014
Jungkook está sentado sobre mí, con sus labios estampados sobre los míos. Estoy sosteniendo su cintura, acabo de despertar y él simplemente se ha enrollado a mi cuerpo y está robándome el oxígeno, y si me muero, me daría igual. Es cuando una idea me llena de intriga.
"Si muero, ¿puedo estar contigo?" murmuro contra su labio inferior, el más hinchado. Se detiene, se endereza y me mira con el ceño fruncido, con los ojos cálidos, pero duros.
"¿Qué?"
"¿No es eso posible? Debería, ¿no?" le digo y me apoyo bien contra el cabezal de la cama, él no dice nada, me mira con intensidad. "Podría morir y podríamos estar juntos."
"¿En serio estás pensando en morir?" cuestiona. "¡Ya tenemos un plan!"
"Sí, pero voy a envejecer, y no quiero que te beses con un anciano" bromeo, pero no se ríe. Lo veo molestarse.
"Morir no es bonito" suelta, acercándose tanto a mi rostro y baja la voz. "Morir es asfixiante, es horrible."
"Pero algún me tocará, ¿por qué no simplemente adelantarlo?"
"¿Por qué quieres hacer eso?" pregunta y su voz es un tono enojado, irritado.
"Porque yo... No me veo viviendo mientras tú te mantienes escondido. Quiero salir y tomarte de la mano sin temor a nada. Y no podemos hacerlo porque no puedes salir a la calle, como si nada."
"Podríamos irnos a otro país" murmura él y sus ojos se iluminan. "¡Podemos ir a Taiwán! Ahí nadie nos conoce, podríamos salir juntos sin temor a nada."
"¿No es más fácil morirme? Podríamos viajar sin gastar."
"Es que no lo entiendes" dice, bajándose de mi regazo. "No es así de sencillo, es... La única manera para que estés como yo, deberías sufrir una muerte igual a la mía."
"¿Me deben asesinar?" cuestiono, sentándome junto a él. Se queda callado, niega y me mira.
"Mirar el terror en los ojos de alguien a quien amas" responde.
Abro la boca, pero nada sale de ella. Jungkook prosigue.
"Si me quedé aquí fue por ti" dice sujetando mi mano. "Porque cualquier persona asesinada, queda con el deseo de vengarse, pero no se convierten en espíritus vengadores, no hasta que su mirada, la última mirada antes de que todo acabe, conecte con la de alguien a quien amas mucho" acaricia mis dedos. "No hay manera de que eso te pase Tae, porque no dejaría que nadie te toque un solo cabello, y porque implicaría exponer a un peligro a algún ser amado."
No sabía qué decirle. No puedo creer que todavía tengamos obstáculos para estar juntos, ¿realmente la vida se empeñaba tanto en separarnos?
El timbre resuena en toda la casa y Jungkook me da una mirada significativa. Decidí levantarme y él me sigue, nuestros pies descalzos sonando suavemente contra la madera. Bajamos al segundo piso y decido observar por la mirilla, encontrando a mis padres frente al portón de la casa. Frunzo el ceño y miro a Jungkook, que está detrás de mí.
"¿Quién es?" pregunta, inocentemente.
"Tus suegros" le digo y señalo con la cabeza hacia la puerta principal. "Voy a abrir, ¿vas a desaparecer?"
"Sí" responde y lo veo difuminarse suavemente. Suspiro, me coloco los zapatos, abro la puerta y me dirijo hacia el portón.
"Papá, mamá, ¿qué hacen aquí?" pregunto cuando abro y mi mamá se abalanza, apretándome con fuerza. "Mamá..."
"¿Estás bien? Esos tipos..."
"Están muertos" le digo, y ella sostiene mi cara. "Han muerto, hace un par de años atrás" me encojo de hombros. "No pasa nada, no ha pasado nada."
Mi padre está en silencio, algo alejado de la escena y lo veo merodear por el jardín observando la camioneta.
"Nos mentiste" dice él y lo miro. "Y nosotros a ti" se gira y cierro el portón. Los invito a que pasen.
Mi padre entra quitándose los zapatos para ponerse las pantuflas, y me giro hacia a mi madre que está afuera, mirando hacia dentro. Está sujetando su bolso de manera fuerte y yo estiro mi mano hasta posarla en su hombro.
"¿Mamá?" llamo y ella me mira, sus ojos llenos de tristeza, emoción, nostalgia. Brillan bajo una capa de lágrimas y suspira.
"Es... Difícil" musita dándome una sonrisa rota y dolorosa. "Ha pasado tanto tiempo y yo..."
"Lo entiendo" le digo y mi padre nos mira, él señala dentro.
"Ven a ver el patio, cielo" propone. "Todo está muy bonito, nuestro osito lo ha cuidado todo muy bien."
Ella asiente y se limpia las lágrimas. Temblando, da unos cuantos pasos hasta entrar y empezar a quitarse los zapatos. Ella observa todo, con una pequeña sonrisa. Y entiendo lo que siente: ha estado evitando por cinco años la casa donde ha crecido, donde tuvo toda su adolescencia, antes de irse a la universidad por su carrera, antes de conocer a mi padre y casarse.
Supongo que no soy el único con heridas abiertas, y mi madre trató de cerrarlas, alejándose de su primer hogar.
Luego de un momento, mamá se encuentra en la cocina preparándome un jugo de manzana, y mis sándwiches favoritos; sin orillas y creados con sus manos. Mi padre está en el patio, sentado mientras admira el cielo. Me acerco a mi madre y ella se detiene un momento.
"¿Cómo supiste de Jungkook?"
"Enfrenté mi miedo de ver la noticia" respondo, parte verdad y parte mentira. Al despertar y que me explicaran lo que me pasó, fue suficiente para volverse en una pesadilla, y enterarme que había fotos mías en los periódicos con golpes y sangre, es simplemente... Aterrador.
Y sentí un enorme revoltijo cuando leí la noticia aquella vez, pero necesitaba saber. Necesitaba saber por lo que Jungkook también había pasado; él no debía cargar con todo ese dolor emocional mientras yo vivía sin ese recuerdo.
Además, también era parte de mí.
"Lo siento" aparta las orillas y lleva una hacia a su boca. "El día que nos llamaron, vinimos con el corazón en la mano. Y cuando estuvimos en el hospital... La muerte de mamá y verte postrado en la cama con tu rostro desfigurado, con tu torso herido, con tus brazos marcados" ella jadea y me mira. "No quiero que vuelva a pasarte eso jamás..."
"Lo sé, mamá" me acerco y la rodeo con los brazos. "Pero, por desgracia, esto se vuelve parte de mí..." la miro. "Y ahora, me siento muy tranquilo al saber sobre Jungkook..."
"Sus padres" dice ella con la voz rota y emocionada "ellos... Nos dieron mucho apoyo, supongo que han de extrañarte mucho."
"Iré a verlos en vacaciones" prometo y ella asiente, acariciando mi rostro.
"Gracias por perdonarnos" musita y yo beso su frente. "Te he extrañado estos dos últimos meses."
"Estoy muy bien aquí, mamá" aseguro, ella corta en mitad los sándwiches y me los ofrece. "Gracias."
"De nada, gracias a ti por recibirnos, estábamos un poco asustados. Tenías todo el derecho a odiarnos..."
"Claro que no" me encojo de hombros. "Me sentí muy enfadado, pero... Es el pasado" luego, agrego. "Deberían traer a Seolhyung para la próxima, pero tienen que avisarme, así preparo todo."
"Sí, estaría bien pasar un tiempo aquí" ella ríe y mira de nuevo la casa. "Hablaremos con Seolhyun... Y ya le pedí perdón."
"Ambos lo hicimos" comenta mi padre entrando. "Fuimos muy duros con ella. Tenías razón; la dejamos mucho tiempo sola lidiando con la pérdida de tus abuelos, la de Jungkook a quien ella quería mucho y con tu perdida de memoria" se acerca a nosotros. "Tal vez... Podrías venir pronto a ver la tumba de Jungkook, supongo que... Ha de querer que lo vayas a visitar."
Es como una bofetada de realidad; existe una tumba de Jungkook, existió su velorio, su cuerpo está ahí y lo que está conmigo es su alma... Convertida en un espíritu vengativo.
"Sí, debo ir pronto" asiento, cuando de pronto, un sonido sordo suena en el piso de arriba y alzamos la cabeza.
"¿Qué ha sido eso?" pregunta mi padre.
"Es que tengo una caja arriba" digo rápidamente. "Seguro se ha caído. Dejen que vaya a ver."
No espero respuesta y subo al segundo piso. Justo en el pasillo encuentro a Jungkook arrodillado y acariciando la pared, con el ceño fruncido.
"¿Qué pasa?" cuestiono, me mira con las mejillas sonrojadas.
"H-he chocado con la pared" suelta y está avergonzado.
"¿Chocar? ¿Se te olvidó traspasarla?" él no dice nada por un largo rato y asiente.
"M-me desconcentré" musita y me acerco hasta acuclillarme. "E-estaba escuchando tu conversación y me desconcentré cuando escuché lo de mi tumba" sonríe, suavemente. "Lo siento" y su mano traspasa la pared. "Interrumpí todo."
"No, tranquilo. Solo me asustaste" sin embargo, siento algo extraño en todo eso. "¿Seguro que estás bien?" sujeto su rostro, él asiente.
"Sí, sí, ve" besa el dorso de mi mano y lo suelto, no muy seguro, pero cuando mis padres se retiren, hablaré con él.
"¿Jungkook?" me acerco a la puerta y abro, encontrándome el pasillo de su casa. Está vacía, porque nadie me responde, solo escucho sonidos al fondo. Cierro la puerta y me quito los zapatos antes de entrar a la casa.
Me sé su casa de memoria, he estado aquí antes, demasiadas veces. Y así como Jungkook es siempre bienvenido en mi casa, así lo soy yo aquí. Hoy mi novio me ha llamado llorando, y me ha pedido que venga sin darme explicaciones.
Y cuando lo encuentro en el patio, lo entiendo:
El perro que ha rescatado ha muerto.
Está sentado en el suelo, con el perro en sus brazos, apretándolo contra sí. Llorando sin parar alza la cabeza.
"T-Tae" llora. "S-se ha ido" me duele, me duele la muerte del perro y su llanto. Me acerco hacia a él y me arrodillo. Él sigue llorando y berreando.
"Jungkook" pero mi voz también se ha roto. "Lo sabíamos, s-sabíamos que esto le pasaría."
"Ya sé" murmura, llorando. "P-pero no creí que tan pronto."
Yo lo abrazo, mientras siento el cuerpo del perro entre nosotros. Hace unas semanas, Jungkook y yo habíamos encontrado un perro en la calle, con la piel herida, una pata rota y con la mirada asustada. Cuando lo llevamos al veterinario nos dijeron que era más grave de lo que parecía; era un perro ya muy viejo, y no viviría más de una o dos semanas. Jungkook decidió llevarlo a casa, para que pasara sus últimos días bajo un cuidado lleno de amor, ambos nos esforzamos mucho para que no le faltara nada. Duró un mes, y ahora se ha ido.
"Se ha ido bien, ¿sabes?" le digo, en un intento de calmarnos. "Comió rico, tuvo relajantes baños y masajes, lo consentimosmucho. Se fue bien y feliz, Jungkook. Se fue tranquilo, con paz, porque luego de tanto sufrir, pudo encontrar refugio en tus brazos... Te estará cuidando."
"¿Puedes ver a otros muertos?" pregunto cuando estamos solos. "¿Animales muertos?"
"¿Uh?" exclama Jungkook mirándome mientras sostiene una gallina en brazos que está durmiendo plácidamente. Las otras y los gallos están rodeándole, como si supiesen que Jungkook jamás los lastimaría. "No, no puedo verlos. Solo espíritus, ¿por qué?"
"Por Yeontan" le digo y sus ojos se entristecen suavemente.
"Muchas veces me acuerdo de él" dice acercándose a mí. Las aves lo siguen y él se sienta junto a mí. "Espero esté bien."
"Si no puedes ver muertos, ¿significan que se van?"
"Supongo."
"¿A dónde?"
"No lo sé" se encoge de hombros. "A un lugar bonito, quiero creer."
Yo asiento y miro de nuevo hacia el cielo. Es mediodía, no quise preguntarle a Jungkook el día de ayer. Hace un calor insoportable, por eso estamos afuera.
"¿Qué pasó ayer?" cuestiono luego de un silencio. Jungkook me mira y yo le devuelvo la mirada. "¿Estás bien? Ayer... Chocaste con la pared, a ti no te pasa eso."
"Te dije que me desconcentré" yo espero, porque presiento que quiere seguir, lo hace. "Contigo se me ha olvidado que estoy muerto, y cuando tu padre te recordó mi tumba, fue regresar a la realidad."
"¿Quieres que vayamos a visitarla?" Jungkook niega.
"Mi cuerpo ya está... Ya es nada" se encoje de hombros. "No lo sé, ¿a ti te gustaría ir a ver el lugar donde estás enterrado?"
No, la verdad es que no. Niego.
"Bueno, a mí tampoco" la gallina salta de sus brazos y él dobla sus rodillas, atrayéndolas a su pecho. "No me gusta recordar que estoy muerto, que soy nada en este mundo."
"Eres todo en el mío" le recuerdo y beso su mejilla. Sonríe y me mira bonito.
"Serás tonto" me responde.
"Soy tu tonto."
"¿Vamos a ir a ver a Yoongi de nuevo?" pregunta y yo niego. "¿Por qué no?"
"Ellos dicen que debes irte, y no me gusta eso."
"Quizá tengan miedo de mí" se encoge de hombros.
"No digas eso, no creo que sea así" intento calmarlo. "Podríamos ir al río mañana, ¿te gustaría?"
"Sí, me gustaría."
La vida puede ser tan común y extraña a la vez. Cuando eres un niño, no piensas mucho en el futuro, vives el presente al máximo porque no hay estrés, no hay preocupaciones, no hay más obligaciones que jugar. Es todo tan agradable y bonito. Supongo que es difícil volver a actuar de esa manera, pero ¿qué tan bueno es actuar como niños?
Jungkook y yo lo estamos haciendo; ignorando que él está muerto, que yo debería conseguir un mejor empleo con el título que tengo. No me preocupo de que haré mañana, no me preocupo de que comeré mañana, simplemente, nos dejamos llevar por la alegría que tenemos al estar juntos de nuevo luego de cinco horribles años.
Pero al igual que un niño, que tu no veas los problemas no significan que no estén pasando.
"¿Puedes llamarlo?" hay un venado cerca de nosotros, hemos decidido entrar a una arboleda cercana. Antes me daba miedo, por los venados, por los animales. Pero Jungkook puede comunicarse con ellos, así que no ahora no me preocupo.
"¿Para qué?" me devuelve Jungkook quitándose la camiseta porque quiere meterse al río. Ese río ha de estar más helado que el polo norte, pero él quiere entrar.
"Nunca he tocado uno" respondo quitándome los zapatos y sintiendo la tierra debajo de mis pies.
"Vale" dice y mira al venado, que está pastando algo lejos de nosotros. De pronto, lo veo alzar ambas orejas y mirarnos, dejando de lado lo que hace. Sus bonitos ojos observan a Jungkook y luego se acerca caminando a paso lento y confiado.
"Es como tú" le digo y Jungkook alza una ceja ante mi frase. "Tiene tus mismos ojos de Bambi" sonríe y se lleva una mano hacia su oreja, en una señal de que lo he puesto nervioso. El venado se acerca primero a él, y luego a mí. Acaricio sus orejas y su nariz, está tranquilo conmigo, quizá por la presencia de Jungkook. "Es maravilloso."
"Vamos al agua" me pide luego de un momento y yo asiento quedándome en bóxer, justo como él. Entra primero.
"¿Está helada?"
"No" dice y yo, confiado, entro y luego estoy saltando.
"¡Jungkook!" regaño. "¡Está heladísima!"
Él se ríe echándola cabeza para atrás.
"¿Para qué me crees?" se acerca a mí y me abraza por el cuello. Yo sujeto su cintura y él se sube, enredando sus piernas a mi alrededor.
"¿Será por que confío en ti, traidor?" burlo, se ríe y me besa en los labios.
"No dejes de hacerlo" me pide. "Yo también confío en ti."
Junto nuestros rostros, sin besarnos y nos hundo a ambos hasta que solo nuestra nariz hacia arriba esté fuera del agua.
"Te siento más liviano."
"Es porque estamos en el agua, idiota" me recuerda y yo asiento, dando un par de vueltas con él.
"Te amo demasiado."
"Yo te amo más, Kim Taehyung."
¿Debo aclarar que no habrá smut? ¿Sí? Bueno, pues no habrá. Ahre.
He podido medio arreglar la situación, pero escribir en celular me es muy lento así que creo que podré darles el final este viernes.
Los amo, abejitas.
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