Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXIX.

Hola de nuevo.Bien,les dejo este capitulo de Luzbell y Miguel,que será el último de ellos en particular por unos días,pues después me volcaré a Pilly y Hariel,Uriel y Finniel,y algo de Lilly-Naiel,Sel y demás.Un abrazo grande.

Advertencia:"Acción" chico/chico.







Ya llevaban una semana viviendo juntos.Cuando Luzbell le anuncio a su compañero de cuarto que se mudaría con su ahora esposo,este se mostró irritado y algo celoso.Desde que fueron creados habían compartido todo, y esta distancia con su mejor amigo,aunque fuera de solo unos metros le era, al ahora director de alabanza, muy difícil de sobrellevar.

La habitación de Miguel fue remodelada por su amor en lo que a él le pareció un tiempo récord,para volver a serlo días después,y una vez más luego de eso.Pues,como explicaría Miguel el cambiante carácter de Luzbell,solo una palabra le venía a la mente...inestable.Por esto el cuarto paso de tener cortinas de color turquesa salpicadas con mariposas y almohadones de todo tipo color y forma,a estar pintada de negro y sin un adorno alguno en toda ella.

Lo mismo pasaba con sus noches y días.

Miguel seguia siendo el líder angelical, por lo cual trabajaba el día entero,y solo podía escaparse unos minutos para verificar el bienestar de su amado,pero cuando lo hacia solía toparse cada vez con alguien muy distinto.O lloraba deprimido quejándose de lo horrible que se veia,cuando a Miguel le parecia lo mas hermoso creado desde la fundación del universo,y no tenia un gramo encima en su vientre aún plano,o lo trataba con un indiferente sarcasmo que rayaba en lo malicioso.

Sabia que iba a ser difícil, y así lo era.

Otra cuestión se suscitaba en las horas de descanso.Su pobre amor tenia pesadillas recurrentes.Estas eran tan vívidas para él que a veces le costaba mucho despertarlo cuando entre temblores y llantos le narraba histericamente lo que solo él veía,tinieblas que en las formas mas grotescas y espantosas se le presentaban,para arrebatarle la vida,y a su pequeño hijo con crueldad de sus entrañas.A veces solo se movía inquieto murmurando palabras en un idioma para Miguel desconocido,mientras se abrazaba a si mismo, o a él. en forma vehemente y desesperada.

Sufría,y Miguel sufría con él.

Esa tarde había terminado sus tareas temprano,así que con buen animo se dirigía a su cuarto ,el último en la Zona alta.

Le llevaba flores,violetas, sus preferidas.Las olía mientras surcaba los pasillos saludando a los que se encontraba a su paso.

Al llegar a la puerta respiró hondo, como siempre hacia,preparándose para lo que sea que se fuera a encontrar ese día,luego de hacer esto,abrió con suavidad.

No lo encontró en la zona de estar,pero lo escucho cantar en la habitación y sonrió. Adoraba su voz,lo adoraba a él,estaba perdidamente enamorado y lo sabia bien.

-Hola mi amor,llegue antes...Te traje flores-le anunció,mientras se sentaba en una de las sillas que Luzbell había tapizado,y re tapizado, y vuelto a tapizar.

-Gracias...voy en un segundo-lo oyó responderle desde el cuarto.

Miguel,algo cansado, cerro los ojos por un momento,mientras esperaba la llegada de Luzbell.

-Uhmm¿Tienes sueño?-escuchó su voz minutos después y al oírlo se despertó.

Ahí estaba frente a él,con sus ojazos celestes que lo iluminaban cual luceros,su boca rosada en uno de esos gestos caprichosos que había llegado a adorar,su blanco y resplandeciente cabello que le daba un halo casi magico,y las manos en su cintura en una pose seductora.

¿Era suyo?...No se lo creía. Él, el ángel de cabello rojo y pecas en la nariz,él que era uno más del montón,sin ninguna gracia o talento que lo destacase,él poseía a Luzbell...Era demasiado bueno para ser real,por eso a veces estaba tentado a pellizcarse para ver si era solo un sueño,y él era aun ese que lo miraba de lejos y suspiraba creyéndolo tan perfecto como inalcanzable.

-No...si,quizás un poco-dijo torpemente como lo hacia cada vez que se perdía por pensarlo tanto.

-Oh...¿En serio?...Pues yo quería...ya sabes,que nos amemos un rato-le respondió él juguetonamente, mientras se enroscaba un mechón de cabello en sus dedos.

Y si,Miguel quería,No un rato,sino todos los minutos que le restaran de vida,y quizás algunos robados después de esta.

-Si-dijo con voz débil por la anticipación, y luego carraspeo para sonar algo mas firme-Si...¿Vamos a nuestra habitación?.

Una sonrisa picara se colo traviesa en la boca de Luzbell y él supo que algo se le estaba ocurriendo,y después lo notó.Su túnica,la que vestía, no era del largo habitual y normal que ellos usaban,era corta,apenas alcanzaba sus muslos,y dejaba sus largas piernas para el disfrute de su vista¿Como no lo había visto antes?...Se disculpo a si mismo,cuando hay tanta belleza que mirar, contemplarla toda puede llevar un buen rato.

-¡Wow!¡eso es muy corto!...En el templo no las fabrican así...¿Tu la hiciste?-articulo mientras tragaba saliva.Ya se estaba sintiendo nervioso,a la vez que acalorado.

Luzbell se rió por su comentario y se mordió los labios con sensualidad.

-Si mi amor...yo la corte¿Te agrada?-le dijo mientras avanzaba con paso lento hacia él,contoneando sus esbeltas caderas sin pudor alguno.

-Aha-dijo Miguel,porque ya hasta pensar no se le hacia fácil.

Luzbell llego hasta él y apoyo sus manos en sus hombros mientras lo miraba con intensidad al anunciarle.

-Quiero hacerlo aquí-.

-¿Aquí?...¿En la sala ?-.

-Aquí, en la silla...sobre ti-le contesto con rapidez su amor.

Miguel se quedo perplejo.No es que no se imaginara como podría poseerlo en esa posición ,es solo que hasta ahora,sus encuentros eran iguales al primero.Él entre sus muslos,Luzbell algo tiritante,despacio y suave entre besos,él siempre guiándolo con delicadeza y cuidado.

Esto era inusual,pero si eso quería su amor,el vivía solo para complacer sus deseos.

-Bien,deja que me desvista y-decía pero Luzbell lo interrumpió.

-No,lo haré yo-.

Y lo hizo.Soltó cada botón del pantalón de cuero que Miguel usaba con una lentitud torturante mientras lo rozaba supuestamente sin querer,aunque para él lo hacia con la completa intención de prenderlo en llamas.

La despierta y mas que anhelante hombría de Miguel quedo expuesta a la mirada lasciva de su amante,quien con un par de movimientos tan certeros como desquiciantes,se acopló a él lánguidamente mientras sujetaba sus hombros y él lo tomaba de la cintura.

Al sentirlo tan íntimamente ligado a su cuerpo,su cordura dio pasos en una cuerda floja,de la cual creía caería sin remedio, para quedar a merced del delirio de la lujuria.

Luzbell comenzó un lento vaivén sin dejar de mirarlo a los ojos,sacándole a sus boca gemidos placenteros que su amor también compartía,o que se perdían en sus bocas que de tanto en tanto se besaban y mordían.

-Cuéntame que hiciste hoy-le pidió su amor y Miguel embebido en el frenesí de sus caderas,tuvo que hacer uso de toda su voluntad para darle un atisbo de respuesta.

-¿Que?-.

Su amado se rió de él,y le robo un beso breve antes de volvérselo a preguntar.

-¿Que,que hiciste hoy?Quiero saber Miguel,concéntrate-.

-Lo estoy-le respondió él,en medio de un jadeo-Pero mi concentración esta centrada en otra cosa-.

-¿Si?...¿en donde?-lo instó Luzbell-.

-En ti,y solo en ti.En la deliciosa manera en que te mueves,en lo loco que estoy por ti,en lo mucho que te amo...Ahhh, mi amor,en serio, tienes que hacerme tantas preguntas en este momento-.

Otra risita divertida se le escapó a su amante,quien premió sus respuestas haciendo sus movimientos mas rápidos y delirantes,logrando que Miguel se perdiera en él de una manera mas profunda.

-Dime...¿Que harías por mi?¿Lo que sea?¿Lo que te pidiera?-le preguntó en medio de esa voluptuosa danza carnal que ejecutaba sobre sus piernas.

El lo miro con devoción.Que no haria seria una pregunta mas sencilla de responder.

-¿Me bajarías la luna y la pondrías a mi pies?continuó Luzbell.

-¿La luna?...¿ese pedazo de roca sin vida?...Su brillo seria opacado por tu luz de tal manera que el firmamento avergonzado de ella la exiliaría muy lejos-le respondió,al mismo tiempo que bajaba sus manos de su cintura a sus caderas reclamándolo con mas ahincó.

Su exquisito enamorado sonrió halagado y siguió con sus preguntas.

-¿Y las estrellas?...¿Me traerías todas y cada una de ellas?-le dijo culminando con un gemido que acrecentó la pasión de Miguel a niveles estratosféricos.

-Para rendirte pleitesía, pues de todas tú eras la mas bella...la que resplandece en la mañana,la que deslumbra en el alba...Si no existieras para guiarlas una por una se apagarían extraviándose en la oscuridad-le contesto arrobado entre un intenso placer y un profundo amor-.

-Realmente me amas¿No es verdad?...Eres un chico bueno,y te recompensaré por tus dulces palabras-le anunció Luzbell para luego sumergir a ambos en un erótico balanceo, constante y vehemente,que alejo de su mente todo pensamiento que no fuera el de su amor amándolo y obsequiándolo con los mas íntimos secretos de su cuerpo, a tal punto que en solo unos segundos más un completo éxtasis los embargo juntos, llevándolos a la mas deliciosa culminación que hasta ahora habían compartido.

Su amor se dejo caer sobre él,escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

Por unos minutos solo se oyeron respirar,solo sintieron el compás de sus latidos,solo se regocijaron en la proximidad de sus cuerpos.Solo se deleitaron en saberse juntos.

-Te amo Miguel-le declaró Luzbell levantando su cabeza para encontrase con sus ojos-Todos mis yo, te aman-.

Miguel se rió algo desconcertado.

-¿Todos tus yo?-le cuestionó-.

-Si,soy un ser de muchos matices y carismas,de deseos contrarios y encontrados,de luz y sombras,soy muchas cosas,pero sea lo que sea, o sienta lo que sienta,te voy a amar siempre a ti, y solo a ti-.le respondió con una entregada sinceridad que le trajo paz al corazón de su amado-.

-Pues,eso es todo lo que necesito para vivir Luzbell,tu amor...lo demás,hasta el mismo aire que respiro,no me es indispensable para hacerlo pero tú si,te lo repito,te necesito para vivir-le confesó mientras le acariciaba la mejilla aun sonrosada por la experiencia recién vivida.

-Bien,preparé la tina antes de que llegaras,aún debe estar tibia el agua,me daré un baño...me dejaste hecho un asco-le anunció separándose despacio de él y poniéndose en pie sin un resquicio de vergüenza.

Miguel se rió antes de responder a ese comentario con una pregunta.

-¿Lo preparaste de antemano?¿Y como sabías que no iba a negarme?.,

Luzbell suspiro y ladeo su cabeza mirándolo con una expresión de adorable obviedad.

-¿Negarte a mi?...Ni siquiera pienso responder a eso-.

Al terminar de decir eso,su amor caminó en su completa y exquisita desnudez hasta el cuarto donde tenia la tina,pero antes de entrar,se giró haciendo que su cabello se abanicara en el aire como una estela cósmica,y con una tono atrevido le preguntó.

-¿No vienes?Entramos los dos...Quizás te de un poco mas de amor...uno más húmedo-.

Miguel asintió algo embobado y lo vio entrar al cuarto.Antes de ir tras él,esos temores escondidos y preguntas calladas se hicieron presentes.Este ser con el que se había deleitado no era solo Luzbell,era alguien más,alguien que lentamente se le iba filtrando,que se entremezclaba con él,que se unía y se separaba...¿Era acaso..?No,no podía siquiera nombrarlo...pues temía encontrarse amando a la misma oscuridad,pues aún a su pesar,debía reconocer,que esa actitud arrogante,demandante y sensual,también le gustaba,y mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro