Parte 6
Taehyung sentía que su rostro iba a explotar de vergüenza, sus mejillas ardían, literalmente estaba como un tomate. En su mente repitió mil veces que la tierra se lo trague pero lamentablemente sus peticiones no se cumplían. Agachó su cabeza y jugó con sus dedos. No quería ver al chico que lo acompañaba. Creía que podía morir si lo veía a los ojos.
Jungkook notó el nerviosismo del bonito rubio, su rostro estaba tan sonrojado pero tan bonito a la vez y su cuerpo se balanceaba de un lado al otro mientras con la punta de su zapato jugaba temerosamente sobre el pavimento.
–Tranquilo –fue lo único que pudo decir, No le parecía tan grave tener un paquete de condones en los bolsillos, intentó ser sutil y calmarlo con una pequeña sonrisa –No tienes de que avergonzarte. Me parece muy bien que pienses en tu protección pero...
Taehyung soltó un pequeño gritó al escuchar eso. –No los compré –hablaba mientras estaba aún con la cabeza gacha, no pensaba levantarla hasta que esa sensación tan horrible de calor haya pasado. –Se lo prometo. No los compré.
Jungkook solo pudo sonreír, ese chico era tan dulce y tierno. Pero luego recordó que su deber era tranquilizarlo por lo que con algo de temor se acercó a él. –No te preocupes, no tienes que darme explicaciones. Pero lo que si debes saber es que no tienes que preocuparte de nada. Para eso estoy aquí, yo te cuidaré y seré responsable en todo momento.
–Pero... Yo...
–Pero nada bonito, hagamos como que esto nunca pasó. Yo no vi nada.
Taehyung asintió, aún estaba sonrojado y por dentro solo podía maldecir a su amigo. No quería que ese chico piense mal o que crea que desde la primera cita ya lo quiere obligar a que tengan relaciones. Quiso dejar las cosas así pero luego pensó que no era justo que su reputación quede en el piso, es verdad que no conocía a ese chico pero no quería que tenga un concepto equivocado de su persona.
–No los compré –levantó la cabeza, tomó aire y habló –mi amigo sabe que lo contraté, se preocupó y me dio esos condones. Tuve que aceptarlo porque usted no conoce a mi amigo. Los guardé en mi abrigo y hasta olvidé que los tenía, solo lo recordé cuando los vi entre sus manos. Me disculpo por ser tan descuidado y dejarlos caer. Pero por favor no piense mal de mi.
Jungkook no podía dejar de ver la hermosa imagen que tenía ante sus ojos, por dentro se preguntaba como podía existir una persona tan hermosa y perfecta como ese chico. Lo escuchó atentamente, su voz era tan relajante. Se obligó a controlarse para no acercarse a él y abrazarlo. Pensó que lo logró pero cuando vio ese hermoso puchero que se formó en sus labios cuando terminó de hablar su corazón latió a mil. Ahora controlarse iba a ser más difícil.
–Te entiendo –le sonrió –no te preocupes. Pero por favor dile a tu amigo que no debe molestarse. De la protección me encargo yo. –Sus manos picaban por acercarse al rostro de ese hermoso rubio, por lo que sin poder contener más sus impulsos se acercó pasando la yema de sus dedos rápidamente por una de sus mejillas. –Bonito cuando estés conmigo no debes pensar en nada. Solo preocúpate de disfrutar y de aprender, es lo único que debes hacer.
Taehyung abrió sus ojos al sentir el contacto. Su piel se erizó ante ese repentino toque, se sentía bien. Sus manos eran suaves pero su mente le gritó que eso no estaba bien. Por lo que sin pensarlo se alejó del azabache. Retrocedió y lo miró.
–Como pasa el tiempo de rápido –miró su reloj, por alguna razón quería salir corriendo de ahí. –¿Qué más vamos hacer? Porque debo ir a mi casa, mi novio me espera.
Jungkook sintió cierta incomodidad al escuchar esa palabra, maldijo internamente por sentir eso. Ese chico tenía novio y él lo sabía perfectamente. Suspiró algo nervioso y se concentró en el trabajo, porque eso que estaba haciendo era trabajar nada más.
–Bueno pensé que podíamos ir a los carros chocones –pasó la mano por su cuello y ligeramente sonrió.
–¿Los carros chocones? –Taehyung lo miró sorprendió –¿y eso para que? ni siquiera es un juego de altura.
–Lo sé... Es solo que pensé que era una manera de amenizar el momento, Así nos despejamos un poco y luego pasamos al tema de la altura.
–No –El rubio lo miró serio. –No me parece, nosotros no somos amigos ni estamos en una cita para ir a los carros chocones. Eso no tiene nada que ver con el tema que a mi me interesa.
–Ok –Jungkook asintió –tienes razón. Perdón por mi atrevimiento.
–Esta bien –habló más calmado –si no es más debo irme.
–No –el azabache lo tomó de la muñeca, pero se arrepintió casi al segundo porque ese chico brincó y le quitó la mano con algo de fuerza. –Digo.. Aún no termina la clase. No te puedes ir.
–Bien –el rubio lo miró algo enojado –pero no creo que para decirme eso sea necesario que me toque.
–Perdón –habló bajito –fue un acto reflejo –batió un poco sus pestañas para que su cliente no se enoje.
–Vamos a dejar algo en claro –cruzó sus brazos y lo vio –mientras estemos juntos no me puede tocar, los besos y el contacto físico están absolutamente prohibidos en este negocio.
–¿Qué? –Jungkook lo miró con una perfecta cara de espanto –perdón pero, eso me parece algo ridículo. Los besos esta bien pero si vamos a tener intimidad como le vamos hacer si yo no te puedo tocar. Mi miembro no es invisible, ¿a donde se supone que va entrar si no puedo tocarte?
–Pues no –el rubio habló decidido, su voz era fuerte –¿usted es un profesional no? entonces usted debe saber. Pero solo limítese hacer lo que le digo.
–Perdón bonito –soltó una pequeña carcajada –pero es la primera vez que alguien me pide que le haga el amor sin tocarlo, ósea mago no soy. Debo tocar o por lo menos mi pene debe tocar, porque te vuelvo a repetir ¿a donde se supone que va entrar si no me deja tocarlo?
–Pues.. –el rubio pasó una mano por su cabello. Lo que el azabache decía era verdad. Su petición era ridícula, sin embargo a pesar de ser ridícula era lo que su conciencia le decía.
–Mire Kookie –lo miró fijamente a los ojos –para empezar yo no le pido que me haga el amor, lo único que le pido es sexo y si lo hago es para poder complacer a mi pareja. En segundo lugar sé que su miembro debe entrar en mi. No soy estúpido, sé que eso va a pasar pero le pido que no me toque con sus manos más de lo estrictamente necesario. Tengo una pareja y ya me siento lo suficientemente mal porque lo engañaré y no quiero sentirme peor al saber que dejo que usted me toque o haga conmigo lo que quiera. Espero que entienda mi posición.
Jungkook lo miró algo desconcertado, pero el rubio tenía razón o por lo menos quería creer que la tenía. Su novio existía y si él estaba ahí era precisamente por él.
–Esta bien – asintió –te prometo que contralaré mis manos y no haré nada que no quieras.
Taehyung soltó el suspiró que tenía retenido y asintió. No podía negar que ese chico era muy comprensivo, eso le daba algo de calma a su corazón. Quería irse pero recordó que la clase aun no había finalizado.
–¿Bueno y a donde vamos ahora?
– A la torre Lotte World –le sonrió y le señaló el rascacielos que estaba a metros de distancia. olvidando todo lo que pasó y solo concentrándose en su trabajo y claramente su misión era volver a ese rubio un experto en el sexo arriesgado, un maestro para el sexo en las alturas.
Taehyung abrió los ojos con gran sorpresa al mirar el edificio, su boca formando una perfecta O.
Conocía el Lotte World, por su puesto que lo conocía, ese lugar era hermoso. La infraestructura era un verdadero espectáculo, la forma, las luces y todo en realidad era digno de admirar. Pero solo había entrado a los 3 primeros pisos, nunca pasó de ahí porque le daba miedo subir más alto. Y ahora por su mente ya pasaba lo peor.
El Lotte World es el edificio más alto de Corea del Sur y el quinto más alto del mundo con 555m de altura, 123 pisos, tiene una vista hermosa, se puede apreciar toda la ciudad, entre ellos el rio Han.
Jungkook tenía esa información en su cabeza, se aseguró de leer varios artículos y de estudiar muy bien cada palabra que diría, necesitaba que el rubio piense que está con el mejor aunque por dentro se moría del susto, no le temía a las alturas. Pero pensar que iba a tener sexo a más de 500m del suelo, ponía mal a cualquiera.
Taehyung estaba temblando, recién había entrado al rascacielos y sintió que le faltaba el aire, el miedo que le tenía a las alturas era demasiado grande. Intentaba estar tranquilo pero fallaba en el intento. Además estaba consciente de lo que haría allá arriba.
–Bonito –el azabache se detuvo y habló –espérame aquí, iré a comprar las entradas para poder subir al último piso.
–Si –habló tímido, sus labios temblaban. –Luego me dice cuanto le costó y le devuelvo el dinero.
–Claro que no –sonrió –tómalo como un regalo de mi parte. –Intentó caminar para ir por las entradas pero se sorprendió cuando el rubio lo tomó del brazo. ¿No se suponía que estaba prohibido el contacto físico? fue lo que iba a decir pero no pudo hacerlo porque el rubio habló primero.
–No quiero ningún regalo de su parte, esto es un negocio. Así que vaya y luego me dice cuanto debo devolverle. –Sin decir más lo soltó y Jungkook no tuvo de otra que asentir, fue por las entradas y en cuestión de segundos regresó. Por suerte no había gente. Y era algo raro porque ese sitio es muy turístico y siempre estaba lleno de gente. Sin embargo ahora se veía bastante solitario y eso no era nada malo. Al contrario, era perfecto para sus planes.
El azabache guió al rubio hasta el ascensor, al entrar presionó el botón del último piso y sin perder tiempo empezaron a subir. El rubio estaba tan nervioso. No podía disimular que quería gritar por el miedo que sentía, por lo que una pequeña idea llegó a su cabeza. Talvez un poco de platica le vendría bien.
–¿Sabias que este edificio está entre los más grandes a nivel mundial? Tiene 123 pisos y en el último piso hay un espació para caminar echo de vidrio, –mostró una hermosa sonrisa, esperando que el bonito rubio siga su conversación y le pregunté más información que por su puesto él estaba muy capacitado para responder, sabía cuantos premios tenía el lugar, cuanto costó y quien lo diseñó. Estaba listo para dejar al rubio con la boca abierta pero grande fue su sorpresa al ver como el rubio negó con su cabeza.
–Cállese, cállese. Nadie le preguntó esos datos. Ahora si tengo pánico. No quiero subir. No quiero subir. –Intentó presionar el botón para bajar pero el azabache no se lo permitió.
–Tranquilo bonito, no hay de que temer, la resistencia de este edificio es increíble, esta diseñado para soportar mucho peso, no pasará nada. Y supongamos que haya un temblor tampoco pasará nada porque tiene aisladores sísmicos. De verdad no hay de que...
–¿Un temblor? –el rubio gritó asustado –ay Dios Santo bájenme de aquí.
La respiración de Taehyung empezó a ser muy irregular, sus manos temblaban y su cuerpo estaba a nada de caer al piso. Jungkook maldijo por idiota, en su afán de mostrar que era una persona instruida solo consiguió asustar al bonito rubio. De verdad era un estúpido.
–No no no –habló suave –bonito olvida lo que dije, inhala y exhala, no pasará nada. Piensa en la vista que tendremos. Dicen que se puede ver todo Seúl. Además las estrellas nos acompañaran. Estoy seguro que nunca olvidaremos esta noche.
Taehyung al escuchar eso se calmó un poco, empezando a sentir como su pecho subía y bajaba con más tranquilidad. Respiró varias veces. Jungkook lo miraba desde muy cerca y el pensar que no estaba solo le ayudaba mucho a contener las ganas de salir corriendo.
Al llegar al último piso, salieron del ascensor. Jungkook fue el primero en salir. Le extendió la mano al rubio pero este no la aceptó. Salió como pudo y en pasos muy torpes llegó hasta el pasillo del lugar. Podía ver cristales por todas partes. Y como Jungkook lo dijo también había un piso de vidrió, pero él ni loco se atrevería a caminar por ahí.
Cerró los ojos con fuerza, no quería ver nada. Ni siquiera el paisaje que de verdad era hermoso. La luces cubrían toda la ciudad.
–Bonito no mires hacia abajo –Jungkook se acercó a él, quería tocarlo, tratar de transmitirle algo de calma por medio de pequeñas palmadas en su espalda. Pero no podía hacerlo. –Estoy aquí –se acercó lo más que pudo. –Abre tus ojitos suavemente pero no mires hacia abajo. Solo mira hacia el frente. De verdad la vista es increíble.
–No puedo –Taehyung apretó sus ojos con fuerza –Vámonos por favor vámonos. –El rubio estaba al borde del llanto.
–Bonito no vamos hacer nada que no quieras. Por favor relájate. Piensa que estas de paseo y solo viniste a ver lo hermosa que es nuestra ciudad. Respira con calma. No hay prisa.
–De verdad no puedo –su voz era muy débil. –Si abro mis ojos siento que voy a morir.
–No –le respondió rápidamente –eso no va a pasar. Ya sé –Se acercó un poco más –estoy frente a ti. Si abres los ojos solo me vas a ver a mi. Confía por favor. Olvida donde estamos. Solo mírame a mi.
Taehyung escuchó al azabache y a pesar que estaba temblando del susto, se obligó a ser fuerte. Porque sino al paso que iba nunca iba a poder estar a la altura de su novio. Abrió sus ojos suavemente y tal cual lo dijo ese chico lo primero que vio fue a él. Y mentiría si dice que esos enormes ojos negros, tan profundos y brillantes no lo ayudaron a tranquilizarse.
–Lo ves –le sonrió –te dije que no pasaría nada.
Taehyung asintió, no podía dejar de mirarlo. Si bajaba su vista sería su fin. No soportaría ver a la altura que estaba.
–Bien –el azabache habló. –Gira tu rostro lentamente. No bajes la mirada. Solo gíralo, te prometo que te va encantar lo que vas a ver.
Taehyung asintió. No podía ser un cobarde, hizo lo que le pidió y de verdad que quedó maravillado con la vista. –Wow –fue lo primero que pudo decir –es hermoso.
"No tan hermoso como tú"
Jungkook sacudió su cabeza para alejar esos tontos pensamientos. Estaba trabajando y ver a su cliente de esa manera no era muy profesional que se diga.
–Bien –se aclaró la voz –lo haz hecho muy bien. Pero ahora vamos a tu prueba de fuego. Baja la mirada muy suavemente. Solo por unos segundos. La bajas y la subes por las mismas ¿ok?
–Si –el rubio sin dudarlo hizo lo que el azabache le pidió, pero al ver hacia abajo sintió como su cuerpo se desvaneció. Tuvo que agarrarse fuerte del pasamanos para no caer al piso. –Dios Santo. Dios Santo. Es tan alto. Tanto que siento que me mareo. Me falta el aire.
–No no no –Jungkook intervino –todo eso solo está en tu mente. El aire es perfecto. Si tocas el piso –zapateó un poco –lo ves, es tan rígido que es imposible tener miedo.
–Si –asintió y respiró profundo –es verdad. Pero una cosa es resistir la altura, sufriendo y temblando puedo soportar pero otra cosa es enfrentarse a ella –mordió su labio con timidez. Tenía esa costumbre de morderse cuando estaba nervioso. –No creo que pueda hacerlo aquí. Por más que haya vidrios y sepa que son resistentes no lo podré hacer.
–Tranquilo, la idea no es hacerlo aquí –sonrió amablemente.
–¿No? –se sorprendió –pero si no lo hacemos. No creo que progrese mucho en esto, porque subir y ver el paisaje no me ayuda en nada con mi problema.
–Lo sé. Bonito no lo vamos hacer aquí en este piso. Porque según me has dicho a tu novio le gusta la altura y la adrenalina también. Si te traje acá es para que te acostumbres un poco a la altura pero iremos al piso 118 ahí hay un puente colgante. Perfecto para sentir adrenalina y vértigo al mismo tiempo. Ahora dime ¿estas listo para eso?¿crees que puedas tener sexo conmigo a esa altura y en esa condición? Yo te cuidaré y haré lo que tu decidas si aún no estas listo podemos quedarnos un poco más de tiempo y regresar todos los dias si es necesario hasta que...
Taehyung tembló al esuchar eso, pero era justo lo que quería. No sabía si estaba listo o si iba a ser capaz. Pero no iba a descubrirlo si no se arriesgaba.
–Vamos –habló decidido –algo dentro de mi, me dice que si podré.
Pobre Tae, hasta a mi me da miedo pensar a la altura en la que estará.🤭🤭
Espero les haya gustado el capitulo. Nos leemos pronto
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