En un día normal de fines de invierno, me llaman por teléfono a eso de las 12 horas del medio día, me avisaron de que había sido admitido y contratado en la Policía de Investigaciones de Chile, en el área administrativa; y que me tenia que presentar el día Lunes de la próxima semana en el Cuartel General.

Llego el gran día estaba feliz, un nuevo trabajo, luego de 6 meses sabáticos; como primer día llegue 20 minutos antes del ingreso normal, me hicieron una pequeña inducción en el viejo edificio, y también me presentaron a quienes iban a ser mis compañeros de Sección, la famosa Secugen (Sección Seguridad Cuartel General), a los pocos minutos me percate de que todo era muy formal, hasta el trato que se daban los unos a los otros, todos se trataban de Señor, Señor para acá y Señor para allá, llegaba a marear un poco.

Luego de eso llegue a mi puesto de trabajo una oficina pequeña de unos 3x5 metros con una ventana diminuta que daba al frontis del Cuartel, después de bajar al subterráneo habían pasillos anchos y oscuros , a todo esto quien me había hecho esa pequeña inducción por las dos torres del Cuartel era el asistente policial mas antiguo de la Sección y en cuanto a jerarquía el era el segundo, si no estaba el Jefe el asumía el mando, tenia un aspecto distinto al común de los Oficiales y asistentes policiales, pelo un poco largo y desarreglado, cara de loco pero muy simpático; bueno el me dice ese es tu puesto y me presenta a los de la oficina "el es el señor navarro trabajara con nosotros a partir de hoy" sin duda estaba ansioso de ponerme a trabajar y nervioso al mismo tiempo. De pronto llega el Jefe, el Subprefecto Valenzuela, todos al mismo tiempo se paran de sus sillas y dicen buenos días Señor, yo no alcance a ponerme de pie, cuando todos ya me habían visto; y comprendieron que no sabia los protocolos de saludo al Jefe por ser nuevo.

Fue un día agotador, tuve que memorizar los Departamentos y Secciones que estaban en las dos torres del Cuartel General, todos con sus abreviaciones, ademas de aceptar e introducir en mi mente la forma de tratar a los demás y comprender que si la persona era mas antigua en la institución que uno, tenia mas autoridad que uno, al fin y al cabo pensé que todos me podían mandar.

El segundo día de trabajo, iba con todo el animo me iban a entregar los implementos de trabajo ademas de mi identificación como asistente administrativo de la Policía de Investigaciones de Chile, me sentía importante, y aunque era solo el segundo día me estaba pareciendo interesante aprender todo lo relacionado con esta institución, ademas quería conocer el resto del edificio, pensaba que, al ser un edificio antiguo tendría muchos recovecos que averiguar e inspeccionar, también muchas historias que me podrían contar,  y mi pensamiento no estaba lejos de la realidad.

Al pasar los días, el Asistente Policial Segundo de la Sección, el Señor Costa, me ofrece un pequeño tour por el edificio, las partes que no había alcanzado a ver en la inducción de mi primer día, salimos de la oficina ubicada en el subterráneo de la torre A  y nos dirigimos a la zona sur del edificio, para mi sorpresa seguimos bajando, al piso -2 en donde habían dos generadores gigantes que hacían un ruido ensordecedor, al lado de esas maquinas había una puerta pequeña de madera con una rejilla donde uno podía mirar y asomarse, solo había que acercarse y alumbrar, me voy acercando cuando el señor Costa me advierte que no me asuste si veo a alguien, me acerco, apunto con la linterna de mi celular, y era un pequeño cuarto con una silla y unas mesas, no vi a nadie, pero estaba todo oscuro y húmedo y un olor extraño, todo eso provocaba una sensación de adrenalina, le dije señor Costa, no hay nadie, me respondió algunos asistentes policiales dicen que ven a alguien ahí, como si estuviese castigado o cumpliendo una penitencia; nos fuimos de allí para seguir recorriendo, me llevo a los cimientos del edificio, el hedor era demasiado llegaba a doler el estomago, parte del desagüe se filtraba y quedaba estancada provocando el mal olor, alumbramos con una linterna, me advirtió que si veíamos un Pericote era mejor irse, y le pregunte que era un Pericote, se rió y me dijo son ratones del porte de un perro chico, no quise hablar de mi fobia a los ratones, solo trague saliva para mi suerte no había ninguno; luego de eso subimos al primer piso, en donde entramos por una puerta un poco camuflada, y bajamos por una escalera grande de metal, me dijo este es el antiguo calabozo de la Policía de Investigaciones, me dijo que allí estuvieron detenidos o refugiados políticos algunas celebridades, por ejemplo el Padre de la Ex-Presidenta Michelle bachelet, y también el Ex-Presidente Ricardo Lagos, a mitad de la escalera de metal me dijo mira hacia arriba, había mas calabozos como en segundo piso en forma de U, donde se veían los calabozos estilo celdas privadas donde entraba tenue la luz del sol, todo muy tenebroso, me contaba que en uno de los calabozos de la mano derecha, si uno miraba de reojo podía ver a alguien como afirmándose con las dos manos de los barrotes, y me aseguro que en esa celda había muerto un DETE (detenido), quise probar mire de reojo, pero no vi a nadie; al bajar la escalera al frente había un gran calabozo general, donde se filmaba la introducción del programa de Carlos Pinto (MEA CULPA), y a los costados de la escalera habían mas calabozos privados, el hecho de estar ahí a uno se le erizaban los pelos, no tenia ni idea de todo lo que había pasado en aquel lugar pero lo podía imaginar, viendo los rayados que habían en las paredes, protestas políticas, dibujos y garabatos, si podría asegurarles la carga histórica de ese lugar era gigante, era como si el lugar hablara por si solo; parado de frente a este calabozo a la mano derecha había una puerta, que daba a un sitio largo de unos 70 metros y de ancho unos 8 metros, al final había una especie de arco de metal donde colgaban blancos, para practicar tiro, se podían ver las marcas en la pared de al final; en la pared que se veía al frente en una delas esquinas, se podía ver una pequeña puerta, apunte la puerta y le dije al señor Costa ¿ y eso?, vamos me dijo, me dijo que aquella puerta conducía a un túnel secreto, cruzamos la primera puerta y había una segunda después de bajar una escalera de concreto, la tratamos de abrir pero estaba clausurada, me contó que por ese túnel conducían a los detenidos hacia el cuartel ubicado en la calle borgoña, pero las malas lenguas aseguraban que a los dete, que no cooperaban los mataban en el lugar de practicas de tiros, y luego de eso los hacían desaparecer por ese túnel, nada de eso estaba comprobado, pero era interesante creerlo. Ese día fue bastante entretenido y llegue a casa contándole a mi madre todo lo sucedido, pero ni yo imaginaba todo lo que me esperaba en el futuro en esta institución.