Arriba Miguel.

Les comento que hare un trailer de las tres historias en conjunto al terminar esta.
Para esto,espero me ayudes con tu valiosa opinion Ana-f31...Tienes un criterio excelente( y muy buen gusto) para tus personajes.

Miguel apresuro su paso hacia la habitación de Luzbell,sabiendo que él aún no salía en ese horario al ensayo de la orquesta...No es que lo estuviera espiando y que por eso supiera...bueno,quizás un poco...pero solo en base a mantener el orden en todas las áreas.

Llegó un tanto agitado,después de haber resuelto venir en persona y no enviar a alguien como había pensado al inicio.Toco la puerta y esperó...unos segundos después, esta se abría.

Sus ojos se encontraron con los celestes de Luzbell y comprendió lo que Uriel le había explicado.Si, había al fin de cuentas muchas tonalidades de celeste,él descubría una nueva cada día en los ojos de ese ángel,si,a su parecer,Luzbell tenia los ojos del color del Cielo.

-Oh...¿Otra nueva visita?...No esperaba verte tan pronto-lo saludo el de alas blancas-Pero no me quejo-.

Este comentario saco una sonrisa al de cabello rojizo,que se obligó a concentrarse,y a no volar en alas de esas mágicas palabras.

-Lo sé...He venido con un propósito...Saldré en unos instantes al infierno y deseaba saber si quisieras venir conmigo-le informo Miguel-.

Luzbell ladeo la cabeza delicadamente,gesto que al otro ángel le pareció adorable...demasiado para su cordura,y excesivo para su buen juicio...dos que perdería si lo seguia viendo fijamente.

-¿Cita al infierno?-le preguntó el de cabellos blancos-Creí que me invitarias a algun lugar mas...apacible,y un tanto menos...caliente-.

Esa ultima palabra lo despojo de toda coherencia...haciendo que un súbito calor ascendiera por todo su cuerpo...Estaba confirmado,Luzbell lo terminaría enloqueciendo.

-No...digo,no seria una cita...Nosotros no las tenemos¿O si?...Pero no digo que no quiera una contigo...seria grandioso...Pero,no vine a eso...iremos en misión al Infierno,los doce y dos aprendices nuevos...Hay una rebelión...y debemos controlarla-le dijo Miguel tropezando con sus propias palabras.

-Uhmm...Y...¿Tú, eres bueno en eso del control,supongo?-le respondio el otro ángel con una sonrisa algo pícara.

No,no lo soy,penso Miguel...En lo que respecta a ti...Lo pierdo por completo.

-Espero...y...¿Vienes?-le insistió,deseando que accediera-.

-Si claro,enviaré a que le avisen a Emanuel que se encargará de la adoración de hoy y me iré contigo...¿Estoy bien asi?...¿o deberia usar otro tipo de vestimenta?-.

Miguel lo miro de pies a cabeza,cosa que en ese momento no era una buena idea.Le pareció lo mas hermoso que vio en su vida...y...olvidó por completo su pregunta.

Luzbell lo miro con un gesto interrogante... y al fin, recordó.

-Oh si,estas...bien,mas que eso,muy bien,perfecto..¿Salimos?-le comunicó con inquietud y el otro sonrió al notarlo así.

Salieron juntos, y en el trayecto Luzbell aviso a uno de los ángeles de su orquesta que ponga en aviso de su partida a Emanuel.

Caminaron hasta llegar a los otros,pero al notar las miradas despectivas de algunos al verlo,esté se retrajo un poco.

-¿Qué sucede?-le preguntó Miguel, y luego al ver lo mismo que el otro,agregó-No les des importancia,estas conmigo...yo te cuidare de todo,y de todos-.

Este comentario tan sentido toco las fibras mas profundas del alma del ángel que lo acompañaba,que se volteo para mirar al otro con un brillo de emoción en sus ojos claros.

-Entonces no temeré...Solo, no me dejes-le contestó mordiéndose ligeramente el labio inferior.

-Nunca-le respondio sin dejar lugar a dudas Miguel.

Luzbell lo escucho,y atesoro en su corazón esa promesa.

Lilly-Naiel y Vere-zatiel habían sido convocadas a la Zona baja para ayudar en las tareas de refacción del templo,que habian colapsado a el personal de aseo.En realidad no solo ellas fueron llamadas,sino quinientos querubines más,pero ellas eran las que iban al frente,con una evidente alegría por poder ir de visita a esa zona,y mucho más al mismo templo.

Iban a buen paso,caminando,pues no tenían alas,igual que los serafines,lo que no les impedía ser muy rápidos y eficientes.

-¿Recibiste tu carta?-le dijo en un momento su amiga,y ella al oírla volteo la cabeza con una animada sonrisa antes de contestarle.

-Si...me toco alguien por demás agradable,al que ya envié mi respuesta-.

-Oh,que bien...el mio solo hablaba de él,y de él,en unas veinte páginas-respondio la otra querubin de cabello negro azulado,con un notorio tono molesto,haciendola reir.

-Pero... ¿No era ese el objetivo?...que te cuente algo de él,y luego nosotras algo nuestro-le dijo ella aún riendo.

-Si..algo...no todo,y ni un...¿Y tú que cuentas?...No tengo suerte en mis amistades ya te lo dije,solo la he tenido contigo-sentenció con algo de pesar,que su amiga reconforto con un abrazo y un ...-Te tengo y me tienes,no necesitamos a nadie más-.

Paso algo de tiempo para que llegaran,pero al hacerlo se quedaron conmocionadas.

¡Todo era tan bello!...Indescriptible.

Surcaron el puente de rubí,y de allí descendieron hasta la Zona baja donde serían comisionadas.

Una joven de cabello castaño y sonrisa radiante las intercepto ni bien llegaron allí.

-Bienvenidas...Soy Sel...Y hoy estaré encargada de guiarlas en la repartición de tareas de aseo-las saludo atentamente-Es la primera vez que hago algo como esto...asi que tenganme paciencia...Podría decirse que me han ascendido...¿No es eso fantástico?...¿Que tus superiores confíen en tu capacidad?.

Lilly-Naiel sonrió ante el entusiasmo de la castaña de alas de tono coral ,sintiéndose casi igual que ella.

-Si,seguramente así es...Es un placer conocerte Sel...Yo soy Lilly-Naiel-se presentó con una dulce sonrisa.

La Querubin penso en lo sensacional que seria esta experiencia,una completamente nueva para ella,y en que, aunque tenía solo una amiga cercana, tenía un corazón grande y quien sabe,este podría querer albergar a unos cuantos amigos más.

Pilly-kabiel respiraba aceleradamente,se encontraba tan emocionada por ser parte de esta viaje que el corazón le saltaba en el pecho.

Hariel se habia ido por unos minutos,y al volver le habia traido una media armadura para proteger su cuerpo sobre la tunica.Al colocarse aquel blindaje color plata,se sintio por primera vez alguien distinta,como si el futuro le susurrara quien llegaría ser algun día.

Pensaba en todo esto cuando lo vio venir.Conocía quien era,todos en los Cielos lo conocían bien,pero las pocas veces que lo habia avistado habia sido de lejos, y por escasos minutos.

Ahora lo veía de cerca,caminando hacia el grupo que descendería al averno,junto a Miguel.

Era impresionante en su belleza,realmente impresionante.

Hariel a su lado,esbozó una sonrisa amistosa al verlo,pero entre todos fue el único que pareció recibirlo así,todos lo miraron con cierta dureza,menos Uriel,al que parecia serle indiferente.

-Luzbell...es un inusual placer encontrarte aquí...Será fantástico tenerte con nosotros-le dijo el ángel a su lado cuando al fin llegó hasta ellos.

-¡Hariel!...me alegra mucho verte,ya sabrás que no se me hace fácil lo que estoy haciendo...pero ordenes son ordenes-le contestó con una sonrisa cálida.

-Por supuesto...y..¿haz terminado esa melodía que te costaba tanto concluir?-le preguntó Hariel luego.

-Oh,si,ya está lista, cuando volvamos puedes venir a escucharla,serás el primero en oírla de mis labios-.

Al decir esto Luzbell tomó una de las manos de Hariel con afecto,y él no solo lo permitió,sino que la se la apretó afectuosamente.

¡Rayos!... y ella que dudó en abrazarlo.

Este rubio cada vez le gustaba menos.

-No estés nervioso por el destino al que vamos,Miguel y yo te protegeremos-fue lo que a continuación le dijo Hariel expresándole su completo apoyo.

¿Protegerlo?penso Pilly-kabiel...Media como dos metros,y aunque era delgado,se veía bastante fuerte...¿Porque tanta consideración con ese sujeto?

-Gracias...pero no soy de cristal,y puedo defenderme bien solo...aunque es muy dulce de tu parte-le contestó con gentileza.

La angel observó la extraña interacción preguntándose porque Hariel parecia tan solícito con él.

¿Lo cautivaría su hermosura?..No,no parecía eso...

Luego lo observó mas detalladamente.Era alto y delgado,su nívea piel tenía una luminosidad fascinante,su cabello largo,muy lacio y blanco brillaba intensamente.Sus labios eran rosados y pequeños,sus ojos de un color celeste muy exótico,y su perfil era delicado y bello,en una forma casi femenina.

Pero no era solo eso,algo en él provocaba complacerlo.Quizás la forma en la que miraba profundamente o como enrollaba su cabello en su dedo sonriendo coquetamente.

No lo sabía,pero no le caía bien,y cuando él posó por un momento sus ojos en ella,noto que el sentimiento era compartido.

-Bien...¿Estamos todos?-preguntó Miguel,observando a el grupo de catorce angeles de los cuales ella era parte.

Respondieron un sí,que aunque el líder sobre todos oyó,corroboro contandolos uno por uno.

Luego esté levantó una de sus manos, y un gran portal se abrio delante de ellos en el que solo se veía oscuridad, y lúgubres penumbras del otro lado.

La angel respiro profundo,el momento de probar su valor estaba frente a ella, al igual que aquel oscuro y tenebroso pasadizo.