EL ROBO
Era un día más en el Cuartel General, estuvo tranquila la mitad de la mañana, hasta cuando un Oficial del Departamento Administrativo llega a la oficina a avisar de un robo ocurrido en las dependencias de dicho departamento, habían desaparecido al menos 6 tabletas electrónicas, de un mueble, la primera respuesta de mi Jefe, fue decir que era imposible que haya pasado eso, y si paso que fue alguien de las mismas dependencias o algún PEIN (persona) que entro en calidad de visita y que tuviera algún grado de inteligencia y conocimiento del lugar y de las cámaras, para el Jefe el Subprefecto Valenzuela, era tan imposible ya que por las cuatro entradas de la torre a y b del edificio había vigilancia las 24 horas con dos asistentes policiales en cada puesto más dos oficiales de turno en los frontis de las torres. Bueno salí elegido para ir a revisar las cámaras, con la ayuda de otros asistentes policiales empezamos a ver por las cámaras y buscar cualquier sospechoso.
Transcurrido algún tiempo, encontramos algo sospechoso, nos dimos cuenta que había ingresado una persona sin registro en la guardia, había ingresado con una señora que hacia el aseo en el Cuartel, este sospechoso andaba con un poleron rojo pantalones negros y una bolsa de basura, ingreso con esta bolsa, y claro en la cámara que estaba afuera del departamento administrativo se podía observar al ladrón ingresando con esta bolsa y saliendo con la misma pero cargada, a lo cual después salió del edificio con la misma bolsa, fue un robo casi perfecto, ya que la persona del aseo, la cómplice, supuesta-mente seguía en el Cuartel realizando su trabajo, a todo esto, todo lo acontecido se le avisaba al Jefe, el mismo mando a un oficial a buscar a la señora del aseo, lo atendió la encargada, la que le dijo que la persona implicada en todo esto, se había retirado por que se encontraba mal de salud, todo estaba planificado, imagínense la vergüenza que sentía el Jefe de seguridad el Subprefecto Valenzuela, bueno el Jefe nos ordenó que estuviéramos pendientes de las cámaras de las entradas principales de las dos torres, y que avisáramos de cualquier sospechoso.
Luego de ver las cámaras más de una hora vemos un movimiento sospechoso, era un tipo joven caucásico con una chaqueta roja con gorro, pantalones negros y una bolsa de basura en la mano, caminando en frente del cuartel, iba a salir corriendo un oficial, pero le advertí que el ladrón usaba poleron y no una chaqueta, a lo cual se detuvo, luego de eso paso una media hora y nos llamaba la atención las coincidencias, paso una mujer de chaqueta roja, pantalones negros y una bolsa de basura en la mano; todos nos mirábamos asombrados, eso nos pasó unas dos veces más. Avanzando el tiempo apareció por el frontis del Cuartel un tipo de apariencia sospechosa, con las mismas características de ropa; fue mi primera vez que hacia algo relacionado como detective, como todos vestían con ropa que los identificaba como PDI, me mandaron a mí a seguirlo y averiguar a donde iba, mientras ellos me soplaban por celular, y me enviaban una foto del rostro del ladrón, lo seguí sin que se diera cuenta, y lo vi entrar en una casa cercana al Cuartel, al final me di cuenta al revisar la foto que no era el sospechoso, pero esos pocos minutos de PDI, estaba con la adrenalina a mil, no obstante como nunca más apareció la señora del aseo, la cómplice del robo, se hizo una denuncia en su contra, la cual como todas las denuncias de robo, paraban en nada por sobrecarga de trabajo de la Fiscalía Centro Norte; así es como fui detective por un día.
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