Parte 4
Al llegar a la cafetería Taehyung fue el primero en entrar, el azabache movió su mano con una leve reverencia, haciendo una pequeña señal para que el rubio entre. Taehyung entendió el mensaje y no dudó en ingresar. Caminó hacia el fondo, encontrándose una mesa donde estaba seguro era el lugar perfecto para hablar.
Jungkook caminó detrás del rubio, por su cabeza pasaban muchas cosas, luego de escuchar que quiere tener sexo hasta en los árboles solo por complacer a su novio, se quedó realmente consternado. Jamás había conocido a alguien que sea capaz de sacrificarse de esa manera solo por ver feliz a su pareja.
El rubio tomó asiento, cruzó sus piernas sutilmente, llevando su mirada hasta alguna parte del lugar. JungKook no podía dejar de mirarlo. Lo hacia con algo de prudencia. Su mirada se deleitaba de la belleza que ese chico poseía.
Su cuerpo era perfecto, a pesar que estaba sentado su cintura se marcaba por la delgada silueta y por las perfectas curvas que poseía.
Jungkook pensaba que esa belleza estaba más allá de su imaginación. Porque ni siquiera en sus mejores sueños a podido ver a un chico tan hermoso como él.
Recorrió con su vista lo más que pudo, observó su cintura, su pecho, las clavículas que se mostraban con elegancia y un toque sensual a la vez. Sin que pase más tiempo tuvo que sentarse porque sino estaba seguro que el chico se daría cuenta que lo estaba viendo más de lo normal.
Al tomar asiento, vio su rostro de cerca, su aroma era exquisito, dulce y embriagador, y a pesar que el rubio estaba mirando para otro lado, no podía dejar de pensar que ese rostro era una verdadera obra de arte, jamás había visto un rostro tan bonito y con tan perfectas facciones. Su boca tan rosada, su nariz fina y pequeña y cuando llegó a sus ojos, suspiró con fuerza.
"Wow"
Sus pensamientos volaron, esos ojos azules lo llevaron a otra dimensión.
"Debe ser ilegal ser tan hermoso"
"Como es posible que exista alguien tan guapo, no le dolerá el rostro de ser tan lindo"
–Disculpe –Taehyung habló algo serio –¿me escuchó?
Jungkook regresó del mundo en el que estaba, sacudió su cabeza y con toda la vergüenza del mundo habló. No podía creer que su mente se perdió hasta el punto de ignorar que le hablaban. –Perdón ¿Qué me dijo?
El rubio resopló algo enojado –Dije que no tengo mucho tiempo, le agradecería si nos concentramos en el problema que tengo.
–Si claro –sonrió, debía dejar de pensar tanto y enfocarse en lo importante, su fachada del maestro en el sexo no podía perderla por nada. –Estamos aquí para eso, soy todo oídos.
–Ok, pues ya le comenté antes lo que busco. Ahora me gustaría saber si usted me puede ayudar. Por la experiencia que dice que tiene confió que es una buena opción. Así que me gustaría hablar de dinero. ¿Cuanto...
–Disculpen –una de las meseras se acercó y muy amablemente habló –¿están listos para ordenar?
Jungkook la miró y en ese momento notó que fue tan mal educado al no ofrecerle nada al rubio. –Oh –miró a Taehyung –pida lo que desee, considérelo un regalo de mi parte.
–No gracias –miró a Jungkook y a la chica la ignoró por completo. –No me gusta el café, no deseo nada.
La chica asintió y al mirar a Jungkook, el azabache negó con la cabeza por lo que la mujer entendió que lo mejor era irse. Hizo una pequeña reverencia y se retiró.
–Si ya vamos hablar de dinero –Jungkook se acomodó en su silla y colocó sus manos sobre la mesa, balanceando un poco su cuerpo. –Me gustaría saber su nombre y también me gustaría saber que espera de mi. Yo puedo ayudarlo pero necesito saber que es exactamente lo que quiere que haga.
–Prefiero no decirle mi nombre, considéreme como un cliente anónimo. Y lo que espero de usted es fácil, espero que me ayude a perder el miedo a las alturas, espero que me enseñe como debo hacer para que mi novio disfrute cuando estamos juntos. Porque las veces que lo hemos hecho, me he visto como un tonto, a sido un verdadero desastre.
Jungkook llevó sus manos a su barbilla, no se podía imaginar eso, se negaba a pensar que ese hermoso rubio era malo en la cama. Pero por ahí decían caras vemos, frigidez no sabemos.
–Me puede contar un poco más sobre esos encuentros sexuales, no lo tome a mal pero necesito saber detalles para entenderlo mejor. Por ejemplo porque está tan seguro que él problema es usted. Perfectamente podría ser su novio.
–No –agachó la cabeza y Jungkook no pudo dejar de ver esa triste reacción –el problema soy yo. Como le digo a él le gusta tener sexo en lugares altos. Lo hemos hecho en columpios, trapecios, terrazas, y últimamente lo hicimos sobre el techo del edificio donde vivo.
–¿Sobre el techo? –Jungkook abrió sus ojos como platos. –Me esta diciendo que subieron al techo y....No, debe ser una broma. –Soltó una carcajada, no podía imaginar a dos personas sobre el techo teniendo relaciones, ¿se creían gatos o que?
–No he venido aquí, para que se burlen de mi –Se levantó furioso. El azabache al ver eso, dejó de reírse en un segundo. No era broma. El rubio hablaba muy en serio.
–Perdón, yo no quise.. –Lo tomó de la mano para evitar que se vaya pero en ese momento el rubio se esquivó y pegó un pequeño gritó. –¿Qué pasó? –lo miró asustado.
–Mi brazo –el rubio daba pequeñas caricias a su brazo luego de sentir otra vez dolor. –Usted se ríe de mi, pero por subir al techo, tuve una caída y me lastimé el brazo. ¿Usted cree que estoy bromeando o que?
–No, no, no –Apretó sus puños con fuerza al imaginarse que ese lindo chico tuvo un accidente por culpa de algún idiota que no supo cuidarlo.
–¿Además no entiendo porque se ríe? No se supone que usted es un maestro en este tema. Debería saber los lugares en donde se tiene este tipo de sexo.
–Tiene toda la razón –habló bajito, maldecía internamente por ser tan idiota. –Mil disculpas, claro que soy un maestro en este tema, pero no lo hago porque me guste, sino porque debo complacer a los clientes. Sin embargo no deja de parecerme extraño y algo gracioso.
Taehyung al esuchar eso se relajó, lo que decía tenía sentido. –Perdón, –tomó asiento otra vez, –talvez estoy a la defensiva, pero es porque es la primera vez que busco este tipo de ayuda, siento que estoy traicionando a mi novio. Pero es la única salida que me queda.
–Entiendo perfectamente –le sonrió.
–Gracias –lo miró y también le sonrió –¿entonces cuanto me va a costar aprender lo que necesito?
– Bueno... Considerando este tema. Yo diría que... –el azabache no tenía idea que decir. ¿Cuánto se podía cobrar por eso? él claramente no lo sabía, sin embargo si recordaba cuanto le iban a pagar si lo contrataban en aquel lugar, por lo que sin pensarlo más habló. –1 millón de won.
Taehyung asintió, le parecía más que perfecto y muy económico. –No se diga más, entonces ¿Cuándo empezamos? Es más le aseguro que si usted me ayuda y yo logro superar mis miedos y entender como debo complacer a mi novio le pagaré 10 veces más de lo que me esta pidiendo.
–¿10 veces más? –Jungkook no podía creer lo que escuchaba, ¿Quién era ese chico?¿el príncipe de algún reino escondido o que?
–Así es, pero solo tengo una condición.
–¿Cual?
–Sin besos.
–¿Como?
–Es la única condición, sé que debemos tener relaciones. Estoy consciente de eso. Pero no quiero besos. No lo veo necesario. Y así no me sentiré tan traidor.
–Ok –Jungkook asintió, le parecía raro que acepte acostarse con él, pero que se niegue a besarlo. –No se preocupe que yo jamás haré algo que usted no quiera.
–Perfecto –le extendió un papel con su número anotado ahí, –escríbame. Supongo que usted ya debe tener todo un plan en su cabeza para las clases, pero le pido que me lo vaya diciendo de a poco.
–Ah –el azabache estaba perdido, si supiera que de ese tema no sabe nada, sin embargo sonrió y actuó como si fuera un sensei que tenía todo más que claro –Será como usted dice, no se preocupe, tengo un plan más que trazado en mi mente. Esto será como en la Universidad, habrá lecciones, pruebas y el examen final. Es más cuando sea su graduación los dos nos sentiremos orgullosos.
–Me parece bien –ladeo la cabeza –me gusta su manera de trabajar. Debo irme –se levantó –pero antes le tengo una última pregunta ¿Cuánto tiempo me tomará aprender? me gustaría que el curso sea intensivo, quiero salir lo más rápido de esto.
–Yo diría. –el azabache hizo cuentas en su cabeza como si realmente se dedicara a eso, –un mes, creo que un mes es un tiempo prudente.
Taehyung mordió ligeramente su labio inferior, no pensó que sería tanto tiempo pero se obligó aceptar. –Esta bien, usted es el que sabe de esto.
Jungkook asintió y se levantó para despedirse
–Ah por cierto, mi novio quiere que lo hagamos en un árbol, más específicamente en la punta del árbol. Me gustaría que cuando llegue ese momento, yo ya tenga experiencia. Así que si no es mucho pedir desearía que fuéramos a un árbol a practicar.
Jungkook se quedó sin palabras.
–¿Debo tomar ese silencio como un si?
–No, digo si –pasó sus manos por su cuello, estaba nervioso –claro, usted solo ordene que yo obedezco, buscaré un bonito árbol. No se preocupe, pero antes de ir al árbol debemos hacer otras cosas para que usted vaya superando su miedo a las alturas.
–Ok, como le dije antes, usted es el que sabe –Sin decir más le extendió la mano y se despidió.
El azabache lo miró irse, soltó el suspiró que tenía retenido y tomó asiento. Definitivamente no sabía en que se metió pero ya era tarde, debía cumplir su palabra. Además él se consideraba un muy buen amante. Lo que le preocupaba eran los lugares en donde tenía que hacerlo.
No podía creer que ese chico tan lindo, se deje manipular de esa manera. No sabía bien su vida pero no se necesitaba ser muy inteligente para darse cuenta que ese bonito rubio estaba actuando así por miedo a perder a su dichoso novio. Que seguramente ya le dijo que no lo satisface como merece.
–Definitivamente. Dios le da pan al que no tiene dientes. –resopló, ese chico tan lindo no sé merecería pasar por todo eso. Sin embargo era su cliente y él debía obedecerlo.
–¿En donde estabas? Cuando me levanté y no te vi casi me da algo.
Horas después, Taehyung llegó a su trabajo, se acercó a su amigo y lo abrazó, en el trayecto de la cafetería a la empresa decidió que al único que le contaría la locura que estaba a punto de hacer era a él, lo tomó de la mano y juntos caminaron hasta el sofá que el rubio tenía en su oficina.
–Hobi debo contarte algo, pero necesito que esto jamás salga de aquí.
–No me asustes. –lo miró serio –¿Ahora que locura vas hacer con Bogum?
–No, no es eso –habló bajito –¿te acuerdas que hablamos a cerca de que si hay lugares que te ayudan y te enseñan a tener sexo fuera de lo normal?
–Si –respondió sin mayor problema pero luego al ver el sonrojo de su amigo algo en su cabeza hizo clic. –Espera, no me vayas a decir que...
–Si –agachó la cabeza –lo hice.
–Dios santo Tae, ¿te enloqueciste?
–Sé que es una locura, pero fue la única solución que encontré. Lo hice por amor a mi novio. No espero que me entiendas pero si que respetes mi decisión.
–Pero Tae te das cuenta lo que eso significa, vas a acostarte con un desconocido y que yo sepa tu solo has estado con tu novio.
–Lo sé, pensé muchas veces en eso. Pero es necesario, además le dije que no habría besos.
–Y que sacas que no haya besos, si te va a profanar las veces que quiera. No no no –se levantó, caminó en circulos y llevó sus manos a su cabeza. –Quiero conocerlo. Necesito ver que es una persona normal y no un loco sádico que solo desea aprovecharse de ti.
–No creo que Kookie sea así –formó un tierno puchero. –se veía una persona normal hasta podría decir que es una buena persona.
–¿Kookie? –habló asustado –¿el trabajador sexual que contrataste se llama Kookie? Definitivamente debo conocerlo. Dile que venga ya.
–Como crees –se levantó –no quiero que sepa de mi, ni siquiera le dije mi nombre. Y él tampoco el suyo. Kookie es solo su apodo para trabajar. Y no te lo presentaré. Eso sería demasiado raro. Confía en mi. Es un chico normal.
–No sé Tae –se sentó nuevamente –¿Cuántos años tiene y por lo menos es guapo? porque tu eres un muñeco en todo el sentido de la palabra. No puedes coger con cualquiera. ¿Tienes una foto?, muéstramela.
–Claro que no tengo una foto –soltó una pequeña carcajada –y no tengo idea de su edad. Que parte no entiendes de que todo es anónimo, tanto su vida como la mía es privada.
–Espero que no sea feo y loco como Bogum, Aunque si te va enseñar esas locuras. Muy normal no es. Tae tus gustos dejan mucho que desear, si yo tuviera tu cuerpo y tu físico apuntaría alto. No sé de hombres guapos pero mínimo estaría con alguien de la realeza francesa.
Taehyung iba a soltar una carcajada pero escuchó el sonido de su teléfono, al tomarlo vio que se trataba de un número desconocido pero al abrir el mensaje entendió quien era. Por lo que sin dudarlo le respondió mientras aún podía escuchar como su amigo lo regañaba.
–¿Me estas escuchando? Kim Taehyung deja ese teléfono. Esto es serio. ¿Quién te escribe? –se acercó suavemente a su amigo, intentó ver la pantalla pero el rubio no se lo permitió.
–Es él, dice que mañana será nuestra primera cita. Bueno cita no más bien nuestra primera clase.
–Ya veo –se alejó suavemente –espera, si te escribió puedes ver su foto. Agéndalo Tae, quiero ver a ese chico.
–¿Agendarlo? No sé, solo lo veré por un mes.
–Por eso, tiempo más que suficiente para que lo agendes. Apúrate, me mata la curiosidad.
Taehyung soltó un pequeño suspiro, sacó su teléfono y se dirigió a su lista de mensajes. –Ok, lo agendaré. Míralo y dime que piensas. Yo creo que es una buena persona, pude notarlo al ver sus ojos. Por eso lo contraté.
Hola, como están, espero que muy bien y también espero que les haya gustado el capitulo.
Nos leemos pronto. Cuídense. Recuerden que los quiero
Ale
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