10- Debemos hablar.
•Gabo
Estoy por quedarme dormido, y no soy el único, siempre le pongo atención a la maestra de historia, pero hoy, solo quiero irme y ya.
Afortunadamente el timbre suena, anunciando que la última clase de este lunes ha acabado. Aliviado recojo mis cosas y me voy del aula. De repente una voz me detiene.
—¡Gabo!— Me llama Zoe, yo volteo.
—¿Podemos hablar?— Me pregunta mientras se acerca.
Respecto a lo que pasó el viernes, decidí no tocar el tema con ella todo el fin de semana. Es mejor así.
Asiento un par de veces y nos dirigimos a una banca que está saliendo del salón. Nos sentamos en ella.
—Perdón.— Dice Zoe. —Ya sé que estás molesto, pero nunca quise hacerlo con malas intenciones.
—Ya veo. Pero no estoy molesto, solo que... Me confundió lo que hiciste ¿sabes? Nunca pensé que me fueras a querer de esta manera.
—Si, lo siento, solo que... Pensé que yo era la chica que te gustaba.— Comenta un poco apenada.
—No te preocupes, yo también tuve un poco la culpa. No fue mi intención ilusionarte de esta manera.— Le digo. Ella asiente un par de veces con la cabeza, como si lo estuviera analizando todo.
—¿Volvemos a ser amigos?— Pregunta.
—¿Qué? Nunca hemos dejado de serlo.— Ella sonríe y trata de abrazarme, pero yo, solo le doy dos palmadas en su hombro.
Ahora que Zoe me confesó sus sentimientos, ya no sé de qué forma verla, es decir, quiero seguir siendo su amigo pero va a ser un poco difícil volverla a tratarla igual, sabiendo que lo que ella siente por mí es algo más que una simple amistad, solo no quiero lastimarla.
•Lorenzo
—Okey, tenemos muy poco tiempo antes de que llegue Gabo.— Les aviso a los dos chicos de cuarto. Ellos asienten.
Estamos en el Hall, lugar donde acordamos reunirnos.
—Pero no entiendo ¿en qué quieres que te ayudemos exactamente?— Pregunta Dedé.
Ruedo los ojos.
—Solo quiero que me ayuden en las palabras que voy a decirle. No quiero arruinarlo.
—Okey, tal vez puedes decirle que en verdad lo sientes, que fuiste un estupido al estarlo molestando por tanto tiempo...— Comenzó a decir el número siete.
—Si, un verdadero inútil... Un idiota, egoísta, narcisista, hijo de...— Siguió diciendo el brasileño, pero como si estuviera pensando en voz alta. Yo pongo cara de pocos amigos, aprieto los labios y golpeo la mesa con mi mano.
—Bueno bueno, tampoco Dedé, lo que pasa es que es difícil...— Le interrumpe Ricky. Me acerco a ellos.
—¿Ahora por qué?— Les pregunto con cierta molestia.
—Porque lo que tú digas, debe ser sincero, yo no te puedo ordenar que decir, porque esas palabras, debes sentirlas de verdad. Si aún no estás listo para pedirle disculpas, mejor no lo hagas.— Miro al piso.
Ricky tiene razón.
—Esta bien, pero por lo menos deben ayudarme a que Gabo no huya de mi.— Ambos aceptan.
En eso, el número diez se aparece en la cafetería.
—¿Dedé? ¿Ricky? ¿Qué hacen con el?— Les pregunta.
—Naaada. El se acercó a molestarnos.— Respondió el brasileño. Yo pongo un gesto muy confundido.
Obviamente está mintiendo.
—¿Eso es cierto Lorenzo?— Dice Gabo con el ceño fruncido.
Yo ni siquiera me atrevo a mirarlo.
—Si.— Asiento con pena.
—¿Sabes qué? Deberías buscarte otro pasatiempo. Te juro, que molestar a las personas no es sano, ni siquiera para vos.— Me quedo callado.
Todo lo que dice esta lleno de razón, pero prefiero no decirle nada, hasta después del entrenamiento de hoy, donde me voy a disculpar definitivamente.
—Vámonos chicos, no tenemos nada que hacer con el.— Comenta molesto.
Es evidente que lo tengo harto.
No sé porque, pero últimamente eh prestado mucha atención en Gabo y me eh dado cuenta de que es una persona leal, solidaria y fuerte sobre todo, ahora que me doy cuenta, no sé cómo pudo aguantarme tanto tiempo.
Estoy empezando a cambiar, y debo decir que no me molesta del todo.
<<< >>>
—¡Bien chicos! El entrenamiento ha acabado, se pueden retirar.— Anuncia Francisco.
Okey, el momento ha llegado.
Veo como el número diez se va caminando hacia los vestidores.
—¡Gabo!— Le llamo. El voltea a verme.
—¿Qué querés?— Pregunta un tanto molesto, mientras se acerca a mi.
—Debemos hablar.— Le respondo cuando estamos uno frente del otro, en medio de la cancha.
—Vos y yo no tenemos nada más que hablar. Te pedí que me dejaras en paz ¿recuerdas?
—Solo escúchame.— Su mirada seria me indica que puedo hablar.
—Quiero que estemos bien.— Digo con tranquilidad.
—¿Qué?
—Si, estuve reflexionando todos estos días, y me di cuenta de que tienes razón. Pelear no sirve de nada, solo nos distrae de nuestros objetivos como equipo.— El asiente, como si estuviera examinando cada una de mis palabras.
—Te prometo que no estoy actuando ni nada parecido, todo lo que digo es verdad, ojalá me creas y...— Hago una pausa. —Decidas perdonarme.
El se queda en silencio, mirándome, es la primera vez que muero por saber lo que está pensando.
—¿Qué dices? ¿Me disculpas?— Le pregunto con un tono dulce, que ni siquiera yo conocía.
En serio ¿qué me está pasando?... Maldita adolescencia.
El asiente con la cabeza.
—Te perdono.— Una genuina sonrisa sale de mi cara.
Nos quedamos mirando unos segundos.
Y sin darme cuenta, me abraza. Tardo en corresponderle, pues no estoy acostumbrado a recibir este tipo de gestos, pero al final lo hago.
Siento como si me quitara un peso de encima.
Cuando terminamos el abrazo, decido decirle:
—Gracias... por hacer que me volvieran a meter al equipo.
—Denada campeón.— Responde sonriente. Una pequeña, pero sincera sonrisa, aparece en mi rostro.
—Y así es como los dos jugadores más importantes de los Halcones se reconcilian en un tierno abrazo ¿Qué les parece?— La voz de Joaquín invade la cancha.
Nos separamos de inmediato.
—¿Qué haces aquí?
********************
¡Hola! 💚
Y bien ¿qué opinan de este capítulo?
Si piensan que aquí acabó el salseo, están muy equivocados... El romance apenas comienza 7u7 (si ya se, me estoy tardando en llegar a las escenas gays).
Antes de retirarme quisiera que me dejaran sus preguntas sobre la historia en los comentarios :D. Es para el capítulo número once <3. Pueden dejar las preguntas que quieran, no debe ser una por persona necesariamente.
Por favor comenten preguntas, en serio, las necesito.
Recuerden votar comentar y compartir, que así los dinosaurios se multiplican :D.
-Pau💙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro