Capítulo 18
Alek Schneider
Cerre con fuerzas mis ojos apenas el frío del alcohol quemo mi abdomen, deje la botella sobre el lavamanos y aferre mis manos contra este me mire frente al espejo y revise la herida, no es un corte grande, pero si algo profundo.
Desvié mi mirada a la puerta del baño y oí los gritos y discusiones, Adam se ha mantenido en silencio escuchando los insultos de Akim y sus quejas constantes incluso lo ha detenido cuando ha tratado de llegar a la mentirosa de mierda que yace atada en una esquina del cuarto.
Ya amaneció y si queremos mantener un bajo perfil es mejor que no salgamos de aquí, llegamos en la madrugada a un pueblo en medio de la nada—— ¿Dónde estamos? — no tengo una jodida idea, pero no tenemos teléfonos, ni dinero, ni armas, nada, estamos totalmente desprotegidos y yo no puedo pensar con coherencia.
Me encerré hace media hora en este baño y no he sido capaz de salir, no puedo, por primera vez en toda mi vida no sé qué demonios hacer.
——¡Tenemos que matar a esa perra! -—Akim grito enfurecido.
Volví a mirar mi reflejo en el espejo para apretar mis manos, lleva inconsciente desde que se desmayo en la carretera, ha perdido mucha sangre y con suerte respira, esta a un paso de morir y me sigo preguntando, ¿Sería capaz de dejarla morir?
—¡Que jugo con nosotros Adam! —– respire profundamente calmando mis latidos-— ella y la puta castaña nos vieron la cara, ¡Nos jodieron!
Sentí golpes, y por los gritos de Axel se que es hora de salir del baño y enfrentarme a la realidad. Siempre sospeche de...de ella, sabía que algo ocultaba, mi idiotez me decía que la oscuridad que tenía era por su pasado, quizás problemas con drogas o familiares, nunca se me paso por la mente que podría traicionarnos así...Yo que siempre desconfío de la gente, confíe en ella, me distraje, baje la puta guardia y...y me traicionó.
—¡Que está herida! –— abrí la puerta del baño y vi como Adam empujaba a Akim alejándolo de Helena.
—¡Debería estar muerta la hija de puta! —– intento abalanzarse sobre ella y Adam nuevamente lo empujo esta vez con el doble de fuerza.
Adam parecía un maldito muro, estaba cabreado y se notaba, hombros tensos, mandíbula retraída, ceño hundido y la mirada cargada de colera direccionada específicamente a Akim quien no le saca la mirada a Helena la analiza y camina de un lado a otro como perro rabioso, mientras que Adam esta de pie frente a ella protegiéndola por como aprieta sus puños doy por hecho que esta dispuesto a todo con tal de que Akim no la toque.
—Alek-— desvié mi mirada a Axel quien estaba recargado sobre un mueblo con su mirada cargada de culpa-— Y...yo no sa...sabía nada.
Bajo su mirada y note sus manos temblorosas fuimos los idiotas de una castaña y pelinegra.
—La herida fue limpia hay orificio de entrada y salida, paré el sangrado, pero necesitara puntos –— desvié mi mirada a Adam y no pude no verla.
Estaba atada de pies y manos con su hombro expuesto y la cara sin rastros de sangre, pero golpeada, Adam se ha dedicado a limpiarle la sangre y curar sus heridas, tiene una toalla presionando su hombro y su cabeza apoya en la pared, expresión relajada y respiración calmada, está pálida y claro que debe estarlo perdió mucha sangre debería estar muerta.
—¿Qué haremos con ella? —– mire a Akim quien me analizaba con expresión iracunda, la señalaba sin mirarla y con manos temblorosas-— ¿La mataremos?
—¡No podemos matarla!
Akim soltó un bufido exasperado y se giró hacía Adam.
—¡Deja de defenderla! ¡Entiende que por su jodida culpa casi morimos, ella nos iba a entregar, Adam! ¡Nos vendió!
—No, no es así – negó Adam—- ella nos protegió, recibió un disparo por nosotros...
—¿Nos protegió? ¡Nunca habíamos estado tan cerca de morir! – grito exasperado.
—Si su intención era entregarnos, ¿Por qué nos dejo cuchillas a la mano?, la manera en que nos ató, las sogas ni siquiera estaban reforzadas...Ella...Debe a ver una razón para todo esto.
—¿Te la follabas también? —– Akim se acerco a Adam y este retrocedió confundido—- ¿Es eso?, ¿Por eso la defiendes tanto?, ¿Qué pasa que no le bastaba tirarse a un hermano que fue por el...
Adam le dio un puñetazo certero en el pómulo a Akim haciéndolo retroceder todo fue un silencio absoluto lo único que se podía oír eran sus respiraciones agitadas, Akim limpio el borde de su labio el cual sangraba y miro a Adam con una sonrisa irónica.
—Cuidado con lo que dices, Akim. No me hagas perder la paciencia.
—¿Por qué? —– se acercó a él-— ¿Piensas defender a tu zorra?
—Basta –— los detuve al instante en que se acercaron para agarrarse a golpes-— los dos.
Los mire intercaladamente y el primero en retroceder fue Adam quien miro de pies a cabeza a Akim con recelo.
—La escucharemos, esperaremos hasta que despierte y una vez explique sus razones veremos que hacer.
—¿Veremos qué hacer? – me miro Akim con expresión crédula-— ¿Piensas dejarla ir?
—No, pero está atada, débil y vulnerable, podemos usarla y obtener información sobre Chavdar, nosotros no sabemos donde está, quizás ella sí y usándola podemos llegar a él.
—Olvidamos el hecho de que asesino a cinco posibles mercenarios ¡Con solo unas cuchillas! –— Akim chillo sacudiendo sus manos y todos direccionamos la mirada a Helena.
Fue impresionante, debo admitirlo, fue realmente impresionante la técnica con la que lanzo las cuchillas, como asesino a sangre fría a cuatro y encima asesino al último estando herida, borré la sonrisa en cuanto noté que se estaba formando—- concentración Alek—- fue asombroso y excitante, cosa que nunca diré ni admitiré.
—¿Quién demonios...
Sentimos el golpeteo en la puerta de entrada y todos quedamos estáticos en el lugar, al llegar a este pueblo al primer lugar que entramos fue a un motel de mala muerte, no nos pidieron identificaciones ni nada por la regla de "privacidad" y pedimos que no nos molestaran, tuvimos que hacer malditos malabares para que nadie viera a la mujer inconsciente y ensangrentada entrando a una habitación de motel con cuatro hombres en perfecto estado.
Nos miramos entre nosotros en completo silencio y en cuanto los golpes se hicieron más estrepitosos desviamos nuestra mirada a la mujer inconsciente en la habitación, le hice una señal a Akim para que fuera abrir la puerta y todos seguimos sus pasos en completo silencio.
Apenas abrió la puerta quedamos en un estado de inmovilidad absoluta incluso deje de respirar un par de segundos para caer en una completa confusión, este día cada vez se vuelve más extraño.
—¿Dónde está? –— la voz de la puta castaña retumbo en las paredes y Axel se puso completamente recto y se dirigió a pasos acelerados hacía la puerta para quedar inmóvil tras Akim.
—¿No...Noemí?
—¿Dónde está? —– volvió a preguntar e intento pasar, pero Akim la detuvo con brusquedad empujándola por los hombros.
—¿Acaso eres estúpida?, ¿Nos drogas e idiotamente vienes a nosotros?, ¿Quieres morir?
Lo ignoro con su manos temblorosas y miro por sobre sus hombros en cuanto su mirada choco con la mía note sus ojos irritados por las lágrimas siguió mirando, deteniéndose en el final de la habitación.
—¿Qué? ¡¿Qué fue lo que paso?! –— intento correr hacía Helena y nuevamente Akim la empujo por los hombros.
—Lárgate de aquí si no quieres morir también.
—¿Está...está muerta?
—Lo estará pronto –— hable cruzándome de brazos, Noemí me miro un par de segundos y sus labios se apretaron.
—Por favor —– suplico derramando lágrimas —– déjame pasar y curarla.
—¿Cómo diste con nosotros?
—Alek...yo no puedo —– negó.
—Cierra la puerta Akim, no vale la pena seguir viéndola.
—¡No la dejes morir Alek! —– sostuvo con fuerza la puerta e ignoré su mirada como la de Axel-— ¡Por el amor de Dios! –— grito, rodé los ojos.
—Hermano...—- lo miré con expresión seria y Axel desvió su mirada a la puerta.
—Alek por favor —– siguió suplicando—- no dejes que se muera...no ella...
—¿Por qué?, ¿Por qué tiene razones lógicas para habernos traicionado?, no te preocupes Noemí, esperaré pacientemente a que se despierte, nos cuente sus jodidas razones para darle un tiro en la sien.
—Se que ahora es difícil de entender y que todos están confundidos y molestos, pero... ¡Joder! Teníamos un plan...Yo...yo no...
—¿Un plan?, ¿Cuál plan?, ¿Qué ganaban ustedes entregándonos? –— Akim la miro de pies a cabeza y mi mirada se desvió a Helena.
"Eran ustedes o mi hermano"
—Yo...yo no puedo... no puedo...
—¿Es por Airón? –— la mire y en cosa de segundos tenía todas las miradas puestas en mí-— Helena dijo "eran ustedes o mi hermano" ¿Chavdar la chantajea con el hermano, es eso?
—Yo no puedo decirles nada —– negó y su terquedad comenzó a darme dolor de cabeza-— solo...déjame curarla y así les contará lo que pueda...
—¿Lo que pueda?, ¡Basta ya de las putas mentiras!, si no nos dirás nada, lárgate de aquí.
—¡No me iré sin ella! —- empujo por los hombros a Akim y se introdujo en la habitación con su mirada fija en Helena, Akim intento detenerla, pero Axel lo jalo del brazo con brutalidad alejándola de Noemí.
Me puse en su camino frenando sus pasos, Noemí intento rodearme, pero se lo negué.
—¿Cómo llegaste a nosotros? – la mire detenidamente, pero ella no sacaba la mirada de Helena—- Si no nos dirás que mierda pasa con ella, al menos responde como diste con nosotros.
—Tienen rastreadores —– se exaspero elevando su rostro para mirarme—- no sé qué mierda salió mal, pero teníamos un jodido plan, tú, Adam, Axel y Akim tienen rastreadores.
—¿Rastreadores? – pregunto Axel con su voz débil.
—Yo no tenía otra opción —– se giró hacía él—- le debo mi vida...
—Lo sabían todo desde un principio, ¿No? –— miré a Noemí y al ver como desvió su mirada asentí -— ¿Nada fue real?, ¿Ni siquiera la pelea en el club?, fue todo un maldito montaje para llegar a nosotros...
—No todo fue un engaño –— se defendió Noemí, sonreí con ironía.
—Claro, dirás que lo que sentías era real y por eso te sentiste culpable al drogarnos, pero igualmente lo hiciste, vaya forma de sentir tienes.
—No lo entienden-— negó cabizbaja-— ustedes no saben lo que es no tener opción, yo podía elegir entre ayudarla o darle la espalda, pero ella no tenía opción...
—¿Qué no sabemos lo que no es tener opción?, ¡Llevamos dos putos años huyendo! –— le grito Akim forcejeando con Axel-— cuando por fin dejamos de huir llegaron a cagarnos la vida, ¡Dos años huyendo joder!
Tiro golpes al aire, pero los detuvo reaccionando a la débil risa que nos hizo frenar los movimiento, Noemí dirigió su mirada hacía Helena y pude ver como sus hombros se relajaban.
—Al...Al menos tuvieron la opción de huir-— hablo con su voz rasposa, me gire hacía ella tensando mis manos.
Seguía con su cabeza recargada en la pared, ojos cerrados pero fruncidos y una sonrisa a labios juntos, su respiración ya estaba débilmente acelerada y sudor corría por su frente y cuello.
—Intenta sobrevivir cuatro años a cautiverio sin volverte loco —– abrió sus ojos bajando su cabeza y como si supiera donde estábamos todos centró su mirada en Akim, regalándole una sonrisa forzada.
—¿Qué fue lo que paso? —– susurro Noemí mirándola con preocupación.
Helena la miro de pies a cabeza, con la misma expresión que la última vez que despertó de una inconsciencia, como si estuviese viendo que estaba todo bien con ella.
—Complicaciones técnicas-— sonrió frunciendo su ceño para desviar su mirada a su hombro.
—Tienes cinco minutos para decirnos quien mierda eres o te asesino –— Akim la señalo con su mandíbula tensa y Helena rodó los ojos irritada.
La miramos todos en completo silencio a la espera de que hablará.
—Nun-— suspiro y mis manos cayeron sin fuerza al ver cómo dirigía sus manos a las sogas de sus pies, manos que estaban atadas en su espalda para seguir hablando en un alemán jodidamente perfecto—- es ist Zeit, sich vorzustellen –— desato las sogas en sus pies y se puso de pie frunciendo débilmente su ceño por dolor-— Engendros –— nos miró –— Hela Petrov, un placer.
<<Bien, es hora de presentarse>>
Inclino su cabeza en una especie de reverencia y el silencio que se formo en la sala fue perturbador, todos la miraban y nadie decía absolutamente nada, volvió a erguir la cabeza y nos miro como si nada pasará.
Analice su rostro y sus palabras hicieron eco en mi cabeza, ¿Hela Petrov?, ¿La jodida Diosa de la muerte?, ¡¿La que murió a manos de Chavdar hace cuatro años?!
—¿He...Hela...
—Petrov, sí – asintió Helena, Hela, ella-— ¿Tú informe? —– miro a Noemí ignorando nuestras miradas.
—¿Y tú no estabas muerta? —– Akim la señalo sin poder creerlo y yo no supe que demonios decir, tenía un millón de preguntas para interrogarla, pero ahora, ¡No sé qué decir!
—Creó que puedes deducir tú mismo la respuesta a eso.
—¿Tú eres Hela Petrov? —– desvió la mirada a Adam y después de analizarlo de pies a cabeza asintió.
—Tenemos que irnos –— se acerco a Noemí y apenas dijo esas palabras di un paso hacía adelante.
—De aquí no te vas—- sentencie.
—Esto me trae recuerdos –— sonrió para girarse hacía mí-— pero tengo la leve sospecha de que esta vez no me retienes porque estoy herida, ¿no?
—Tienes muchas cosas que explicar.
—Demasiadas, pero ahora no tengo tiempo.
Soltó un suspiro de cansancio y frunció débilmente su ceño en una mueca por el dolor, la analice detenidamente y algo presiono mi pecho al notar el color sombrío que se formaba en su pómulo, su ceja tenía una pequeña abertura rojiza al igual que la parte inferior derecha de su labio, es inevitable no sentir la necesidad de protegerla. Volvió a dirigir la mirada a Noemí y en cuanto hizo el ademán de irse me exaspere y hable sin siquiera pensar;
—¿Eres un títere más de Chavdar?, ¿Trabajas para el hijo de puta que mato a tu familia?, eres igual de escoria que él...
Borró su sonrisa y se giró hacía mí, su semblante se volvió frío, sus ojos perdieron el brillo y por primera vez sentí todos los rumores que he oído, vi el caos, la destrucción y la muerte corriendo por sus ojos, la oscuridad tosca y tormentosa que desprende su presencia.
—¿Soy igual que él? –— preguntó y su voz hizo erizar mi piel—- veamos, yo los cazo y se los entregó a Chavdar, déjame pensar—- toco su mandíbula-— es lo mismo que decirle a Chavdar su ubicación exacta para que el venga por ustedes, ¿no?, la misma escoria en diferentes situaciones, en una estoy yo cazándolos para liberar a mi hermano y por el otro lado esta su padre, vendiéndonos para salvar a sus hijitos, ¿Quién es más escoria Alek?, yo que estoy de pie frente a ustedes o su padre que traiciono una amistad y asesino a una familia completa.
Mi boca se entreabrió y aunque quise decir algo, no pude, oyendo esto recién proceso todo lo que esta pasando, frente a quien estoy y contra quien me enfrento.
—¿De qué demonios estás hablando?, mi padre ni siquiera los conocía, ¿Cómo es que?, Alek...
—Me encantaría quedarme y charlar sobre los errores de su padre, pero tengo que irme, así que...
—¿Lo que dices es cierto? -— la detuvo Adam-— ¿Mi padre los vendió por nosotros?, ¿Cómo es que...
—Su padre hizo lo que yo planeo hacer, entregarlos a Chavdar para salvar a mi familia...
—¿Están vivos?
Soltó un suspiro pesado y se recargo en un mueble de la habitación para mirar detenidamente a Adam.
—No todos —– le respondió sin sacarle la mirada de encima-— no te equivocabas, al creer que tenía hermanos, no era ajena al caos de convivir con hombres –— sonrió con nostalgia —– tenía a Erlick, Calu y Airón, pero ahora solo tengo a Airón, tengo que darles muchas explicaciones, pero no puedo, no sin antes saber porque la mafia alemana está metiéndose en los asuntos de Chavdar.
—Y cuando lo sepas volverás a intentar entregarnos, ¿No?
—¿Intentar?, creó que hice más que intentarlo —– me miro arrugando su nariz.
—Como es que la supuesta Diosa de la muerte, termina sirviéndole a un imbécil como Chavdar...
—Esto es más complicado de lo que crees —– miro a Akim.
—Entonces explícate –— me cruce de brazos-— explica porque nos vendiste, ¿Fue por venganza a nuestro padre?, pues lamento informarte que el murió hace dos años, cuando nos inculparon por la muerte de Damyan y nos comenzaron a cazar, si lo estás haciendo por...
—Eran ustedes a cambio de mi hermano –— me callo centrando su mirada en mí-— yo los entregaba y Airón recibía su libertad. No hago esto por odio, lamento mucho la muerte de su padre, intente detenerlo, pero no había nada que yo pudiera hacer, Dedrick era un buen hombre, no merecía ese final, pero como él, mis padres ni hermanos merecían morir...
—Chavdar tiene a tu hermano – Hela desvió su mirada a la nada para asentir.
—Y haré todo para que vuelva a ser libre, incluso entregarlos a ustedes.
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Hela Petrov.
Hace tres meses
Mordí el interior de mi mejilla apretando con fuerza mis manos, oí los abucheos, gritos e insultos retumbar por todo el diámetro de la fosa, ignoré las miradas, las palabras y burlas para quedar de pie frente a las rejas y mirar hacia el centro.
Mi corazón se apretó, pero mantuve mi frente en alto y hombros erguidos, mentalizándome una y otra vez, que es fuerte, que mi hermano es fuerte, que puede estar mal herido y en desventaja, pero él es fuerte.
Desde la caída y muerte de un imperio, desde el jodido momento donde los Petrov pasaron a la historia, mi hermano y yo fuimos recluidos, tengo fragmentos de recuerdo de esa noche.
Estábamos preparados para lo que se venía, peleamos, nos defendimos y asesinamos como lo habíamos hecho toda nuestra vida, yo, Hela primogénita de Andriy e Inha, Erlick y Calu gemelos y el menor de los Petrov, Airón, todos peleamos sacando nuestros lados más primitivos, el lado asesino que cada uno poseía, pero cuando nuestro padre cayó muerto, mi madre cayó con él y quedamos solos, hay partes de esa noche que sigo sin recordar, fueron muchos los golpes y las heridas, recibí la mayor cantidad de golpes para proteger a Airón, el solo tenía catorce años, era un niño, un niño que a pesar de los golpes y heridas se puso de pie y me protegió cuando yo no pude hacerlo, las partes que recuerdo están llenas de sangre, de casquillos de bala, cuerpos ensangrentados, cuerpos de mi familia, muertos, todos muertos, cuando abrí los ojos despidiéndome de la oscuridad ya estaba dentro de las celdas en la fosa, pase semanas creyendo que era la única con vida, hasta que empezaron las torturas.
El plan de Chavdar siempre había sido ese, dar con nosotros asesinarnos a todos y capturarme, él me quería a mí, quería mi poder y mi reputación, al ver como yo protegía a Airón, lo salvo para someterme con sus torturas, lo torturo frente a mí por meses al ver que a pesar de eso me negaba a ofrecerle rendición comenzó a torturarme, me torturaba física y psicológicamente, muchas veces quise rendirme, arrodillarme ante él para que dejará de torturar a Airón, pero fue él quien me lo prohibió, fue quien me dijo que si decía someterme que me olvidará del apellido Petrov, que las torturas y maltrato era solo la antesala de los monstruos que creaban, fui testigo de cómo se apagaba la mirada de Airón, de como lentamente perdía la humanidad y de la bestia que creaban, cada día que pasaba Airón dejaba de sentir, no reaccionaba al dolor de las torturas y ellos incrementaban su ingenio para lograr someterlo, nosotros morimos junto a nuestros padres, revivimos en las fosas y fuimos creados por el odio.
—Сьогодні буде день, коли сука помре —– hablaron a mis espaldas refiriéndose a mi hermano en el ring.
<<Hoy será el día donde muera esa perra>>
Me calle mis palabras, no por miedo a su reacción, más bien por temor a la mía, llevo meses con menos supervisión. Después de la muerte de Damyan tuve que saber bajar la cabeza y callar, yo era quien vigilaba sus pasos, quien custodiaba y entrenaba al primogénito y a la menor de Velichko, Darina.
Chavdar vio la muerte de Damyan como un error mío y como mi muerte no le beneficia intento matar a Airón, el nunca realizo nuestras torturas, observaba las más crueles, pero nunca llego a ser el que las aplicaba y ese día Airón estuvo a punto de morir, fue la primera vez que en vez de ira y odio sentí miedo. Un miedo que me llego a suplicar y a aceptar el peor error de mi puta existencia...
No volví a las fosas seguía vigilando y entrenando a Darina, pero aun así era vigilada a cada segundo y lo peor de todo es que las visitas esporádicas de Chavdar dejaron de ser tan efímeras y se volvieron más constantes, pero al menos mi hermano seguía vivo.
Di un paso hacía adelante al ver como el contrincante de Airón tomaba un fierro mientras que mi hermano intentaba ponerse nuevamente de pie.
Vamos Airón ponte de pie, intercale mi mirada en él y en su oponente, el cual arrastraba el prominente fierro direccionándolo a mi hermano. Al ver que no se ponía de pie di un paso en su dirección, pero frené al ver como lanzaba un golpe con el fierro directo a la cabeza de Airón, pero este giro en el piso, se puso de pie pateando el abdomen y dándole un puñetazo doble en la cara arrojándola al piso, sentí los gritos y abucheos contra mi hermano, pero yo estaba eufórica al punto que deseaba saltar para gritar su nombre.
Airón tomo el mismo fierro y en cuanto su mirada dio con la mía, ladeo una sonrisa y aferrando con ambas manos el fierro lo elevo para atravesarle el cráneo a su oponente, los gritos se silenciaron y los abucheos no tardaron en hacerse oír, son peleas a muerte, pero no son para nada justas, estuve muchas veces en el mismo lugar que Airón, mis oponentes podían escoger su arma y a mi me mandaban al ring mal herida y desprotegida.
—Морана —– en cuanto me llamaron desvié mi mirada de Airón.
<<Morana>>
Señalaron la salida de las celdas y con mi mirada inexpresiva avance en esa dirección, por un momento creí que nos dirigíamos hacía la alcoba de Darina, desde la muerte de su hermano se ha encerrado en su habitación, muerte que sigue siendo confusa para muchos, Damyan murió en el territorio de Chavdar, lo mataron bajo sus narices y nadie intervino ni informó lo que sucedía, esa noche yo visitaba a Airón, había dejado a los hermanos en sus respectivas alcobas con sus guardias, me encontraba curando las heridas de Airón cuando el infierno se desato en las fosas, anunciaron la muerte de Damyan, presos, prostitutas e incluso fieles a Chavdar huyeron, tomaron el desconcierto de Chavdar para huir, cosa que sigue siendo confuso para mí, los Schneider mataron a Damyan en su propia alcoba y nadie los vio ni entrar ni salir, solo Darina, quien después de ver a su hermano quedo en una especie de transe histérico.
Nos detuvimos frente a la oficina de Chavdar y mis manos temblaron, cada vez que lo veo debo concentrar todas mis fuerzas en mi autocontrol, si lo mato como tanto deseo de aquí no salimos con vida.
Las puertas se abrieron y fui solicitada a entrar caminé con mis pasos decididos y mirada agacha hasta quedar de pie en una alfombra de piel de oso sentía su mirada puesta en mi y tuve que aguantar la respiración para no vomitar.
—Богиня моя –— cerre brevemente mis ojos y trague seco.
<<Mi Diosa>>
—Містер —– incline mi cabeza mordiéndome la lengua.
<<Señor>>
—Déjennos solos—- ordeno mirando por sobre mis hombros y en cuanto sentí los pasos y la puerta cerrarse eleve mi rostro.
Tengo que morder el interior de mi mejilla, enterrarme las uñas y enroscar los dedos para centrarme en no asesinarlo cada vez que estamos a solas, su mirada sombría y burlona siempre lo destaca, no es un hombre poco atractivo, pero lo miserable opaca su belleza.
Chavdar esta cercano a los cuarenta años, su cabello es oscuro, corto y alborotado, sus ojos son grises, tormentosos y vacíos, su mandíbula cuadrada se amolda a su rostro inexpresivo, piel escarlata repleta de cicatrices, el poder y altura que desprende es sofocante, no es inteligente enfrentarse a un hombre como él sin atenerse a las consecuencias.
—¿Qué tal le fue a tu hermano, querida? –— me pregunto recargándose en su silla y subiendo sus pies al escritorio con una sonrisa que no alcanzaba a llegar a sus ojos.
—Bien-— respondí seca, sin mover un solo centímetro de mi cuerpo—- ¿Para que soy necesaria?
Hijo de puta.
—¿Me eres leal? –— no respondí-— ¿Conoces el precio de la traición? –— asentí.
—Muerte – respondí.
—Acércate – bajo sus pies arrastrando su silla para alejarse de la mesa.
Aguante la respiración y camine hacía él, señalo su escritorio y me senté en aquel quedando frente a él.
—Necesito que me repitas, que tan fiel eres a mí –— se puso de pie y tuve que elevar mi rostro para mirarlo a la cara.
Paso sus manos por mis costados para recargarse en el escritorio.
—Mi vida representa mi lealtad a ti –— hable sin despegar mi mirada de sus ojos.
—La tuya y la de tu hermano, ¿Estoy en lo correcto? –— se inclinó hacia mí y en cuanto su nariz rozo con la curva de mi cuello, cerre con fuerza mis ojos aguantando la repulsión que me da su cercanía.
—Esta en la correcto —– respondí obviando el que no le gustan mis silencios.
—Necesito que uses tus habilidades para mí —– acaricio mi rostro y con su mano libre abrió mis piernas metiéndose entre ellas.
—¿Qué quiere que haga? –— le pregunte con falso entusiasmo.
—Que seas la Diosa de la muerte-— anunció e ignore sus labios sobre mi cuello, me embelese con sus palabras, ¿Acaso?
—¿La diosa de la muerte? – pregunte ladeando mi cuello dándole más acceso.
—Atormenta, acecha y caza, para mí.
—¿Podré salir? –— me mordí la lengua al sentir la emoción de más en mi voz, Chavdar se alejo y aferro su mano a mi mandíbula obligándome a mirarlo.
—Falta sangre por derramar y tú me la darás.
—Lo haré – asentí-— dime que quieres que haga.
—Quiero a los Schneider, a los cuatro.
—Los traeré ante ti.
—Se que lo harás, pero los quiero vivos.
Se alejo de mí y mi corazón retumbo al mil por hora, es mi jodido momento, espere por meses esta oportunidad al ver como todos fallaban, sabía que su desesperación al verse débil lo traería ante mí.
—¿Puedo no aceptar? – pregunte mirándolo fijamente.
Al principio sabía que su obsesión por mí, era por mi nombre, poder y potencial, me quería a su lado para que lo enalteciera otorgándole mi poder, pero su obsesión incremento al ser seducido por mi cuerpo, se volvió incontrolable cuando comenzó a creer que me doblegaba, cuando le di un poco de control y me manejo a su "antojo" cuando en realidad me estaba dando justo lo que quería.
—No – me negó con su semblante serio.
Me cruce de piernas sobre el escritorio recargando mis manos sobre mis muslos.
—¿Puedo pedir algo a cambio? –— humedecí mis labios con la mirada fija en sus ojos y en cuanto sus pupilas dilatas se dirigieron a mis labios di esta charla por terminada.
—Libertad no obtendrás, estas atada a mí.
—Creí que a tú lado ya era libre —– forcé una media sonrisa y me bajé del escritorio para caminar hacía el con pasos lentos y seguros.
—¿Qué es lo que quieres? –—— pregunto bajando su mirada a mí.
Me tomé el atrevimiento de deslizar mi mano por su abdomen el cual estaba duro y subí lentamente sin desviar mi mirada de sus ojos, si bien esta cercanía sigue causándome repulsión, no puedo ignorar su atractivo, en esta fosa de mierda todos son asesinos, peleadores y carentes de belleza, es grato ver un rostro atractivo.
—Ya me tienes —– le informe con una sonrisa segura siguiendo el recorrido de mi mano por su pecho y hombros-— y me tendrás para lo que quieras, Airón ya no te es necesario.
—¿Quieres que deje las peleas?
—Quiero que lo dejes libre –— apenas lo dije jalo de mi mano tirándola hacía él, mi rostro quedo a centímetros del suyo y comencé a ingeniar las maneras en asesinarlo si esto salía mal.
—No agotes mi paciencia.
—Yo te traigo a los Schneider vivos y tú liberas a mi hermano, tienes a los asesinos de tu hijo y me tienes a mí, solo pido que Airón se vaya.
—Como sé que no volverá por ti.
—Porque sabe que no puedo alejarme de ti —– susurre rozando mi nariz contra la suya quedando a centímetros de sus labios.
—Si me traicionas los asesinaré.
—No lo harás – roce sus labios-— porque no sería capaz de traicionarte, amor.
Soltó mi mano deslizando las suyas por mi cintura para acercarme a él, aguanté la respiración tranquilizando el temblar ansioso de mis manos y seguí mirándolo fijamente.
—Tráeme a los Schneider y tú hermano será libre.
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo, Богиня моя.
<<Mi diosa>>
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Chiquitineeees démosle la más cordial bienvenida a la única e inigualable Hela Petrov.
Que empiece lo divertido...
Javi. †
.
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