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Hace unos cinco años estuve en coma. Una coma que me duró alrededor de dos años, mi familia había perdido la esperanza que despertara y si ustedes quisieran saber qué 'ves'. 'sientes' o 'escuchas' en una coma, te diré que no sé si las películas que ponen una sala blanca sin dimensiones y sin final sean verdaderas, porque por lo menos a mí, no me sucedió eso. O tal vez no lo recuerdo. Lo que sí sé es que tú no eres del todo consciente del tiempo que pasa, pero tu cuerpo sí, y tu subconsciente también. Lo que yo 'recuerdo' era que escuchaba voces, pero ¿has tratado de hablar con alguien bajo el agua a una distancia de dos metros? Se sentía como si el agua me estuviese rodeando, como si me rodease cuando trato de recordarme qué me pasó en la coma.

Porque estar en coma no es dormir, y me ha dejado un extraño vacío.

Según el expediente médico, me encontraron tirado a las orillas del río Nakdong, un río situado en Daegu, mi tierra natal. Se supone que fui a visitar a mis abuelos, luego de varios estudios en el hospital de Daegu, decidieron moverme a Busan, donde se encontraban mis padres. Entonces, en aquel entonces, tuve que suspender la universidad por estar en coma, y me perdí dos largos años de mi vida en la que mis amigos como Park Jimin, Kim Namjoon y Jung Hoseok se graduaron hace dos años ya, y yo volví a retomar mis clases con mucha dificultad, con mi cabeza teniendo lagunas mentales.

Tal parece que cuando me encontraron en el río, mi cabeza tenía una herida y había perdido cierta cantidad de sangre. Mis padres no dejaron que viera las fotos del informe policial, y yo tampoco tenía muchos deseos de ver mi cabeza abierta y mi cuerpo lleno de heridas. Y mucho menos el periódico, era un caso de hace dos años y yo lo único que quería era olvidarlo y retomar mi vida.

Sobre todo, cuando me enteré de que mi abuela murió de un infarto cuando la policía llegó a informarle que habían encontrado a su nieto medio muerto. Y luego, en el tiempo que estuve en coma, un año más tarde, mi abuelo murió de soledad.

Mi padre me había dicho que no habían logrado encontrar a los tipos que me atacaron, y que, al parecer, habían sido varios y que yo había luchado un poco con ellos antes de que me dejaran en el río creyendo que estaba muerto.

Me sentí devastado cuando sentí que la muerte de mis abuelos había sido mi culpa, pero mi madre me había consolado que no había sido así. Decidí enterrar mis deseos por saber qué diablos había sucedido, y con mi familia tratando de esconder todo para pasar de página, pude hacerlo, aunque este agujero en mi creciese cada día más.

Con respecto a mis amigos, me separé un poco de ellos porque estaban avanzados, en su último año de universidad. Namjoon había decidido lanzarse como maestro de filosofía en cuanto se graduó y llevaba un año ya ganando un buen sueldo. Hoseok, por su parte, se encontraba como veterinario y trabajaba en una clínica como novato, pero yo sabía que le iría bien. Y Jimin, Jimin había decidido seguir estudiando y tenía un pequeño empleo de medio tiempo ayudando en un asilo; haciendo reír y visitando a los ancianos que estaban encerrados extrañando a su familia, o sin familia alguna.

Jimin era el que más contacto tenía conmigo, aunque yo me había hecho amigo de un chico llamado Park Bogum, que ya le había contado acerca de mi coma, aunque medio mundo lo sabía en la universidad: Taehyung, el chico que fue atacado y encontrado en un río.

Ese tipo de cosas a la gente le volvía loca, y sentía morbo por ver las imágenes de heridas, de gente a punto de morir. Esa era otra razón por la que yo no quería estar viendo la noticia. Ahora, yo ya no era tanto el foco de atención luego de haber pasado unos tres meses, y es que mi vida no era tan interesante: un chico soltero de 24 años que tenía como pasatiempo tomar fotografías de lo que sea, estudiando y con pocos amigos. Yo no llamaba la atención hasta que sucedió mi ataque.

Con respecto a la fotografía, yo sentía una extraña llamada de tomar fotos a los ríos. Había viajado una vez a Seúl y me había ido directamente al río Han. Lo relacioné con el lugar donde me atacaron y traté de alejarme de los ríos por un buen tiempo, a pesar de lo mucho que me atrajeran.

¿Cómo te sientes ahora? Esa era la pregunta que muchas personas me hacían luego de mis dos años desconectado de este mundo. Yo respondía que estaba bien y que quería vivir tranquilamente. Pero aquello era mentira; el vacío seguía en mí, y nada más que observar las fotografías de los ríos, como si pudiese ver algo más allá.

¿Quién sabe? Quizá mi subconsciente me exige saber la verdad.

¿Lo haría?

"¿Qué vas a hacer cuando te gradúes?" me pregunta Jimin en la videollamada mientras yo estoy ordenando un poco mi habitación porque era un desastre. Me giro hacia a él.

"No lo sé" respondo. "Voy a buscar trabajo, supongo."

Observo las miles de corbatas que poseo y frunzo el entrecejo.

"¿Por qué tengo tantas corbatas?" suelto al aire, pero Jimin responde rápidamente.

"¿No lo recuerdas? Te gustan..."

"Sé que me gustan, pero... ¿Por qué me compraría tantas? No están tan viejas y no creo que yo haya tenido la loca obsesión..." luego me quedo callado y miro a Jimin. "¿Estaba obsesionado por las corbatas?"

Ese tipo de preguntas, yo las odiaba. Odiaba no recordar mis propias decisiones, mis recuerdos, algunos de mis gustos. Odiaba no recordarme y sentir que vivía la vida de alguien más.

"No" responde Jimin y luego lo miro pensativo. "Solo... Solo las encontrabas en oferta."

Yo asiento. Lo malo de no recordar, era que no podía confirmar lo que me decían. Era simplemente frustrante.

"¿Dónde está Bogum?" cuestiona Jimin. "Deberíamos salir, quiero invitarlos a comer porque ya casi se gradúan." No respondo. "¿Tae? Deja de darle vueltas a lo de las corbatas."

"Bogum está con su novia" le informo. "Pero podemos ir a comer mañana en la noche" dejo las corbatas en el armario y las cierro. Luego, me siento en mi cama.

"Hey, Tae..." me dice. "No estés triste."

Yo observo mis manos; en la izquiera, en mi muñeca, hay una línea, como si me hubiesen atado. Tengo otra cerca de mis costillas. Lo bueno de no recordar lo que me había pasado es que no recuerdo cuánto sufrí a la hora del ataque.

"No estoy triste" suelto. "Solo desorientado."

"Oh..."

"¡Tae!" grita la voz de mi hermana. "¡Ya vamos a comer!"

Miro a Jimin.

"Me debo ir, te hablo más tarde para concordar la salida" escuché su despedida y terminé la llamada. Bajé las escaleras para encontrarme a mi hermana ayudando a poner la mesa.

Mis padres han mantenido la 'normalidad' si es que eso existe; ellos siempre me dan una sonrisa y me preguntan si estoy bien. Me siento algo inútil cuando hacen eso. Mi hermana, es otro cuento, ella parece haberse alejado de mí. Y recuerdo a la perfección que no era así, porque recuerdo llevarla al parque de diversiones, a comer los fines de semana y tengo muchas fotos de nosotros en Instagram simplemente disfrutando de nuestras salidas.

No sé que le ha pasado, pero evita mi mirada a toda costa y no sé como acercarme de nuevo, porque no sé en qué momento nuestra relación se quebrantó tanto.

"Hey, Seolhyun" saludo y ella me da una pequeña mirada antes de sonreírme y colocar los platos en la mesa. Yo me acerco a la cocina encontrando a mi madre cortando unas frutas y a mi padre terminando la sopa. "Mañana voy a cenar con Jimin y Bogum" les digo y mi madre me sonríe.

"Eso es bueno, es bueno que salgas más a menudo, y no solo" me dice, la veo entristecerse.

"Claro" apoya mi padre. "Ven, vamos a comer."

Estamos en la mesa, Seolhyun no solo parece distanciada de mí, si no con mis padres también. No entiendo por qué, pero ella mira su comida en silencio, pocas veces nos cuenta de su día, y si lo hace, es de manera escueta.

"¿Qué quieres hacer luego de graduarte, Taehyung?" pregunta mi madre, abrumada ante el silencio y luego de compartir miradas con mi padre.

"No lo sé" digo sincero. "Creo que voy a buscar un empleo."

Yo estaba a punto de ser, oficialmente, licenciado en gastronomía. Sí, en gastronomía. Sería chef, pero no sabía dónde meterme.

Seolhyun alzó la cabeza, y nos miramos.

"Hay una cafetería buena en Daegu" suelta de pronto.

"¡No!" dice mi madre mirándola y Seolhyun la mira, ella le frunce el ceño. "Esa... No es buena idea" me mira, sonriéndome. "Yo creo que podrías buscar aquí en los alrededores, cerca de nosotros."

"No le va a pasar nada en Daegu" insiste mi hermana, y la veo enfurecer.

"Taehyung no irá a Daegu, Seol" dice mi padre esta vez y yo suspiro.

"Papá... No seas duro con Seol, solo me está dando una idea."

"Malísima, errónea. Completamente..." mi madre habla "terrible" luego se dirige a ella. "Te has vuelto tan mezquina y ahora ¿qué? ¿Quieres mandar a tu hermano de nuevo al peligro? Como si no supieras lo que vivimos cuando él estuvo en coma."

"Mamá" lo intento, pero Seolhyun vuelve a hablar.

"¿Y qué pasará con la casa de los abuelos?" chilla. "¡Taehyung y yo crecimos ahí! ¡No podemos dejar la casa así nada más! ¡Y los recuerdos de ellos dos! ¡No puedes enterrar todo!"

"¡Kim Seolhyun!" le grita mi madre, completamente histérica. "Eso ya se decidió; la casa va a ser vendida y te callas."

Seolhyun parece horrorizada ante la idea, y yo también, porque entendía a mi hermana: era nuestra infancia y parte de nuestra adolescencia. Nacimos ahí. Íbamos en las vacaciones de Navidad, los visitábamos en los cumpleaños. Vender la casa, era vender muchos recuerdos. Mi hermana parece querer estallar en llanto y se levanta de la mesa de golpe para ir a su habitación.

"Qué niña..." susurra mi padre y yo abro la boca.

"No puedes venderla..."

"¿Y qué quieres que hagamos?" me pregunta, molesto. "No vamos a regresar a Daegu, jamás."

"Han pasado cinco años" le digo, sintiéndome pequeño por su mirada. "No creo que estén esperándome, o que estén ahí siquiera."

"No los han encontrado" suelta mi madre meneando su sopa de manera frenética. "Y no pienso... ¿Cómo dicen ustedes? Ah, sí... Jugármela."

"De cualquier forma, no creo que haya estado bien ser tan dura con Seol y tampoco... vender la casa."

"¿Y qué quieres que hagamos?" repite ella.

"No lo sé, podríamos alquilarla, que sea una fuente de ingresos, pero venderla... Es como vender la memoria de mis abuelos..."

"No vamos a tener esta conversación" dice mi padre. "La decisión ya se tomó."

Yo suspiro y me levanto, ellos no me dicen nada y me dirijo hacia la habitación de Seolhyun, la encuentro llorando en su cama y con un marco con la foto de nuestros abuelos en sus manos.

"Tae" lloriquea alzando la mirada. "No puedes dejar que la vendan..."

"Seol" me acerco y me siento tomando su mano. "No puedo hacer nada."

"Claro que puedes" me dice. "La casa es tuya..."

¿Qué?

"¿Qué?" pregunto, confundido y ella se mordisquea el labio dudando antes de mirarme.

"Lo dijo mi abuelo, antes de que muriera... Cuando estuviste en coma, les dijo que la casa era tuya si despertabas" me explica y yo me quedo helado.

Ojalá yo pudiese cerrar esta horrible herida que se abrió porque no pude despedirme de mis abuelos y tampoco ir a sus entierros.

Ella se pone de pie de pronto y corre hacia su armario, la veo abrir un cajón, y sacar una caja roja como de joyería, tiene un cerrojo. Ella se acerca, tímida y luego mira hacia la puerta mientras abre la caja con una llave.

"No les digas que te dije... Pero te han escondido muchas cosas, Tae" dice rebuscando en la caja y mirando de vez en cuando la puerta. "Limpiamos tu cuarto antes de que salieras del hospital y ellos botaron muchas cosas... Pude guardar esto" Seolhyun me entrega un anillo delgado de plata, y yo lo sujeto, sintiendo un enorme peso en él.

"¿Qué es esto?" pregunto, y quiero aferrarme a ese anillo, extrañamente.

"Es..." ella comienza a llorar sin poder continuar y niega tratando de calmarse.

"Seol..." alguien me interrumpe.

"Seolhyun, Taehyung" dice mi madre en la puerta y mi hermana da un respingo. Yo, sin saber por qué, cierro la palma inmediatamente y escondo el anillo. Por suerte, mi madre tiene la vista clavada en mi hermana que sigue berreando. "Taehyung, deberías ir a tu cuarto y Seolhyun, deja de llorar."

Yo miro a mi hermana y ella me mira con suplica, como cuando rompía un jarrón y estaba asustada de que la regañaran, pidiéndome silenciosamente que la salvara. Entonces, la ayudaba a recoger el jarrón, corríamos juntos hasta el contenedor de basura más lejos de la casa para que mi madre jamás lo encontrara. Luego, fingíamos demencia y mi madre no volvía a preguntar.

"No seas tan dura con ella" le digo a mi madre y ella me mira. "Lo que pasó conmigo, no debe afectarla más a ella" me levanto. "Quiero hablar contigo, a solas... Y no quiero que la regañes, por favor, mamá. Sé que es difícil para ti olvidar algo que yo no recuerdo, pero también ella está sufriendo..."

"No es..."

"Entiéndela... Yo estaba en coma, papá y tú seguro se estaban apoyando entre ustedes con el peso de pagar las facturas, el trabajo... ¿Seolhyun habló en algún momento de como se sentía? Incluso la muerte de mis abuelos... Tus padres, mamá..."

Mi mamá le dio una mirada a Seol que estaba hipando, abrazándose a sí mismo.

"Vamos a hablar" le pido y ella sale, yo me acerco a Seolhyun y beso su frente. "No dejaré que la vendan" susurro y ella asiente.

"Tae..." me llama cuando casi me voy y la miro. "Perdón por alejarme... Es solo que... No puedo actuar como ellos..."

"No te preocupes."

Salí de allí y me adentré a la habitación de mi madre. Ella estaba sentada quitándose las pulseras de las muñecas.

"¿De qué quieres hablar?" me pregunta.

"De la casa de mis abuelos" digo guardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón y dejando caer el anillo en ellos.

"¿Otra vez?"

"¿Cuándo ibas a decirme que esa casa es mía? ¿Y cómo pensabas venderla?" pregunto y ella me mira, estática.

"Daegu ya no es parte de nosotros" responde y yo suspiro.

"Mamá... Si te hieres con un cuchillo mientras cocinas, ¿nunca más vuelves a tomar el cuchillo para cocinar?" cuestiono y ella se levanta.

"No, claro que vuelvo a cocinar, pero no pienso dejar que te pase nada de nuevo" sus ojos se llenan de lágrimas. "Fue horrible... No sabía si ibas a despertar, mi madre con un infarto, siendo atendida para que luego me dijesen que estaba muerta... Y después, la muerte de mi padre... Tú sin despertar... ¿Crees que quiero regresar a Daegu?"

"No te estoy pidiendo que regreses... Solo que me dejes pensar qué hacer con ella. Mamá, esa casa grita 'nuestra familia', ¿entiendes? Si la vendemos, nos quedaremos sin nada de mis abuelos."

Ella no dice nada y yo decido salir de la habitación, no sin antes decir.

"No la vendas."

Al día siguiente, las cosas están tensas en casa, pero Seolhyun se ha acercado un poco a mí. Pareciera que se siente más segura cerca de mí, y me digo a mí mismo que debo hablar con ella, porque sé que fue difícil para ella toda la situación en la que fuimos sometidos, y yo no pude protegerla.

La universidad ya había terminado para mí, solo fui un rato para entregar un trabajo final y luego, las notas finales serían entregadas. Una semana después, yo estaría usando un birrete y una toga, y tendría un título en mis manos.

Con Jimin y Bogum quedamos en vernos para ir a tomar unas copas y cenar, así que, a las cinco, yo ya iba de camino hacia el restaurante en el que habíamos quedado.

Me encontré con Jimin y su llamativo cabello rosado. Jimin era así; llamativo por donde lo vieras, y no lo hacía por ser el foco de atención, simplemente era adicto a brillar y parecía siempre que la vida fuese su pasarela; con ropa bien combinada, con zapatos elegantes, sacudiendo su cabello con una mano, sonrisas encantadoras y manteniendo el contacto visual con quien se atreviera a verlo, coqueteando suavemente. Así era Park Jimin.

Por su parte, Bogum era un chico un poco más reservado, pero muy atractivo. Se vestía de forma elegante y seria, mas era alguien jovial, divertido y que amaba el arte. Estaba metido en un club de teatro y ya había presentado varias obras en las plazas o pequeños teatros. Yo creía firmemente que Bogum en algún momento, si tuviera la oportunidad, se lanzaría para ser actor.

"Hola, osito" me saluda Jimin con esa bonita sonrisa y yo se la devuelvo antes de sentarme junto a Bogum porque Jimin tiene una gran maleta a su lado, con los libros, juegos de mesa para los ancianos.

"Hola, Tae" saluda Bogum.

"¿Cómo están?" pregunto a ambos y responden que bien. Estamos en la terraza del restaurante al aire libre.

"Estaba hablando con Bogum sobre lo que tiene planeado luego de la graduación" me cuenta Jimin y miro a mi amigo.

"¿Qué tienes planeado?" le pregunto. "Yo estoy sin ideas."

"Voy a irme a vivir con Irene" me suelta. Irene era su novia desde hace tres años, y se notaba que se amaban mucho así que no me sorprendí porque era más que obvio.

"¿Piensas pedirle matrimonio?" cuestiona Jimin y observamos a la mesara colocando varias copas con champán. Jimin toma una y la comienza a beber como si fuese agua.

"No, queremos convivir antes" explica. "Ya sabes, queremos ver si somos tan buenos incluso viviendo bajo el mismo techo."

"Es una gran idea" digo. "Yo haría lo mismo."

Jimin me mira, y entonces, encuentro un poco de dolor en su mirada.

De pronto, pienso en lo que me dijo Seolhyun. Si mis padres me ocultaban ciertas cosas y, de paso, habían limpiado mi habitación, ¿mis amigos también lo harían? ¿Namjoon, Hoseok, Jimin?

"Sí, eso sería muy tú" dice al final. "Eres muy... Romántico, se podría decir."

"Extraño" dice Bogum. "Porque jamás te he visto con pareja, ni besándote con nadie jamás."

Iba a responder, pero de pronto Jimin se apresuró.

"Taehyung anda en busca de su media naranja, como yo" entonces, de pronto, siento el anillo en mi bolsillo.

Porque sí, lo llevé conmigo asustado de que mi madre o mi padre lo encontraran y lo botaran. Ese anillo no representaba nada para mi yo actual, pero algo me impedía arrojarlo, o siquiera usarlo."

Y tomo una extraña decisión. Un impulso.

"Ya sé que voy a hacer luego de graduarme" suelto y ambos me miran deteniendo la conversación de la que me perdí.

"¿Sí?" pregunta Bogum, con una sonrisa algo perezosa, por el champán.

"Sí, voy a ir a Daegu."

"¿Qué?" exclama Jimin, y lo veo palidecer. "No puedes volver a Daegu, ¿qué harías ahí?"

"La casa de mis abuelos está muy abandonada, y es mía. Quiero decidir qué hacer con ella y me gustaría... Desconectar de muchas cosas."

"¿Desconectar de qué?" pregunta Jimin, preocupado. "Tae, los tipos esos pueden seguir ahí... No quiero perder a nadie más."

"¿Perder a quién?" Jimin se queda mudo y niega.

"A ti, obviamente" me dice apresurado, balbuceando. "Te perdí a ti por dos años y no pienso..."

"Ya basta" le corto y Bogum se endereza, borrando la sonrisa. "¿Por qué siguen actuando así?"

"Tae..."

"¿Qué es esto?" le digo sacando el anillo y él abre en grande los ojos, quedando sin aire, sin habla. "¿Significa algo?"

"¿D-de... Dónde lo sacaste?" pregunta.

"¿Qué es? Lo conoces, ¿verdad?" luego, bufo. "Mira, ya estoy harto. Hace menos de veinticuatro horas descubro que mis padres me han escondido que la casa de mis abuelos me pertenece, que quieren venderla sin mi consentimiento y luego mi hermana me da este puto anillo diciéndome que limpiaron mi habitación y botaron miles de mierda que desconozco que son. ¡¿Qué es esto?!"

"Tae" Bogum trata de calmarme.

"No, Bogum" le digo, sintiendo mi cuerpo temblar por la rabia. "No lo entiendes... Estoy harto de preguntar cosas sobre mí mismo porque no me reconozco... Siento que estoy en otro cuerpo y es... Horrible" miré a Jimin. "Y al parecer, ni mis amigos, ni mis padres quieren ayudarme. Así... Me voy a Daegu en dos semanas."

Me levanto y los dejo a los dos, guardando el anillo y corro fuera del local. Sigo corriendo sin detenerme y de pronto, me quedo de piedra al encontrarme nada más y nada menos que cerca del río Nakdong. El río es el más largo del país y pasa a través de las grandes ciudades de Busan y Daegu.

Los flujos del Nakdong nacen en las montañas de Taebaek y se extienden hasta el Mar del Sur o el estrecho de Corea, que separa a Corea de Japón. El río se origina por medio de la confluencia de los arroyos Hwangjicheon y Cheolamcheon en Dongjeom-dong en la ciudad de Taebaek, provincia de Gangwon. Desde allí recorre hasta su desembocadura unos 506 km. Los principales afluentes son Yeong, Geumho y el río Nam con sus afluentes. El Nakdong drena la mayor parte en las provincias de Gyeongsang del Norte y Gyeongsang del Sur, y en menor porción en Jeolla del Norte y Jeolla del Sur en la provincia de Gangwon. La cuenca total es de 23.384 kilometros cuadrados.

Es en este río en la que toda mi desgracia empezó: mi vida llena de secretos, ahora lo sabía. Lo seguí con la mirada hacia el norte, donde estaba Daegu y me di cuenta, que ir a la casa de mis abuelos tal vez regresaría los recuerdos. Que quizá encontraría la respuesta a este horrible vacío en mi interior.

Iba a irme a Daegu luego de graduarme, y nada iba a detenerme.

Bien, ya me volví loca. Pero es que no puedo evitarlo, tengo muchas ganas de esta historia mmmmmmmmmmmMMMMMM espero les guste.

Me inspiré en una película, pero si les digo de que va, van a saber de que va la historia y quiero que sea sorpresa, así que luego les digo la película.

Por cierto, diganme que les parece la historia y si tienen alguna teoría de lo que ha pasado con Taehyung.

Los amo, abejitas.

Portada y separadores hechos por dotchisaurus y rawrtchi. Gracias uwu



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