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Cap. 2 Alguien nuevo


El ahora recién convertido en Pokémon caminaba a través del bosque durante el ocaso, tratando de encontrar una solución a todo este problema, mientras caminaba se miraba las patas sangrientas y todo el cuerpo.

¡¿En que mierdas me convirtió ese idiota?! ¡Me ha rebajado a ser un maldito Pokémon, esto no puede ser!, y todavía tiene el descaro de incriminarme, ¡De mi propia muerte! -seguía caminando a través del frondoso bosque tropezándose con algunas piedras de vez en cuando- y todavía, ¡Este cuerpo inútil que ni si quiera puede caminar! -se freno al pie de un árbol a descansar-

¡Debe estar cerca sigan buscando muchachos! -se escucho un gritos a lo lejos, a lo que alerto a el Pokémon quien empezó a correr nuevamente-

M-maldición ¡Ya dejen de seguirme idiotas!, les juro que si encuentro la forma de comunicarme con ustedes, ¡Los voy a despedir a todos! -exclamo enojado mientras su cuerpo se llenaba de chispas y salía volando un par de metros hacia arriba convertido en rayo- uh....., va a doler... -respiro profundo y empezó a caer hasta chocar con varias ramas-

¡Allí esta! -señalo un hombre al Pokémon atorado en la rama de un árbol- ¡Hondum usa lanzallamas! -ordeno a su Pokémon acompañante quien de inmediato obedeció apuntando el ataque directo al Pokémon que ahora colgaba de la rama-

¡Hey!, ¡Fíjate a donde apuntas! -reclamo a la vez que el lanzallamas lograba quemarle algo de pelo de las patas- ¡Inútil ahh! -se soltó de la rama cayendo al piso-

¡Blaistoise usa hidro-bomba! -grito otro sujeto a su Pokémon que de inmediato cumplió la orden de su entrenador-

¡Pueden dejar de dispararme, por solo 5 minutos! -rugió con fuerza ocasionando un campo eléctrico unos cuantos metros a la redonda quedando paralizados algunos Pokémon- a-ahora debo irme de aquí, m-me van a terminar matando.. -suspiro echándose a correr hasta perderse entre la maleza a la vista de todos guardias que intentaban capturarlo-

El ahora Pokémon caminaba entere la maleza y la espesura del bosque, cada vez se alejaba mas de su casa, su vida llena de comodidades y su gran fortuna, después de 15 minutos caminando logro llegar a una gran colina, y estando en la cima giro la cabeza para contemplar la vista que tenía.

N-no puedo creer lo que estoy apunto de hacer..., ¿no hay otra manera?, estúpido Gray, me las vas a pagar..., te juro que recuperaré mi casa mal nacido... -gruño empezando a caminar por el extenso bosque, sin tener un rumbo alguno-

Las horas comenzaron a pasar, el ahora Pokémon se pasaba el tiempo caminando, maldiciendo a Gray e imaginando mil y un planes de venganza contra este. El clima cambio totalmente, una tormenta a la mitad del bosque se desató, el Pokémon no tuvo de otra mas que cobijarse debajo de un árbol, el lodo empezó a mancharle todo el pelaje, junto a las manchas de sangre, no le sentaban bien, creando una mezcla pegajosa, miraba hacia arriba, mirando algunos rayos que caían del cielo.

¡Maldito día tan asqueroso!, ¿¡ahora que mas viene!? ¡eh Arceus! -grito al cielo levantando señalando el cielo con una de sus patas pero de inmediato un rayo callo encima de el, electrificando su cuerpo- ¡Chingada....! -grito al mismo tiempo que se escuchaba un fuerte trueno y se volvía a sentar en frente de la corteza del árbol- quizá dentro de poco despierte, y el doctor dirá que mi endoscopia fue todo un éxito -suspiro metiendo la cabeza entre sus piernas, ocultando su rostro en estas-

Pasada media hora, el Pokémon seguía fe cuclillas, mirando el piso, resignado en la miseria y a no hacer nada para mejorar su situación, de todos modos, ¿Cuándo había echo algo sólo?, se preguntaba a si mismo, observando las comodidades en sus recuerdos, lo único que le quedaba de su vida pasada, llena de lujos, jamás se había esforzado en su vida, ¿así llegarían el final de sus días?, quizás el destino tenia otra cosa planeada.

¿Hola?, ¿estas bien? -pregunto una voz cálida que se escuchaba cada vez mas cerca de el- ¿Zeraora?, ¿te encuentras bien? -insistió la voz enfrente de él Pokémon-

Hmmmm.... -se quedó en silencio agachando sin querer hablar con alguien o con algo-

No tengas miedo, soy parte de un equipo de rescate, me dedico a ayudar Pokémon, aunque nunca habíamos llegado tan lejos, o eso creo yo jeje, ¿Zera no vas a decir nada? -insistió acercándose aun más al Zeraora que seguía metido en sus pensamientos de venganza y resignación-

¿Quién eres? -alzo su cabeza observando una figura cuadrúpeda- ¿Eres un Pokémon? -inquirió abriendo totalmente sus ojos dejando ver mejor a aquella figura-

Si me llamó Cindy, soy una Pokémon, para ser mas específicos una Glaceon, te vez algo lastimado, Zeraora, que te parece si vamos a la cueva de haya -señalo con su hocico una cueva con una fogata dentro, el Zeraora accedió de inmediato-

Todo estuvo muy callado al llegar a la cueva, Cindy no quería decir algo o preguntar algo para no incomodar, la Glaceon saco algunas cosas de su mochila, dejo algo parecido a una olla sobre el fuego, o más bien casi cercas.

¿Zeraora, me puedes ayudar con esto? - volteó a ver al Pokémon eléctrico que seguía agachado metido en sus pensamientos-

Tsk... c-claro -se levantó y fue a ayudar a aquella Pokémon, levanto la olla, con mucho cuidado la coloco en el fuego, está vez se sentó muy cerca de la fogata-

Por Arceus.., ¡estas lleno de sangre! -exclamo sorprendida al poder ver mejor al eléctrico enfrente de la fogata-

N-no es mía, bueno si es, ahhhh..., es algo complicado de explicar -volvió a esconderse entre sus piernas pero Cindy volvió a intentar hablar con el-

Me dedico a ayudar a los Pokémon, anda puedes contarme -insistió con una sonrisa acompañando al Zeraora-

Ese es el problema, yo no soy un Pokémon -alzo la cabeza y miro directo a la fogata para luego volver a esconderse entre sus piernas-

Jajaja ¿te golpeaste la cabeza? -burlo incrédula pero el Zeraora volteo a verle, su mirada era sincera y no parecía que estuviera mintiendo- ¿¡Estas hablando en serio!? -pregunto sorprendida alejándose un poco- no pareces traer roca de captura, ¿acaso no eres entrenador? -inquirió acercándose un poco más-

No soy un entrenador, realmente no tenia la necesidad de mover ni un músculo para sobrevivir -rio recordando un poco de su vida pasada- yo vivía en la mansión no lejos de aquí, hacia esa dirección -señalo con su garra el camino- yo era... -fue interrumpido por la Pokémon-

¡Si la conozco! Mi equipo y yo la exploramos, fuimos muy cautelosos, dentro había muchos humanos vestidos de negro con blanco, y uno que otro Pokémon, dentro también había un chico de pelaje castaño, era todo un flojo no podía hacer nada por si solo, le robamos la comida y se molesto muchísimo -se empezaba a reír la tipo hielo pero el Zeraora volteo a verla bastante molesto-

Yo soy ese chico, ¡le dije a los sirvientes que no estaba loco!, ¿saben el castigo que me puso mi papa por su culpa? -reclamo cruzando las patas observando a la Pokémon con enojo-

Ups... ¿ese eras tu?, no puedes negar que ese día fue divertido para ti, te vi mas interesado en eso que estar mirando la caja mágica -se levanto y trajo algunos palos mas para poner en el fuego-

Si pero, ¿enserio tenían que tirarme la maldita olla de estofado en cima? -bufo con enojo- realmente no saben todo lo que tuve que hacer para sacarme el maldito olor del cuerpo -volteo la cabeza a otro lado pero el estomago empezaba a rugirle y su nariz empezaba a moverse-

Te llamamos el chico sopa, ¿no te dolió mas el golpe que te diste con la olla? -rio sacando de su mochila con su hocico un par de platos- por favor llénalos, al parecer tienes hambre -sonrió y saco por ultimo de la mochila un cucharon dándoselo al eléctrico en la pata, este metió el cucharon y lleno ambos platos-

Sinceramente dolió mas que me callera el caldo encima, ese día iba a ordenar que los atraparan, quería quedármelos como mascotas, pero, al ver que ni siquiera pudieron atraparme a mi, dudo completamente ahora de los guardias de seguridad que contrato mi papá -rio dejando uno de los platos enfrente de la tipo hielo-

¡¿Te intentaron capturar?! -exclamo acercándose a la salida de la cueva- ¿te aseguraste que no te siguieran? -inquirió regresando con el Zeraora-

Descuida, paralice a lo que se me atravesó, así que con facilidad escape -burlo tomando el plato y bebiendo directamente de este- además dudo que vengan, perdieron mi rastro por la tormenta -comento dando otro sorbo al tazón-

¿Qué harás ahora? -pregunto Cindy empezando a comer del plato que le había servido el eléctrico-

Primero, controlar mis poderes de Pokémon, segundo, asesinar al estúpido de Gray -suspiro dando otro sorbo del tazón y ver su reflejo en el líquido que este tenia, observando los detalles de su nuevo rostro, como los bigotes y sus afilados colmillos-

¿Harás algo tan estúpido como enfrentarte a alguien de quien ni siquiera conoces los recursos que tiene? -inquirió la Glaceon dando a entender con su rostro algo de pena- no dejes que la venganza te invada, no es buena -aconsejo la Pokémon tipo hielo a lo que el Zeraora no tomo nada bien-

¡¿Que hará un inútil como yo en estas condiciones?! no se hacer nada, estoy perdido, ya no tengo nada por hacer, ¡Nada! -grito volviendo a esconderse dentro de sus piernas, escuchándose ligeros sollozos-

La mayoría de ustedes los humanos son tan testarudos y..., se llenan en un mar de pesimismo, aun estas vivo, puedes moverte, no tienes ninguna enfermedad mental, así que puedes hacer lo que se te antoje -sonrió algo molesta por la actitud del Zeraora- tengo sueño, deberías dormir, descansa Zeraora -bostezo y se recostó algo lejos de la fogata formando una especie de bolita, el Zeraora tan solo se quedo observando la fogata hasta el siguiente día-

Los primeros rayos del sol tocaban la punta de la montaña en la que se encontraba el tipo eléctrico y Cindy, el Zeraora no había dormido nada, su cabeza estaba llena de dudas que no serian resueltas. El Zeraora empezó a escuchar algunos ruidos extraños alrededor, este se acerco a la entrada de la cueva tratando de no llamar la atención, los guardias de seguridad de su antiguo hogar lo estaban buscando, algunos de ellos estaban muy próximos a la cueva.

Ta.., ¡Ya déjenme quieren! -bufo sin hacer mucho ruido, se acercó a la tipo hielo y la empezaba a mover poco a poco- despierta, es hora de irnos -le hablaba al oído para poder despertarla pero esta no reaccionaba- tengo que encontrar una salida -respiro profundo adentrándose con rapidez al interior de la cueva-

No paso mucho tiempo, antes de que los guardias se acercaran a la cueva y los Pokémon de estos olfatearan algo, poco a poco empezaban a rodear la salida de la cueva.

Mmh... ¿Zeraora? ¿Qué paso? -se levanto y camino a la entrada de la cueva pero de inmediato regreso al interior cuando vio a los guardias acompañados de sus Pokémon- ese idiota me dejo, ya sabia que no se podía confiar en un estúpido.... -alguien le puso una mano en la boca, mas bien pata, impidiendo que dijera algo o hiciera algún quejido-

Técnicamente es tu culpa por no levantarte cuando te hable -respondió el tipo eléctrico algo enojado ya que había escuchado parte de lo anterior dicho- no hay salida por atrás así que tendremos que encontrar otra forma de escapar -sugirió el Zeraora entrando a la cueva- 

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