JiMin.

Estar rodeado de ególatras de cuello estirado que daban sus falsas sonrisas al que tenían a la par, era una gran manera de disfrutar de mi noche. Darles mi mejor sonrisa a todos era mi único deber, pero no porque quisiera, más bien porque mi padre así lo quiere.

Qué por cierto se encontraba sabe Dios dónde, porque solo me dejo en esta sala y se fue junto con Miriam, una de las tantas amigas hipócritas de mamá.

- ¿Noche larga? - gire mi rostro ante la voz a mi costado, un chico de más o menos mi edad se encontraba bebiendo una copa de vino mientras observaba de igual forma a todos los presentes.

Un chico de tez algo canela, de cabello medio largo color azabache, sus ojos café, de esos que te dejan un amargo sabor en el paladar pero que el sentirlo aún en tu lengua es algo exquisito.

Lo raro de todo esto es que al querer ver mejor su rostro este se distorsionó frente a mí, dejando escuchar solo un poco de su respiración. Sentí como mis labios se movieron en una respuesta pero no puedo captar que estaba saliendo de entre ellos.

- Soy... - Mi oído claramente no me estaba ayudando.

Le quería preguntar de nuevo su nombre pero mi mirada se volvió oscura y sentía como si caía en un agujero negro.

Abrí mis ojos gracias al sonido que me molestaba.

- Mmmmgh - estire mi mano y apagué la alarma - Joder, que sueño más raro.

Me senté y talle mis ojos para poder enfocar mi visión.

Hace unos días atrás he estado soñando conmigo, pero en una era distinta y en un lugar diferente, esta vez soñé no solo conmigo si no también con alguien más. ¿Qué significado tendrán estos sueños tan absurdos?

Me levante y tome mi toalla para poder darme una ducha y empezar mi nuevo ciclo en la universidad.

Me di un baño algo largo y relajante, salí y me puse un pantalón roto de las rodillas con una camisa blanca y otra camisa a cuadros sobre la blanca. Tome mi mochila luego de terminar de atarme los zapatos.

Baje y me encontré con mi madre, quien estaba preparando un gran desayuno y solo vivimos tres en esta casa.

- ¿Preparando desayuno para el ejército? - Pregunte algo chistoso.

- Si tu padre y tú son del ejército, creo que sí - Dejó un plato con huevo y kimchi junto con un poco de anguila.

- Gracias.

Al pasar los minutos, dejé mi plato vacío sobre el lavado y me despedí de mi padre y de mi madre, el primero dándome un fuerte golpe en la espalda.

- ¡Suerte y nada de chicos, por lo menos en el primer mes!

- Sí, sí - Me despedí con la mano mientras reía.

- Hablo en serio Park, si traes un chico antes de que termine el mes te desheredo - Cerré la puerta principal y emprendí mi camino hacia la parada para tomar mi bus.

Soy alguien liberal que salió del clóset a los 16 años. Claramente mis padres me aceptaron, con dificultad pero ellos entendieron que ni ellos ni yo teníamos la culpa de tal cosa. Ese día lloré y no sabía porque, no entendí porque mi alma se sentía lastimada aunque mis padres me siguen queriendo por lo que soy y quien soy.

Llegué a la universidad; enfrente de la entrada estaban muchos chicos hablando entre ellos, pero había uno que llamó más mi atención.

Era un pelinegro, con piel canela muy alto al parecer. Vaya que es guapo.

- ¡JIMIN! - Mire a mi costado encontrándome con nada más y nada menos que mi mejor amigo, este venia junto a su pareja.

- ¡Tae! - espere su abrazo que no tardó en llegar - Pensé que entraría solo.

- Nada de eso, estamos en la misma facultad, como te podría dejar solo.

-Bien, eso es cierto - Desvie mi mirada de mi mejor amigo y salude a Hyejin. La pareja de Tae.

- Hyejin, hola - Le sonreí - Disculpa que no te haya saludado.

- No te disculpes, es entendible cuando tienes por amigo a tu alma gemela.

- Sí, pero eres su novia, no debería de ser descortés.

- Eeh - la chica miró sus zapatos luego de que terminara de decir eso - ¿No le has dicho?

- Lo siento. No he podido - Tae estaba igual que la pelinegra.

- ¿Qué no me has dicho? - Pregunte.

- Hyejin y yo terminamos durante las vacaciones. Ahora solo somos amigos.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Bueno, yo quería iniciar una nueva etapa, sinceramente no quería lastimar a Tae...

- Está saliendo con alguien más, la descarada hasta me lo presentó antes de que termináramos.

- En mi defensa solo éramos amigos en ese entonces, él sabía que tenía novio, termine contigo porque te expliqué todo - la chica se veía exaltada.

- Hey, tranquila, no estoy diciendo que eres la mala del cuento o que me pusieras los cuernos y ahora fuera un venado. - Tae se le acercó pasando sus brazos alrededor de sus hombros - La verdad es que me hace feliz que estés con Namjoon.

- Bueno, basta de este drama. Ustedes son unos desgraciados por no haberme dicho nada. - Me puse en medio de los dos, pasando mis brazos con los suyos.

Entramos a la universidad, era mucho más grande de lo que imaginé; mire la dirección de los salones y justo pasando el campus encontramos el nuestro.

Hyejin se había quedado en el edificio de ciencias jurídicas junto a su novio.

Ahora nosotros estamos en la clase de fotografía minimalista. Mi sueño hecho realidad. Poder estudiar fotografía y cine.

Tome asiento en una de las mesas del fondo, detrás de mi amigo.

Al parecer habíamos llegado mucho antes del inicio de nuestra clase.

Unas voces y risas nos llamaron la atención; venían entrando un grupo de 3 chicos. Uno cabello castaño algo largo y alborotado, otro de piel pálida y el más bajo entre los 3 y por último, aquel mismo chico que había visto en la entrada.

Aquí está la continuación de "En Otra Vida", para entender un poco la historia creo que tendrían que ir a leer primero ese Three shot.

La historia será corta, un mínimo de 5 o 7 capítulos ya que no quiero extenderlo y que pierda su esencia.

Así que, espero les guste, nos leemos pronto.

I Purple U 💜

💙🦋🖤