Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22

El ambiente se impregnó de una sensación de peligro inminente. Sasha, Zelly, Sofía y yo estábamos preparadas para defendernos, aunque la tensión se sentía como una cuerda a punto de romperse. Cada uno de nuestros movimientos era calculado, cada respiración contenida mientras esperábamos el primer ataque.

Pero antes de que cualquiera pudiera moverse, un silbido agudo cortó el aire y una pequeña botella voló entre nosotras, estallando en el suelo con un chasquido. En un instante, una espesa nube de humo nos envolvió, cegando nuestros sentidos y llenando el espacio con una niebla aún más impenetrable.

—¿Pero qué…? —exclamó Esmeralda, sorprendida por la repentina interrupción.

El humo era tan espeso que apenas podía ver mis propias manos. Los vampiros se movían confusos, sus siluetas apenas visibles en la bruma. El caos se había desatado, pero en medio de la confusión, una silueta salió del humo con una calma imperturbable.

—¡Deténganse! —resonó una voz autoritaria, cortando el caos como un cuchillo.

El humo empezó a disiparse, revelando a un elfo alto de piel morena, con cabello ensortijado que caía en mechones hasta sus hombros, incluido un flequillo que rozaba sus ojos morados, los cuales parecían ver a través de las sombras con una mirada penetrante, mostraba un porte majestuoso, aunque visiblemente herido. Su brazo izquierdo estaba vendado toscamente, y cojeaba levemente al caminar.

—¡Brom! —exclamó Sasha, su sorpresa reflejada en sus ojos.

Esmeralda también retrocedió un paso, la sorpresa reemplazando su habitual expresión de arrogancia.

—Tú… ¿Qué haces aquí? —preguntó, su tono cargado de desconfianza.

Brom no perdió el tiempo con explicaciones innecesarias. —He venido porque hay cosas en juego aquí que ninguno de nosotros puede ignorar.

Los vampiros observaban al chico con cautela, parecían querer retirarse del lugar, sus ojos se mantenían brillando lejos en la penumbra, mientras mis compañeras y yo tratábamos de procesar lo que estaba ocurriendo.

—Las cosas han cambiado desde la última vez que nos vimos, Esmeralda —continuó Brom, con un tono inusualmente errático—. Los demonios tienen a Carlos, y ahora quieren a Amber. Si ellos logran sus objetivos, no solo nosotros sufriremos, sino también los vampiros.

Esmeralda cruzó los brazos, su expresión endureciéndose.

—¿Y por qué debería preocuparme? Quizás me deshaga de ella ahora mismo y solucione el problema de una vez—expresó, dirigiendo una mirada depredadora hacia mí.

—¡No dejaré que le hagas daño! —exclamó Zelly, levantando su arco con determinación.

—Ni yo —añadió Sofía, posicionándose a mi lado.

Brom dio un paso adelante, tambaleándose ligeramente.

—No estamos en el fin del mundo todavía, aunque a veces parece que los árboles nos susurran lo contrario… —murmuró con una risa nerviosa, antes de recuperar su seriedad—. No somos el enemigo aquí, Esme. Si los demonios consiguen lo que quieren, tu poder y el de todos los vampiros estará en peligro. No estamos pidiendo tu ayuda sin motivo, estamos proponiendo una alianza temporal. Necesitamos unir fuerzas para detener esta amenaza mayor.

—¿Y qué me garantiza que no estás mintiendo de nuevo, elfo? ¿Qué esto no es un truco para aprovecharse de mí y de los míos? —la vampira lo miró fijamente, su semblante reflejaba furia.

¿De nuevo?

—Porque a veces los conejos cruzan la luna y los sueños se vuelven realidad… —soltó Brom, con una mirada perdida antes de enfocar sus ojos nuevamente—. No tengo razones para mentirte. Lo que está en juego es demasiado importante. Necesitamos trabajar juntos, al menos hasta que esta amenaza esté controlada.

La chica pareció sopesar sus opciones, su mirada recorriendo a cada una de nosotras antes de volver al herido. Finalmente, soltó un suspiro exasperado, aunque la chispa de interés en sus ojos no pasó desapercibida.

—Habla entonces. Te escucharé, pero más vale que tus palabras valgan la pena.

Brom se apoyó en un árbol cercano, recuperando el aliento mientras nos dirigía una mirada de determinación.

—Gracias, Esmeralda. Como dije, los demonios tienen a Carlos. Él posee información vital... Y es muy importante para nosotros... Cómo los demonios planean usar a los gemelos para invadir y conquistar Gwyndolin. Si no hacemos algo al respecto, no solo nosotros, sino todo lo que conocemos, estará en peligro.

—¿Y cómo planeas detenerlos? —preguntó la vampira, se le notaba aún recelosa, pero a la vez dispuesta a escuchar.

—Primero, necesitamos rescatar a tu hermano —respondió mirándome—. Sin él, estamos a ciegas. Segundo, Amber tiene un papel importante en esto, ya que los demonios la necesitan para empezar con sus planes.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de todo esto? —indagó Zelly y bajó su arco lentamente, aunque sus ojos seguían en alerta.

—¿Cómo sabemos que no estamos caminando hacia una trampa? —pregunté.

Brom se rió suavemente, su risa cargada de una composición de tristeza y resignación.

—Porque he visto cosas. He oído susurros en las sombras, he sentido el poder de los demonios en mis propias entrañas. No pedí estar aquí, pero estoy dispuesto a luchar por lo que es correcto.

Me llamaba la atención su manera de hablar. Cada palabra que salía de sus labios sonaba como si viniera de un lugar distante y misterioso, como si estuviera conectado con fuerzas más allá de nuestra comprensión.

Era como escuchar a un sabio anciano compartir sus conocimientos más profundos y oscuros, pero al mismo tiempo, como si un loco estuviera divagando sobre teorías extrañas y conspiraciones absurdas.

A pesar de su peculiaridad, era evidente que poseía una sabiduría innegable. Sus palabras estaban cargadas de significado y sus acciones, aunque enigmáticas, parecían guiadas por un propósito más grande que él mismo. Era como si estuviera tejiendo los hilos del destino con cada movimiento que hacía, y nosotros éramos simples marionetas en su intrincado juego.

Esmeralda lo observó con atención, su desconfianza empezando a ceder ante la sinceridad palpable en las palabras del elfo. Finalmente, se giró hacia nosotras.

—Muy bien, acepto esta alianza temporal —afirmó con un tono de advertencia—. Pero si descubro que me han engañado, no dudaré en hacerles pagar.

—Entendido —respondí, dando un paso adelante—. Trabajaremos juntos para detener a los demonios y rescatar a Carlos. Después de eso, resolveremos nuestras diferencias.

—Esmeralda, necesitamos que nos acompañes en nuestro viaje hacia Akuma —comenzó Sasha, su voz firme y decidida—. Si tenemos alguna esperanza de rescatar al hermano de Amber, necesitaremos toda la ayuda y el conocimiento que puedas proporcionarnos.

—Ah, la damisela en apuros necesita la ayuda de una vampira —inclinó la cabeza —. Qué interesante giro de los acontecimientos.

—No te estamos pidiendo un favor —intervino Zel, su voz firme pero tranquila—. Estamos pidiendo tu cooperación en una causa que es importante para todos nosotros. Incluyéndote.

—Oh, no te preocupes, pequeña cazadora. Estoy más que dispuesta a acompañarlas en su pequeña expedición hacia la guarida de los demonios —La vampira soltó una risita suave, sus labios curvándose en una sonrisa irónica —. Será… entretenido, por decir lo menos.

—Brom, también necesitamos tu apoyo en este viaje —continuó Sasha, dirigiéndose al elfo herido—. Si logramos llegar a Akuma y liberar a Carlos, necesitaremos tu fuerza y habilidad para enfrentarnos a los demonios y asegurarnos de que podamos salir de allí con vida.

— Entendido. Ahora, necesitamos un plan. No podemos simplemente lanzarnos a la guarida de los demonios sin preparación —Brom asintió, aliviado

El sol aún brillaba en lo alto. Nos reunimos en círculo, rodeadas por la quietud del bosque y el susurro de las hojas en la brisa suave. Se notaba que los otros vampiros ya habían abandonado totalmente la zona.

—Antes de llegar a Akuma, tenemos que pasar por Trolgrot —intervine, señalando hacia atrás —. Allí está el dragón Fayre, y necesitamos despertarlo para que nos ayude a derribar las barreras de Akuma.

—¿Un dragón, dices? —la vampira levantó una ceja con curiosidad —. Qué interesante. Supongo que eso añade emoción a lo que será nuestra pequeña aventura.

—Estoy bastante seguro de que esta brillante idea de despertar al dragón fue cortesía de Sasha —comentó Brom —. Siempre tiene esas ocurrencias ingeniosas.

La elfa hechicera se sonrojó levemente, pero mantuvo la mirada firme.

—No es como si estuviera inventando cosas sin sentido —respondió en defensa propia—. Solo estoy intentando ayudar de la mejor manera que puedo, además, estoy preocupada por Carlos.

Esmeralda observó la escena con ceño fruncido, su expresión revelaba su desaprobación. Sus labios se apretaron en una línea fina, pero no dijo una palabra, dejando que su mirada hablara por ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro