25- Yo lo escribí
•Gabo
Entro a mi dormitorio totalmente destrozado. No puedo creer que Lorenzo me haya mentido, no, más bien no puedo creer lo iluso que fui. Como no me di cuenta.
Lo que más me duele es que a mí realmente me gusta y el solo jugó con mis sentimientos, como si fuera un juguete.
Antes de cerrar la puerta me percato de que mis amigos están ahí, sentados en la cama de Dedé, muy juntos. Supongo que hablaron sobre su beso.
Ambos voltean a verme con una cara sorprendida. Espero no haber interrumpido nada.
—Gabo.— Me llama Ricky, con nervios.
—¿Pasa algo?— Pregunto intentando ocultar mis ganas de llorar. Ambos se separan.
—No, no, nada.— Responde Dedé.
Voy hacia mi cama y me siento en ella, mirando al suelo. El silencio se apodera del lugar, convirtiendo la atmósfera en algo incómodo.
—¿Estás bien?— Me pregunta el mexicano. Lo miro deseando que no note mis ojos rojos.
Pero lo hace.
—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?— Cuestiona preocupado mientras se acerca a mi. Dedé al escuchar que estoy llorando hace lo mismo que Ricky.
Suelto un suspiro.
—Lorenzo... Me...— Vuelvo a mirar al piso. —Me engañó.— Susurro con dolor. Ni siquiera pudo decirlo.
—¿Por qué lo dices?— Pregunta el brasileño.
Les explico todo lo sucedido y la discusión que Lorenzo y y yo tuvimos, por más que me duela, debo contárselos, son mis amigos.
—Iremos a hablar con el.— Afirma Ricky. Tiene cara seria.
—No es necesario, creo que lo puedo arreglar solo.
—¡Pero no es justo! Nada de esto es justo para ti, porque te ilusionó y eso no se hace.— Comenta el número siete.
—Concuerdo con Ricky, quieras o no, hablaremos con el.
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•Lorenzo
Estoy sentado en las gradas de la cancha pensando en quien pudo haberle dado ese papel.
Una lágrima se resbala por mi mejilla, rápidamente la limpio.
No es posible que alguien quiera arruinar la relación que tengo o tenía con Gabo. Es increíble. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando estábamos más que bien?
—Lorenzo.— Escucho la voz de Ricky llamándome, haciendo que levante la mirada.
Viene junto a Dedé.
—Queremos hablar contigo.— Me dice el brasileño, mientras ambos se sientan a mis lados.
—Es por Gabo.— Afirmo. Ellos asienten con la cabeza. —Les juro que yo no lo engañé, sería incapaz de hacerlo.— Explicó con voz quebrada.
—¿Y por qué deberíamos creerte?— Pregunta Ricky con tono molesto.
—¡Porque lo quiero mucho!— Digo en voz alta, mientras lágrimas caen sobre mis mejillas. —No sé quién escribió esa carta, pero me las va a pagar, en serio.— Comento con mucha molestia. —Necesito que me ayuden por favor y que me crean, a mí sí me gusta Gabo.
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Ahora estamos en el entrenamiento y estoy jugando horrible. Gabo igual.
—¡Gabo! Pasásela a Lorenzo— Le indica el D.T. El número diez solo voltea a verme, pero lo hace con rabia.
Segundos después, Francisco hace una pausa.
—Ustedes dos, vengan.— Nos dice a mí y a Gabo. —¿Qué sucede chicos? ¿Dónde está esa conexión que los une?
—Unía.— Escucho como Gabo susurra dicha palabra.
—¿Qué dijiste?— Le pregunta Francisco.
—No, que no pasa absolutamente nada.— Responde el diez mirándome. —Solo estoy cansado y harto... Del sol.
—Si, yo... Igual— Comento con tristeza.
—Haber chicos, ustedes no me están diciendo la verdad. Pero sus problemas personales quedan afuera de acá ¿entendido?— Gabo y yo asentimos con la cabeza y volvemos a la cancha.
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•Gabo
—Pero... ¿Por qué te engañaría hasta ahorita?— Pregunta Zoe.
—Para volverme a torturar.— Respondo cortante.
Estamos en las escaleras, en la parte de arriba.
—No, pero decís que cambió ¿no?
—Eso era lo que pensaba.— Digo enojado. —Pero... ¿Por qué lo defendés tanto? ¿Habló con vos?
Me sorprende que ella sea la única que le vea el lado bueno a Lorenzo.
—No no no, solo que estoy tratando de darle sentido... Bueno.— Contesta con evidentes nervios. Empieza a mover su pie.
—Zoe decime la verdad, ¿qué sabés?
Se queda callada durante algunos segundos.
—Gabo perdón.— Dice de repente, lo cual me toma desprevenido.
—¿Qué?
—Si, sé que posiblemente me odies por lo que diré pero antes quiera que sepas que lo siento mucho.
—Ya, decime de una vez.— Digo algo desesperado.
—Yo tuve la culpa de todo esto.— Confiesa mirando el suelo.
—¿Qué?... ¿Por qué lo decís?
—¿Aún tenés el papel que te dieron para que se lo entregaras a Lorenzo?— Pregunta. Frunzo el ceño y busco el papel en el bolso de mi campera. Por suerte está ahí.
Se lo doy y ella lo desdobla.
—Esta.— Señala una de las palabras. —Es mi letra. Yo lo escribí.
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Holaaaa 💚
Ya se, ya se, tardé un poco en actualizar pero es que no tenía ningún tipo de inspiración, ya que tengo un afta en la boca que no me dejaba ni hablar, ahora el dolor es menor pero ya me deja pensar y estar tranquila, antes no tenía los ánimos para escribir con un dolor horrible en la boca.
Pero bueeeno, ¿qué les pareció el capítulo? ¡Díganmelo en los comentarios!
Espero les haya gustado, y quiero decirles que cuando lleguemos a los 1K votos haré una especie de entrevista con los personajes para que pregunten cosas :D
Bye!
-Pau💙
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