Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

Hela Petrov.

Nos bajamos del todoterreno y me dedique a analizar nuestro entorno.

Estamos de pie frente a un club de mala muerte en una de las zonas más bajas de Ibiza. Cuando Iker mencionó que su mejor mercenario nos estaría esperando en un club creí que sería en uno de los mejores de la isla, no en uno con borrachos orinando en la entrada.

Mire por sobre mis hombros y la cara de espanto de Akim y Axel eran dignas de enmarcar, exhale moviendo mis hombros y avance hacía la entrada, Ainhoa se encargó de conseguirnos ropa y pude dejar atrás mi polera agujerada por la bala, vistiéndome con un leggins de cuerina negro, en conjunto con una cazadora color negro brillante, los brillos no son del todo mi estilo, pero que se le hará.

——¿A quién buscamos específicamente? —–preguntó Akim mirando a su alrededor con repulsión y desconfianza.

—No lo tengo claro –— murmuro Ainhoa—no conozco al mercenario pero Iker dijo que él nos encontraría.

Entramos al club notando que su interior es un poco menos asqueroso que el exterior, al menos nadie orina las paredes, aunque sí el aroma a tabaco y alcohol está impregnado en el piso, techo y paredes, puedo oler a leguas que el alcohol que venden aquí es barato.

Mire a mi alrededor y todos parecían estar insertos en su propio mundo y ninguno, demonios ninguno tenía pinta alguna de ser mercenario, ni siquiera podría decir que son algo más que simples alcohólicos, fruncí mi expresión mirando por encima de mi hombro para preguntarle a la rubia que le lanzaba miradas molestas a Akim que no ha dejado de balbucear asqueado por el lugar.

—¿Cómo no vas a saber quién...

—No es cierto —– sentí el estrepitoso sonido de una botella estallar en el piso y mis pies se estancaron, no por la puta botella, si no por la jodida voz que acompaño el sonido.

No es...

Con rapidez saque ambas cuchillas de mi pantalón y gire con brusquedad en dirección aquella voz, me gire como si mi cuerpo y sentidos estuvieran conectados a esa maldita voz.

Vi el reflejo de un cuerpo inclinándose apenas tire un golpe hacía atrás y el filo de mi cuchilla rozo su cabeza, dio medio giro, y me lanzo un golpe con el poto de la botella que alcance a esquivar, retrocedí y en cuanto vi eso ojos grises mirándome con estupefacción, fortalecí mis golpes, soltando un rugido histérico.

Aferre el mango de la cuchilla y gire en mi lugar lanzando cortadas a su cuerpo, se inclinó, ladeo y esquivo las cuchillas sus manos bloquearon mi mano derecha y en cuanto la giro bruscamente hacía atrás solté el cuchillo, junto con un rugido ronco por el dolor en mi cuerpo que no me permití sentir, no ahora que la ira y desentendimiento podían más que yo.

Lance una patada directa a su abdomen haciéndolo retroceder tirando de mi brazo de paso, jalo mi chaqueta y con una fuerza brutal me lanzo sobre la mesa, cortándome brevemente la respiración, se abalanzo contra mí y tome la oportunidad atando mis pies a su cuello lanzando dos puñetazos certeros en su nariz, agarro mi cintura elevándome de la mesa para estrellarme contra ella una y otra vez pero mis pies no liberaron su agarre, en cuanto me elevo nuevamente hice una flexión agarrando su cabeza y con el peso de mi cuerpo lo gire mandándolo al suelo, enterrándole mi codo en el centro del pecho y presionando la cuchilla en su cuello, soltó un jadeo agónico mirándome con esas perlas grises desorientadas y pasmadas.

—Esto...esto no está pasando –— siseo mirando mi rostro sin poder creer lo que estaba viendo.

—Di una sola palabra y verás lo sencillo que es cortarte la lengua –— lo amenacé clavando la cuchilla en su cuello.

—T...tú – hablo y sentí el movimiento de sus manos bajo mi cuerpo.

—¿Aitor? —Giro su mirada y al ver el rostro de Noemí su confusión aumento.

—Carajo ¿qué tan drogado estoy? –— tiro su cabeza hacía atrás cerrando con clara frustración sus ojos.

—¿Cómo demonios...? ¿Tú no estabas muerto? –— Noemí lo señalo y yo hice el doble de presión en su cuello al ver como se movía.

—Si...bueno parece que revivir es la moda de hoy en día –— la miro descolocado y luego volvió a mirarme—- nunca creí que diría esto pero, dulzura puedes salir de encima. — Tuve todas las intenciones de desgarrar su cuello y pareció consciente de ello, pero la voz de Noemí me detuvo.

—Un momento, ¿Eres el mercenario de Iker? –— lo señalo y por como sonrió con tranquilidad supe que la respuesta era que sí.

Me quede con las jodidas ganas de matarlo, hice un poco más de presión en su pecho y cuello y me levante, haciendo sonar mis hombros, no me recupero de una pelea y ya me meto en otra, hay cosas que nunca cambian.

Aitor se puso de pie sacudiendo su ropa y volvió a mirarme de pies a cabeza.

—Como agradezco que no estés muerta —– di un paso hacía él amenazante, donde nuevamente Noemí me detuvo.

—Aquí no —– hablo mirando a su alrededor, en cuanto gire mi mirada note cinco miradas confusas, incluso vi como tocaban sus armas por si la cosa se ponía fea y tenían que soltar tiros a lo loco y huir.

Es irónico que diga aquí no, cuando aquí ya sucedió y los borrachos a nuestro alrededor ni se inmutaron, algunos nos puteaban en trabalenguas por haberles arrojado el trago al piso, pero nada más, ni siquiera el cantinero estaba interesado en lo que pasaba.

—Ni en mi más turbia pesadilla imagine que estaría de nuevo frente a ti –— me sonrió y yo lo analice detenidamente.

No cambia, los años lo único que han hecho en él es endurecer sus facciones, su cabello negro sigue siendo el mismo desastre de siempre, sus ojos grises son la misma tormenta eterna, esa nariz recta y puntiaguda, labios simétricos y brillantes, mandíbula cuadrada y rostro perfilado, sus hombros están más anchos y entrenados, pero sigue siendo el mismo hijo de puta.

—Que alguien nos diga que está pasando —– Akim habló a mis espaldas y Aitor miro por encima de mis hombros, para volver su mirada a mí, detallándome para enarcar una ceja divertido.

Supe al instante lo que pasaba por su cabeza apenas sonrió, miro a su alrededor y el club a pesar de la pelea, los vidrios rotos y las mesas volcadas seguía funcionando como si nada pasara, la gente seguía bebiendo y los borrachos seguían orinando con toda la tranquilidad del mundo.

Aitor hizo un ademán con su cabeza y en cuanto señalizo un pasillo Noemí fue la primera en seguirlo con Axel a su siga.

—¿Quién se supone que es él? –— Alek llegó a mi lado preguntándome en balbuceos roncos, mirando detenidamente la espalda de Aitor al igual que yo.

—Alguien que debería estar muerto –— gruñí y me apresuré para seguirlos.

Aitor subió una escalera y nos hizo entrar a una especie de oficina en el ático del club, cerró la puerta a nuestras espaldas y camino alrededor de nosotros analizándonos de pies a cabeza.

—Tú debes ser Ainhoa, un placer —– se paró en frente de la rubia y le inclino con sofisticación la cabeza, como si tuviera algo de decencia.

—Explícame porque no estás muerto –— di un paso hacía él y me regalo una sonrisa de "¿En serio?, ¿Tú me preguntas eso?"

—¿Por qué no lo estas tú? —interpuso su pregunta.

—Erlick te mato—la señale tensando la mandíbula—, él se encargó personalmente de ti...

—Sabes —– se cruzó de brazos, detallándome –— siempre me pregunte porque él y no tú, ¿No eras capaz de matarme dulzura? —Estire las manos dando un corte limpio al aire con la cuchilla dejando que el sonido fuera mi respuesta.

—Aún estoy a tiempo, lo sabes.

—Me arriesgo, porque creó que me necesitas –— elevo sus hombros para apoyarse en su escritorio, mirándome de pies a cabeza y en cuanto curvo una sonrisa maliciosa mi mano se apretó en el mango de la cuchilla-— sigues igual de...

Lance la cuchilla la cual paso rozando su mejilla clavándose en el muro tras su espalda, mi alrededor quedó en un completo silencio, mirándome y mirando a Aitor, que no descruzo sus brazos ni cambió la expresión, arqueo la comisura izquierda de su labio y un hilo de sangre corrió de su mejilla izquierda, mostrando el pequeño corte que le propino el filo de mi cuchilla.

—Ese lado explosivo tuyo siempre me gusto. —me recorrió limpiándose con el dedo índice la sangre que bajaba por su mejilla, la diviso y las pupilas en sus ojos se dilataron al verme, recalcando su gusto por mi explosividad, hijo de puta psicótico.

Hice el intento de lanzarme nuevamente hacía él, pero una presión en mi muñeca me detuvo, miré por sobre mis hombros y Alek me sostenía sin sacar la mirada de Aitor, quien no borro la sonrisa, aunque su expresión se ensombreció un resto.

—¿Tú quién se supone que eres? –— le preguntó con su voz tensa y ronca, mientras que Aitor lo miro de pies a cabeza y avanzo hacía mí.

—¿Quién eres tú y porque la detienes? —– lo enfrento mirando como me sujetaba—- oh por supuesto -—le sonrió –— eres uno de los engendros, ¿No?, los nuevos protegidos de Iker.

—Y tú el mercenario que debería estar muerto —– Akim se ganó aún lado mirándolo de pies a cabeza.

—Si bueno —– elevo sus hombros altivo— cuando eres el marido de la Diosa de la muerte, es difícil que te maten, ¿No dulzura? –— se inclinó hacía mí y aun siendo retenida por Alek le di un zurdazo que le giro la maldita cara, que se acerque más el hijo de puta.

—¿Marido? —– preguntó Akim a mis espaldas— ¡¿Eres casada?! – chillo con exageración y Alek soltó mi mano para mirarme con desconcierto.

—No – le negué a Akim-— es deficiente mental, por eso habla idioteces. —Aitor soltó una risa amarga y se puso recto para mirarme, tocándose la quijada con clara molestia corriendo por sus ojos.

—Dulzura han pasado casi de cinco años, te creí muerta, ¿no puedes dejar la hostilidad por un momento? —balbuceo tensó y le respondí de la misma forma.

—Pase cinco años miserables donde mi única felicidad era saber que Erlick te asesino antes de morir y resulta que no es así. —solté mirándolo con desdén.

—¿Los demás están muertos? —analizo mi rostro ignorando mi desdén y apenas le asentí su expresión se suavizo y forzó una sonrisa para desviar la mirada y quedar un par de segundos en silencio. Asintió con pesar y volvió a mirarme-— Erlick prefirió no meterse en líos de parejas —– elevo sus hombros respondiendo a mi duda de porque seguía vivo—- siempre creí que habías apelado a su lado humano por mí –— desvió la mirada a Noemí –— veo que no fue así, vaya amiga estas hecha.

—No me meto en líos de parejas –— le sonrió Noemí.

—Pareja—oí el balbuceo ronco de Alek a mis espaldas y ni siquiera pude concentrarme en su voz cuando Adam habló.

—Puedo preguntar ¿Qué hiciste para que te quisiera muerto? –— Aitor direcciono su mirada a Adam quien lo analizaba con curiosidad, la misma curiosidad con la que lo miraba Axel y Akim.

—No fue comerme su postre favorito. Eso te lo aseguro. —sonrió irónico, no tengo postre favorito.

—No me digas que le fuiste infiel –— Akim sonrió irónico y rodé los ojos en respuesta cruzándome de brazos.

—¿Infiel? —– sonrió Aitor— ¿Le serias infiel a semejante mujer? —me señaló— me metí con uno de sus "fichados" —-hizo comillas restándole importancia, dándome miradas con receló cuando de solo mencionarlo me hierve la sangre.

—¿Con uno de sus fichados? –— murmuro Axel detallándome curioso.

—Por la carta roja, ¿Qué no saben nada de ella? –— me señaló y por cómo se miraron, Aitor obtuvo la respuesta—- ¿Cómo es que...espera ¿Cómo es que estás viva? —– me miro entrecerrando sus ojos y yo los rodé con molestia.

Me di el tiempo de contarle solo algunos detalles, que Chavdar asesino a mi familia, me retuvo a mí y Airón durante cuatro años y los últimos acontecimientos en los cuales involucra a los Schneider, en cuanto terminé de contarle, asintió algo aturdido.

—Olvidaba que todo lo relacionado con tu sangre es matanza, sangre y problemas –— balbuceo sacudiendo su cabeza para cruzarse de brazos, acariciándose con disimula la quijada, que seguía roja por mi puñetazo—– entonces, Chavdar tiene a Airón y te encargó capturar a los Schneider para liberarlo—- asentí y este miro por sobre mis hombros-— te estas desviando, ¿Por qué? —– me entrecerró los ojos y Noemí soltó una risita cómplice.

—Eso no te concierne, solo dinos donde esta Ruslan y vuelve a morir para mí.

—Ruslan no está aquí, le di la noche libre por el cumpleaños de su hija, pero mañana...

—Entonces no me sirves para una mierda —– eleve mis hombros, para girarme hacía la puerta.

—Lamento mucho lo que paso con tú familia –— me detuvo sosteniendo mi mano—dejando de lado el odio irracional, en serio lo lamento, me hubiese gustado estar con ustedes, peleando a su lado...

—Como en los viejos tiempos, ¿No? –— lo detalle y Aitor me asintió con una sonrisa sincera.

—Siempre fue un honor acechar contigo.

—Sigues fichado, —me gire por completo hacía jalando mi brazo para que dejará de tocarme—no te confíes en algún momento necesitaré un Caronte.

—Oh vaya espectáculo daré —– me sonrió y yo rodé los ojos.

—¿Deberíamos irnos?, siento que este momento en muy íntimo y estamos sobrando-— Akim movió sus manos con una sonrisa burlona intercalando su mirada en nosotros y Alek, quien tenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y la mandíbula tensa.

—¿Era cierto lo del Caronte? –— curioso Ainhoa con una emoción que hizo sonreír a Aitor-— creí que solo eran rumores.

—Oh no lo eran para nada — negó.

—¿Los Petrov mandaban a un Caronte para marcar a su objetivo?

—No —– negó nuevamente mirando a Adam-— no era costumbre familiar, solo Hela lo hacía, es algo...posesiva.

—Si me voy a dar el tiempo de cazar a mi víctima, mínimo que esté en condiciones de huir de mi –— me cruce de brazos volviendo a la molestia —– si lo voy a tener que perseguir mientras huye en muletas le quita lo divertido al trabajo.

—Fue solo un broma, no exageres. —le resto importancia hablando en jadeos aburrido.

—¡Sabes que detesto que se metan con mis objetivos! –— lo señale bajándole un tono a mi voz— cuando están fichados por la carta roja, quien lastime al fichado se volverá el Caronte y tenías que ir y encima cortarle el pie, ¿Cómo demonios corre sin un pie Aitor?, perdí mi jodido tiempo por tú culpa.

—Un segundo —– me señalo Akim curvando una sonrisa-— ¿Lo quieres muerto solo por eso?

—Vez-— lo señaló Aitor mirándome—- hasta él sabe que tú odio es irracional, ni que te hubiera engañado mujer.

—¿Por qué lo hiciste? —– me cruce de brazos-— ¿Por qué meterte en mis asuntos?

—Me la debías — elevo sus hombros-— nadie se puede meter con tus fichados, pero tú sí que te podías meter en mis asuntos, ¿no?

—¿En tus asuntos? – jadee divertida-— ¡Si tu trabajabas para nosotros, hijo de puta!

—¡No metas a mi madre en esto, Hela respeta!

—Oh claro como si le cayeras tan bien –— rodé los ojos.

—Chicos creó que-— ambos giramos nuestra mirada a Noemí y esta dio un paso hacia atrás—- No de...deberían...

—Oh tú no te metas en esto —– la señalo Aitor—- Tú sabías que Erlick iba a matarme y ni siquiera lo impediste y el hijo de puta te escuchaba solo a ti.

—¡Dije que no me metía en líos de pareja! —se defendió.

—¡Ni siquiera éramos pareja! —me irrite.

—¡Te ibas a casar conmigo! —chilló señalándome.

—No éramos pareja, pero si íbamos a casarnos, que irónico, ¿no lo crees? –— ladee el rostro detallándole confundida, ignorando su expresión sentida.

—Esto cada vez se pone más interesante –— comentó Akim sonriendo con burla — estoy viendo discutir a un matrimonio, ¿Cierto Alek? —– golpeo el hombro de Alek quien estaba más serio y mudo que nunca.

—Podemos irnos, por si quieren espacio. —ofreció recorriendo el rostro tenso.

—Si por favor.

—No – les negué aniquilando a Aitor con la mirada.

—Hay cosas que nunca cambiarán –— suspiro Noemí ganando nuestra atención-— han estado peleando desde que se reencontraron, ¿no pueden relajarse un poco?

—¿Y a esta que le pasa? –— Aitor me miro señalando a Noemí y yo la analice con los ojos cerrados, sintiendo asco al ver su expresión temblar, se ha vuelto débil que patético.

—La junta con el pacifista le está haciendo efecto –— señale a Axel y Aitor lo miro de pies a cabeza, para volver a Noemí, y rodar los ojos.

—Bueno, ya sabemos quién estaría muerto si Erlick viviera –sonrisa malicioso y miro a Noemí quien abrió su boca y miro a Axel quien parecía cada vez más confundido.

—No estoy entendiendo nada —– Ainhoa se exasperó sacudiendo su cabeza y con ella esa mata de rulos dejando como respuesta un silencio compartido.

—¿Qué no entiendes preciosa? —– Aitor la miro de pies a cabeza dándole una sonrisa seductora dejandome notar algo que me causo un poco de interés, Akim al instante en que noto como la miraba borro la sonrisa y se puso tenso.

—El exnovio del que me hablaste, ¿era un Petrov? —– Axel salió del trance de confusión y miro a Noemí completamente desconcertado.

—El clon malvado – sonrió Aitor.

—¿Salías con...

—Es una historia complicada y...

—Divertida— la interrumpió Aitor con una sonrisa.

—Exasperante—complete sonriendo de forma forzada, mientras que Noemí se sonrojaba.

—¿Cómo es que ustedes se conocieron realmente? —– Adam nos señaló junto a Noemí y automáticamente fuimos el centro de atención.

—Esa también es una historia divertida –— se emocionó Aitor, subiéndose a su escritorio poniéndose más cómodo.

—Nos conocimos en Holanda – reafirme lo que antes les había contado.

—¿En un club? – preguntó Alek detallándome, le negué con debilidad.

—En parte –—eleve los hombros—fue debido a la escoria que tenía de novio en ese entonces —– mire a Noemí —me enfoque en Henrry cuando supe que fue exonerado de sus cargos en Alemania, mucha gente quería su cabeza así que lo fiche. —le reste importancia—Me introduje lentamente en su vida, conocí a su círculo cercano, a sus socios y como trabajaba, lo seguí por semanas, fue donde vi a Noemí, ella no era ni la mitad de lo que es ahora, ese hijo de perra era un miserable que lentamente la estaba destruyendo, y se volvió peor cuando lo fiche. –— esboce una sonrisa al recordar –— Me tome mi tiempo, deje que lo consumiera la paranoia, que el hombre que era desapareciera lentamente sumido en el miedo, lo seguía a todos lados y él sentía mi presencia. Cuando sus socios comenzaron a morir, fue cuando inicio lo divertido, creí que al verse en aprietos dejaría ir a Noemí y se salvaría el sólo, pero la arrastro a su infierno, la hizo huir junto con él y cada vez era más y más violento. —mire de soslayo a Noemí, negando al verla bajar la mirada— Fueron cayendo, uno a uno, todos, socios, familiares, amigos, todo su círculo cercano y todos los involucrados en el tráfico de menores y cuando solo quedaba él, estaba a un paso de la locura. Noemí estaba aterrada y desesperada, ella sabía que por culpa de Henrry también moriría, mi reputación no me caracteriza por ser benevolente, pero...

—Lo fue conmigo –— Noemí me interrumpió y al mirarla la vi sonriéndome con sus ojos aguados—- gracias a Hela yo me liberé de Henrry, salí de esa jodida tormenta y pude salir adelante.

—Me la lleve a ucrania —– curve una débil sonrisa siguiendo con la historia-— cuando Henrry murió, Noemí parecía tan perdida y desolada que ni siquiera dudo cuando le ofrecí una mano, vivimos casi cuatro años juntas, donde formo carácter, se puso de pie y se fortaleció, vivió siendo la médico particular de los Petrov.

—Arduo trabajo –— suspiro pesadamente-— sobre todo con Hela, no sería ella sin ser una terca de mierda.

—Le debes tú vida —– musito Axel detallando a Noemí, quien asentía con una sonrisa.

—Le debo todo – me miro agradecida poniéndome incomoda—- a Hela y a su familia, ellos me abrieron las puertas de su casa, me enseñaron que mi voz era importante y que tenía valor, si no hubiese sido por Hela y por...por todos, no sé qué sería de mí ahora...

Sentí el sonido de un hipo por llanto y por inercia miré a Ainhoa pensando que sería ella, pero solo nos miraba con interés, oí nuevamente el sonido del correr de una nariz y en cuanto giré mi rostro no pude evitar virar los ojos.

—Oh dulzura no sabía que eras tan linda —– limpio sus lágrimas con dramatismo y nos miró intercaladamente—- Calu me dijo que te recogieron de la calle cuando el circo te había dejado, que les dio lastima verte hurgar en la basura y te recogieron de sirvienta, te juzgue mal, lo...

—¿Qué? —soltó Noemí entrecerrando los ojos.

—Calu...

—Entonces... ¿Por...eso siempre me pedias comida? ——Noemí señaló a Aitor y ambos se introdujeron en una acalorada conversación donde Aitor derramaba lágrimas por la historia de Noemí y ella lo juzgaba por creerle a Calu.

A Calu le gustaba irritar al mundo, tenía un maldito don para meterse en tu cabeza y jugar con tu realidad, hubo un tiempo cuando Airón era pequeño que le hizo creer que éramos producto de su imaginación y que en realidad estaba solo en un orfanato sin padres ni familia, Airón paso cada día durante dos meses preguntándonos si éramos reales cada que nos hablaba, le costó mucho asumir que Calu jugaba con él.

—Una caja de sorpresas, ¿no? –— sentí una mano aferrarse a mi cintura y mordí el interior de mi mejilla para no sonreír, había extrañado esto.

—¿Una bonita? —– me recargué en su pecho y sentí el palpitar de su corazón en mi espalda.

—Una molesta, dulzura —– ironizo tensando su mandíbula, gire mi rostro para mirarlo y curvar una sonrisa.

—No me digas que estas celoso —me burlé.

—Ya quisieras verme celoso —me soltó mirándome altivo.

—Oye dulzura, ¿Quieres un trago?

—Por su...

Apenas me giraba para ir hacía Aitor y su trago cuando Alek me giro aferrando mi mandíbula tirando de mi rostro hacia el suyo chocándose con mi boca con posesividad. Mi yo interior sonreía encaprichada, deslizo su mano por mi cintura apegando su pelvis a la mía mientras que su lengua le hacía la guerra a la mía, azotaba mi boca con una agresividad asfixiante que por poco no le sigo el paso, bajo su mano razonado mi culo y no pude evitar sonreír, que puto infantil, mordí su labio jalándolo hacia mí terminando así con su beso, lo miré con una sonrisa sátira y complaciéndome con su mirada colera.

—Espero que sea whisky – le hable a Aitor sin desviar mi mirada de los ojos de Alek.

—Es tu favorito, dulzura.

Desde que me conoció comenzó a llamarme así, al principio era con ironía, luego se volvió su apodo favorito y comencé a tolerarlo solo porque era él y en su momento si llegué a sentir más que molestia por su persona—costumbre, tal vez— pero justo ahora ese apodo lo utiliza para irritar, está cargado de ironía y malicia, y Alek parece notarlo, porque está a la nada de caer en sus provocaciones.

—¿Sabes cómo puedes desatar tus celos? – le susurre inclinándome hacía él—pista. Conmigo. En tu cama. Sin ropa.

—Que te diga una vez más dulzura y resígnate a perder las piernas –— su mano se deslizo por mi espalda bajando a mi culo y en cuanto dio un apretón fruncí mi ceño entendiendo a lo que se refería.

—Dulzura, con hielo o sin hielo —– cerré mis ojos en cuanto me sonrió con victoria, como si ahora el dulzura no le desagradara del todo.

—Le gusta seco –— le respondió serio —– el hielo será para después.

Paso caminando por el lado mío dando un golpe a palma abierta a mi nalga derecha, di un salto en mi lugar y mis hombros cayeron hacía atrás, respire profundamente y me resigne, no llegue a donde estoy por ser una cobarde.

Alek Schneider.

Caminé por los pasillos de la suite del hotel con mi mirada perdida estirando mis brazos no hace mucho desperté y sigo algo aturdido.

Han sucedido muchas cosas en poco tiempo, demasiadas cosas que no me han dejado tranquilo, mi cabeza no deja de trabajar, pensar y maquinear planes por si algo sale mal, ya no es solo una mafia la que nos quiere muertos, resulta que la mafia alemana también nos quiere muertos, ¿Por qué?, no tengo una jodida idea.

Que yo este enterado no hemos asesinado a ningún primogénito alemán.

Llegue a la cocina y en cuanto Noemí y el dichoso exnovio de Hela, Aitor me vieron dejaron de hablar para analizarme un par de segundos, e ignorarme y seguir con lo suyo.

No los tome en cuenta y mire el reloj en la pared ya eran casi las cuatro de la tarde.

—¿Los demás? – pregunte al notar cierto silencio y mire a Noemí, recalcando que mi pregunta iba para ella, justo ahora me desagrada menos que el otro imbécil.

—En la sala —– me sonrió, y detallándole el rostro me gire.

Oí los cuchicheos entre Aitor con Noemí y no pude evitar rodar los ojos, que fastidio oírlo preguntar por Hela, arpía que no veo por ningún puto lado, arpía que no me respondió que tipo de relación tenía con ese otro, según ella nunca fueron pareja y según él estuvieron a nada de casarse, y según Noemí, ella no se metía en asuntos de parejas, así que no sé que creer.

Entre a la sala viendo a Axel y Adam que estaban sentados en diferentes sofás, Axel con la mirada en sus manos y Adam tenía su cabeza recostada en el respaldo, ojos cerrados y ceño fruncido, mientras que Akim por su parte daba vueltas por detrás del sofá en donde estaba Axel.

Los analicé un par de segundos y me senté en total silencio en el sofá individual para analizarlos con detalle.

Por como Axel juguetea con sus dedos algo le preocupa, sus ojos van de un lado a otro de seguro su mente está procesando mil cosas a la vez y en cualquier momento estallará.

A Adam algo le molesta, su ceño fruncido, ojos cerrados, cabeza hacía atrás y brazos tensos, no sé cuál de los tres es más fácil de leer, pero están tan sumidos en su propio mundo que aún ni siquiera notan mi presencia.

Akim por su lado camina de un lado a otro con su mirada clavada en sus pies y manos rascando su nuca, parece que se está debatiendo por hablar o no hablar, debe ser algo que le causa bastante conflicto, son pocas las veces que Akim, piensa y analiza las cosas antes de decirlo, casi siempre es al revés, dice las cosas, la caga y luego las piensa.

Adam soltó un suspiro pesado y ninguno pareció notarlo, podría levantarme aprovechando que soy invisible e irme dejándolos insertos en sus problemas, pero la curiosidad es grande.

—¿Qué pasa? – les pregunte y automáticamente me miraron notando recién mi presencia.

Akim se sentó frente a mí y los tres se pusieron rectos en su lugar mirándome, abrí mi boca para volver a preguntar, pero estos comenzaron hablar a la vez y no supe a quién mierda mirar, entendí algo de rastreadores, de patadas en el culo, secuestros, aceptación y no sé qué mierda más, comenzaron a discutir entre ellos y mi cabeza cayó sin fuerzas hacía abajo, se señalaban con acusación y daban miradas asesinas, me miraban hablando con una rapidez que me era imposible entenderlos a los tres, era como si estuvieran hablando en diferente frecuencia.

—Si hablan todos a la vez no entiendo una mierda —– les reclame deteniendo sus ladridos-— Akim que pasa.

Akim abrió su boca para hablar, pero en cuanto me miro se quedó estático un par de segundos y dirigió su mirada a Adam.

—¿Por qué demonios no nos dijiste que estabas con Damyan? —– en cuanto pregunto la mirada de Adam se desvió, Axel se giró para mirarlo y el ambiente se tensó.

—¿Cómo? –— fue su respuesta —– tú mismo lo dijiste por mi estupidez nuestro padre murió, ¿Cómo iba a...

—Maldita sea, Adam, que eres mi puto hermano —– le lanzó un cojín y me lo quede mirando sin saber que decir —– fue la rabia del momento, no entendía que mierda estaba pasando y solo hable por hablar, que papá muriera no es tú culpa. Pero ¿Por qué no decirnos?, ¿Qué pensabas? ¿Pensabas que te íbamos a dejar de lado?

—Bueno cuando lo dije me disté un puñetazo y...

—¡Que no estaba pensando!, —se tocó las sienes— ¿Toda la vida te han gustado...esto... los...

—¿Los hombres?, sí –— le respondió seco y frío, como siempre.

—¿Nunca sentiste atracción por una mujer? —indago.

—No –— le negó soltando la respiración—- lo intenté muchas veces, pero nunca...nunca me pude sentir cómodo, fue difícil entenderlo y más aceptarlo...

—No tenías que hacerlo solo, nos tenías a nosotros – Axel le dedico una mirada significativa y por primera vez vi como Adam curvaba una sonrisa sincera en presencia de nosotros y no sarcástica ni burlona.

—No es por nada, pero tú y Akim eran inseparable de pequeños, Alek nos ignoraba a todos y a mí me quedo crecer solo, siempre fueron los perfectos Schneider, en casa, en el instituto en todos lados, fue bastante difícil aceptarlo cuando tenía a todo el mundo esperando cosas diferentes de mí a causa de ustedes.

—¿Te sentías así por culpa nuestra? —-Akim lo miro con su ceño fruncido, pero Adam no respondió y con eso dijo todo-— ¿Eso creías de nosotros?, ¿Qué éramos los perfectos Schneider?, por favor, Adam, yo estuve preso más veces de las que recuerdo, a Axel le iba fatal en el instituto si no fuera por las donaciones de nuestro padre aún asistiría a clases, Alek...Bueno Alek, Alek si pudo a ver sido el Schneider perfecto, pero venga —se tiró hacía atrás—- pudimos ser algo distantes entre nosotros de pequeños, pero si alguien te hubiese dicho algo o molestado, nos tendrías para respaldarte, una noche más en custodia no es nada – le restó importancia.

—Nosotros no seriamos capaces de juzgarte ni señalarte por nada, no tienes por qué reprimir quién eres por temor a que pensemos o al qué dirán. Per...perdimos a papá, pero tu perdiste más que nosotros y no lo sabíamos...

—Me siento un pésimo hermano –— Akim restregó los ojos y nos miró uno a uno-— si no hubiese sido por la muerte de papá, nosotros nunca hubiésemos estado de esta manera, el huir juntos, pelear juntos, hemos estado más unidos estos dos años que toda nuestra vida.

—Somos muy diferentes Akim —– lo mire—- tenemos diferentes personalidades y carácter, juntos somos explosivos y es normal, no por ser hermanos tenemos que estar encima del otro a cada rato. Pero te equivocas, seremos distantes y poco afectivos, pero cada vez que estuvimos en apuros nos teníamos, no recuerdo una sola pelea que no estuviéramos los cuatro involucrados, pasar buenos ratos está bien, pero estar juntos en los malos momentos, de eso se trata la hermandad, así fue como nos crío mamá y así es como hemos sobrevivido hasta ahora...

—¡Ven lo que digo! – Akim me señalo mirando a los demás-— ¡El perfecto Schneider!

—Jodete Akim –— le rodé los ojos molesto y este me sonrió como un niño.

—¿Saben cuándo volverá la rubia? —– los cuatro desviamos la mirada a la conexión de la sala para ver como Aitor caminaba hacia nosotros con una botella de bourbon en la mano y con Noemí a su siga.

—La rubia se llama Ainhoa —– le respondió seco Akim.

—¿Ahora se llama Ainhoa? —– le enarque una ceja pero me ignoró cruzándose de brazos, dándome miradas molestas.

—¿Sabes dónde fue Hela? —– Noemí se sentó en el regazo de Axel y me dedicó una sonrisa forzada.

—No, ¿No está con Ainhoa? —pregunte.

—Ainhoa fue por algo de comer. Hela dijo algo sobre ir a divertirse con no sé qué —– informó Adam elevando sus hombros, me reacomode tenso, ¿Divertirse con qué?

—¿Uso tonó sarcástico o eufórico?

—Se llevo una botella de whisky –Adam entrecerró los ojos mirando a Aitor, quien sonrió divertido.

—Bien, entonces alguien morirá hoy. —canturreo.

—¿Qué tanto la conoces? – Akim apoyo sus codos en sus muslos y lo miro con una sonrisa cómplice, dándome miradas de reojo con burla, busca cabrearme, que infantil.

—¿A quién?, ¿a Hela o a la Diosa?, porque son personas muy diferentes. —¿Diferentes?

—¿Cómo que muy diferentes? —balbuceo Akim.

—No deberías hablar de ella si no está presente, no le gustará —– Noemí negó a Aitor, pero este la ignoró sentándose junto a Adam empinándose la botella.

—La Diosa—empezó— es el lado más primitivo de Hela, su lado sádico, irónico y malvado, multiplicado al mil, ella es impredecible y cruel. En cambio Hela es un poco más difícil de conocer, creó que nunca terminas de conocerla al cien por ciento, aunque quieras o creas conocerla, ella siempre te mostrará solo lo que quiere que veas, aunque...no era solo ella, todos los Petrov eran igual, ¿Verdad? —– miro a Noemí y esta dudo un poco miro a su alrededor y asintió.

—Airón siempre fue un poco más abierto, pero Hela, Erlick y Calu eran un misterio, cada uno peor que él otro.

—Tú viviste con ellos, —le pregunto Adam—¿Cómo fue eso?, tener que convivir con una familia de sicarios. —Noemí lo detalló como si estuviera procesando su pregunta y se acomodó mejor en el regazo de Axel para hablar.

—Aburrido no era-— le sonrió-— era extraño, yo soy hija única y solo tuve a mis padres, convivir con Hela y sus hermanos, fue bastante caótico, ellos eran muy diferentes y a la vez muy iguales y jodidamente competitivos.

—¿Cómo nosotros?

—No –— le negó al instante a Axel—- sus competencias eran para caer en la gracia de Andriy. Eran rencorosos, vengativos y soberbios, juntando todo eso, sumándole que eran asesinos innatos –— puso una mueca—- si Hela por si sola ya es una amenaza potencial, juntando a Erlick, Calu y Airón, eran...devastadores.

—No me sorprende mucho, por qué Chavdar los asesinó y porque conservo a Hela y Airón, a decir verdad, fue una buena jugada.

—¿Matarlos a todos fue una buena jugada? – inquirí mirándolo con detenimiento.

—Los Petrov eran una amenaza, para todos, pero más para las mafias. —recalcó lo que ya sabía—Ellos no se metían en sus líos, pero aun así los gobernaban. Eran el punto medio en la separación de las mafias, así que cuando Chavdar los asesino, no solo se libró de una amenaza potencial, si no que reclamó el poder que ellos tenían sobre las mafias y clanes, pero su jaque fue quedarse con Hela y Airón.

—¿Por qué?, no sé supone que Hela es la peor de todos, ¿Por qué dejarla vivir?

—Por ser la peor de todos —– le respondió a Akim con ironía-— el único ser viviente en esta tierra que saca el lado humano de Hela, es Airón y el que Chavdar lo tenga es la llave para controlarla.

—Hela siempre tuvo sus preferencias. Erlick y ella nunca se llevaron bien, ambos eran demasiado idénticos, competitivos y posesivos. Calu por el contrario era su clon favorito y el entrecomillas bueno, era algo parecido a ti – Noemí le sonrió a Akim con nostalgia— odioso e irritante pero su ausencia si se sentía en esa casa y a pesar de que Hela lo consideraba más que a Erlick, su mano no temblaba a la hora de enfrentarlo, y por otro lado está Airón...Cuando Airón nació Hela tenía poco más de siete años y ella se encargó de protegerlo. Sus padres nunca fueron afectivos con ellos, les enseñaron desde muy pequeños que el amar a alguien era debilidad, que en su mundo querer significaba morir, pero Hela siempre le dio un poco más de cariño a Airón, a su manera claramente, pero se notaba la diferencia que hacía entre sus hermanos, con los demás su mano no temblaba, pero con Airón siempre fue más compasiva y dócil, él a pesar de portar con la sangre de unos Dioses, era...diferente y Hela lo protegió por eso. No...no me imagino cuanto debe a ver sufrido mientras los torturaban...

Desvió su mirada y jugo con sus manos con nerviosismo, todos quedamos sumidos en un tenso silencio, cada uno sumidos en su mente, ahora comienzo a entender muchas cosas de Hela, él porque es así, porque cada vez que tenía un gesto con ella parecía tan insegura o desconfiada, no está acostumbrada a que se preocupen por ella, no está acostumbrada a los actos de sentir.

—Chavdar al tener a Airón, tiene asegurada a Hela, ella daría todo por su hermano y si lo llegase a perder –— Aitor negó con una mueca—- traería el infierno a la tierra o perdería la razón.

—Ahora entiendo porque es así de... oscura —– se estremeció Akim.

—Y eso que no has visto nada – le negó Noemí con una sonrisa forzada —– Hela con ustedes no es la misma que con los demás, aguanta los comentarios de Akim, las miradas de Adam y la curiosidad de Alek, fueran otras personas...

—Les pasaría lo que a mí — Aitor elevó la mano señalándose—- ser golpeado y amenazado con una cuchilla en un club, no es mi pasatiempo favorito.

—Bueno...Somos el boleto para liberar a su hermano, tiene sus razones, ¿no? – Axel miro a Noemí y en cuanto Aitor soltó una risa burlona ella le negó acariciando su rostro.

—¿Nunca han oído hablar de Hela?, de su humor retorcido y su fascinación por el mal ajeno, ustedes más que diversión le han dado dolores de cabeza, conociéndola como la conozco sigo sin entender porque se desvía de su plan...

—¿Nos agarró cariño? – pregunto con interrogativa en el rostro Adam.

—Conmigo tuvo una relación de dos años y le toque un objetivo y mando al clon malvado por mi cabeza, ¿Crees que ese ser puede sentir cariño?

—Quiere a Airón— señaló Adam-— quizás no sentía nada realmente por ti.

—Airón es su protegido – le rodó los ojos molesto—- y por favor, fueron dos años bonitos para mí, no me hagas dudar de sus sentimientos.

—Te quiere muerto – le recordé, de que sentimientos habla. Idiota.

—Pero me quiere de alguna forma – sonrió.

—Sí, muerto.

—Bueno, pero antes de meterme con su objetivo, si me quería – lo dijo más para convencerse así mismo que a nosotros.

—Si te quería de verdad, te hubiese perdonado, no mandado a matar.

—Fue muy estúpido lo que hiciste – le critico Noemí – provocarla de esa manera por atención, ¡Tú! Que sabías lo que conllevaba hacerlo.

—¡Nunca creí que se lo tomaría tan mal! – se defendió.

—Sigo sin entender eso de la carta roja, los fichados y Caronte.

Aitor abrió su boca, pero enmudeció al sentir pisadas a su espalda, por un segundo el terror se vio reflejado en sus ojos. Por mucho tiempo me pregunte porque Noemí reaccionaba con temor a la presencia de la que era "Helena", ahora sabiendo quien es en realidad me sigo preguntado lo mismo, escuchando todo lo que cuentan y dicen de ella, no encaja, sí, es oscura, eso lo note desde un principio, pero no la veo como alguien "Mala".

—Traje comida – la expresión de Aitor se relajó al ver que se trataba de Ainhoa, la miro regalándole una sonrisa coqueta y nuevamente Akim se irrito, tan obvio—- ¿Qué hacían?

—Aitor nos iba a contar sobre los fichados por Hela...

Adam no terminó ni de hablar cuando Ainhoa paso rápidamente por el frente de todos, dejando las bolsas de comida sobre la mesa de centro sentándose junto a Akim subiendo sus pies al sofá para concentrarse en Aitor, quien la miro enarcando su ceja, en realidad todos la mirábamos así.

—Siempre quise saber si era cierto lo de la carta roja – comento emocionada.

—Lo era – le respondió Aitor—- hubo una vez donde Hela se obsesiono con una de sus víctimas, fue a la que más tiempo siguió, observo, analizo y acecho, lo cazo por meses, y cuando llego su momento de gloria, su víctima fue brutalmente asesinada, murió dentro de su mundo, pero Hela sido la posesiva que es, lo vio como una ofensa a su nombre. Después de ese momento decidió crear la carta roja donde Terry Myers fue su primer Caronte. No era la primera vez que le tocaba acechar a sus víctimas estando heridas y eso nunca fue de su agrado. Pero una vez creada la carta roja ya nadie se atrevía a tocar a un fichado, dejaban de hablarle, mirarlo e incluso lo excluían y prohibían la entrada a los sitios, nadie quería ser el Caronte de la Diosa de la muerte, ni mucho menos provocar a la Diosa que los poseía.

—He oído que el Caronte hace una especie de cantico antes de entregar la carta roja, ¿Eso es cierto?

—No tengo ni la más mínima idea – Le respondió a Ainhoa-— pero no me sorprendería, Hela es muy creativa.

—Pero... ¿Cómo?, ¿Los obliga a cantar? y entregar ¿Qué? ¿Una carta?

—Honestamente —suspiro Aitor dando una negativa corta—prefiero nunca enterarme, no está en mi lista de deseos ser fichado por ella –asintió a lo que quise recordarle que ya había sido fichada por ella pero hablarle no me complace así que nos quedamos en silencio hasta que Ainhoa habló.

—He oído demasiados rumores sobre ella, como uno que dice que ella hizo a un hombre sacarse el hígado y comérselo, o también que le dio a una de sus víctimas piernas de cerdo y le hizo creer que se estaba comiendo sus propias piernas solo para jugar por su mente... ¡Oh, oh! – se emocionó-— oí también que si pronuncias tres veces seguido, Hela Petrov ella aparecerá para asesinarte...

Vi muchos rostros confusos y algunas sonrisas irónicas, había oído rumores, pero nunca algo tan estúpido como eso.

—¿Decir tres veces? – Aitor le sonrió con confusión y respiro profundamente-— Hela Petrov, Hela Petrov, Hela Petrov...

—¿Por qué me...

—¡Santo Dios! – Aitor dio un salto y mi jodido corazón se aceleró como un pendejo, sentí pequeños gritos ahogados y rostros de pánico, mientras que en sincronía girábamos nuestra mirada y el pánico aumento.

Hela nos miraba apoyada en una pared a la entrada de la sala con una daga en sus manos y clara mueca de confusión.

—¿Por qué esas caras?, parece que acaban de ver a un fantasma – rodó los ojos y camino hacia nosotros, le quito la botella de bourbon a Aitor y direcciono sus pasos hacía mí.

—Hablábamos sobre lo que se dice de ti – Hela rodó los ojos y quede incrédulo, al ver como se sentaba en mi regazo con total naturalidad, teniendo sitios libres a su alrededor, camino directo hacía mí.

—¿Es cierto que hiciste que un hombre se sacará el hígado y se lo comiera?

Dejo de jugar con su daga y frunció ligeramente el ceño mirando a la nada, como si estuviera recordando, me la quedé mirando detenidamente y no pude evitar embelesarme como un idiota, como una mujer como ella puede provocar tanto temor, cuando lo único que me provoca son jodidas erecciones a cada nada.

—No– negó y se recargó en mí subiendo ambas piernas al sofá deslice mis manos por sus muslos y se las quedo mirando un par de segundos-— ese era el estilo de Erlick lo mío es jugar con la mente, no convertir a mis victimas en caníbales.

—Ósea que sí hiciste creer a un hombre que se comía sus piernas cuando en realidad eran patas de cerdo – me miro y por como brillaron sus ojos con malicia obtuve la respuesta.

¿Es normal que me parezca encantador su lado psicópata?

—Esa fue idea de Calu, pero fue bastante divertido, más el verlo llorar desconsolado y patalear creyendo que se comía sus piernas.

—Calu siempre tuvo el don de meterse en tú mente, tenía una jodida habilidad de mirarte y hacerte creer lo que él quería, era...aterrador – se estremeció Aitor, al igual que Noemí.

—Era divertido – Hela sonrió, pero su sonrisa no le llegaba a los ojos—- tenía un poder de convencimiento único, siempre terminábamos haciendo lo que él quería y ni cuenta nos dábamos cuando decíamos que sí.

—En eso no se diferencian mucho – le negó Noemí – era difícil decirles que no.

Lo confirmo al cien por ciento, desde que la conozco no he sido capaz de negarle nada.

—Me da curiosidad saber, como eran –— Akim miro fijamente a Hela y por un momento vi incomodidad en su rostro-— por ejemplo, como perseguían, acechaban, cazaban, como sea... como seguían a sus objetivos, armas favoritas...

—Y yo que creí que preguntarías por apariencia física – Hela le entrecerró los ojos y Akim le restó importancia a eso—- Erlick —respondió impresionándome al ceder y brindarnos información—dependía de su humor si era un buen día se volvía bastante creativo, pero en sí era prepotente, sencillo y directo perseguía capturaba y mataba, su preferencia en armas eran de fuego, pistolas, fusiles y tenía una jodida obsesión por los explosivos.

<<Calu – sonrió – Calu era algo irónico, siempre con una sonrisa burlona, riéndose de sus víctimas, jugando con ellas y con su mente, él bebía tragos con sus objetivos, jugada pool, bailaba y cuando la confianza se acentuaba, asesinaba, su arma favorita era una Beretta 92 de nueve milímetros, fue un regalo de nuestra madre y nunca la soltó.

<<Airón—- borro la sonrisa y vi como sus manos se tensaron—- Airón él. A él nunca le gusto lo que hacíamos – desvió su mirada y no fui el único en notar su incomodidad, subí mi mano por su muslo y di una leve caricia al dorso de su mano, Hela miro un par de segundos mi mano y termino por entrelazarla con la suya—- fue entrenado y moldeado igual que nosotros pero solo tenía catorce cuando nuestros padres murieron, no tenía la misma habilidad ni experiencia que nosotros y no le gustan las armas – negó con una sonrisa-— lo suyo es pelea cuerpo a cuerpo.

—Un pequeño boxeador – le sonrió Aitor con nostalgia y Hela asintió sin devolverle la mirada ni sonrisa.

Di una suave caricia en su espalda y ella desvió su mirada para analizarme un par de segundos, su semblante sigue inexpresivo, con una máscara de hielo, que pareciera que nada le afecta, pero a mí no me engaña, la he admirado por mucho tiempo como para saber que se contiene, di un apretón en su mano y sus ojos me analizaron con confusión, paso de la confusión, seriedad, confusión y termino por volver al brillo de la inexpresividad.

—Y bueno...Yo – elevo el rostro con su mirada altiva, con sus jodidos muros cubriendo cada fracción de su cuerpo—- yo acecho, persigo, analizo y observo, me gusta sembrar el miedo en mis objetivos, que sientan mi presencia pero que no puedan verme y sobre armas preferidas-— hizo girar la daga en sus manos y sonrió – lo mío son las cuchillas, dagas, katanas.

—¿Armas de fuego no? – pregunto Axel.

—Se usarlas, pero me gusta el silencio y a diferencia de Calu o Erlick en un buen día yo me tomó mi tiempo, cualquiera puede tomar un arma, disparar y asesinar a alguien, pero no todos pueden hacer lo mismo con dagas o katanas, se necesita más que precisión y buen pulso, requiere agilidad y rapidez, cosa que no muchos tienen.

—Bien, dominas las cuchillas, dagas y katanas, sabes usar ¿Todo tipo de armas? – Hela asintió-— y ya sabemos que dominas las peleas cuerpo a cuerpo – Akim le sonrió burlesco a Aitor quien rodo los ojos—- ¿Algo más que agregar a tus habilidades?

—Soy poliglota, estratega, manejo todo tipo de vehículos, terrestre, marítimo y aéreo, fui entrenada para sobrevivir en precarias condiciones, domino el arte del camuflaje y...

—Para que pregunte – Akim se dejó caer hacía atrás jadeando con dramatismo, haciéndome sonreír y de paso negar a Hela.

—Es hora de divertirse dulzura – Aitor se levantó sacudiendo su teléfono y la sonrisa de Hela se ensancho—- Ruslan va de camino al club.

—Genial-— celebro – lo seguí todo el día y fue realmente decepcionante ver cómo le es infiel a su esposa – negó chasqueando su lengua y se puse de pie-— Ruslan es un mal muchacho, hay que enseñarle un poco de lealtad, ¿no?

Elevo sus hombros dando un pequeño giro en su lugar, me dedicó una pequeña sonrisa traviesa para guiñar su ojo y salir en dirección a los pasillos...

—Veremos a la Diosa de la muerte en acción – festejo Akim.

—Sí, esto será divertido –—Aitor elevo sus hombros haciendo sonar su cuello y camino hacia la cocina.

Veamos que tiene que decir el tal Ruslan...




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro