•Lorenzo

Hoy decidí adelantarme y salir antes que mi papá para llegar primero y así poder investigar un poco.

Abro la puerta de mi casa con cautela y miro para ambos lados laterales, esperando no encontrarme con la señora de servicio que a veces está aquí a estas horas.

Rápidamente y sin quitarme mi mochila voy hacia el cuarto de mi padre. Al llegar observo cada objeto como si nunca hubiera estado en esa habitación. Me dirijo hacia los cajones de su gran armario y reviso uno por uno.

Me siento extraño al estar viendo las cosas de mi papá, pero esto es para algo bueno.

En el primero no hay nada más que corbatas, en el segundo tampoco, pero en el tercero.... Se encuentran muchos papeles, todos son blancos, excepto uno, es de color rojo y está doblado, al extenderlo me percato de que es una carta, la cual dice:

Francisco:

Siento tanto que te hayas enterado del nacimiento de mi hijo por otras personas y no por mi. Sabes que mis padres nunca aceptarían esto, así que la única manera de camuflarlo es teniendo un niño. Sé que tal vez todo lo que te diga te dolerá, pero ten en cuenta que no eres el único que está sufriendo, a mi también me afecta el que no poda...

Y eso es todo lo que leo de la carta, ya que un sonido provoca que me asuste.

—Disculpe joven.— Dice la sirvienta. Ella está parada sobre el umbral de la puerta, con su escoba en la mano. —No era mi intención asustarlo.

Suelto un suspiro agradeciendo que no sea mi papá.

—¿A qué hora llegaste?— Le pregunto con el ceño fruncido y la carta en mis manos.

—Ha... Hace unos segundos, pensé que no había nadie.— Me responde nerviosa.

Cierro el cajón y me voy hacia la puerta dispuesto a salir del cuarto, hasta que...

—Eh... Sé que no es de mi incumbencia pero... ¿Qué hacía con las cosas de su padre?

De inmediato me volteo y contesto.

—Tienes toda la razón.— Digo con una sonrisa. —No es de tu incumbencia... Pero no te preocupes eh... No estoy haciendo nada malo.—Esto último lo digo de forma relajada. —Solo no te atrevas a contarle nada de esto a mi papá.

Dicho eso me retiro. Debo contarle todo esto a Gabo.

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•Gabo

Es de mañana aquí en el IAD, estoy esperando a Lorenzo afuera del colegio, no solo para que entremos juntos, si no también para que me cuente a detalle lo que vio en su casa ayer.

En eso siento una mano en mi hombro, me volteo y me encuentro con Martina. Parece que va apurada.

—Hola Gabo ¿podemos hablar?— Asiento con la cabeza.

—Me enteré de que vos y Lorenzo ya son novios.— En seguida una leve sonrisa aparece en mi rostro. —Felicidades.— Comenta.

—Gracias Martina.

—Pero no vine solo a eso.— Dice. Pongo un gesto confundido. —Quiero advertirte.

—¿Qué?

—Si. Sé que no somos amigos, ni compañeros pero no quiero alguien mas sufra lo que yo.— Comenta con cierta preocupación.

—Lorenzo es lindo, y es una buena persona, pero también es un tanto extremista ¿sabés? Cuando a él le interesa en algo, no para de hablar de esa cosa, y al parecer ahora vos sos esa cosa.— Como no entiendo lo que esta diciendo, pongo una cara confundida.

—A lo que quiero llegar es que, ahora vos sos su debilidad, pero cuando el efecto pase, no te hará más caso. Esto ya lo viví y no me gustaría que te pasara a vos.— Explica con preocupación.

Asiento un par de veces con la cabeza analizando todo, vaya que tiene sentido.

—Gracias por esto.— Digo serio. —Tomaré en cuenta lo que me acabás de decir.— Ella pone un gesto angustiado en su rostro y se retira, mientras acaricia mi brazo.

Que raro, Zoe ayer me advirtió también.

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Ahora estoy sentado en las escaleras, no eh podido dejar de pensar sobre lo que Martina me dijo. Después de eso ya no esperé a Lorenzo, solo quería pensar.

—Gabo.— La voz del jugador llena mis oídos.

—Hola.— Contesto un poco desganado. El número nueve se sienta a mi lado, ahí me percato de que trae algo en las manos, es un papel rojo.

—¿Te pasa algo?— Pregunta mirándome.

—Martina habló conmigo esta mañana.— Le confieso sin expresión alguna.

—Y... ¿Qué te dijo?— Cuestiona temeroso. —Que tuviera cuidado contigo.

—¿En serio?— Asiento con la cabeza. Se acerca a mi rostro. —¿Quieres que hablemos de eso?— Pregunta en vos baja.

Le digo que sí y ambos nos paramos. Decido que nos vayamos a mi habitación, ya que es un lugar más... Privado.

Al llegar, me siento sobre mi cama. Lorenzo sé queda parado.

—No le creas.— Dice cuando ya está la puerta cerrada. —Pensé que las cosas con ella ya se habían tranquilizado, pero al parecer no.

—Pero... Zoe me dijo lo mismo, ayer de hecho.— En seguida el jugador se sienta a mi lado.

—¿Es neta?— Digo que si con la cabeza. Él niega. —¿Por qué las personas siguen pensando que soy mala persona? Yo cambié.

—¿Seguro?— Le pregunto sin algún tipo de expresión. El me mira preocupado.

—Gabo, no dudes de mi, tú me hiciste cambiar. Ya te lo eh demostrado con mi amor ¿A caso no es suficiente?— Bajo mi mirada al piso y no respondo.

—Mírame.— Ordena. Le hago caso y segundos después me besa.

Toma mi rostro con sus dedos y hace caricias en una de mis mejillas. Esto se siente muy bien. El beso empieza a durar más que los pasados, decidimos parar ya que la respiración nos hace falta. En esta pausa, no puedo evitar mirar sus labios.

Volvemos al beso y recargo una mano en el colchón de mi cama para no caernos. Su lengua empieza a tocar la mía y pienso que se siente muy satisfactorio. Nos separamos y nos quedamos mirando por unos segundos. No puedo mirar otra cosas mas que sus ojos o su boca, la cual esta un tanto hinchada.

—No se lo que te haya dicho Martina, pero quiero que sepas que jamás me dejarás de gustar.— Comenta mirando mis labios y por ultimo mis ojos.

Mi respuesta no es mas que un simple beso, uno corto pero que lo disfruto igual que el primero. Al término de este beso, nos abrazamos.

—Te quiero Lorenzo.

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Holaaa 💚

¿Qué tal? ¿Les gustó el capitulo? A mi la verdad me encanto escribir la última escena, me emocioné mucho xD.

Gracias por su apoyo y sus votos, en serio aprecio tanto que les guste mi trabajo. Esta historia ya está en la recta final, pero tranquilos, traeré una nueva que sé que les va a gustar el doble, solo que ahora no quiero contar tantos detalles.

Nos vemos!

-Pau💙