5- Dejáme en paz.
Sorpresaaa.... Si, yo, actualizando en miércoles ¿Raro cierto? Pero bueno, lo que pasa es que este capítulo ya lo tenía escrito y el del lunes ya está listo también, así que no quise esperarme y se los traje ;V <3.
Seguiré actualizando los lunes o martes, solo en casos especiales actualizaré otros días.
Empecemos
•Lorenzo
—Bien, ¿ya me vas a contar?— Preguntó mi novia con interés.
—Si, pero necesito que no abras la boca, si no, nos puede ir muy mal.— Le advertí.
—¿Nos?— Dijo con confusión. —Desde este momento— Señalé la mesa. —Tu ya eres cómplice de esto. Recuerda que somos un equipo.
—Esta bien. Contá conmigo para lo que sea.— Tomó mi mano por encima de la mesa.
Le expliqué todo mi plan, sin dejar suelto un solo detalle. Al final ella preguntó.
—¿Y cuál es tu propósito? Es que no le veo mucha utilidad.— Puse los ojos en blanco.
—Solo de esta manera, Gabo sabrá cuánto me necesitan y se verá presionado por todos... hasta podría querer salir de equipo.— Lo último lo dije con una sonrisa.
—Sos un genio.— Comentó Martina.
En seguida el timbre tocó, y nos dirigimos hacia la aula de clases.
El resto del día transcurrió muy extraño respecto a Gabo. En todos los momentos libres que teníamos durante clases, el vino y me ayudaba con mi... Fractura. Y aunque parezca raro, no me disgusta del todo, al fin y al cabo, el está resultando como un esclavo y sin que yo se lo pida.
Algo se trae entre manos y lo descubriré.
<<< >>>
Han pasado varios días desde que le conté mi plan a Martina, ella como siempre, ayudándome en todos mis planes.
Hoy es su partido de Voley y debe agradecer que es en un gimnasio porque el cielo está muy nublado. A puesto a que llueve.
•Gabo
—Okey y ¿Qué han averiguado de Lorenzo?— Les pregunto a mis amigos mientras boto una pelota saltarina.
—La neta... No mucho.— Confiesa Ricky. Dedé asiente con decepción.
—¿Ven? Lorenzo no estaba planeando nada, era solo su imaginación.
—Tienes razón, pero por lo menos con esto has mejorado tu relación con Lorenzo.— Comenta Dedé.
—Pues en parte sí, no nos considero amigos, pero al menos ya no peleamos cada vez que hablamos.
—Muy bieeeen— Anima Ricky.
Enciendo mi celular para ver la hora y me doy cuenta de que en 20 minutos es el partido de Zoe.
—¡Chicos!— Digo en voz alta. Mis dos amigos me voltean a ver un poco asustados.
—¿Qué pasa?— Pregunta uno de ellos. —El partido de Voley...— Ambos hacen un gesto alarmado.
Nos "arreglamos" rápido y salimos volando hacia el gimnasio. En el camino, choco con Lorenzo.
Él iba caminando con las muletas y yo corriendo, para alcanzar un buen lugar, sin embargo, mi hombro choca con el suyo, haciendo que el número nueve caiga al suelo.
—Lo siento Lorenzo.— Le digo ayudando a que se levante.
—Fíjate por dónde vas. Casi me matas.— Dice exagerando.
Cuando ya está parado, camino junto a él, haciéndole la platica.
—¿También vas al partido?
—No, voy al baño... ¡Claro que voy!
—Esta bien, no te pongas así.
—Me acabas de tirar por segunda vez en el mes, ¿Cómo no quieres que me enoje?
Me quedo en silencio durante unos segundos.
—Bueno, pero te eh estado ayudando, no te podés quejar.—
—¡Basta!— Grita. —No creas que se me hace normal verte tan amable y solidario conmigo.— Dice, esta vez casi susurrando.
Me quedo callado, mirándolo.
—Algo te traes entre manos y lo voy a averiguar.
Comienza a caminar y yo solo me quedo quieto. Hasta que reacciono.
—¡Lorenzo eso no es verdad!— Corro hacia el. Y cuando lo alcanzo lo tomó por el hombro. El voltea.
—Yo solo quiero que dejemos de ser así. Quiero mejorar nuestra relación.
—¡Deja de decir eso!— Exclama en un tono elevado. Quita mi mano de su hombro. —Solo quieres atención porque sabes que soy mejor que tú.
Lo último me da rabia, no puedo creer que siga pensado que su fractura fue a posta.
Estoy harto que me culpe de esto, después de que eh querido darle mi ayuda. Ya no sé qué hacer.
Él sigue caminando hacia el gimnasio, y esta vez dejo que se vaya.
Me quedo ahí parado sin hacer o decir nada, solo siento que una lagrima cae por mi mejilla. Es de rabia y enojo.
No soporto que Lorenzo me moleste todos los días, no soporto que cada que me ve, lo hace con enojo. Yo solo quiero que deje de elegirme como víctima de todos sus planes ¿Por qué justo a mí? ¿Por que?
Con el propósito de olvidar todo esto. Camino hacia el lugar del partido. Ya todos se encuentran en sus lugares, con facilidad localizo a mis amigos, ya que me hacen señas con sus brazos.
Veo que tienen un lugar apartado para mí. Enfrente de Lorenzo.
Camino hacia mi lugar, limpiándome otra lágrima que estaba saliendo, al llegar Ricky me pregunta.
—¿Y ahora que tienes Gabo?— Lo miro, sabiendo que me va a cuestionar por mis ojos rojos.
—¿Estás llorando?— Ese fue Dedé. —¿Pasó algo?— Dice Ricky con preocupación.
Niego varias veces con la cabeza.
—Estoy bien.— Miento.
<<< >>>
•Lorenzo
Estamos en mitad del partido y una llamada de Adrián me llega. Salgo del gimnasio para poder atender, pues lo que tenemos que hablar es confidencial.
Llego a la cancha donde entrenamos los Halcones, aquí seguro nadie me escucha.
—Okey, espero que hagas todo bien. No se nos puede escapar nada.
—S-Si— Tartamudea.
En eso gotas empiezan a caer sobre mi chaqueta de cuero. Volteo hacia arriba y me percato de que está lloviendo.
—Lorenzo.— Es la voz de Gabo. Y tiene los ojos rojos.
Está entrando a la cancha.
Cuelgo la llamada, esto no lo puede escuchar el enganche.
—¿Qué haces aquí?— Cada vez llueve más fuerte. —¿No vez que está lloviendo?
—Solo déjame decirte algo. No me voy a tardar.— Cada vez se acerca más a la mitad de la cancha donde estoy yo. Y cada vez nos mojamos más, gracias a la lluvia.
—Disculpáme.— Lo miro con confusión.
—¿Qué?
—Si, perdón por haberte provocado esa fractura. Te vuelvo a repetir que nunca tuve malas intenciones.
—¿Tú piensas que con...— Empecé a decir. Pero Gabo me interrumpió.
—¡Basta! ¡Déjame hablar!...— Esta vez el se acercó a mí y ahí fue cuando pude ver con más claridad que estaba llorando.
—Estoy cansado de solo me hables para decirme cosas negativas y estoy harto de ser yo, la única víctima en todos tus planes.— Me quedé callado.
—Si tú propósito es hacerme daño, bravo, lo haz logrado.— Otras lágrimas siguieron cayendo de sus mejillas.
—Sólo... ¡Solo déjame en paz por favor!— Seguido de eso se fue.
Por alguna extraña razón me quedé parado, en medio de la cancha.
*************
Holaaa 💚
Pobre Gabo :,v hasta a mí me dio sentimiento escribir todo esto. ¿Qué creen que pase? ¿O por qué piensan que Lorenzo se quedo callado?.... 7u7
Bueno, nos vemos la próxima semana ;v
Bye!
-Pau💙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro