•Gabo

—Debo... Debo irme— Le respondo a Lorenzo. El deja de llorar, pero lo rojo de sus ojos no desaparece.

Se me queda viendo mientras me voy.

Sinceramente no supe que responder, jamás he visto al nueve así, tan vulnerable. Pero ¿y si es otra de sus trampas? No puedo creer todo a la primera cuando se trata de Lorenzo.

Solo quiero ir a mi habitación, debo asimilar esto con calma.

Sin embargo choco con dos personas en el trayecto. Son Ricky y Dedé.

—Hola Gabo ¿Dónde andabas?— Me pregunta el mexicano.

—Si, te estábamos buscando.— Le sigue Dedé.

Suelto un suspiro. No sé si contarle esto a mis amigos.

—Solamente fui... Por una bebida con Pulpo.— Ambos me miraron confusos.

—¿Y la bebida?— Pregunta Ricky.

Cierto. De la impresión, olvide mi jugo. En este momento no me importaría si Lorenzo decide tomárselo.

—Ya me lo acabé.

Se hizo un silencio sepulcral. Pero solamente unos segundos.

—¿Gabo te encontrás bien?— Dedé me toca el hombro.

—Si, si ¿Por qué... Lo decís?

—Es que parece como si hubieras visto un fantasma.

—Aja mira.— Ricky pone su mano en mi mejilla. —Estas pálido. ¿Pasó algo en el Hall?

—No, nada grave.— Mentí.

Aún con todo lo que el goleador hizo, siento que no es correcto decir a los cuatro vientos que lloraba a mares, porque es Lorenzo, el aparenta no ser vulnerable. De alguna manera creo que sería una traición, aunque él nunca me pidió que no lo contara.

—Ricky, hay que hacer como que le creemos y vamos ya a la habitación que estoy cansado.— El mexicano le sonríe.

Caminamos a dicho lugar.

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Durante la noche estuve analizando todo lo que pasó con Lorenzo. No pienso que sea otro de sus planes, porque como dije, él ya estaba llorando cuando yo llegué, incluso me suplicó, eso no lo hace Lorenzo, es... Es como si hubiera estado con otra persona.

Ahora es el receso, les acabo de decir a mis amigos que debo hacer una cosa importante.

Me dirijo hacia la oficina del director deportivo.

Toco un par de veces la puerta.

—¡Pase!— Grita desde adentro. Abro la puerta.

—Hola, disculpa ¿puedo hablar con usted?— Después de unos segundos, accede.

—¿Qué necesitas?

—Pues... Ayer informaron que Lorenzo está suspendido, pero él es un factor muy importante y lo... necesitamos.— Diego solo asentía lentamente.

—Bueno... Yo quisiera saber, si es posible que el regrese al equipo.

—Gabo, perdón pero ¿no viste la mentirota que hizo? ¡Nos engañó a todos! Y eso no se perdona tan fácil.

—Ya se, ya se, pero el... Es Lorenzo, sabemos que tiene mucho ego y estoy seguro de que lo último que él quiere es que nosotros perdamos. Podrá hacer de todo, pero él ha demostrado ser una persona leal.

—Pues esta vez no. Solo piensa, que hubiera pasado si tocara un partido importante.

—Si tocara uno, el ni siquiera hubiera planeando nada.— Diego se quedó callado.

—Créame, aveces pensamos que conocemos demasiado a una persona, cuando en realidad no es así.

—¿Por qué me dices esto?— Pregunta con curiosidad.

—A-ayer vi a su hijo... Llorando.— Diego puso los ojos en blanco.

—No, espere, no eran unos simples sollozos... era como si estuviera sacando todo su ira, me acerqué y él me dijo que se sentía culpable de todo lo que le estaba pasando últimamente... Incluso me pidió disculpas. Yo jamás, lo había visto así, en serio, era otro.

Después de hablar un par de minutos más, Diego aceptó.

Es algo raro, pero salí de su oficina con una sonrisa de oreja a oreja.

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Estoy amarrándome los cordones, de pronto Ricky me pregunta.

—¿Ya nos vas a decir que era eso tan importante que debías hacer?— Enfatiza la palabra "tan". Ya es como la quinta vez que él y Dedé me preguntan.

No me da tiempo de responder por qué Francisco entra y nos llama todos.

—Chicos, tengo que informarles algo. A pesar de que ayer anuncié que su compañero Lorenzo estaba suspendido hasta nuevo aviso, las autoridades han decidido que regrese al equipo.— Algunos se emocionan con la noticia, más sus secuaces permanentes, Lucas y Adrián.

Yo me limito a sonreír.

Mis amigos voltean a verse sorprendidos.

—¿Gabo esto lo hiciste tú?— Me pregunta el brasileño.

—¡Dedé obvio no! Después de lo que Lorenzo le hizo ¿tú en verdad crees que haría esto?— Se adelantó Ricky.

—No, espera... Si fui yo.— Ambos se me quedaron viendo boquiabiertos.

—Pero, Gabo, Lorenzo no se merece esto. ¿Estás bien? ¿Te pasa algo?— Dice el mexicano.

—Estoy perfectamente.— Contesto sonriendo.

—Perfectamente enamorado....— Bromea Dedé. Mi otro amigo se ríe junto a él.

Sé que lo que dijo no fue en serio. Pero... Últimamente eh estado pensando mucho en Lorenzo, admiro como juega y su profesionalismo al entrar en la cancha. ¿A eso se le llama gusto por alguien? A lo mejor no estoy enamorado, pero atractivo si me parece.

Ya se, es una completa locura, pero... Ni yo me lo esperaba.

Al ver que no me reí ante el comentario de Dedé, Ricky me pregunta.

—Espera... Gabo ¿Pasa algo con Lorenzo?— Volteo a verlo.

Estaba por responder, pero Francisco se acercó y dijo que ya debíamos ir al Lab.

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Estoy con Zoe en las escaleras del IAD, nadie está hablando, pero no se me hace incomodo por qué ella está en su celular. Veo que lo apaga y me mira.

—Gabo.— Me llama. —Mande

—Acabo de recordar que este viernes hay una fiesta en el Hat Trick. Es por nuestra victoria en el partido pasado ¿vienes?

—Claro, creo que no tengo nada que hacer.

—¡Perfecto!— Sonríe. En eso me acuerdo de algo.

—Oye ¿cómo.... Como se cuando alguien me gusta?— Ella ríe. —¿Qué? ¿Qué pregunta es esa?— La miro con confusión.

—Cuando a ti te gusta alguien, lo sentís aquí, en el corazón.— Señala mi pecho, luego se queda mirándome con una sonrisa.

—¿Podés ser un poco más específica?— Pregunto. Ella pone sus ojos en blanco.

—Mira, creo que unos signos de que esa persona te gusta es que te preocupas mucho por ella, te gusta conversar con la persona y cuando estás con ella...— Mira hacia abajo y sonríe. —Te, te dan nervios, emoción y un montón de sensaciones más, pero se siente bonito... Bueno, al principio te podes confundir, porque a lo mejor esas emociones nunca las has tenido, pero conforme pasa el tiempo, tu mente y cuerpo se acostumbran.

Asiento un par de veces con la cabeza.

—¿Por qué la pregunta?— Me sonríe.

—¿Te gusta alguien?— Dice con tono pícaro. Me quedo callado.

—Vamos, después de lo que te dije ya podes decirme ¿no?

—No, es que... ¿Y si yo no quiero que me guste?

—¿Por qué?

—Bueno... Lo que pasa es que esa persona, siento que podría ser peligrosa para mí. Además de que nunca funcionaría nada si estuviéramos juntos.— Zoe se acercó un poco más a mi, y me miró a los ojos.

—Gabo... Nadie escoge de quien enamorarse.— Miro al piso. —¿Puedo saber quién es esa chica?

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Holaaaa 💚

Y bien ¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Yo espero, de todo corazón que si. La cosa cada vez se vuelve más interesante... ¿No? 7u7

¿A ustedes les ha pasado esto? ¿De que no quieren que alguien les guste? A mí si, últimamente me ha estado pasando. Y esta experiencia me esta sirviendo para la historia.

Bueno, si puedo, actualizaré de nuevo durante la semana. Solo si puedo.

¡Nos vemos pronto!

-Pau💙