Safina rebuscaba nerviosa entre sus armarios, buscando algo que fuera apropiado para la ocasión, ella iría a un campamento por primera vez en su vida y ella no tenía nada que llevar.

Cuando hablamos de Safina, nos referimos a una chica de 15 años con cabello negro, esbelta y de piel blanca. Una buena niña y bastante generosa . Sacaba buenas calificaciones y se esforzaba mucho. Se podría decir que era una chica perfecta, pero había un pequeño detalle que la hacía diferente. Safina vivía en una casa con pisos y paredes blancas. Ella vivía en este espacio de aislamiento en el cual ella pensaba que el único ser vivo que debía de existir era ella. Esto significaba que tenía una especial repulsión hacia la naturaleza. Aborrecía las plantas si es que no estaban en un florero o muy bien posadas. Esto resultaba un problema cuando iban al parque o a alguna casa mal podada. No soportaba ver hojas secas en el piso o tocar tierra. Simplemente no podía.

La razón por la que Safina se había dejado convencer a ir a un campamento en el bosque por una semana ( para nosotros, eso equivaldría a dormir en una planta de tratamiento de basura llena de gusanos), era su novio,Daniel, quien la había convencido de ir con ella, prometiéndole que no sería tan malo como parecía. Ella aborrecía la idea de que fuera en el bosque, pero le hacía ilusión el poder pasar una semana con Daniel. Ella deseaba más que nada poder impresionarlo y demostrarle que era capaz de soportar el bosque.

Ella revisaba su armario, tenía una asquerosa playera naranja chillón que le habían regalado sus abuelos la Navidad pasada. Era horrible, pero si algo le pasaba en el bosque, sería una buenísima excusa para no volver a usarla. Harían juego con unos pantalones del uniforme que pensaba llevar, después de todo, iban a cambiar los uniformes de este año.

También tenía una playera azul marino que le encantaba a Daniel y que hacían juego con unos shorts de mezclilla que tenía. Verse guapa quizás le ayudaría a no verse tan mal en el entorno del bosque. El problema era que esa ropa la dejaba muy desprotegida. Si se caía, la suciedad se le pegaría de manera irreversible. Además no había usado esa playera desde hace meses y de seguro le quedaba muy ajustada.

Mientas buscaba otras opciones, le entro una llamada de su novio Daniel. Eso era un alivio, pues quizás él le pudiera recomendar que llevar.

-hola princesa
- hola amor
-Estas empacando?
-Si y tú?
-Yo ya termine
-Hay Daniel. Que llevo?
-Lo que tú quieras, con lo que sea te ves hermosa.
-Es en serio.p
-Con lo que te haga sentir cómoda.
-En el bosque, me sentiré todo menos cómoda. Todavía no sé cómo me convenciste.
-Bueno, te tengo que dejar.
-Hasta pronto
-Igualmente

Y con el ánimo un poco más levantado, Safina siguió buscando otras opciones para llevar y continuó empacando, con su mente en Daniel.