4° Ojos Cafés
JiMin.
Salimos del cine, hablando entre nosotros, más bien, cada quien con su pareja, dejándonos a Kook y a mí atrás.
— Es gracioso como nos dejan atrás — Kook miraba con una sonrisa a los seis que caminaban delante.
— Sí, pero también es molesto — comente con gracia de igual forma. Regrese mis ojos al rostro que tenía a mi lado izquierdo. El brillo en sus ojos café y su sonrisa tan característica de conejito, Kook tenía una familiaridad, o es lo que sentía en mi pecho cuando lo observaba, su rostro, incluso su voz es algo que me daba cierta tranquilidad.
No compartimos más nada, solo caminamos uno al lado del otro, rozando de vez en cuando nuestros brazos. ¿Cómo puedo decirle a este joven a mi lado que creo que me gusta?
— Bueno, aquí cada quien para su cueva. Nos vemos mañana — TaeHyung y HoSeok subieron a su auto, seguido de los demás que iban despidiéndose uno por uno.
Al estar completamente solos en la plaza, únicamente con las personas que aún estaban en ese lugar, el nerviosismo y la tensión era palpable. Pero no sé porqué estaba nervioso, no era primera vez que me quedaba con él a solas.
— Te llevaré a casa, vamos — me hizo una seña con su cabeza para que lo siguiera y así lo hice.
No tardamos mucho en que me dejara frente a la puerta de mi casa, las luces de esta se encontraban apagadas excepto la sala.
Kook apagó el motor y soltó un suspiro, me miró a los ojos y sonrió.
— Como siempre es muy lindo convivir de esta forma contigo, JiMinie — asentí, en su mirada había un brillo de duda, parecía como si quisiera decirme o hacer algo.
— ¿Sucede algo?
— Solo... No sé si mis impulsos están locos, pero realmente quisiera hacer algo en estos momento.
— ¿Qué quieres hacer?
— JiMin, yo — suspiro y seacomodo de forma que su cuerpo estaba frente al mío — Se qué no nos conocemos tanto, llevamos solo unos meses conociéndonos y esto gracias a los demás, pero yo, realmente no se como paso o que sucedió, simplemente me siento cómodo estando contigo, pero es una comodidad que es inexplicable y yo... — me sentía confundido, eran tantas palabras que no lograba ordenarlas en mi cabeza, no las entendí en los más mínimo y al parecer JungKook se dio cuenta ya que cayó abruptamente su diálogo — Y yo ahora estoy hablando mucho y no logras comprender lo que trato de decir.
Rei y asentí a sus palabras — Lo siento, no puedo entenderte muy bien, estás muy nervioso, eh.
Mis palabras lograron que riera y se deshiciera de los nervios. Suspiro y se recostó en el asiento, bufó y aclaró su garganta.
— ¿Me aconpañarias a un lugar mañana?
— ¿Mañana?
— Sí, claro, luego de las clases.
Mire hacia mi casa, tal vez a mis padres no les molestara que llegue tarde mañana luego de la Uni, así que acepte — Claro, iré contigo.
Me despedí y baje del auto para dar por finalizada la salida. Antes de entrar me di vuelta y lo vi celebrando dentro del auto. Al parecer no era el único que estaba feliz con la próxima salida.
Sonrei e ingrese cerrando la puerta tras de mi espalda, encontrándome con mi madre frente a mí.
— ¿Quién es el chico que te trajo?
— Un compañero de la facultad — le sonreí, ella asintió pero aproveché el tenerla aquí para decirle lo de mañana — Má, ¿puedo llegar tarde mañana?
— ¿A dónde iras? — Mi padre hizo acto de presencia parándose a un lado de mi progenitora.
— Saldre con... — Joder, como les digo que tengo una salida con el chico que me acaba de dejar en casa sin que esto suene como si tuviéramos una cita, porque no era una cita... ¿o si? — Aconpañare a Kook a un lugar.
— ¿Kook?
— Jeon JugnKook, el chico que es mi compañero — asenti y espere por una respuesta.
— Esta bien, pero con tal no llegues pasada la cena — Mi padre fue quien me dio el sí, mientras que mi madre solo lo golpeó por tomar una decisión sin ella. Aún así, ella me permitió la salida.
Pase un rato con ellos y luego de una hora decidí que era momento de irme a la cama, después de todo ya era un poco tarde.
...
— ¿Qué sucede? — Su rostro, aquel que llevó viendo por días en mis sueños y que no lograba verlo correctamente, ahora podía ver unos labios finos con un lunar debajo de su labio, unos ojos cafés muy hermosos que también me transmitían una familiaridad— ¿Por qué saliste corriendo?
— No tengo nada que hacer aquí — mire hacia el establecimiento, atrás de él, podría vernos a ambos, pero no lograba aún ver el rostro frente a mí — Deberías regresar, tú si tienes una razón para quedarte.
El auto que estaba parqueado a un lado de mi cuerpo se fue, me desconcertó, ¿acaso quería huir?
— ¿Qué? — Mire nuevamente hacia el frente, esos ojos cafés me miraban con preocupación y desconcierto.
— ¿Por qué no me dijiste que eras homosexual? — Espera... ¿qué es lo que acabo de decir? ¿Por qué mi voz suena dolida?
— ¿Cómo? — su mano soltó mi hombro para apartárse unos centímetros de mí.
— Por lo menos te hubieras alejado un poco de mí para profanar la boca de ese chico — mi voz escapaba de mis labios, pero estoy seguro que no soy yo quien habla, ¿por qué esto parece como si me acabaran de romper el corazón? Espera, ahora entiendo que sucede.
— Lo soy, soy homosexual, uno de los tantos chicos que quieren ser libres y dejar de ocultarse en esta sociedad llena de hipócritas — ¿Ser libre? ¿Ocultarse?
— ¿No tienes miedo? — Fruncí mi ceño, ¿debería de tenerme miedo quien estuviera frente a mi? — Puedo irme en estos momentos y decirle a la reina lo que eres, que te manden a la horca por ser un pecador — No, ¿por qué dices eso? Joder, JiMin, basta.
— No lo harías — su sonrisa de lado, estaba desafiando me, pero, porque en lugar de temerme, en mi rostro solo había dolor.
— No estés tan seguro, deberías de tenerme miedo.
— Tengo miedo, pero no precisamente de ti — sus manos sobre las mías, su mirada estaba clavada en la mía, ¿Qué estoy haciendo? Esos ojos me suplicaba que no me fuera y lo dejara, pero mi cuerpo solo quería irse. — Porque se que no quieres que me encierren, no quieres verme morir en esa horca.
Mis lágrimas aparecieron, haciendo evidente que así es, no quiero, no puedo verlo ahí, en esa situación cuando soy igual, soy uno de los tantos que quieren ser libres de esta sociedad. Soy igual que él y le temo a lo que parece ser una ley que estaba estipulada en ese lugar. Seguramente personas diferentes en la sociedad en la que parece ser la época victoriana, morían a manos de la realeza y sus dictámenes.
— Lo siento, lo siento — de mis labios escapó esa súplica lastimera, me abracé a su cuerpo y oculte mi rostro en su pecho fornido. Ese pecho que también me recordaba a alguien.
— No has hecho nada JiMin, tranquilo — Su voz, esa voz que al estar distorsionada me lo complicaba más, pero que también lograba saber de quien podría tratarse, aunque estuviera loco.
— Lamento decirte todo eso, lamento tratar de lastimarte de esta forma tan cruel, sobre todo porque estoy siendo un hipócrita de doble moral — saque mi rostro de entre su pecho, quería decirle, no importa si no soy correspondido, si aquel peli-café es su pareja, sin importar nada más que mis sentimientos hacia él. Pero estos sentimientos no son míos, son del JiMin de este sueño. — Pero no lamento amarte.
Su rostro no mostraba nada, era una hoja en blanco que no lograba descifrar. ¿Por qué no reacciona? Aunque sea una mueca de desprecio, enojo, lo que sea, pero que haga una reacción. Esto solo me estaba lastimando más. Vamos, responde, haz algo para que pueda ver tu rostro.
Sus manos dejaron de hacer la leve presión en mi cintura, sus dedos ya no acariciaban esta y solo me hizo cuestionarme si lo que acabo de hacer es lo correcto, ¿confesar mis sentimientos fue lo correcto?
...
Desperte con lágrimas en mis ojos, este sueño fue mucho más fuerte que los anteriores, ahora había presenciado y logrado observar un poco más el rostro de quien me viene atormentando últimamente. El reloj de mi habitación marcaba las dos de la madrugada. ¿Ahora cómo concilio el sueño nuevamente?
JungKook.
Al estar un buen rato en ese lugar un chico de cabello castaño y ondulado se acercó y tomó asiento en mis piernas , yo solo tomé la cintura de este y estampé sus delgados labios en los del desconocido por mi persona, pero no desconocido por el JungKook del sueño. Aún besando sus labios abrí mis ojos y me encontré con una cabellera azabache mirándonos. Aquellos ojos café me llamaron la atención, eran unos ojos que yo reconocía con facilidad. Ante el acto vi como solo optó por salir corriendo, y yo lo hice también siguiéndolo, corrí hacia la salida del bar, con mi pecho doliendo y sintiéndonos desesperación las ganas de arrancar mi corazón eran enormes y únicamente me hicieron más vulnerable.
En un segundo me di cuenta de lo que sucedía, el chico que seguía era de quien estaba enamorado, pero, si es él, ¿por qué bese al chico de antes? Llegue detrás de él, justo cuando un taxi se estacionó a su lado.
Había venido conmigo, al parecer. Corri terminando de acercarme y tome delicadamente esos pequeños y regordetes dedos que antes ya había visto y sentido en los míos.
Giro su rostro mostrándome cuán molesto se encontraba solo con su mirada, la cual fue la única que podía ver entre tanta penumbra.
Un nombre salió de mis labios, pero no logré distinguir este. Baje a sus labios gruesos y rosados, eran inigualables, eran únicos y podía saber que ya los había visto, incluso los he anhelado.
Los vi moverse, pero fue lo único antes de que la neblina oscura me envolviera.
¡Regresé!
Y con capítulo de esta historia. La verdad es la que ya tenía ya terminado más que nada.
Los extrañe, extrañe el escribir y redactar todo esto, no saben cuando me costó no poder escribir, pero tenía que priorizar mis estudios para poder hacerlo en un descanso que tuviera.
¿Ustedes me extrañaron?
Bueno, me retiro, nos leemos pronto, muy pronto con los últimos capítulos.
I Purple U 💜💜💜
S.
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