Capítulo 13
Alek Schneider.
Cierro los ojos y la imagen de Noemí con las manos llenas de sangre y Helena desangrándose en el piso invaden mi cabeza.
No entiendo, joder no entiendo que coño paso, por más pasos y giros incesantes que dé no logró entenderlo, mi mente no logra crear una imagen lógica y racional de toda está mierda, ¡¿Qué demonios paso maldición?!
Mande a la mierda la advertencia de Noemí y de un golpe abrí la puerta de su sala de operaciones no me digne a mirar en ninguna dirección solamente me fije en la castaña que dio un brinco frente a mí alejando sus manos del cuerpo inconsciente de Helena sobre esa jodida mesa de procedimiento.
--¡¿Qué mierda paso?! -- le grite perdiendo la cabeza, ¡Necesito saber qué coño paso!, un segundo estaba junto a mí jugando con mi maldita calentura y al otro la veo en un charco de su propia sangre ¡Inconsciente!
Noemí temblaba observando el cuerpo inconsciente de Helena, temblaba y lloraba como si eso no pudiera darme aún más colera.
Helena tenía jodidas sábanas blancas-o fueron blancas en algún momento, ya que están cubiertas de sangre- tapando sus partes íntimas dejando expuesta la herida abierta en su abdomen, las manos de Noemí estaban cubiertas de sangre y ese tintineo de su ritmo cardiaco retumbaba en la habitación con debilidad, desesperándome.
Hace menos de dos horas Noemí llamo a Axel llorando, diciéndole que estaban afuera y cuando salimos la vi arrodillada aún lado de Helena presionando su abdomen y golpeando su rostro, su cuerpo estaba en un charco de sangre, su piel pálida y el pulso débil, se negó, grito, pataleo incluso nos golpeó cuando intenté llevármela a un hospital, la termine trayendo a la maldita clínica veterinaria y ha estado una hora encerrada en esta sala de procedimientos, como si Helena fuera otra de sus pacientes.
-A...Alek po...por favor sal de aquí-me pidió y comencé a negar presionándome las sienes.
-Me la llevo - camine hacia Helena sacándole las intravenosas-me importa una mierda el escandalo que armes, no pienso dejarla un solo segundo más en este... -estaba por tomarla cuando Noemí tiro de mi mano acercando un bisturí a mi cuello.
-No - negó con su voz temblando, mirando a los ojos determinada- no te la llevaras, la herida perforo su apéndice, su cavidad se está llenando de materia y en lo que te demoraras llevándola a un hospital Helena morirá por sepsis, suéltala, aléjate de ella y déjame hacer mi maldito trabajo.
Empujo mis manos y volvió a poner las vías, pasando la anestesia, coloco sus guantes tomo el bisturí y respiro profundamente antes de enterrarlo en el abdomen de Helena.
Desvié mi mirada a la puerta y en ella estaban Axel, Akim y Adam con su mirada ansiosa puesta en Noemí.
-Dime que puedo hacer.
-Sal.
-Debemos llevarla a un puto hospital -- Noemi tomó un tubo y mi mano se fue a la de ella.
-¡Alek joder sal de aquí! -rugió.
-¡ERES VETERINARIA! -- le grite alterando mis nervios-- ¡Operas animales, no jodidas personas...!
La máquina que controla los latidos de Helena comenzó a pitear y Noemí jalo su mano introduciendo el tubo en la incisión, evite mirar, solo me concentre en la cara de Noemí, estaba pálida y sudorosa, claramente nerviosa.
-Si la matas juro que...
-¡Es mi mejor amiga! -- grito sin sacar su mirada del cuerpo de Helena- si la muy perra se atreve a morir yo misma voy al infierno y la revivo, para volver a matarla.
Lagrimas rodaron por sus mejillas siendo atrapada por la mascarilla que cubría su boca, los sollozos no tardaron en hacerse oír y mis manos temblaron ansiosas gire a mi alrededor.
-¡DEJA DE LLORAR MALDICIÓN!
-Noemí, linda -- Axel entro llamando su atención-- háblame -- pidió con dulzura-- ¿Qué es lo que tienes que hacer?
-De...debo -- su voz temblorosa solo alteraba mis nervios- sa...sacar el líquido abdominal acumulado -- respiro profundamente.
Akim movió sus manos en mi dirección y yo me aleje detallando el rostro de Helena, estaba pálida, parecía sin vida, si no fuera por como su pecho se movía con debilidad diría que Noemí ya la mato y eso solo terminaría con la castaña decapitada.
-¿Y qué más?, ¿Para qué es el tubo?
-El tubo evacua el líquido, ahora debo sacar el apéndice, ya administré antibióticos por la intravenosa para la infección...
Siguió diciendo paso a paso lo que iba hacer mientras que Axel le daba palabras alentadoras, Noemí comenzó a meter sus manos en el abdomen de Helena y sé que puede sentir mi mirada, lo notó por como tensiona sus hombros.
-Sácalo de aquí - pidió sin siquiera mirarme.
Axel me miro y le di una clara advertencia, de aquí no me saca ni el diablo, me forzó una sonrisa y siguió distrayendo a Noemí para que le bajará a su puta ansiedad que no hace más que ponerme como loco, deje de detallar todo lo que hacían sus manos y comencé a mirar el rostro de la arpía inconsciente en esa mesa, ni siquiera sé en que puto momento desapareció, Akim estaba hablando conmigo, Helena bebía a mis espaldas, no hago más que girarme decido a llevármela al baño y ya no estaba, desapareció y ni siquiera me di cuenta, como lo dije, de un segundo a otro paso a estar junto a mí a estar desangrándose lejos...lejos de mí, joder.
La busqué por todo el puto club, por primera maldita vez me vi buscando a alguien con tanta desesperación y cuando Axel me dijo que no encontraba a Noemí supe que algo estaba mal.
Me acerque a la mesa y deslice por inercia mi mano por el contorno de su frio rostro.
Hija de puta tienes prohibido morirte.
Alek, lass uns ausgehen -- desvíe mi mirada a Axel y este estaba pálido.
<<Alek, salgamos>>
Baje mi mirada y vi los órganos de Helena expuestos, joder esto es mucho más íntimo que follar, tensione mis manos y acariciando una vez más su rostro me encamine a la puerta, apenas salí el cambio en el aire me hizo suspirar con fuerza, Axel cerró la puerta a sus espaldas y los tres me miraron en silencio.
-¿Qué tienes? -- mantuve la calma y miré a Akim quien tenía su teléfono en mano.
-No habían cámaras de seguridad en el callejón -- informó. Que conveniente. -- llame a Xavier para que moviera las cuerdas y nos dieran acceso a las cámaras del club.
-Tiene que existir una razón lógica para esto -- Adam me miro y yo seguía con mi mirada puesta en la puerta.
-¿Por qué salió del club?, ¿Por qué por la salida de emergencia?
-Quizás quería tomar un poco de aire.
-¿Por qué no usar la salida principal?
-¡Qué se yo Akim! -- reclamo Adam exasperado-- ¿Y qué mierda interesa ahora?, tiene las manos de una puta veterinaria dentro de su abdomen, ¿Si quiera sabe lo que está haciendo?, ¿Por qué mierda no la llevamos al hospital? ¡Alek!
-Ella sabe lo que hace Adam, dejen de presionarla.
-¡Que es una veterinaria! Si la mata yo mismo le pegó un tiro. -Axel se giró dándole una mirada de advertencia a Adam, pero antes de que pudiera soltar su mierda, el teléfono de Akim sonó y se lo arrebate contestándole a Xavier.
-¿Qué encontraste?
-¡Ey Alek, ¿Cómo estás?! -tensé mi quijada.
-Habla.
-Estoy viendo las cámaras de seguridad, no sabía que te follabas a la pelinegra.
-Habla de una puta vez.
-¿Puedo saber que está pasando?
-Xavier.
-Bien-- suspiro-- no se ve nada extraño, las cámaras la perdieron al entrar en los pasillos, dos chicas y un tipo entraron al pasillo que conecta con los baños y la salida de emergencia antes que ella, pero de a partir de ahí las cámaras la pierden. Lo tenías bien oculto Alekcito, buen culo el que te follas...
Le entregue el teléfono a Akim, desordenando mi cabello.
Adam daba giros por la sala, Axel estaba sentado con la mirada en la puerta y rostro fruncido, Akim seguía dándole órdenes a Xavier, solicitando la grabación del video y yo me seguía preguntando;
¿Qué mierda fue lo que paso? ¿Para que salió?, ¿Buscaba algo?, ¿Quedo con alguien?, ¿Quería huir?, ¿Qué putos secretos esconde esta mujer?
-¿Y si es por nuestra culpa? -- Adam se paró frente a mí deteniendo mis pasos.
-¿Qué?
-¿Y si la lastimaron por nuestra culpa?, si por nuestra maldita culpa Helena muere.
-Adam -- lo llame y este negó enredando sus manos en su cabello-- Adam. -siguió ignorándome su rostro se llenó de culpa y sus manos comenzaron a temblar, al igual que mi razón y estribos-¡Adam! -- lo jale de la nuca centrando su mirada en mi-- no es por nuestra culpa. -le hice ver.
-Tú no lo sabes-negó con su voz pendiendo de un hilo- por culpa nuestra Helena morirá, ella va a...
Lo solté presionándome las sienes negándome a pensar siquiera que esa mierda pudiera pasar, Adam seguía balbuceando sandeces poniendo a prueba mi paciencia.
-Será mejor que te calles si no quieres que te corte la puta lengua-- le advertí con mi voz ronca, señalando el rostro mandando a la mierda sus miedos, no...no puedo cargar con sus miedos, no cuando mi mente no deja de girar en torno a ella.
Pasaron segundos, minutos y horas en las que fue una tortura.
Adam no dejaba de culparse. Axel mantuvo su mirada clavada en la puerta con sus manos entrelazadas y preocupado, sabe, está consciente de que, si le pasa algo, la castaña no vive para contarlo y no es precisamente por la amenaza de Adam.
Akim por el contrario es el más relajado de los cuatro, se duerme a ratos y come en otros, pero lo conozco demasiado como para notar que está preocupado.
La puerta se abrió y todos nos pusimos de pie para caminar hacía Noemí, quien venía saliendo sin mascarilla con su delantal lleno de sangre y sus manos temblorosas.
Sus ojos se centraron en Axel y las lágrimas que brotaron de ella me hicieron empujarla para entrar a la sala.
Helena ya no tenía los tubos, la herida estaba suturada y los medicamentos seguían pasándole por la intravenosa, mire la maquina y sus latidos eran estables restregué mi cara y solté un suspiro cargado de alivio, me acerque a ella y puse mi mano en su pecho sintiendo el latir de su corazón contra mi palma.
-Esta estable -- aviso Noemí a mis espaldas-- extirpe el apéndice sin complicaciones, despertará en un par de horas y cuando lo haga, la mataré por perra.
Acaricie su frente, pase mis dedos por sus labios sintiendo la calidez de su respirar y mire su herida una vez más, dejará cicatriz, una más para las muchas que tiene.
-¿Estará bien?, perdió mucha sangre, deberíamos llevarla al hospital.
-Estará bien -- confirmo Noemí-- le hice una transfusión, por el momento es mejor que descanse, cuando despierte ella nos dirá que hacer.
La llenaron de preguntas y por como respondió se notaba lo exhausta que estaba, Helena seguía respirando, sus latidos estaban estables y ya no sangraba, me centre en eso y en las cientos de preguntas que bombardeaban mi cabeza, Noemí fue por una ducha y Akim, Axel y Adam rodearon la camilla.
Adam sostuvo la mano de Helena y algo pico en mi garganta al notar la calidez con la que la tocaba.
-¿De qué son las demás cicatrices? -- Akim estiro su mano al abdomen de Helena y yo frene sus manos.
Las elevo dando un paso hacia atrás, y termine por cubrirla con una manta tapando su abdomen expuesto y las cicatrices.
-No lo sé-- le respondí con mi mirada clavada en la mano de Adam, acariciaba la muñeca de Helena con tanta delicadeza que tensaba mis músculos.
-Es extraño verla tan callada.
-No la mires entonces.
-¿Por qué estas tan a la defensiva?
-No estoy a la defensiva.
-Lo estas -- renegó Akim-- ¿También crees que es por nuestra cul...
-Puedes dejar de tocarla.
Los tres en sincronía centraron su mirada en mí y yo no podía dejar de mirar como Adam le acariciaba la mano, conozco sus intenciones sé que no son malas, siente cariño por ella, pero el que la toque me exaspera, sé el efecto que provoca su tacto y el que lo sienta otro me llena de colera.
Adam detuvo el movimiento de su mano, pero no se alejó, lo mire con mi ceño fruncido y elevo sus manos dando un paso hacia atrás.
-Los tres, fuera de aquí -- señale con mi cabeza la puerta.
-Pero...
-Ahora - ordene mirando fijamente a Akim.
Este desvió la mirada a Axel y Adam quienes asintieron para dirigirse a la puerta, Adam acaricio el cabello de Helena una últimas vez antes de irse y dejarme con la garganta como una bendita lija.
Es tu hermano, es tu hermano.
Apenas cerraron la puerta me quede a solas con ella.
Me senté frente a la mesa en la que estaba y tomé su mano acariciando sus nudillos y el largo de sus dedos.
-Puto susto que me diste -- exhale y lleve sus manos a mi boca dejando un casto beso.
Ver a la mujer que carga una fuerza, carácter y sarcasmos de la mierda en el piso en un charco de su propia sangre perturba cualquier mente, no se daña a una mujer como ella, no a ella.
[...]
Pasaron un par de horas y Noemí nos pidió ayuda para trasladar a Helena a un cuarto en el segundo piso de la clínica, la habitación no era tan grande tenía solo una cama pequeña y un escritorio lleno de carpetas, pero la temperatura era más acogedora que esa fría sala donde la tenía.
La desconectó de las máquinas y solo pasaba analgésicos para los dolores, comenzó a recuperar el color de su piel pero aún así yo no me he alejado de ella en todo este tiempo, ya comienza a amanecer y mientras los demás dormían de vez en cuando yo cuidaba su respirar.
Apenas abra sus ojos me la llevo de aquí a un puto hospital.
-¿Aún no despierta?
Noemí abrió la puerta y tome mi oportunidad no había podido encararla y pedirle explicaciones, no con la preocupación de que Helena dejará de respirar y no me diera cuenta.
Dejé de presionarme las sienes y me puse de pie girándome hacía Noemí con la mierda hirviendo.
-¡Me dirás ahora mismo que mierda paso! - la jale del brazo estrellándola contra la pared del cuarto, señalándole el rostro.
-¡Alek, ¿Qué demonios...?!
-Habla- ignore la confusión de mi hermano y solo detalle a esa castaña que ahora no habla, la parlanchina inútil.
-Y...yo no lo sé.
-Mientes - joder que su rostro es un maldito libro abierto, miente, puedo oler su maldita mentira-- ¿Cómo sabías que estaba afuera?, -interrogue- ¿La seguiste?, ¿Por qué salió?, ¿Por qué no podíamos llevarla a un hospital?, ¿Qué mierda pasa con ella?, ¿Está en peligro?, ¿La están siguiendo?, ¡Mierda habla!
-¡No lo sé! -- sacudió sus manos alejándome-- iba al baño vi la puerta abierta, sentí un grito y cuando salí la vi en el suelo desangrándose. -mi quijada se tensó. No le creó una mierda.
-¿Viste a alguien con ella?, ¿Viste lo que paso?
-¡Que no vi nada! -mentira, ¡Puta mentirosa de mierda!
-¿Por qué no un hospital?, ¿eh?, -cuestioné- ¿Por qué aquí?, ¿Tiene algún problema legal?, ¿La está buscando la policía?, ¿Es eso?, ¿Por eso no podía ir a un maldito hospital y la tuve que traer aquí?
-Y...yo he...es qu...que...no...no sé....
-¡Deja de titubear y respóndeme maldita sea!
-¡Porque yo podía salvarla! -- grito restregando su cara-- Helena detesta los hospitales, y no es mi primera vez salvándole el culo.
-¿No es la primera?, ¿A qué te refieres?, ¿Esto ya le había pasado antes? -busque su mirada y apenas la encontré cerró su jodida boca dándome una negativa forzada.
No me dirá.
-Me dirás ahora mismo, que mierda pasa con ella, ¿Por qué tantas cicatrices?, ¿Qué oculta?, ¿Quién es?, ¿Quién coño es...
-Ale...aléjate de ella...-Baje mis manos y gire mi rostro en redondo al sentir aquellas palabras, más bien al sentir la voz, al saber de quién provenía.
Helena, despertó...joder ella por fin despertó.
Aferraba sus manos a la cama en un intento de sentarse, para ver mejor, tenía su respiración acelerada, no necesitaba de una maquina para ver como sus hombros subían y bajaban, no pude moverme, no al ver como me detallaba, como por fin esos ojos esmeraldas me miraban, solo a mí, con un brillo que me tenía abducido.
-Alek -- me llamó y la piel se me erizo- De...dejala - su respiración se entrecortó con cada palabra, debido a que la muy terca intentaba sentarse pese al dolor que le provocaba.
Me gire por completo hacía ella, dándole la espalda a Noemí, para que dejará de moverse, para que al menos cortara su intento de sentarse.
No paso, claramente, siguió intentándolo.
El alivio que me da sentir su mirada es incontrolable, pero las ganas de lanzarme sobre ella y comerle la puta boca por maldita se pelean con mis dudas, y está vez, mis jodidas dudas envueltas en un centenar de pregunta le ganaron a mi deseo por su boca.
-¿Qué fue lo que paso? -Apenas le hable dirigió su mirada a Noemí, la analizó de pies a cabeza como si estuviera asegurándose si estaba herida.
-¿Quién y porque te hirieron?, -insistí aunque no me mirara- ¿Por qué saliste?, ¿Dónde ibas?, ¿Por qué no pudimos... ¡Deja de moverte joder! -Me acerque hacía ella devolviéndola a la mala a la cama.
¡Jodida terca le abrieron el abdomen e intenta pararse como si nada!
-¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? -no puedo creerlo, me ignoró para preguntar esa mierda.
Jadee sorprendido.
-Nueve horas - respondió Adam.
Helena se tensó para desviar la mirada de mi hermano a Noemí, ¡¿Por qué coño no me mira a mí sí estoy frente a ella?!
-Noemí - la miro en un orden silenciosa que la otra parlanchina no tardó en seguir.
-La herida te perforó el apéndice, tuve que extirparlo, estarás...estarás débil un par de días.
-No- negó segura -tengo que...
-¿Tienes que?, ¿Irte?, ¿Piensas irte con una...-Se saco las mantas que cubrían su cuerpo la lunática de mierda y miro la bata de dormir que con Noemí le pusimos para ignorarla e intentar bajar sus pies por segunda vez nuevamente se lo impedí. -¡De aquí no te irás hasta que me digas que mierda pasa!
Soltó un suspiro pesado y se quejó palpando su herida, por qué, ¡Sí! Está herida la muy inconsciente.
-¿Por qué saliste?, ¿Qué fue lo que paso? -volví a preguntar y está vez sí me miro, pero no de la forma en que esperaba, sino con un odio puro en sus ojos, que me importo tres quintales de mierda, que me odie pero de aquí no sale sin responderme.
-No me sentía bien -- respiro profundamente-- iba al baño vi la salida y solo salí por aire cuando intente regresar la puerta no habría iba a dar la vuelta y un sujeto intento asaltarme puse resistencia y me apuñalo, eso paso.
En todo el rato que hablo su mirada no se despegó de la mía y a pesar de que la sentí segura -muy segura-de sus palabras, no le creí una mierda.
-¿Por qué no nos dejó llevarte al hospital? -pregunté señalando a la castaña.
-Odio los hospitales. -eso no parece ser mentira, la forma tan despectiva con la que dijo "Hospitales" me dice que es cierto.
-Noemí dijo que no era primera vez que te salvaba, ¿A qué se refiere?
Helena restregó su cara y miro a Noemí, con su ceño fruncido.
-Peleas -- respondió recargando su cabeza en la almohada.
-¿Peleas? -- pregunto Akim. Helena asintió.
-Tienes que decirme más que eso. -¿A que coño se refiere con...
-Participaba en peleas callejeras -- cerro sus ojos y con ellos mi boca-- algunas cicatrices son debido a eso. Noemí varias veces suturo mis heridas, su especialidad son los animales, pero por mucho tiempo fue mi medico particular.
Me quede en silencio joder, sin saber qué coño decir, ¿Ella?, Helena... ¿Cómo cojones puede ella haber sido peleadora callejera?, sus nudillos están limpios de herida y las cicatrices, joder que sí podría tener sentido, pero ¿Las de los muslos?, esas no...
-¿Eras peleadora callejera?
-Desde los doce. -afirmó y mi confusión aumento.
-¿Desde los...
Asintió y todos quedamos en un silencio rotundo.
Como no hable, me dedique a analizarla, las expresiones de su rostro, su lenguaje corporal, paso de estar tensa y a la defensiva a relajada y enfadada por tener que hablar, como si soltar está información de su pasado no hubiese estado en sus diálogos próximos.
-Las cicatrices de tus...-hable por fin, señalando sus muslos pero me miro y negó callando mis palabras "Vamos de apoco" me dijo su mirada.
Vamos de apoco.
¿Vamos de apoco para darle chance en crear una buena mentira?
Solté un suspiro cansado y me senté en la silla frente a su cama, presionando con mi rodilla sus cubres de cama a los barandales, para que dejará de intentar destaparse y ponerse de pie.
-¿Qué tiene esto? - señalo la bolsa que estaba colgada en el respaldo de su cama y empecé a tensar mi quijada, la lunática gira el tronco como si no la hubiesen apuñalado hace veinticuatro horas joder.
-Tiene morfina para el dolor. -le contestó Noemí.
-No-- comenzó a negar con la cabeza-- sácamelo -- ordeno y con sus manos temblorosa comenzó a jalar la vía de su brazo derecho.
-¿Qué crees que estás haciendo? - detuve sus manos ganándome manotazos débiles por su parte.
-¡Que me lo saques! -- elevo su voz rasgando su garganta con los quejidos a causa de sus movimientos bruscos.
Le advertí a Noemí que no se atreviera a ponerle un dedo encima, pero me ignoró sucumbiendo a la mirada de la pelinegra, paró el goteo de la morfina y le sacó la maldita vía.
-Eso te quita el dolor --le reclamé señalando la morfina. Me ignoró, como si se le estuviera haciendo costumbre y cerró los ojos, reposando su cabeza en la almohada.
-¿Qué tanto va a dolerle? -preguntó Adam, mientras que me mirada no salía de ese rostro inexpresivo y relajado.
-Fue una cirugía compleja, el dolor será alto. -balbuceo Noemí, cabreándome el doble.
-Ponle la vía. -ordené.
-No -- negó Helena abriendo solo un ojo para lanzarme miradas molestas- sin calmantes, lo soportaré -confirmo soltando la respiración para acomodarse un poco y fruncir el ceño, por dolor claramente.
-¿Qué mierda está mal contigo? -espeté-, te apuñalaron, te desangraste en el piso, en mi auto y en la sala de operaciones, -enumeré-te perforaron el maldito apéndice, ¡Pudiste morir Helena!
Negó irónica y me miro.
-Ik heb niet zoveel geluk -- de un tirón hizo que mi rodilla resbalara y sacó nuevamente las mantas que la cubrían, le volví a subir sus pies a la cama cuando intentó bajarse, ganándome su gruñido.
<<No tengo tanta suerte>>
-¡Déjame ir!
-¡De aquí no te mueves puta loca! -la señalé en advertencia.
-¡LARGATE DE AQUÍ! - me grito señalando la puerta con una mueca de dolor que camuflo con odio.
-Acepta el analgésico. -negocie.
-No. -se cruzo de brazos decidida y me vi discutiendo con una arpía postrada y lunática.
-¡Acaba de operarte una puta veterinaria! -le recordé.
-¡Dije que no! -chilló exasperada.
La maldije en alemán y me maldito en neerlandés lanzando una cantidad de groserías obscenas incluso para una mujer como ella, desordeno su cabello con colera, llamándome hijo de puta irritante, fue lo más liviano que salió de su boca, quiso bajarse nuevamente y por quinta vez devolví sus pies a la cama, me escapé por suerte de sus manotazos y perdí la paciencia
-¡Quédate quieta arpía desquiciada!
-¡Que quiero ir al baño! -Me empujo por los hombros y la risa burlona que retumbo a mi alrededor me hizo sentir como un pendejo. Me puse de pie y a la mala saque las mantas de su cuerpo y a punta de manotazos la cargué llevándola al puto baño.
La deje de pie aún lado del retrete y sostuve sus manos, su rostro era una mezcla entre ganas de asesinarme y dolor, enterró sus uñas en mis manos cuando intento mover sus pies y su ceño se frunció.
Levante la tapa del baño, le subí la bata y la ayudé a sentarse.
Seguía mirándome con dagas en los ojos, pero ni me importó ni me aleje.
-No necesito público. -comentó lo que no me interesaba.
-Pues te jodes, ya lo tienes.
-No puedo hacer si me estas mirando. -está mujer terminará con un tiro entre sus cejas si sigue jodiendome así. -¡Ya déjame sola!
-¡Hace y cállate maldita loca!
Soltó un grito y me lanzo lo primero que pilló y por supuesto que no se detuvo.
Me lanzo una toalla, jabón, acondicionador, un cepillo de dientes, incluso toallas femeninas, un rollo de papel sanitario pego en mi frente y tuve que retroceder saliendo del jodido baño me cerró la puerta en la cara gritándome mierdas histérica. Me quede de pie frente a la puerta, sintiendo las miradas de todos puesta en mí, pero me vale mierda.
Nunca en mi jodida existencia había conocido a mujer más terca.
La sentí quejarse y entre para notar como intentaba ponerse de pie alejo su mano de su abdomen y su bata estaba manchada con sangre.
Rugí con la colera brotándome por los putos oídos y volví a tomarla, para salir del maldito baño cargado por el diable.
-¡Oye! ¡¿Dónde me llevas?! -Sacudió sus pies y la ignore, que proteste lo que quiera, me la llevo de aquí, baje rápidamente las escaleras e ignore las palabras de todos.
-¡Alek no puedes llevártela! -Noemí me grito bajando a zancadas rápidas a mi siga.
-Mírame.
Salí de la clínica recibiendo golpes y manotazos por parte de Helena iba a morderle la puta mano como me pegará de nuevo.
Adam abrió la puerta del copiloto con una sonrisa curva y sin detenerme a arrancársela de la cara, deje a Helena en el asiento, poniéndole el maldito seguro de niños a la puerta para que no me jodiera abriéndola.
-Al auto, ahora-- ordene terminando de acomodarla en el asiento, poniéndole el cinturón cuidando el tocar su herida.
-¡Esto es un jodido secuestro! -me chilló en la cara.
-Demándame-- la desafíe. -Akim, llama a Xavier consigue un médico y que vaya al hotel- cerre la puerta lanzando ordenes al ver como su bata seguía manchándose de sangre.
Me golpeo la ventana e intento abrir la puerta, pero la ignore. Axel, Akim y Adam subieron al auto sin reclamar, mientras que Noemí seguía diciéndome que no podía llevármela y seguía importándome una mierda.
Estoy cansado, me duele la cabeza, esta mujer me irrita y si me voy a descansar doy por hecho que la muy testaruda se levantará y terminara lastimándose aún más. Me la llevo donde mis ojos la vean y donde verdaderos médicos la atiendan.
Axel hizo que Noemí se subiera al auto y yo termine por subirme para encender el auto y largarnos.
-¡Esto supera los límites de obsesión! ¡ME ESTAS SECUESTRANDO! -sus gritos son una puta molestia, más aún cuando siento que extrañe tanto oírla hablar.
-¡DEJA DE MOVERTE Y DE GRITAR! -le grite aferrando mi mano a su abdomen, presionándolo, evitando que siguiera desangrándose, me calle sus arañazos y el que pellizcará mi piel, incluso sus intentos de morderme, simplemente maneje concentrado en parar su sangrado y en no chocar.
-¡Devuélvete quiero ir a la casa de Noemí!
La ignore.
-¡Harás que termine matándote!
Aleje mi mano de su abdomen la cual estaba cubierta de una fina capa de sangre y acelere, pasando cambio para cambiar de pista.
-¿Pediste el medico? - mire a Akim por el retrovisor y todos sonreían menos Axel quien intentaba calmar a Noemí, que gruñía igual que la arpía a mi lado.
-Ya me encargué, Xavier dice que en cuarenta minutos estará en la casa.
Cuarenta es mucho.
-Dile que en quince o que busque a otro.
-¡Maldito controlador de mierda! -Siguió reclamando e insultándome, pero sus palabras fueron disminuyendo el voltaje de ira, le duele, sé que le duele sus puntadas se abrieron y está sangrando, se niega a la morfina y es una puta terca que no deja de moverse ni lastimarse.
Un viaje de treinta minutos lo hice en diez, me metí en el estacionamiento del hotel y bajé tomando una bocanada de aire fresco para dirigirme nuevamente a su puerta, la abrí e intento bajarse por su cuenta.
Unas ganas de tomar un arma y darle un tiro por irritante, pase mis manos por debajo de sus piernas y espalda sacándola del auto.
-De...déjame-- su cabeza intentaba mantenerse erguida, pero no tenía la fuerza.
-Es el dolor Helena, acepta la morfina. -le hice ver.
-No - su ceño se frunció y su cabeza choco con mi hombro, Akim inserto la tarjeta del elevador y este no tardo en abrirse, todos abordamos -- me...merezco el dolor. -Susurro en un hilo de voz, dejandome sentir el apretón en el pecho, su cuerpo comenzó a temblar y la aferré más a mí.
No...No joder no merece el jodido dolor.
-Estarás bien - balbucee apenas dejando un beso casto en su frente.
Las puertas del elevador se abrieron y me fui directo a mi habitación.
Adam volvió abrirme la puerta de la habitación y removió los cobertores de la cama, la deje recostada en aquella y su cabeza giro presa del dolor, su cuerpo comenzó a temblar y a sudar en frio, toqué su frente y la sentí ardiendo.
Me avisaron que el medico estaba por llegar y yo me encamine al baño a paso rápido tomando una toalla la humedecí y volví a ella para colocarla en su frente.
Abrí los botones de la bata y su abdomen estaba cubierto de sangre, fui por otro paño y limpié un poco su abdomen, cubrí mejor su pecho me centré de lleno en intentar bajarle un poco la fiebre.
Sentí el timbre del elevador y con el vinieron las pisadas aceleradas.
-Buenos días, soy el doctor Fon... -lo interrumpí.
-Hace casi dieciocho horas la apuñalaron afuera de un club, le perforaron el apéndice y perdió mucha sangre, la operaron en una clínica veterinaria, se le extirpo el apéndice, limpio el abdomen y administraron antibióticos para la infección. Se niega a la morfina, los puntos se le abrieron y está ardiendo en fiebre. -describí todo lo que ha pasado hasta ahora en menos de un minuto y el tipo este me quedo mirando para asentir totalmente confundido miro a la mujer en mi cama y negó frustrado para caminar a ella.
-¿Qué antibióticos administraron?
Todas las miradas se fueron a Noemí, quien comenzó a decir los nombres, mientras el medico asentía, dejo un maletín sobre la cama abriéndolo para sacar guantes, apósitos y frascos que no conozco, le pidió a Akim ir a buscar material quirúrgico a su auto y este corrió directo al ascensor.
-Necesito que me digas paso a paso lo que hiciste.
-¿Estará bien? -- pregunte callando las palabras de Noemí.
-Hicieron una cirugía mayor en una clínica veterinaria, es un milagro que siga viva, las suturas se ven bien, no veo infección, claramente esta inflamado, su abdomen esta rígido y la fiebre junto a las tercianas se deben al dolor. Le realizaré una ecografía para descartar hemorragia y mayores complicaciones, volveré a suturar su herida y administrare analgésicos.
-—N...no.
Helena movió sus manos alejando las del doctor y yo restregué mi sien.
-Haga lo que tenga que hacer, sédela si quiere pero que le deje de doler.
El medico asintió y Akim llego junto a Adam con el equipo solicitado y el medico comenzó a moverse esterilizando sus instrumentos nos pidió salir de la habitación, claramente no lo hice, los demás se fueron, pero yo me quedé analizando todo.
Le administro los calmantes, antibióticos para tratar posibles infecciones por el arma blanca, para bajarle la fiebre y la inflamación. Le hizo la ecografía descartando hemorragias asegurándose de que las suturas internas estuvieran bien y no hubieran otras perforaciones y una vez todo en orden comenzó a reforzar las suturas con una agilidad impresionante.
Termino de suturar, limpió la herida, la cubrió con apósitos me dio un par de indicaciones de como limpiar la herida lo que debía evitar, los signos de alarma y los días que debía permanecer en cama, cada palabra que decía me provocaba un puto dolor de cabeza, serán días estresantes.
No le dejo analgésicos tan fuertes para que conservara la lucidez, me receto medicamentos que mande a pedir apenas salió por el elevador y aproveche lo tranquila e inmóvil que estaba y le cambie la bata cubierta de sangre.
Intente moverla lo menos posible, Noemí le puso bragas en la clínica, pero sus senos seguían a la vista, tuve que tragar en seco para controlarme, pase una de mis poleras por su cabeza la eleve con delicadeza para pasar sus brazos y terminar tapando su herida, acomodé las almohadas y cubrí con las mantas.
Hice sonar mi cuello y una vez vi todo seguro y estable me encamine a la puerta, tengo hambre, me duele la cabeza, me pesan los ojos y muero por una ducha bien fría.
-¿Cómo esta? -me preguntó Noemí apenas salí de la habitación, me aseguré de dejar bien cerrado y mirarla de soslayó.
-Bien. -respondí seco para seguir mi camino hacia la cocina.
-¿Qué dijo el médico?, ¿Esta despierta?
-Estará bien y no, la sedo, supongo que dormirá por unas cuantas horas-- me metí directo a la nevera sacando un lata de cerveza la cual me arrebataron cambiándola por un vaso de café.
Desvié mi mirada y Adam devolvió la lata a su lugar cerrando la nevera.
-Helena ya está mejor, tomate el café date una ducha y ve a descansar. -Enarque una ceja al ver cómo me daba órdenes, pensé en protestar, pero volví a escuchar esa chillona y parlanchina voz.
-¿Puedes avisarme cuando despierte? -Noemí pregunto y evite el asentir así que Axel se la llevó al notar el silencio por mi parte. Akim se fue también a su habitación y yo me quede en la cocina tomando el café.
-Helena me agrada-- Adam se sentó frente a la barra analizándome-- es divertida a su modo, pero linda.
-Ya, ¿Y? -lo mire cansado.
-Evita los celos conmigo, -curvo una sonrisa- no pienso quitártela, pero tampoco me alejaré, me cae bien, aunque te moleste.
-¿Celos?, ¿De qué hablas?
-No te hagas el imbécil conmigo, te molestó que la tocara, ¿Sientes algo por ella? -se recargó en la barra mirándome con curiosidad y solté una sonrisa irónica para negarle.
-¿Tienes cinco años? -me burle.
-¿Te acobarda el admitirlo? -inquirió borrando mi sonrisa.
-Vete a dormir.
Tome el café con gusto amargo, ¿Acobardar?, es conmigo con quien está hablando, ¿Qué demonios se cree? ¿Y que es esa mierda de sentir algo por ella?, como si fuéramos unos niños desparramando emociones.
Como no se iba y seguía hablando idioteces tuve que irme yo, cinco minutos, solo cinco minutos de paz y silencio, supliqué al cielo entrar a mi pieza y verla dormida pero no, tenía sus ojos bien abiertos y ceño bien fruncido.
-Dije que no a los calmantes. -apenas cerraba la puerta a mis espaldas y ya me estaba reclamando, señalando la bolsa que colgaba de la cama.
-Intenta sacarlos y asume las consecuencias. -le advertí.
Me encamine por la habitación sacándome la polera con clara frustración, ayer jugo todo el día con mi erección, me mantuvo erecto como un idiota, si la hubiese encerrado en el baño para follarmela no estaría ahora con una puñalada en el abdomen, ni yo tendría las pelotas hinchadas y adoloridas.
-Esto es increíble, me secuestraste y ahora, ¿Quieres mantenerme de rehén?
-Cállate que me duele la cabeza.
Saque mi pantalón quedando solo en bóxer evite el roce la erección sigue doliendo, pero no le daré el placer de verme desesperado y no me masturbaré con la imagen de esta terca de mierda en mi cabeza.
-Te doy mis calmantes. -sugirió y estuve tentado, pero me contuve, mire la cama, mire el baño y me debatí por unos breves segundos en si debería bañarme o no.
-¿Por qué quieres sentir dolor?, ¿Acaso eres estúpida? -pregunte aburrido, restregándome los ojos.
Silencio, abrió su boca para hablar, pero no dijo palabra alguna.
-Te quedarás quieta-- sentencie-- aceptaras los calmantes, te tomaras los antibióticos y cuidarás tu herida, ¿Entendido?
- "Entendido" -- me imito rodando los ojos.
Reclame frustrado mandando a la mierda la idea de bañarme y camine hacía el otro lado de la cama, metiéndome en ella añorando el sueño, fue una noche llena de tensión y ansiedad la punzada en mi cabeza no cede y la maldita erección no saciada duele.
Tape mis ojos con mi brazo y exhale con pesar.
¡Incomoda maldición!
Tener tremenda mujer al lado y no poder follarla, deseándola como la deseo.
-¡Quédate quieta! -Comenzó a moverse en la cama reprimiendo quejidos por el dolor y estuve a la nada de gemir irritado, ¡¿Por qué le gusta torturarme así?! -¿Acaso quieres que se te...-Deslizo su mano por mi abdomen tensionando mis músculos, deteniendo mi hablar e incluso alterando mi respirar-No lo hagas - le advertí con la quijada contraída- no así.
La mire y sus pupilas estaban dilatas, su rostro se veía cansado y le faltaba color, pero aun así su mirada destilaba maldad, metió su fría mano dentro de mi bóxer y el mínimo contacto de sus dedos con mi miembro me provoco un jadeo de alivio.
Siento como el miembro me palpita sobre su mano, lo saco liberándolo de la tela y comenzó a subir y bajar su mano en sincronía, cerre mis ojos apretando mi mandíbula y las imagines de ella cabalgándome pasaron por mi mente, follandome su boca, azotando ese culo perfecto, follandomela en cuatro, en la ducha, en los baños del club, saciándome de sus fluidos, fue una secuencia de imágenes que engroso mi polla, torturándome.
Aceleró el movimiento de sus manos como una experta y no pude evitarlo la tentación era mucha, me lancé a su boca arremetiendo con brutalidad, no fue un beso suave ni delicado, fue hambriento y deseoso, comenzó a masturbarme con más agilidad y su lengua recibió gustosa la mía.
Subió sus manos alejándola de mi polla para atarlas a mi cuello jalándome hacía ella, apoye mis manos en la cama evitando el cargarla mientras Helena se prendía de mi boca.
-Alek - jadeo sobre mis labios intente alejarme pensando que le hacía daño, pero me lo prohibió-- Follame.
Joder, joder, que puta fuerza de voluntad de oro debo tener.
-No. -quise darme un tiró- Sigues débil. -maldita sea.
-Follame -- insistió deslizando su lengua por la comisura de mis labios, su mano bombeo mi miembro duro sobre su muslo y como un adicto me deje cautivar por mi droga.
A la mierda a está altura mi fuerza de voluntad no existe.
Abrió sus piernas para mí y me metí entre ellas, tomé mi miembro corriéndole las bragas para deslizarlo por sus pliegues húmedos, el alivio fue inminente, rocé el glande contra su clítoris y Helena tiro su cabeza hacía atrás.
Trague en seco y cuidando de presionar su herida me hundí lentamente en ella, apoye mi frente en su hombro y sentí mi cuerpo tensarse, sus paredes apretaron mi miembro haciéndolo aún más gratificante.
Joder, puto paraíso.
De una estocada lo metí completo y mi mandíbula se tensó, joder comencé a embestirla sin cuidado alguno, recordando la mañana anterior cuando salió con ese puto vestido negro que remarcaba sus curvas, su cuerpo restregándose contra el mío, sus labios comiéndose mi boca dejándome empalmado, como jugo con mi cordura en la zona de tiros, el sabor de su cuello el veneno de sus besos.
Subió su pierna a mi cintura y la aferre a mí enterrándome en ella como un desesperado, bese, mordí, lamí y succione su cuello dejándome cautivar por el sonido de sus gemidos, acelere las embestidas al sentir mi derrame.
Helena se prendió de mi boca y yo me vertí dentro de ella sin dejar de penetrarla hasta que llego al orgasmo, podría seguir ¡Quiero seguir!, esto es solo la primera parte de mi carga. Pero si no me detengo ahora terminaré lastimándola.
Junté cada gramo de fuerza de voluntad -que ahora, después de liberarme un poco, sí tenía-y salí de su interior para recostarme a su lado, la presión es menos, alivio el dolor, pero sigo erecto.
Helena tenía la respiración acelerada y sé que quiere más, su humedad me pide a gritos que me hunda en ella y nos saciemos juntos. Pero la cordura le ganó esta vez a mi calentura.
Pase mi brazo por debajo de su cuello y con cuidado la jale hacía mí.
Sin decirle nada apoyó su cabeza en mi pecho suspirando con cansancio deslizando sus manos por mi abdomen.
-Gracias - susurro acalorándose con mi cuerpo-- por todo...No tenías que hacerlo.
-Si tenía. Cállate y duerme.
Soltó un suspiro pesado y dejo un beso en mi pecho para acomodarse mejor y cerrar sus ojos, acaricie su cabello hasta que sentí su respiración tranquilizarse, deje un beso en su cabeza y la aferre a mí, es una testaruda y arpía de mierda, pero la puta arpía es la arpía que quiero así que estoy jodido.
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Chiquitines perdón la demora, he estado muy ocupada por un tema de mudanza jiji pero ya volví, disfruten el capítulo.
Besitos,
Javi †
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