—No soy el hombre perfecto o recto que aparento ser, he cometido muchos errores. He mentido, he robado, he extorsionado, he hecho muchas cosas malas. Como abogado soy uno, pero como persona intento ser lo opuesto. ¿Qué te quiero decir con esto? Que tal vez soy el menos indicado para aconsejarte, pero como te dije una vez; existen cosas que son imperdonables y esta es una de ellas. 

—¿A ti quién te dijo que voy a perdonarlo luego de lo que pasó? Las esperanzas que guardo no son de regresar con él, son de recuperar a mi hijo. Lo que duele es no poder sacarlo de mi mente como quiero. Ojalá se pudiera borrar a una persona de tu vida de la noche a la mañana. Ojalá pudiera irme lejos de todo esto, pero lo que me frena es mi hijo. Por más que lo haya amado, por más que aún mi corazón se arrugue cada vez que pienso en lo que éramos antes, Dominick está muerto para mí. 

—Ojalá ese sea el caso. Quiero que sepas que, no considero que seas culpable de nada de lo que te imputan, pero si se diera el caso de que cometiste un error, por la razón que haya sido, siempre te apoyaré. Eso sí, necesito que confíes en mí y me digas todo. 

—Yo no hice nada malo. Solamente insistir en estar al lado de alguien, creyendo en que podríamos sobrepasar todo juntos, incluso con el rechazo de su familia. Mi error fue confiar en él, en que me quería de la misma manera que yo. Esos fueron mis errores, y estoy pagando lo suficientemente por ellos. 

Si ese hombre tomó al bebé en sus manos ese día, entonces él debe reconocer a su propio hijo. Es imposible que lo hayan cambiado y no se haya dado cuenta, a no ser que él mismo haya sido quien lo hizo para hacerle daño a Amelia. Pero ¿qué gana haciendo pasar a ese bebé cómo suyo, si no tiene intenciones de que Amelia lo vea? Ahora bien, ¿de quién es ese bebé? ¿Por qué lo cambió? ¿Dónde está el verdadero? Hay muchas cosas que no encajan en este rompecabezas. Lo único seguro es que él no actuó solo y esa gentuza tuvo algo que ver. 

—¿En qué piensas? 

—Ustedes no se casaron, por lo que él tuvo que reconocer a tu bebé. En el registro se supone que aparezca toda la información que necesito. Por lo pronto, necesito que sigas trabajando. Te tomará unos tres meses, tal vez seis, conseguir una casa adecuada y que se ajuste a tu presupuesto. Aunque planificaba poner esta a tu nombre, no es adecuado hacerlo ahora o tendrán tela para tejer. Te van a cuestionar de dónde sacaste tanto dinero, aparte de eso, les estarías dando razones de sobra para hundirte. Necesitamos ser cuidadosos y seguir estudiando a esa gente. En mi lista la primera sospechosa es su madre. Me acercaré a ella. 

—¿Acercarte? ¿Cómo?

—No puedo tomar medidas drásticas como quisiera, porque junto a ellas también te estaría perjudicando si algo sale mal. Lo mejor será esperar a que las cosas se enfríen y atacar cuando menos lo esperen. Por lo pronto, les haremos creer que han logrado su objetivo y que ganaron esta batalla. Muy pronto iremos al ataque. Ahora necesito que hagas todo al pie de la letra, sigas trabajando y ahorrando para la casa. Todas tus demás necesidades las voy a cubrir, jamás te dejaré sola. Vamos a demostrar que estás capacitada y cumples con el presupuesto para sustentar a tu hijo. Iremos por la custodia compartida, probablemente ese idiota quiera que sea bajo supervisión, pero eso no importa, con algo se comienza. 

—No quiero seguir dependiendo de ti. Ya has hecho suficiente por mí. No quiero seguir lastimándote. 

—Independientemente de mis sentimientos hacia ti, soy tu abogado y tu amigo. Todo lo que quiero es lo mejor para ti. Alejarme o renunciar a estas alturas no es una opción. Tan pronto te entregue a tu hijo en los brazos, si quieres apartarme y descartarme, puedes hacerlo, mientras tanto, solo déjame estar a tu lado y cumplir con lo que te prometí.