Lo pensaré Axel—lo detuve, esa sensación de incomodidad me recorrió el cuerpo y lo detesté.
—Gracias—soltó la respiración sonriéndome sincero——en verdad gracias Alek, no...
—Te apunte con un arma y tuve toda la intención de dispararte en la cabeza, quiérete un poco y tenme resentimiento al menos porque quise acabar con tu vida—lo mire mal, asqueándome por ese agradecimiento sincero.
—No me hubieses disparado.
—No estaría tan seguro de ello—le aconseje.
—Da igual, tuviste un mal momento, te desquitaste, nadie salió herido, así que está todo bien, eres mi hermano y te...
—Necesito más alcohol—balbucee rascándome la nuca para pasar por el costado de Axel dándole negativas pesadas al verlo sonreírme, como si fuera su persona favorita en el mundo cuando amenace con matarle a él, su mujer y encima el hijo que tiene en su vientre es Axel, no espero que tome un arma y me vuele las pelotas, no tiene el coraje para hacerlo, pero al menos un poco de resentimiento por eso no me sentaría mal, me haría sentir menos mierda.
Chiquitines espero disfrutaran la lectura y disfruten aun más las próximas actualizaciones,
Besitos...
Javi †
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